Partida Rol por web

Escape from Mars (DM 01/20)

PRÓLOGO. MI NOMBRE ES SERPIENTE

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01/01/2020, 19:40
Vásquez

Oigo al Sargento lo que murmura... y no me puedo morder la lengua, así que añado..., en un murmullo para que solo nos oigan los más cercanos...

-... pues para mí que ese viejo chocho, como mucho, puede hacer de "pasivo"... De joven cuentan que era la caña, pero ahora... como quiera ser un "activo", se nos muere en los brazos...

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01/01/2020, 19:50
Ethel Hauk

La directora oyó las quejas, tanto por parte de la Vicepresidenta como del equipo que acompañaría a Plissken. Esperaba lo segundo, pero no lo primero, y sin embargo, sabía que era lo más acertado. Ningún miembro de aquel equipo tenía experiencia suficiente en situaciones así, y aquel envejecido icono de la mediocridad masculina, en cambio, había respirado ese aire cada día de su infame existencia.

Aunque no volviese, era precisamente lo que necesitaban para llegar allí y cumplir su misión.

-¡Silencio, Teniente! ¡Comandante, esta es mi prisión y aquí mando yo! Le recomiendo que consiga que los miembros de su equipo se callen, o de lo contrario, pasarán a formar parte de este lugar como internos!

Ethel le lanzó una mirada acusadora a la vicepresidenta, pero no le dijo nada. No podía, pero esperaba que no hiciese falta y ella también se callase.

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01/01/2020, 19:51
DIRECTORA

La visión de aquel Snake trajo malas sensaciones a los miembros del equipo, pero sobre todo, una idea muy precisa. Que la misión iba a ser complicada y que de repente, todavía lo sería más con su presencia.

Plissken era conocido por todos como uno de los mayores criminales de finales del siglo XX y principios del XXI, no tanto por ser un asesino despiadado, como por su actitud completamente a favor de la anarquía, que estuvo a punto de llevar a todo el planeta al más absoluto desastre.

Después de la operación que tuvo lugar en la prisión de Los Ángeles en el año 2013, fue perseguido sin cuartel, cazado cual animal salvaje, y sin embargo, nadie consiguió acercarse lo suficiente como para atraparle... hasta ese momento. Era un éxito del tiempo, más que de las fuerzas policiales, pero un éxito al fin y al cabo.

Y ahora, esto. Él iba a formar parte de aquella misión.

La Comandante solo les había dicho lo básico. Se trataba de una misión de rescate, peligrosa, única, y con un tiempo límite. El por qué de ese tiempo nadie lo sabía, ni siquiera ella.

Ahora, oyeron de boca de la directora de la prisión y la vicepresidenta, el contenido de la misión, por segunda vez, solo que en este momento, no serían los únicos.

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01/01/2020, 19:51
Vicepresidenta

La Vicepresidenta lanzó un sonoro suspiro, le devolvió la mirada a la directora Hauk y después, intentó centrarse en lo importante.

Plissken.

Por muchas reticencias que tuviese sobre aquel plan, valía la pena intentarlo. No tenían muchas opciones y claramente, la experiencia de aquel... criminal, le sería de utilidad al equipo.

-Tenemos un problema, señor Plissken así que efectivamente, lo necesitamos. No es imprescindible, pero creemos que podríamos hacer uso de su experiencia -empezó a explicar, con mucha calma -. Como supongo que ya sabrá, la importancia estratégica de Marte es su elevada riqueza mineral. Disponemos de numerosas colonias mineras extendidas por toda la superficie del planeta con el único objetivo de extraer la mayor cantidad de mineral que podamos. No solo es vital para nosotros, Plissken, también lo es para todos los que viven en la Tierra. Por eso su control es primordial. La Presidenta del Consejo Matriarcal ha estado visitando las principales colonias para asegurarse de que todo marcha a la perfección, pero al llegar a la mina de Cañón Luminoso, un importante centro de extracción que se encuentra a unas horas de aquí, los mineros iniciaron una revuelta y la tomaron como prisionera.

La vicepresidenta miró hacia atrás, a la Comandante, para ver su reacción. A pesar de haberle contado en qué consistiría su misión, incluyendo la posible entrada en el equipo de Plissken, no le había proporcionado tantos detalles como iba a dar a continuación.

