Partida Rol por web

Ered Nimrais, más allá de las Montañas Blancas

Cap. 3: El viejo camino

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12/06/2019, 23:11
Leofred

Turno 307

Después de haber tocado y cantado un poco Leofred ya se sentía bastante satisfecho con la comida y el recibimiento que les había ofrecido el guardes en nombre de su señor, pero aquella inesperada invitación a una sobremesa, con licores alrededor de una chimenea, fue totalmente bienvenida.

Mientras Leofred se acomodaba sin remilgos en uno de los asientos cercanos a la chimenea, pensaba para sí que el dueño de ese terreno no se privaba de nada. El bardo también había echado mano a una de las copas y había comenzado a servir el licor para él y para los demás, licor que sin duda sería de muy buena calidad.

Casi no había prestado atención a la pregunta de Grimbeorn hacia Bernard; rodeados de aquellas comodidades en un lugar tan tranquilo y solitario resultaba muy fácil olvidarse de los orientales, y de cualquier cosa que ocurriera fuera de aquellas paredes. - Disculpe Bernard, pero me puede la curiosidad y tengo que preguntarlo ¿por qué una villa en un lugar tan aislado? Un señor adinerado como parece ser el vuestro bien podría disfrutar de mejores placeres en las cercanías de una ciudad más grande.

A todo esto, creo que aún no conocemos mucho sobre su señor y anfitrión nuestro. ¿A qué se dedica, cuales son sus quehaceres? Así sabremos agradecer mejor su amable cortesía, incluso si no llegamos a conocerlo en persona. -

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13/06/2019, 04:11
Bernard

Turno 307

 

- No hasta donde yo se - dijo el guardes muy seguro, contestando a Grimbeorn - Y puedo aseguraros que sé cuanto ocurre en nuestras tierras - dijo alzando el vaso, y dando un profundo trago. - Todo se guarda aquí, en esta hacienda, y aunque no contamos a diario nuestras viandas, notaríamos cualquier falta - sentencio decidido al respecto.

Después se sirvió otro trago, ya desinhibido a la hora de beberse los licores de su señor. Se recostó, vaso en mano, en su butaca.

- Mucho queréis saber de mi señor - dijo algo serio - Mas no os preocupéis, encantado estaría de que contestase a todo cuanto requiráis - añadió algo mas relajado, pero notablemente a disgusto - Esta hacienda, posee casi mil hectáreas plantadas de cereal, y quinientas mas destinadas a la cría de caballos - dijo orgulloso - Yo mismo administro toda la actividad de nuestros sirvientes - añadió vanagloriándose.

- Mi señor es uno de los mayores productores de trigo y cebada del reino - quizás exageró un poco, si bien el terreno de la plantación era considerable - Contribuye a la corte con generosas yeguadas y por todo ello se ha ganado un alto reconocimiento en todo el reino - termino diciendo.

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13/06/2019, 09:32
Freagulf

Turno 307

Con su estado melancólico habitual, se acercó hacia el fuego, y poniendo la mano sobre el hogar, en una parte alta, se deleitó con el crepitear y baile de las brasas, que lamidas por un fuego incandescente, ofrecía su tibia sensación. Lo ideal para alguien en su estado mental. Eso le hizo recordar a los caballos, pero una punzada en el vientre le recordó que las cosas, al igual que entran, salen. Le dio dos palmadas a Maese Gwalin en el hombro, que tenía un significado, que nadie pareció entender, y salió. No podía aguantar más la presión que hacía sobre su alma el techo ajeno. Se le caía encima. No era una sensación de agobio estilo claustrofobia, sino una repulsión hacia el lugar. - Tal vez, en el futuro, pero ahora no.

No dudó en ir por su montura y antes … por otra cosa.

- Nos vemos fuera. Se despidió con una prisa, que no solo era demostrada por sus pies, sino también por su voz.

