Partida Rol por web

Cuando escuché al piloto increparnos tanto a mi como a la monja clavé los ojos en la cabina-¡Cierra el pico y dedícate a lo que supuestamente sabes hacer tan bien, bastante estamos consiguiendo nosotros con derribar zeros sin tener ni puta idea!-volví a gritar. En ese momento me percaté de que la rubia permanecía inconsciente en el suelo del avión, sin duda por un golpe tras un bandazo pero lo que más me sorprendió fue la manera de actuar, cuidándola de esa manera ¿Lo siguiente que iba a ser, darle un beso como a la Bella Durmiente? Ésto era el mundo al revés...

Los disparos de O'Brian dieron en un nuevo blanco y uno de los dos aviones japoneses explotó en una llamarada que llenó el aire de humo negro y escombros, los cuales atravesó el otro caza, que de nuevo estaba iniciando el giro para atacaros.

Mientras tanto, Vance inició el descenso. A medida que inclinaba el morro hacia abajo, la velocidad aumentaba, así como los temblores en todas las zonas del aparato.

Era como si el maldito avión fuese a desintegrarse antes de llegar al suelo.

Muy cerca de vosotros volaba también el "zero" japonés, que parecía haberse tomado aquel enfrentamiento como algo muy personal y os perseguía a toda velocidad.

La niebla os rodeaba y no daba visos de terminar nunca. ¿De verdad habría un suelo allí abajo o terminarían estrellándose contra la superficie del mar?

El traductor intentaba estar atento a todo, traducir cuando hacia falta. Y contestar a los comentarios malhumorados.

Sin embargo, él no estaba echo para la guerra, sino para las letras. No estaba echo para el combate, sino para la charla.

Y justo cuando iba a indicar que no debían considerarlo un militar, al menos no como tal, el avión dio un vuelco, y se golpeo con el techo de la nave.

Callo inconsciente al suelo. Y soñó, a mala leche, con un buñuelo gigante que intentaba devorarlo. Seria una premonición.

El payaso del piloto británico parecía enfadado y arremetió contra ella y contra otros de los presentes con palabras vacías y carentes de efecto sobre ella. La hermana le dedicó una sonrisa. En el fondo aquella escoria le daba cierta pena. Su vida estaba realmente muy vacía... Mucho...

- Santísima Virgen, Madre de Dios, yo aunque indigns pecadora postrada a vuestros pies en presencia de Dios omnipotente os ofrezco este mi corazón con todos sus afectos. A vos lo consagro y quiero que sea siempre vuestro y de vuestro hijo Jesús... - Comenzó a orar la monja.

Ya no le quedaba otra que confiar en el altísimo para que les sacara a todos de aquella insalvable situación. Así que eso hizo, comenzar a orar, lo cual era después de matar sucios amarillos, lo que mejor se le daba.

Maldita sea!! pense cuando el piloto volvio a recuperar los mandos del avion, lo estaba haciendo mejor que él asi que ese cerdo egocentrico debia dejarme los mandos o le daria tal golpe que lo dejaria sin sentido, cosa que, por lo que parecia, me agradecerian todos en el avion.

Asi que cuando vi que uno de los motores nos fallo volvi a asumir los mandos en un intento por ayudar a aquel piloto a manejar aquel trasto; por lo que parecia habia una niebla espesa por debajo nuestro asi que la aprovechariamos para escondernos de los aviones enemigos; luego la monja vio que entre aquella niebla parecia haber tierra y nuestro avion no se mantendria mucho mas tiempo en el aire por lo que era nuestra unica posibilidad.

Cita:

Tranquila hermana!! le conteste mientras el piloto, el medico y ella se enzarzaban en una discusion Ayudare a este inepto todo lo que pueda, asi que sigan intentando hacer que esos amarillos caigan porque seria muy bueno que una vez nos encontremos en tierra dejen de dispararnos.

Sin soltar los mandos, los agarre con mas firmeza aun intentando corregir, en la medida de lo posible, los fallos que estuviera cometiendo el piloto para tener un aterrizaje lo mas suave posible.
Todos los que no esteis haciendo nada sera mejor que os agarreis a algo!! grite mientras oia como la monja rezaba Este aterrizaje no va a ser precisamente facil!!

Estaba claro que el avión descencía hacia aquella porción de tierra atravesando aquella capa de nubes. Desde luego eso le dificultaría al caza nipón alcanzarnos con más plomo, pero nosotros tampoco veríamos lo que tendríamos a bajo, no sabíamos cómo de gruesa era la capa de nubes, desde luego esperaba que por lo menos se fijaran en el altímetro para no terminar estampados contra el suelo..

Escuché las palabras de la extraña morena he hice lo que dijo, me agarré a lo primero que vi, y pequé mi cuerpo contra el fuselaje esperando un fuerte impacto, vi cómo la monja comenzaba a rezar, si yo creyese en algún Dios, le rezaría, pero como no era así simplemente esperaba no morir en aquel puñetero cascarón con alas, apreté los dientes tensando la mandíbula deseando no morir, era demasiado bueno en lo mío como para morir ya joder...Putos japos ¿por qué no se quedaron en su casa comiendo arroz?.