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Escape from Mars (DM 01/20)

CAPÍTULO 3. HUÍDA

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30/01/2020, 11:44
Man o' War

Man estaba mirando por la ventana y viendo como la nube se extendía por todas partes, dejándolo todo en silencio. La gente se desplomaba en mitad de la calle, o se quedaba completamente paralizada al ser poseída por ella y todos los malditos marcianos que transportaba. 

En un momento determinado, pareció dirigirse hacia ellos, pero finalmente, la pared y las ventanas fueron suficientes para detenerla. A pesar de todo, Man retrocedió unos pasos involuntariamente.

-No sabemos si tendremos tiempo de usar esas dos balas. Además, antes que gastarlas en nosotros, prefiero gastarlas en los dos primeros hijos de puta que intenten hacernos algo -le dijo a Grace, que se daba cuenta de todas las posibilidades. 

Finalmente, abandonó la vista y se volvió hacia ella.

Él nunca había sido algo especial, así que oír que era el único hombre del universo para Grace, le sorprendió.

-El universo es demasiado grande. Me conformo con ser tu hombre ahora. El futuro, ninguno de los dos sabemos lo que nos deparará -le respondió, acercándose a ella y acariciando su rostro mientras la recorría con la mirada -. Grace, eres una mujer extraña. Si soy tuyo, tienes todo el derecho a hacer lo que quieras conmigo, y el motivo por el que te cubrí es porque deseaba hacerlo. Entre los dos no puede haber límites de ninguna clase. No sería justo para ninguno de los dos.

Finalmente, tras una nueva caricia, y otro beso, mucho más poderoso que los demás, repleto de amor sin esperanza pero un deseo insoportable de sobrevivir, se fue hacia el aseo y empezó a desvestirse. Hacía tanto tiempo que había llevado aquella ropa, que ya casi no recordaba como era su piel. Tras desnudarse, su cuerpo mostró las innumerables cicatrices que había ido recogiendo durante su tortuosa vida. Heridas de bala y de cuchillo, quemaduras, y hasta mordiscos. Era un cuerpo horroroso a la vista, como un gigantesco y real mapa en el que podía leerse toda su vida.

Pero deseaba que Grace lo viese en toda su horrible expresión.

Era consciente de que no lo quería por su aspecto, sino por cómo era, pero no por ello podía olvidar lo que cada mañana veía en el espejo y detestaba tanto.

-Yo soy todo lo que ves aquí. Cada pedazo de carne que me ha sido arrancado, no significa nada para mí, pero tienes derecho a mirarme y ver lo que vas a comprar. Pase lo que pase, y pienses lo que pienses, tú eres lo último bueno de mi vida.

Man miró hacia la ducha... Se tomaría una y de nuevo a la brecha.

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30/01/2020, 11:45
DIRECTORA

Notas de juego

Yo de vosotros me escondía. Hay un tren, un edificio, un tren, la ciudad, un tren... no sé

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30/01/2020, 12:04
Vásquez

Ha desfogado... se siente mejor; sudorosa, pero tranquila...

-Vale, me abro en alicate. Si alguien se viene, creo que hay un callejón no muy lejos con un garito con buen ambiente... Puestos a cerrar el telón, me voy de pedo.

Notas de juego

Pues me voy a un garito...

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30/01/2020, 12:21
DIRECTORA

Notas de juego

Esta tarde cierro el hilo y pongo el epílogo. Aprovechad. XD

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30/01/2020, 12:25
Snake Plissken

- Deja de hacerte la puta víctima, Vasquez... - Dijo Sanke agarrando el cañón de su arma y alejándolo de sula cuerpo. - Tengo la tarjeta buena. - Confesó. - Toca sobrevivir y cuando esto haya pasado ir a por el transporte. Si mis cálculos no me fallan, no les quedará demasiado al consejo. - Sonrió con cierta malicia. - Me hubiera gustado ver la cara dede Hauk y la vicepresidenta al introducir la tarjeta y ver los datos de Rodale. - Soltó una carcajada. - ¡Rápido, al tren!

Snake salió corriendo para no perder ese tren. Algo le decía que si lograban ponerlo en marcha, acabarían salvando el culo.

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30/01/2020, 12:27
Vásquez

Abrió los ojos como platos de porcelanosa; no lo había visto venir...

-Pero.... ¿Cuando cojones diste el cambiazo, pedazo de cabrón???