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13/06/2019, 09:51
Freagulf
Sólo para el director

Turno 307

Algo le decía al Ailgratha que aquel sitio tramaba algo, y tras dirigirse a "echar un meo", fue directo a recuperar su arma. No quería permanecer algo más de tiempo allí. Sentía que algo se cernía sobre ellos. Tal vez un miedo infundado. Tal vez, … una perspicacia excesiva … o puede que recuerdos, pero, a pesar de todo ello, no era capaz de eliminar aquella sensación de su alma, así que … procedió.

Tenía intención de recuperar arma, caballo y luego salir de allí, con la bestia de monta, … posicionándose en un lugar donde pudiera ver algo. Donde la libertad aireara su alma y pudiera, sino controlar todo en derredor, si al menos, poder vislumbrar lo máximo posible. Ahora mismo sentía incluso recelos de su líder; no sabiendo si era una confabulación o una víctima más. - Puede que sea negligente, pero dudo de su traición

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14/06/2019, 16:33
Sven Ed´Rohir (Edan)

Turno 307

Edan se sumó a sus compañeros en la nueva sala y tras buscarse un asiento de su gusto, dió buena cuenta del licor que se les ofreció.
Resultaba extraño poder disfrutar de aquellas cosas en una situación como aquella. Una inquietante sensación de nervios le comía por dentro, pero de algun modo logró desconectar lo suficiente como para aprovechar el momento.

La referencia del Guardés a la cría de caballos, sin embargo, llamó su atención lo suficiente, como para atreverse a hablar en voz alta.

Vaya...no hemos visto ninguno de esos ejemplares cuando llegamos. Seria un placer poder echarles un ojo... si dá usted su permiso, por supuesto.

Notas de juego

No hay mucho más que hacer. A la espera de que Larrid se encargué de las cosas importantes, Edan se deja llevar porel agradable ambiente.

DJ: Editado para quitar a Freagulf como destinatario.

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14/06/2019, 20:54
Hallfrid

TURNO 307

El gondoriano había dado buena cuenta del potaje que le habían traído, repitiendo un par de veces la ración hasta quedar plenamente satisfecho. Pero se había cuidado mucho de no propasarse con la bebida, limitándose a tomar solo unos cuantos sorbos del fresco vino que producían en el lugar.

Ya había tenido que sufrir la nefasta experiencia de atiborrarse hasta las muelas en la todavía no muy lejana noche en Tir Anduin, y le había costado un buen par de días reponerse a la tremenda comilona. Así que prefería andarse con cautela en aquellos menesteres, y llenarse solo lo necesario para proseguir el viaje.

Tras ello, cuando el llamado Bernard los guió hasta la siguiente habitación, Hallfrid se acomodó de inmediato junto al fuego, aprovechando para quitarse del cuerpo los últimos restos de la penetrante y gélida brisa que los había acompañado durante toda la travesía por el río. En verdad, las ropas del joven campesino todavía se hallaban algo húmedas luego de la batalla con los mewlips. Y si bien no estaban tan mojadas como para convertirse en una incomodidad, la tibieza que provenía del crepitante fuego era toda una bendición para los agarrotados músculos del muchacho.

Con una sencilla reverencia, el muchacho rechazó las bebidas que le ofrecían, convencido de que combinar un poco de alcohol con aquel ambiente tan sereno y relajado podía resultar una pésima idea. Y por el mismo motivo, ni siquiera se acercó a los mullidos sillones que poblaban la estancia, si bien tuvo que apelar a toda 

- Tiradas (1)

Notas de juego

Otra tirada de Percepción, para intentar averiguar algo sobre la identidad de nuestro anfitrión a partir de murales, cuadros o tapices que pueda haber por ahí.

DJ: Editado para quitar a Freagulf como destinatario

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15/06/2019, 04:03
Director

Turno 307
​Percepción

 

Los tapices, escudos y demás signos visibles, no le indicaron a Hallfrid ningún dato relevante de la identidad del señor de la casa. El mismo escudo de armas se veía aquí, y allá, pero no había nombres ni títulos. Quizás si quisiese obtener una respuesta, bastaría con preguntarla directamente.

