Partida Rol por web

Octus decide mirar por encima el libro abriendo una página al azar, pero al momento desiste al ver las intrincadas palabras en gótico clásico.

Me puse cerca de Esha con cara de gatito abandonado:

-¿Y no puede usted con su excelsa sapiencia iluminarnos leyéndonos el pasaje indicado para que nos enteremos un poco?. -me di un coscorrón- Es que los soldados a veces somos un poco duros de mollera, jajajaja, yo en especial, disparo bien pero un crucigrama tardo tres días en hacerlo y mirando las palabras raras en las soluciones, jajajaja

Esha sonríe ante la ocurrencia de Arcturus sin embargo no parece que vaya a ayudaros. Mira a Dhamon cuande éste deja de leer: Creo que ya sabéis lo que hace falta ¿verdad?

Dhamon asiente a la anciana cuando termina de leer el manuscrito.

- Compañeros, por lo que he podido entender de estos escritos debemos prepararnos para lo peor. En el libro se narra la batalla de San Drusus contra un líder sectario poseído por un demonio durante la conquista del planeta. Según entendí del relato, esa batalla tuvo lugar donde se asienta la Catedral. - Comento el noble. - Según parece, estos sectarios fueron engañados y al final acabaron luchando entre ellos, pues de esa forma el poder de ese demonio crecía. Los enfrentamientos entre hermanos le hacían mas fuerte. Solían ser al anochecer estas luchas.

- Lo que no entiendo, Esha, es esa referencia que habéis echo, os referís tal vez a que como su aspecto es Padre Cuervo, tiene miedo de los ojos, las miradas, o tal vez de su propio reflejo. No entendí bien a que os podéis referir.

- Podría ser, duda la anciana, es algo que se ha transmitido de viva voz sin más explicaciones.

Octus trata de asimilar las palabras del psíquico aunque por su expresión meditabunda parece no tener las cosas claras.

¿Pero quien es el sectario poseído?¿Sera el abad o el vidente... o ese loco de Seth? Necesitamos hallar la forma de parar esto

Dhamon observa a Octus.

- Si lo que creo es cierto, tal como nos dijo nuestro patrón Aristarchus, en breve se iba a celebrar una ceremonia en la Catedral y si vemos que se realiza al ocaso o similar, no habrá dudas de que este y el Abad han pasado a formar parte de las filas del demonio. Por lo que debemos estar preparados. Ya lidiaremos después  si sobrevivimos, con altos cargos de la Inquisición sobre que nos llevo a esto. - Comento el noble. - Por el momento debemos parar la labor del caos.

Ya se ha iniciado todo compañeros. Me había sentado en una silla y entre toses encendí una varilla y me la llevé a los labios. Hoy se ha derramado sangre, y todo los engranajes se han puesto en marcha. Luego se ha pretendido que viniéramos aquí y matáramos a los únicos que sabían la verdad. Suerte que no lo hemos hecho ¿Verdad? La vista se me perdía en el vacío, inalcanzable como las consecuencias que podían devenir de cometer un error en lo que se aproximaban con rapidez en el día que pronto tocaría a su fin. Suerte que servimos al Trono Dorado por encima que a nuestros superiores.

Si lo pensáis, nuestro patrón el vidente da claros signos de que está bajo algún control ajeno. No podemos fiarnos de el. Aunque eso poco importa, lo que de verdad debemos preguntarnos es: ¿Que debemos hacer ahora para no darles lo que quieren? Lo importante era lograr que se llevara a cabo el ritual.

Escuchaba atentamente todo lo que iban diciendo mis compañeros. No me podía creer lo que nuestros mandos estuviesen bajo la influencia demoníaca.

-Hemos de sabotear ese rito, y qu eno lo puedan finalizar. Luego que sea la inquisición quien decida sobre sus almas.

Pero debemos hacerlo sin derramar sangre, o al menos mucha, y sin matar a los implicados. Aquí nos jugamos mucho, no podemos darle al gatillo suelto. Puede que si matamos a quien no debamos desencadenemos algo muy muy malo. Debemos andar con pies de plomo en este asunto.

¿No deberíamos primero intentar asegurarnos de que el vidente está poseído? Si nos ponemos a luchar entre nosotros le estaremos dando a ese demonio precisamente lo que busca, ¿no?

¡Oh madre mía! ¡Trono de Terra!  ¡Odios los malditos tejemanejes de los poderes oscuros! ¿Por qué tiene que ser todo tan enrevesado? Maldita sea... Me asomé a una ventana mientras pensaba que nuestra ausencia ser haría notar si tardábamos demasiado tiempo en volver. Puede que vaya siendo hora de volver, aunque deberíamos acordar la línea de actuación antes de llegar allí, donde no podremos hablar con libertad.

Si las luchas hacen fuerte al demonio, lo mejor es usarlas sólo en el último recurso. Dhamon, ¿tienes alguna forma de saber si están poseídos o controlados por el demonio?

¿Y si usamos fuerza no letal?

Dice Octus tras las sabias palabras del adepto mechanicum.

En los Arbites teníamos gases lacrimógenos, incapacitantes y cosas así....

Pensaba como poder reducirlos sin violencia, pero eso de pensar no era lo mío.

-¿Y si los dejamos inconscientes a golpes?, pero tened en cuenta que al pelear contra superiores nos harán un consejo de guerra.

Dhamon responde.

- Lo siento Zachariah, pero lamentablemente no puedo saber si están poseídos, pero si aun crees que hay dudas tras habernos mandados para eliminar a Esha cuando hemos sido atacados por esos cuervos endemoniados. - Comento. - Yo no las tengo, es mas pienso que Skae parecía poseer mayor poder que Aristarchus, por lo que debemos presuponer que ambos están bajo el poder del Padre Cuervo.

- Podemos suponer que esta noche se celebrara el alba del regreso de este patrón oscuro, por lo que debemos ponernos en marcha, la fuerza no letal es una opción pero quienes poseen esos materiales. Yo por mi parte no dispongo de nada. ¿Vosotros?

No, realmente yo tampoco... ¿No hay forma de contactar con refuerzos o mandar un informe antes de que todo se desate? Deberíamos dejar constancia de nuestros descubrimientos antes de ponernos en marcha, por si caemos, que se sepa lo que ha sucedido. Ya sabéis. Era una idea un tanto oscura pero cabía dentro de lo posible, habría que cubrirse bien.