Ya estaba mentalizada de que se acabó, fín de la obra, se cae el telón, última canción y cierran el garito, gente buscando un áfter desperadamente, etc... Y resulta, que este tío tenía un as en la manga...

-Ahora entiendo por qué todo el mundo piensa que estás muerto, y vuelves a aparecer...

Lanza una mirada a los demás, haciendo un gesto con el cuello para que no se queden ahí, y va tras él. Por lo menos, ahora hay algo que intentar

 

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30/01/2020, 12:41
Snake Plissken

- Uno, que será viejo, pero que cuando tú vienes él ya ha vuelto tres veces. - Sonrió mostrando su otrora blanca dentadura. - Ésta es nuestra vía de escape, pero tenemos que rerefugiarnos y esperar a quela se maten entre ellos. - Miró con orgullo a aquellos hombres y mujeres. - Ayudad a Irisa. ¡Nadie queda atrás!

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30/01/2020, 14:47
Irisa Savelievna

-Eres un puto genio.Exclama Irisa al ver la jugada de Snake. No la había visto venir. Sus palabras fueron el reconocimiento más grande que había hecho aquel hombre. Le debía una discupada despues de tanta caña que le había dado. Si sobrevivian habría tiempo. Ahora se limitaba a seguirlo caminado torpemente como podía con la ayuda que le daban sus compañeros.

La nube caía sobre la ciudad. De nuevo ocurriría lo mismo que en la colonia, pero esta vez a una escala mayor. -Vamos tenemos que salir de aquí. Recordar que mi invitación a unas copas sigue en pie. No podemos morir aquí. Menciono para quitarle hierro al asunto mientras seguía al que consideraba su nuevo líder. Sanke.

Notas de juego

Desde el movil. No quería perdeme el final ;)

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30/01/2020, 15:51
Jericho Butler

Al salir, pudimos recoger nuestras armas. Snake nos sorprendió con una grata noticia; después de todo, puede que sí sobreviviéramos. Aún así, la nube fantasmal caía sobre la ciudad, rompiendo sobre ella como una ola gigante. Debíamos darnos prisa si queríamos salir a tiempo de aquí. Ayudé a Irisa a andar, apoyada en mi.

-"Mejor vayamos al tren y salgamos de la ciudad. La nave está en las afueras, a unos pocos kilómetros, y el tren puede dejarnos allí."

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30/01/2020, 13:37
Grace Steelside "Eat Snakes"

Observaba a Gru en silencio, mientras que al fondo la nube descendía sobre la ciudad. No quería ver lo que ocurría y mis ojos permanecían fijos en la figura de aquel hombre que me estaba haciendo ver en lo que él mismo me había convertido: una mujer con sentimientos y corazón que podía ser vulnerable y tener miedo por otra persona, por un hombre. Por él.

Cuando la nube nos alcanzó, comencé a escuchar los gritos en la calle. No duraron demasiado, al igual que los golpes de los vehículos estrellándose unos con otros al perder el conocimiento sus conductores o comenzar las posesiones. El sonido me indicaba demasiado bien lo que pasaba y yo solo buscaba la paz en mi interior observando al hombre al que amaba.

No respondí a sus palabras. El suicidio no era la primera opción para ninguno de los dos y eso debía ser motivo de alegría. En cambio sabiendo lo que había al otro lado de aquellas paredes, no me animaba demasiado. Me quité el "poncho" al tiempo que Gru se giraba hacia mí. - Nunca me había enamorado antes, Gru y menos aún de un hombre. De hecho creí que jamás aparececía ninguno ni llegaría a ocurrir... y aquí estas. - Le dije disfrutando de su caricia, la cual llegó a rozar mi alma.

- Lo sé...  - Le miré con cierto nerviosismo cuando hablamos de lo ocurrido abajo. - Solo que no quiero... no se como explicarlo... - Mis ojos se perdieron en el suelo unos instantes, buscando las palabras correctas para no crear confusión entre ambos. - Realmente te deseo, Gru. Cada mirada tuya, cada gesto... por no decir ya que cada caricia, me van preparando más y más para ese momento en el que me entregaré al placer entre tus brazos. Si a mí, que no me gustan las mujeres, el sexo con ellas llegó a ser excitante y maravilloso... no soy capaz de imaginar como será a tu lado. Contigo...