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15/06/2019, 04:11
Bernard

Turno 307

 

- Vaya... - dijo algo extrañado al ver que Freagulf se dirigía a la entrada, tras pasar por la letrina - ¿Qué le ocurre? Debe encontrarse mal - de dijo a si mismo, mientras mostraba una cara de decepción.

- No os preocupéis maese Edan, si lo deseáis, iremos a pasear por la dehesa - ofreció mientras apartaba la vista del ventanal -Allí podréis ver los galantes ejemplares que se crían en esta casa. - dijo orgulloso mirando ya al rohir.

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15/06/2019, 04:21
Larrid

Turno 307

 

- Me temo amigo, que no tenemos tiempo para tales placeres - dijo el soldado al guardes - Aunque no me opondré a retomar el camino por alguna ruta que atraviese tal dehesa si no nos desvía en exceso - le dijo sonriendo, mientras Bernard afirmaba con la cabeza sobre la existencia de tal camino.

- Y ahora, con todo nuestro agradecimiento, debemos partir - pidió Larrid.

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15/06/2019, 04:25
Director

RESOLUCION TURNO 307
 

 

Ya en el salón, sentados en los sofás y butacones, y degustando el licor ofrecido, pudieron fijarse más en la sala. El techo de madera estaba adornado con relieves de la naturaleza, curvadas ramas con hojas, flores, ciervos y aves, se mostraban claramente en una madera barnizada y sin pintar. Aquello realzaba cada figura de los adornos, haciendo que la luz del fuego brillase distinto en cada facción del relieve. Ensimismado se quedó alguno mirando aquellas representaciones, cada cual distinta de la que tenía al lado. Las alfombras que cubrían el suelo, habían sido tejidas de mil colores, y aunque parecían no conformar un diseño particular, tras un rato de observación mostraban lo que uno quería ver. Algunos veían los campos de trigo verdes, bajo el cielo azul, otros un mar en calma bajo un sol cálido.

Las paredes de piedra estaban revestidas de telas colgantes, que acompañaban a algunos tapices similares a los vistos en el comedor. Mas escenas de caza, pero esta vez, de animales mostrados como trofeos ya cobrados junto al artífice de la hazaña. Jabalíes, venados, corzos e incluso algún lobo, todos ellos exagerados en tamaño para ensalzar al cazador. También había algunas cornamentas de corzos sobre la chimenea, sobre todo, pero también había colmillos de jabalí en rodelas de madera. Barias bujías se disponían por la pared, ahora apagadas, para alumbrar la sala junto a la gran lámpara que pendía del techo. Esta disponía una veintena de velas en círculos concéntricos engalanados con la enrevesada foja del hierro retorcido, en la noche era la mayor fuente de luz. Pero ahora de día, dos grandes ventanales dejaban entrar tal cantidad de luz, que en nada se echaba de menos la luz de las candelas.

Todos estaban relajados, en mayor o menor medida. Siempre alguno tenía tiempo para pensar que mil intrigas se cernían sobre ellos, en lugar de disfrutar de una de las ultimas comodidades que podrían encontrar. Mientras la mayoría permanecía en el salón, dialogando e incluso importunado a Bernard con preguntas, Freagulf decidió dejarlos allí y marcharse. Sin darle más importancia, el resto continuó relajándose.

Al guardes le preguntaron sobre su señor, sus tierras, y alguna extraña pregunta sobre robos en ellas. Bernad era un hombre de lengua ágil, y aunque algo molesto por tanta pregunta al anfitrión, pronto se dio cuenta de que en realidad solo se traba de curiosidad. Así quiso pensarlo por no desconfiar.

Mientras, Freagulf había salido fuera, y se había marchado en dirección a la letrina. Más tarde lo vieron dirigirse de vuelta a la entrada.

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15/06/2019, 04:27
Director

RESOLUCION TURNO 307
 

Siguieron hablando al calor del fuego, que crepitaba danzarín en la gran chimenea. Edan hizo una petición, quería ver los caballos que allí se criaban, cosa que pareció ser del agrado del Bernard. Este le aseguro que irían a pasear, si así lo deseaba, por la dehesa donde pacían algunos de los sementales, unas pocas yeguas y varios potros. La mayoría de los animales habían sido ya enviados al este por el requerimiento del Rey.