-Un desagradable hombre que se hace llamar Man o' War, nos han enviado un mensaje, amenazando con matarla si no cumplimos sus exigencias. Igualdad efectiva para todos los hombres y las mujeres de este planeta, cambios en la legislación que permitan la inclusión en los altos puestos ejecutivos, etc. Permítame que le muestre el mensaje.

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01/01/2020, 19:52
DIRECTORA

 

"Mis estimadas mujeres de Chryse. Este es un día memorable para todas ustedes, porque tendrán el honor de ver como un hombre da las órdenes. Sin duda, un momento histórico que espero disfruten como se merece. Mis camaradas y yo tenemos con nosotros a su queridísima Presidenta del Consejo. Es una mujer algo antipática, pero hermosa, eso sí, aunque dudo que continúe siéndolo durante mucho tiempo. Verán, me temo que a no ser que acepten nuestras demandas, que a continuación les enviaré en un documento, tendrán que escoger a otra, porque es más que probable que haga una visita a esas minas que tanto parecen importarle... y que no vuelva de ella. Créanme, señoras; la tiraremos al pozo más profundo que exista y jamás serán capaces de encontrar, ni tan siquiera uno de sus preciosos cabellos. Pero... soy un hombre razonable y no pido cosas que no puedan cumplirse... antes de 36 horas. De lo contrario...

El gesto del hombre, que hasta entonces era de simpatía, se volvió duro e iracundo.

... de lo contrario soy muy capaz de cumplir lo que acabo de decirles. Y olvídense de intentar un rescate. Acabaríamos con ella en cuanto viéramos a alguien, por supuesto, después de divertirnos un rato. Es algo que los hombres sabemos hacer muy bien. El tiempo empieza a contar... ya.

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01/01/2020, 19:52
Vicepresidenta

La vicepresidenta apartó el dispositivo que tenía, una vez lo hubo visto Plissken. Los demás, ya lo habían visionado y no necesitaban hacerlo de nuevo.

-Pero esto no es todo. En realidad, lo que le he contado sobre la misión de la Presidenta, es la versión oficial. Extraoficialmente, fue a comprobar que estaba sucediendo con las colonias. Desde hace un mes hemos ido perdiendo el contacto con una colonia tras otra, y desconocemos los motivos. Hemos enviado varios equipos y ninguno de ellos regresó para contarlo. Ahora esperamos que ustedes lo hagan, y con la Presidenta.

La vicepresidenta se acercó a los barrotes.

-Con ella, o ni se moleste en volver, Plissken. Y también ustedes -les dijo a la Comandante y el resto de su equipo -. La necesitamos a ella para acabar con esta crisis.

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01/01/2020, 19:56
Ethel Hauk

La directora se acercó también a Plissken.

-Claro que si prefiere quedarse, Plissken, tenemos un bonito destierro sin oxígeno esperándole. Supongo que para un hombre como usted,e so podía ser hasta preferible, antes de aceptar órdenes de una mujer, ¿verdad? Así que... ¿qué va a ser?

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01/01/2020, 21:03
Jericho Butler

Así que, de eso se trataba... unos insurgentes habían capturado a la presidenta. Y encima había problemas con otras colonias. Seguramente habían caído bajo el yugo de estos extremistas. Iba a ser entretenida la misión... podríamos hacer uso de toda la fuerza destructiva que poseyéramos sin cortarnos.

-Quizá aprenda algo del vejestorio...

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01/01/2020, 21:08
Grace Steelside "Eat Snakes"

Miré con desprecio a aquella mujer tan prepotente "ama y dueña" de la prisión, básicamente porque yo no me había pronunciado aún y me hablaba como si hubiese intentado tomar el control de todo aquello. - Puede mandar sobre la prisión, pero no sobre mis mujeres y sobre mí, señora. - La dije con tono desafiante.

- Y no tiene potestad alguna sobre estas soldados, para convertirlas en internas por un capricho suyo. - La miré con firmeza y seguridad a los ojos. No sabía con quien estaba acostumbrada a tratar aquella mujer, pero si pretendía intimidarme con aquello, la había cagado.

No era una simple soldado que había ascendido solo por cumplir órdenes, sino que me había preparado también intelectualmente, leyendo las normas, leyes, derechos, responsabilidades, ejercicios y un largo etc de los cometidos de todos y cada uno de los cargos y puestos existentes en la cadena militar y ella no pintaba nada en todo aquello. Simplemente era "la administrativa de la prisión" a la que el cargo y el poder se le habían subido a la cabeza.