» Pero no quiero caer el lo vulgar, no quiero que mi pasado se entrometa y estropee nada y no quiero prisas... Te quiero a ti, mi vida. Quiero disfrutarte y que me disfrutes por igual, sentirte acariciar mi cuerpo y mi alma con tus manos y tus labios. No quiero lo que hice allí abajo para nosotros. Se lo que es. Quiero poder sentir y disfrutar de lo que hay dentro de nuestros corazones. - Y le besé lentamente, sin prisa. Dejándome llevar por lo que mi corazón dictaba en ese momento. - Esto es lo que quiero... la pasión despertará en su momento y nos dejaremos llevar por ella, por el deseo y el corazón y será maravilloso porque no habrá nada más en mi mente que tú. - Le susurré con una sonrisa y le dejé marcharse al baño.

Entonces si miré por la ventana y vi como la nube se apoderaba de la ciudad.

No se cuanto tiempo pasó, pero la voz de Gru me hizo volverme hacia él y mirarle. Estaba desnudo frente a mí. Su cuerpo me decía muchas cosas. Que el paso del tiempo no había sido indiferente para él, el número de batallas peleadas y ganadas. Seguramente tantas como perdidas. Aún se notaba que en algún momento de su juventud, se dedicó a cuidar su cuerpo, hasta que las cicatrices comenzaron a tomar posesión del mismo y la edad hizo el resto.

Me ruboricé de inmediato, puesto que no lo esperaba. Pero su voz, su seguridad en su palabras, me hacían mantener la vista en él. No era el primer hombre al que veía desnudo ante mí pero no de aquella manera, mostrándome su cuerpo y su alma tal y como eran.

- Yo no he comprado nada. - Le sonreí orgullosa de él, puesto que mostrar un cuerpo que no tenía nada que envidiar al mío en cuanto a cicatrices y horror a la persona que amas, no es algo fácil. Más aún cuando se trata de la primera vez. Lo sabía porque yo aún temía mostrarme ante él y me daba pavor. - Te amo a ti, con tus virtudes y defectos. Es el hombre que vive en ese cuerpo el que me ha robado el corazón, Gru. No ha sido el físico lo que me ha hecho amarte, sino quien eres. Menos tu mirada... Debo reconocer que tu intensa mirada si me caló hondo. - Le confesé y caminé hacia él nerviosa.

Una vez a su lado cogí sus manos y entrelacé mis dedos con los suyos. - Para mí eres mucho más de lo que tengo delante y hace tiempo que solo te veo con los ojos del corazón, mi amor. - Le dije con la voz llena de ternura mirándole cálidamente a su ojo. - Me completas y complementas y eso nadie lo había logrado nunca y físicamente... no somos tan dispares y quizás seas tú quien aborrezca mi cuerpo cuando lo vea. - En su mirada vi su deseo de ducharse y su olor me daba el motivo.

Solté sus manos y me quité aquel jersey, liberando mis pequeños pechos a continuación de la prisión que había sido su sostén durante horas. Tal y como le dije, los horrores de mi pasado estaban marcados en mi piel. Cada cicatriz, cada corte o quemadura, era un intento de humillación, una forma de tortura. Mis pechos habían quedado libres de aquel castigo, pero se podía decir que no había tejido libre de marcas en mi cuerpo. Un hematoma asomaba en mis costillas, recuerdo de una patada reciente, al igual otros tantos más pequeños o algunos cortes sin importancia, que hacían horas que habían dejado de sangrar.

Por supuesto mi vida policial se había reflejado también en mi cuerpo. Alguna marca de algún balazo o cuchillada que no tenía nada que ver con el resto de cicatrices se dejaba ver. Retiré mi calzado delante suyo y mis pantalones junto con mi ropa interior. Si había algo que destacar entre tanto corte leve y quemadura, era una cicatriz de bala en un muslo y la de la cirugía cuando me tuvieron que operar la pierna tras la caída en la cueva.

Y me cubrí mis pechos con cierto pudor y me giré lentamente ante él. Mi espalda reflejaba el castigo con el látigo y como se ensañaron en su día entremedias de cada latigazo, con marcas de cortes y quemaduras de nuevo. Mis genitales y mis nalgas se salvaban de aquel horror. Pero había aprendido a convivir con aquel cuerpo y me había sentido orgullosa de él, puesto que sabía que no gustaba a los hombres. Era mi mejor repelente.