Estaban realmente a gusto, pero sabían que aquello no podría durar demasiado. Fue Larrid el que no tardo en recordar a Bernard lo que ya había pedido antes. Sus monturas estaban siendo preparadas mientras disfrutaban de un buen descanso, que precedería a un largo camino y un asegurado enfrentamiento con los orientales.

Pasado un buen rato, el etheod decidió que debían partir, y así se lo hizo saber al guardes.

 

Notas de juego

► Anotad el próximo turno como “Turno 308

► No marquéis a Freagulf.

► Seguís en el salón por el momento.

 

► Resolución del próximo turno: martes 18-06-19

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15/06/2019, 04:48
Director

RESOLUCION TURNO 307
 

Freagulf salió del salón por la única salida, que daba al patio. Se dirigió hacia otra de las puertas del mismo, donde le habían indicado que se encontraban las letrinas. Desde el patio interior la salida requería volver por el pasillo de entrada. Allí era donde habían dejado sus armas, y el ailgratha fue hacia allí dispuesto a recuperar la suya.

Una vez fuera, nadie le impidió salir, vio la portezuela donde habían metido su espada, y las armas de sus compañeros. No había nadie en la entrada, por lo que no dudó en acercarse hasta allí para descubrir que estaba cerrada con llave. Algo lógico si es que deseas que nadie las tome. Resignado, trato de averiguar donde habían guardado sus caballos, más sin nadie a quien preguntar, solo pudo pasearse en busca de los establos.

No tardo en encontrarlos, el olor característico de los establos, bien conocido por su pueblo, lo llevo hasta la edificación. Era pequeña, pero suficientemente grande como para albergar una docena de animales. Sus puertas estaban cerradas, pero no bajo llave. Solo tuvo que tirar del gran portón para ver a todos los caballos, y a la mula de Leofred, bien atendidos dentro. Tenían agua fresca en abrevaderos, y también heno de buena calidad dispuesto en pilones. Habían sido despojados de todo el equipo, riendas, sillas y demás correajes para su comodidad.

Allí, solo, el ailgratha se sentía cómodo, entre los animales por los que más devoción sentía.

 

Notas de juego

► Anotad el próximo turno como “Turno 308

► Están todos los animales. No hay nadie más.

► No hay rastro de correajes o el equipo.

 

► Resolución del próximo turno: martes 18-06-19

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16/06/2019, 18:14
Mozos de cuadra

Turno 307

 

- Oh, vaya - dijo el muchacho en cuanto entro en el establo y vio a Freagulf - Pensaba que tendríamos mas tiempo - dijo disculpándose, pues en realidad hacia un rato que le habían encargado la tarea de preparar los caballos - Enseguida estarán listos, voy por ayuda - dijo saliendo corriendo.

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16/06/2019, 18:20
Bernard

Turno 307

 

- Lamento que tengan que marcharse, no siempre tenemos visitas aquí, y me estaba gustando conversar con ustedes - dijo levantándose - Ha sido un verdadero placer, si alguna vez vuelven por aquí, no duden en visitarnos - dijo con los brazos abiertos.

- Si lo hacen durante el verano, incluso podrían conocer a mi señor, ya que tan interesados están en sus devenires - dijo con cierto tono sarcástico, pero con humor. - Os acompañare - dijo señalando con las manos y brazos abiertos  al patio interior, invitándolos a salir.

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17/06/2019, 15:17
Grimbeorn

Turno 308

Aparentemente satisfecho con la respuesta del guardes, y dejada de lado la preocupación por que los orientales hubieran pasado por allí y saqueado la hacienda, el norteño se había acomodado en el sofá. Demasiado cómodo si tenía en cuenta que, en breve, volvería a estar a lomos de un caballo. Aun asi, no era algo que fuese a dejar pasar; poder tener las posaderas sobre una superficie mullida era una suerte de compensación por el traqueteo del paso de la bestia.