Que la vicepresidenta confesase por fin que necesitábamos a aquel viejo decrépito fue un verdadero jarro de agua fría. No podía creerme lo que oía y miré con recelo al hombre tuerto. - Espero que no necesite un andador para moverse. - Mi mirada cargada de recelo hacia aquel hombre se acabó cruzando con la de la vicepresidenta y encarné una ceja cuando escuché por primera vez el nombre de aquel loco: Man o'War.

Miré con intensidad a Snake, viéndole como observaba la pantalla... - Otro viejo chocho tuerto... - Dije tras recordar el vídeo y la imágen de aquel sujeto escuchando nuevamente la profunda voz de aquel loco. - Supongo que por eso necesitamos a Plissken, - expresé no carente de sarcasmo en mi voz, - sentirán empatía el uno por el otro, por edad y defectos físicos... achaques... - Miré entonces a la administrativa de la prisión, esperando a que me dijese algo para volver a cerrarla la boca.

- Aunque dudo que lleguen a un entendimiento que nos sea favorable. - Miré a la vicepresidenta. - Lo más fácil es que acaben siendo amigos el uno del otro. No veo el motivo por el cual Plissken tenga que colaborar. - Volví a mirar a la "disinguida mujer". - Su amenaza de una muerte por afíxia se la pasará por lo que le quede de sus colgantes genitales una vez estemos en la colonia, señora.

» No me agrada lo que voy a decir, pero creo que ahora mismo es Snake quien tiene la sartén por el mango... porque le están dando todo el poder a él. - Miré al anciano. Sí, le estaba echado una mano. Si eso jodía a la estirada mujer de la prisión, a mí me hacía feliz, aunque tuviese que ayudar a aquel bastardo con mis palabras. - Y si es listo, sabrá hacer un buen trato que le merezca la pena... como regresar a La Tierra libre de cargos después de esto.

No me gustaba aquel hombre, pero estaba claro que nos lo íbamos a comer en la misión y aquella prepotente mujer iba a aprender que joderme a mí es algo que se paga e iba a comenzar a hacerlo desde ya. Luego miré a la vicepresidenta, quien parecía tener más sentido común y buen juicio que la rubia de bote. - ¿Tan duras son las exigencias de Man o'War como para no cumplirlas? Le gusta alardear de poder y de "poderío masculino", quizás con un despacho en el exterior y un par de muñecas hinchables se acabe conformando... aunque dudo que sepa como usar lo que tiene entre las piernas salvo para orinar. - La dije con seriedad aunque sonase a cachondeo.

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01/01/2020, 21:12
Snake Plissken

- ¿Tiene un cigarrillo? - Dijo con un hilo de voz y notable indiferencia. Aquel hombre mantenía su tuerta mirada fija sobre Ethel Hauk.

¿Eso es un no? - Preguntó con gran superioridad la directora de la prisión. - Lo suponía...

- Me lo pensaré... - Respondió Plissken. 

No hay tiempo para pensar nada, Plissken. - Intervino entonces la vicepresidenta. - Usted no me gusta, Plissken. No hay nada que me diera más placer ahora mismo, que deshacerme de usted para siempre. ¡Me da usted asco! - Exclamó mientras le miraba con desprecio.

¿Y qué saco yo de todo ésto? - Habló entonces aquel hombre, icono de un pasado brutal y machista.

¿Le parece poco seguir vivo? - Argumentó la presidenta de la prisión. - Aunque total... Para lo que iba a hacer con su tiempo, quizás valdría más la pena...

- Lo haré. - Interrumpió Plissken a la presidenta.

Lo suponía... - Afirmó entonces ella. - Espero no arrepentirme, Plissken...

- Llámame Serpiente... - Le corrigió.

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01/01/2020, 21:16
Ethel Hauk

Si había algo que sobraba entre muchas mujeres, era la idea equivocada de que podían hacer lo que les daba la gana y decir lo que les diera la gana... en su presencia.

Hauk ya estaba harta de todo aquello, y al oír de boca de la comandante todo lo que soltó, se giró hacia ella con una sonrisa falsa y arrogante.

-En mi prisión mando yo, porque así lo establece la ley, Comandante. Y sus mujeres, e incluso su semental, y usted misma, podrían quedarse aquí hasta que usara todos mis tampones, y le garantizo que a mi edad, creo que me durarán bastante. Por otro lado, viene usted con las más altas recomendaciones, pero eso para mí no significa una mierda. 