Hasta que llegó él.

Temblaba temiendo su rechazo más absoluto a pesar de que en el tren me demostró que no sería así, el miedo vagaba libre por mi cuerpo y mi piel. - Y aún teniendo elección, jamás rechazaría un cuerpo tan parecido al mío. - Le dije al fin cuando nuestras miradas se encontraron, sintiéndome tan frágil como una flor y sabiéndome a la vez tan explosiva como una bomba. Debía tener cuidado con aquella segunda parte, puesto que esa Grace estaba vetada para él.

- Duchémonos juntos, ¿quieres? Será una nueva experiencia para mí. - Le sonreí en paz a la par que nerviosa. - Y quiero disfrutarla como lo que es. - ¿Me iba a excitar? Por supuesto. De hecho ya lo estaba. Pero no tenía prisa y el tiempo no estaba de nuestro lado y lo más importante: mi cabeza no estaba preparada para eso.

No, no era nuestro momento y en medio de aquella nube, sentía que no era el lugar tampoco.

Y el agua caliente comenzó a relajarme y mis manos enjabonaron su cuerpo, demostrándole que ni aún con aquellos pedazos de carne que le faltaban, iba a renunciar a él y a su tacto. Y me sentí libre acariciando su piel con la ternura que sentía, aprovechando acada instante para abrazarle y besarle dejando que fuese mi corazón quien me guiase. Y sus cicatrices desaparecieron de mis ojos y mis manos dejaron de sentirlas, al tiempo que mis labios se acercaron a los suyos para besarle con intensidad antes de salir del agua.

No quería que aquel momento terminanse nunca, pero solo tendríamos esa oportunidad para salir de allí antes de que todo se fuese a la mierda y era demasiado tentador seguir abrazada a él y acariciándole en ese estado. - Me vestiré en la habitación... no tardes... - Le susurré antes de salir de la ducha y cubrirme con una toalla.

- No nos queda mucho tiempo. - Esperaba que esas palabras nos devolviesen a la realidad. A los dos.

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30/01/2020, 18:40
DIRECTORA

En aquella habitación de un motel en las afueras de la ciudad, dos almas se reencontraron a sí mismas. Los cuerpos de Grace y Man compartieron el agua y las caricias renovadoras, más allá del placer físico. El cuerpo de Man era rudo y estaba parcialmente deformado por los años de una vida dura y sin cuidados, y por la falta del más mínimo interés en él, más allá de constituir solo un vehículo para continuar odiando a todo el mundo. El de Grace tenía la apariencia de una frágil flor, pero sus heridas demostraban que el sufrimiento le había otorgado un nivel de resistencia sin igual.

Ambos se sentían incómodos ante su propia desnudez, no solo por ella en sí misma, sino porque sus vidas estaban tatuadas a fuego vivo en cada parte de su cuerpo, pero a pesar de todo, se acercaron, se enseñaron, y ambos lavaron sus pecados para intentar pensar solo hacia el futuro, por muy difícil y corto que resultase.

No eran los besos. Ni tampoco el deseo que ardía en el interior de ambos. Era el haber encontrado a alguien con quien compartir sus corazones, que hasta ese momento, habían estado perdidos en un océano lleno de sombras.

Cuando ambos salieron de su ducha, no solo estaban limpios. Eran dos personas nuevas. Eran una sola. Y el tiempo, estaba de su lado.

Notas de juego

FIN DEL CAPÍTULO 3

EPÍLOGO

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30/01/2020, 18:54
DIRECTORA

El grupo siguió a Plissken al tren, a pesar de las ganas de fiesta de Vasquez y cerró rápidamente la puerta. Justo tras hacerlo, la nube cayó sobre todas partes, pero no logró entrar en el tren. Jericho tardó cero coma en ponerlo en marcha y salir a toda leche de allí, para detenerlo un buen tramo más tarde.

Desde el interior del vagón todos vieron como la gente en las calles se retorcía o se quedaban paralizados al caer la nube sobre ellos, pero al menos, dentro estaban a salvo.

Vosotros estabais en el otro lado, más allá de todos aquellos pobres diablos, entre los que se encontraban Grace y Man, de los que ignorabais si estarían vivos o serían ya una de esas cosas.

Quizás fueseis los únicos humanos que quedaban en Marte.

 

Notas de juego

FIN DEL CAPÍTULO 3

EPÍLOGO