Aunque Eda y Freagulf parecían inquietos por algo, la tranquilidad de Larrid le animó a disfrutar de aquel descanso hasta que el soldado les recordó, tanto a Bernard como a ellos mismos, que debían hacerse al camino de nuevo. El animista se incorporó con un suspiro casi imperceptible, se ajustó la capa y marchó hacia el patio interior, como les indicaba Bernard.

- Maese Bernard, aceptad una vez más nuestro agradecimiento por vuestra hospitalidad. Le ruego me perdone si le he alarmado innecesariamente con algunas preguntas. - Grimbeorn suponía que, sin los antecedentes que ellos conocían, sus preguntas nacidas de temores o sospechas podrían haber sido malentendidas por su anfitrión. - Pero me alegra comprobar por sus respuestas que nada ha perturbado la paz de este lugar. Espero que las bendiciones de Araw llenen de vigor a los caballos que criáis. - El animista inclinó su cabeza en señal de deferencia antes de volver a vestir su pintoresco yelmo.

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17/06/2019, 17:43
Freagulf

Turno 308

- No, no, .. yo te ayudo. Hizo por detenerlo, sin tocarlo, con voz sincera. - Yo es que … pareció bajar el registro de su voz, a uno más melancólico. - … yo es que, en ocasiones estoy mejor entre animales de cuatro patas que entre los de dos. Comentó, finalmente, a modo de broma. No tardó en tomar cualquier herramienta que se usaba para tratar el pelaje, como un cepillo, y ponerse a acariciar la grupa del que más cerca que encontraba. Quería ganarse la confianza de aquel muchacho, y en un momento dado, esperaba poder preguntarle por si podía conseguir que se les abriera. También aquello le relajó. Estaba todo siendo más normal de lo que su suspicaz mente le quería hacer ver. - No veas fantasmas donde nos los hay muchacho. Se amonestó a si mismo, haciendo por recobrar la calma y la compostura, espantar miedos y recuerdos funestos. - Además, no creo que salgamos ya mismo.

El Ailgratha quería ganar algo de empatía con el chico. - Soy Freagul. No quería sonar pretencioso con su origen o cualquier cosa así. Quería ganarse al chico, no parecer algo "grande" a pesar de su ya de por si considerable altura. Quería parecer humilde, como realmente … estaba siendo desde un tiempo para acá. Dio un segundo, para que le llegase la información y entonces hizo la pregunta de rigor: - ¿Y tú?

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17/06/2019, 23:31
Gwalin

Turno 308

Gwalin notó la palmada de Freagulf en su hombro. Notaba algo en su compañero que le preocupaba. Parecía estar pesaroso por algo que le había pasado en el pasado. El viejo enano miraba distraído el fuego que ardía en la chimenea hasta que decidió salir con su compañero.

En ese momento Larrid decidió que era hora de marcharse. El enano se acercó al guardés y se despidió.

-Ha sido un placer haber coincidido. La hospitalidad recibida ha sido impecable -dijo el guerrero visiblemente agradecido-. Que sigáis bien y no tengáis ningún problema.

Dicho esto el enano salió fuera en busca de Freagulf.

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18/06/2019, 13:39
Sven Ed´Rohir (Edan)

Turno 308

La estancia en la granja estaba siendo de lo mas revigorizadora, pero todo lo bueno se acaba, y apenas Edan empezaba a disfrutar de sus comodidades cuando Larrid los trajo a todos de vuelta a la cruda realidad. Tenian una misión por hacer y todavia un par de jornadas de viaje por delante.

Edan torció ligeramente el gesto, le hubiera gustado disponer de algo mas de tiempo para examinar los caballos del Caserón, pero se conformó con la idea de poder observarlos durante la partida.

Uno a uno, fueron desfilando y despidiéndose del Guardés. Atrás quedaban los licores, tapices, relieves y demás lujos de la villa.
Cuando llegó a la altura de Bernard, Edan se despidió con una ligera inclinación de la cabeza en señal de agradecimiento.
Señor...ha sido un placer asistir a su mesa. Si nuestras obligaciones lo permiten, regresaré para aceptar su ofrecimiento y echar un ojo de cerca a eses caballos.