Hauk dio dos pasos hacia la Comandante, hasta colocarse a un dedo de ella.

-Plissken... o Serpiente, como prefiera, irá o morirá, y tenemos la seguridad de que si va, se preocupará en regresar. ¿Verdad, Vicepresidenta? Y en cuanto a las exigencias, usted no sabe nada, así que cierre-la puta-boca.

Hauk se volvió hacia Plissken. Al ver que aceptaba sus exigencias, sonrió, satisfecha, alargó el brazo y pulsó varios botones de su muñequera electrónica, con la cual controlaba toda la prisión.

Al instante, la pared posterior de la celda de Plissken se abrió y apareció una mujer con un rifle, apuntando directamente a Plissken.

-Dispare.

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01/01/2020, 21:19
Ethel Hauk
Sólo para el director

El dardo se clavó directamente en uno de sus brazos. Plissken se lo retiró con rapidez, pero no la suficiente, y al volverse, visiblemente cabreado, Hauk volvió a mostrar su hilera de dientes.

-En estos momentos tiene usted una minúscula carga explosiva circulando por su torrente sanguíneo, Plissken. Dentro de exactamente 36 horas, la cubierta que lo recubre desaparecerá, y al contactar con el plasma, el explosivo detonará. Da lo mismo en donde se encuentre en ese momento, porque todos los capilares, arterias y venas de los alrededores quedarán tan destruidos como su podrido cerebro, con lo que morirá casi instantáneamente. Pero... cuando regrese, anularemos la carga explosiva y simplemente, se deshará... como una maldita bacteria, devorada por sus propios glóbulos blancos.... si es que todavía le queda alguno.

Hauk miró a la Comandante.

-¿Qué decía usted de tener la sartén por el mango, Comandante?

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01/01/2020, 21:21
Vásquez

Medio sonrió, al ver el cariz que tomaban las cosas... la amenaza de que pasasen a ser "invitadas permanentes" de la prisión... lo mismo había sido mala idea... Estaba por ver si habría alguien por los alrededores con los suficientes redaños como para hacer frente a este equipo... Si les habían endiñado esta mierda de misión, era porque eran las únicas capaces de llevarla a buen fin... con o sin el yayo, eso daba igual.

La Comandante había sido meridianamente clara; y a la tropa no le quedaba más que estar con ella, para lo bueno, y para lo malo, así que... si era lo segundo, que se preparasen quienes quisiesen reducirlas...

... pero se abstuvo de decir nada; no procedía. La cadena de mando era clara, y los procedimientos también. No le gustaba una mierda este asunto, el abuelo este, y menos aún la carcelera de los cojones, pero... ella no tenía ni voz ni voto, solo era una soldado.

Así que nada, a mantener el aspecto de pasota, y a estar atenta a si era necesario hacer algo "de lo suyo"

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01/01/2020, 22:35
Irisa Savelievna

Al ver el video la Teniente se lamenta. -Otro fósil de una era pasada. Algunos varones no se dan cuenta, siguen anclados en el pasado. Mira al Sargento de soslayo. -Habrá que mostrarles lo que siempre fue y quisieron ignorar, que ellos son el sexo débil.

Irisa se coloca junto a la Comandante  en señal de apoyo cuando la dueña de aquella prisión avanza.

-Eh! Que corra el aire. No hemos venido aquí a que nos amenacen. Solo estamos expresando nuestra disconformidad hacia este varón claramente inútil, pero si aun así albergan esperanzas en él, que así sea, lo llevaremos. Si no puede seguir el ritmo que le den...

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02/01/2020, 03:07
Jericho Butler

La comandante tenía un vicio constante de comentar que su compañía estaba compuesta de chicas soldado, pero se olvidaba de que había un hombre entre ellas. No se si lo hacía por menospreciarme o simplemente ignoraba mi presencia a los demás. Como bien decía la directora de la prisión, yo era más un semental para ellas, que un soldado aguerrido. Estaba acostumbrado a estas situaciones, pero aún así me cabreaban sobremanera.

El combate dialéctico entre mi comandante y la directora de la prisión se iba recrudeciendo por momentos. Parecía llevar algo de ventaja la adversaria de Grace. Era como el duelo entre dos leonas hambrientas, lanzándose zarpazos por un cacho de carne. En el medio estaba Zerpiente Plissken, seguramente disfrutando de la contienda. Al final parece que nos acompañaría en la misión.