Antes de dejar el lugar, Edan se aseguró de que Larrid no olvidaba sus anteriores solicitudes, aunque esta vez se cuidó mucho de no importunar al veterano guerrero.

Salió al patio exterior y respiró profundamente. El momento de la verdad se acercaba y los nervios regresaron. Estaba deseando montar de nuevo, al menos desde la altura de su montura, los problemas se verían más pequeños que hasta el momento.

Notas de juego

Doy gracias y recuerdo a Larrid lo de la lanza y los soldados. Pero lo más discretamente que pueda, si con una mirada me entiende, mejor que si tengo que decirle nada.

Intento fijarme en los caballos mientras me voy. No se que tirada deberia hacer...quizas "trato con animales". Si corresponde hazla tu por mi Nagre. O si hay tiempo, la haré en el próximo turno, aunque no espero mucho solo de un vistazo. La idea es ver si hay algun ejemplar que destaque del resto.

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18/06/2019, 21:50
Hallfrid

TURNO 308

Y finalmente, luego de algunos momentos de fiera resistencia y varios cabezazos, el joven campesino terminó por sumirse en una serena modorra, arrullado en un mullido sillón por el cálido crepitar de las llamas.

Ya había recorrido casi cada palmo de la sala. Y había escrutado hasta el cansancio los más recónditos rincones de las alturas en busca de los infinitos detalles que adornaban los techos de madera y los tapices que cubrían las paredes.

Luego de ello, se había impregnado con los dulces y reconfortantes aromas que dominaban el lugar, familiares algunos, como la madera, el metal y el humo, pero absolutamente desconocidos y misteriosos otros tantos. Hasta que su errático vagabundear lo fue acercando poco a poco a uno de los sillones cercanos al hogar, donde finalmente cayó rendido.

Una vez allí, los comentarios de sus camaradas pronto se convirtieron en lejanos murmullos, mientras las fantásticas imágenes de tierras desconocidas y enemigos formidables comenzaban a poblar su mente somnolienta...

Solo consiguió apartarlo de su modorra el estrépito que provocaron los viajeros al ponerse todos nuevamente de pie, y casi al unísono. Y de inmediato el joven se apresuró a adecentar sus ropas y limpiarse las babas que habían caído por las comisuras de sus labios.

Con la mirada todavía desencajada, se acercó a su anfitrión y lo saludó con una muy profunda reverencia.

- Ha sido un honor compartir estos momentos en vuestra morada. Y un placer también. Espero que el destino vuelva a ponernos en este camino. Hacedle llegar a vuestro señor mi más profundo agradecimiento... - comentó el joven con tono afectado, dispuesto ya a abandonar el acogedor lugar.

Sin embargo, antes de que hubiera llegado a dar unos pasos, el muchacho se detuvo en seco y volvió a indagar al anciano.

- Aunque... por cierto... no recuerdo haber oído su nombre. ¿Podría saberlo? Así me encargaré de proclamar abiertamente su bien ganada fama por el trato que nos ha dispensado.

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18/06/2019, 23:14
Leofred

Turno 308

La orgullosa descripción del guardes sobre los negocios de su señor mantuvo a Leofred entretenido, pensando que él mismo podría usar alguna vez ese tono ligeramente soberbio para una de sus historias. No obstante, no puso en duda lo que Bernard les contaba; hasta donde él sabía, todo aquello era cierto, y le proporcionó cierta curiosidad por echar un vistazo a las recuas de caballos, que en tamaño número se le antojaba un espectáculo digno de admirar.

Finalmente todos estaban descansados y llegó el momento de partir, más pronto de lo que hubieran deseado ahora que se habían relajado por primera vez en días con las comodidades de la finca. - El placer ha sido todo nuestro, maese Bernard. No crea que no apreciamos el recibimiento, ni el trabajo extra que ello habrá supuesto para ustedes. - El bardo enfatizó la despedida estrechando vigorosamente la mano del guardes.

- No se si nuestro camino nos traerá de vuelta por esta misma senda, pero si es así no dudaré en tomar su consejo al pie de la letra. -