Irisa se acercó a Grace para darla apoyo, y no se me pasó por alto la mirada de soslayo que me echó al hablar sobre la supremacía de las mujeres. Me daba igual toda esa mierda, que pensaran lo que quisieran. Estaba claro que lo que hacía fuerte a una persona no era su sexo, sino su capacidad de adaptarse a las dificultades. Que ellas pensaran que tenían el poder me hacia gracia, pero no podía exteriorizarlo. La dediqué una sonrisa cínica por su comentario. Ya vendría alguna noche buscando fiesta y entonces veríamos... aunque bien que se podía ir a buscar la compañía de Grace o Vázquez, entre ellas estaba muy de moda las relaciones homosexuales.

Me mantuve en todo momento en segundo plano, observando los acontecimientos y esperando las órdenes finales.

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02/01/2020, 09:52
Ethel Hauk

Para cuando Hauk ordenó disparar, todos los rostros dejaron de hablar y dirigieron su mirada hacia la escena que se desarrollaba en el interior de la celda.

El dardo se clavó directamente en uno de sus brazos. Plissken se lo retiró con rapidez, pero no la suficiente, y al volverse, visiblemente cabreado, Hauk volvió a mostrar su hilera de dientes.

-En estos momentos tiene usted una minúscula carga explosiva circulando por su torrente sanguíneo, Plissken. Dentro de exactamente 36 horas, la cubierta que lo recubre desaparecerá, y al contactar con el plasma, el explosivo detonará. Da lo mismo en donde se encuentre en ese momento, porque todos los capilares, arterias y venas de los alrededores quedarán tan destruidos como su podrido cerebro, con lo que morirá casi instantáneamente. Pero... cuando regrese, anularemos la carga explosiva y simplemente, se deshará... como una maldita bacteria, devorada por sus propios glóbulos blancos.... si es que todavía le queda alguno.

Hauk miró a la Comandante.

-¿Qué decía usted de tener la sartén por el mango, Comandante?

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02/01/2020, 12:57
Vásquez

-"Tócate los cojones" ,pensó...  la verdad, no escatimaban en medios para convencer a la gente

Aquí parecía que todo el pescado estaba vendido, y no había nada que la soldado pudiese aportar, salvo joder más la situación, cosa que no le importaría demasiado, de no ser que luego suele haber algún tipo de mala consecuencia... que su vida ya estaba plagada de decisiones erróneas en momento de calentón, y prefería esperar a recibir órdenes.

De todos modos, miró su reloj... por eso de ir recordando al otrora leyenda viva, el tiempo que le quedaba antes de quedar hecho una mierda... aunque lo mismo se moría ade viejo antes de esas 36 horas... quien sabe... tendría su gracia.

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02/01/2020, 18:05
Jericho Butler

Nunca había visto que metieran un explosivo en la sangre a nadie. Me quedé atónito cuándo lo explicó Ethel Hauk. Con nosotros iba a venir un viejales que era una bomba andante. Suponían que así le tendrían controlado en todo momento. La cuenta atrás acababa de empezar, tic tac tic tac...

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02/01/2020, 18:14
Snake Plissken

- Ha sido usted muy generosa, presidenta... - Le dijo Snake casi sin inmutarse. - Me ha dado mucho más tiempo del que esperaba... - Añadió con la mirada fija sobre ésta.

Ciertamente no era la primera vez que le inyectaban un virus, un chip o una cápsula con una cuenta atrás, que irremediablemente finalizaba bien con su muerte o bien con la desactivación de su efecto, una vez completada la misión encomendada. Las veces anteriores no obstante, contaba con un cuerpo joven y fibroso y ahora... Bueno, lo cierto es que todavía se conservaba bastante bien.

No hay tiempo que perder... - Volvió a hablar. - ¿Algo más, presidenta?

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02/01/2020, 18:24
Ethel Hauk

La Vicepresidenta y Hauk se miraron, sin añadir nada, y así, Hauk pulsó otro botón de su muñeca para abrir la celda en la cual se encontraba Plissken.

-Treinta y seis horas desde este momento, Plissken. Ni una más. Y si regresa sin la Presidenta, olvídese de intentarlo siquiera.

Cuando Plissken se aproximó a ella, Hauk no se movió ni un solo milímetro, ni apartó su vista de la del criminal.

-Y sea lo que sea que está pensando, olvídelo. No funcionaría.

A continuación, ambas mujeres se dieron la vuelta.