Partida Rol por web

No hay respuesta por parte del hungaro...

-¿Farkas? ¡Despierta! -susurra Galatea-. Escarlata, Sombra, tenemos un problema aquí.

Examina a su compañero en busca de heridas.

Espada se suelta del arnés que compartía con Escarlata y moviéndose en silencio se acerca hasta la posición de Galatea, que ya ha comenzado a examinar la caído Farkas.
¿Cómo se presenta la cosa?
Pregunta de forma fría y profesional.
No puede ser que ya hayamos perdido la tercera parte de nuestros efectivos...

Farkas es un amasijo de visceras, carne y sangre pero que lentamente se está recuperando, aunque su aspecto es vagamente humano, no se parece demasiado al Farkas que conocéis.

Tardará un rato en estar de nuevo activo, está regenerandose... sigamos adelante con el plan. Por el momento esconded los paracaidas y revisemos los alrededores.

En un charco de sangre, la piel se va desprendiendo de la figura del hungaro dejando ver un pelaje negro, duro y aspero. Las facciones de su cara han quedado cubiertas por el mismo cabello, otorgandole unos rasgos eminentemente caninos.

Poco a poco Farkas se va levantando sobre su cuartos traseros. Aunque la figura es humanoide, los rasgos lobunos predominan en la figura de Waldemar. Su masa muscular y osea aumentan exponencialmente con unos horribles crujidos mientras sus garras y sus colmillos se abren paso a traves de manos y dientes humanos.

La transformacion ha concluido.

Una mezcla de alivio y sorpresa se mezclan al ver a Farkas levantarse de aquel modo. Cuando asimila lo sucedido no puede evitar pensar ¿Otro? Pues vaya racha...

Demasiado acostumbrada a ese tipo de metamorfosis para sentirse intimidada, le da una palmada en el hombro.
-Me has dado un buen susto. ¿Nos movemos?

Asegurándose de que los paracaidas estén bien escondidos sigue las instrucciones de despliegue de Escarlata.

Si Farkas se encuentra bien, va delante - comenta mientras observa la envergadura del hombre lobo - Luego yo, y detrás mio espada. El último Bradley.

Estad alerta.

Espada asiente con gravedad tras la transformación de Farkas. Había barajado algunas opciones con respecto a ese extraño nuevo profesor: Desde poderes concedidos por seres ultraterrenales hasta la posibilidad de que cargara con algún tipo de maldición. Su comentario al respecto de ser indetectable ante los radares metahumanos de las instalaciones le habían puesto la mosca tras la oreja.
Un licántropo. Hace no mucho estaba dando clases sobre ellos en la Universidad. Y hace algún tiempo mas tuvo que ayudar a dar muerte a una manada de Renegados que había perdido el control. Que vueltas da la vida.

Siguiendo las indicaciones de Escarlata, Espada toma posiciones detrás de la artista marcial, preparado para avanzar.

El hombre bestia se arroja al suelo. Su boca y su nariz sigue goteando sangre, saliva y mucosidad dejando a Waldemar muy atras. Sus sentidos estan puestos en lo que les rodea.

Una horrible mueca se dibuja en el rostro de Farkas. Ha encontrado el rastro.

De su garganta sale una voz rota, aspera y gorgojeante.

-Seguidme.

Alrededor de donde habéis aterrizado no hay rastro de nada que pueda alertar a vuestro objetivo. Segun os vais internando vais encontrando areas monitorizadas con cámaras, las cuales esquiváis rodeando o pasando de ellas cuando se encuentran en el angulo ciego.

Más adelante, ya casi llegando al area, pudiendo ver el laboratorio desde la distancia os encontráis con droides de vigilancia en forma de "esferas metálicas" que flotan patrullando el area. No parece haber una forma facil de pasar a traves de ellos.

Bien... ¿probamos el teletransporte o intentamos pasar a traves de ellos y usar las habilidades de Sombra, más adelante? - somete a votacion.

Necesitaría un punto de referencia al cual "saltar"
Comenta Espada al respecto.
Teleportarme sin saber hacia donde ir es un peligro que en ocasiones llega a ser mortal. Compartir el mismo espacio físico con un objetos sólido es una experiencia tremendamente dolorosa y traumática de la que muy pocos sobreviven.
Desvía la mirada hacia la zona donde se encuentran las esferas que hacen las veces de vigilantes.
Al usar mis habilidades alertaremos a esos detectores de los que habéis hablado antes... En cuanto esas esferas nos detecten darán aviso a la base... Lo mismo que sucederá si uso mis habilidades... La diferencia puede radicar en la cantidad de información de que disponen o en la que queramos que lleguen a disponer.
Frunce el ceño, reflexivo.
Si queremos mantener nuestras habilidades en secreto hasta el final, la mejor opción sería enfrentarnos con esos guardias robóticos en este momento y dejar mi habilidad para teleportarme para después.

Galatea asiente a las palabras de Espada.
-Estoy de acuerdo, usar nuestros poderes sería como decir a voz en grito "aquí estamos". Si logramos pasar a través de esos centinelas mediante el sigilo y localizamos el sensor que utilizan, podría inutilizarlo.

Agazapada en su escondite observa el comportamiento de los drones de seguridad, buscando algún hueco.

Tras una hora analizando los movimientos de los drones, parece que hay un momento en su lento patrullar en que hay un punto ciego a través del cual podéis pasar. Sin embargo apenas son treinta segundos.

Es posible, si os movéis con rapidez y sin hacer ruido el pasar entre ellos por ese punto ciego. No parece que haya ningun otro sistema detrás de ellos.

¿cómo lo véis?

Todo o nada. Galatea hace una señal indicando el breve lapso en que los centinelas dejan un hueco despejado y se lanza a través de él, sin apenas levantarse del suelo.
A mitad de camino vio cómo uno de los drones giraba de nuevo para repetir su ronda. En un último intento de escapar a su atención sañtó hacia adelante y rodó sobre sí misma hasta la zona cubierta.

Galatea se mueve en el momento adecuado pero no con la velocidad necesaria. En el momento en que se dan media vuelta aun no ha llegado a salvo al otro lado por lo que en un acto instintivo se queda tirada en el suelo rezando para que no la detecten.

Entre parpadeo y parpadeo, Daniel se lanza hacia el primer hueco en la seguridad de los drones que ve, siguiéndo el ejemplo de Galatea.
Y del mismo modo que Galatea, por haber sido menos rápido de lo esperado, se tiene que aovillar en el suelo, oculto como mejor puede tras un matorral, esperando a que los centinelas robot se muevan para poder seguir avanzando.

Menudos copias!!

Atraviesa la zona de incertidumbre sin problemas y se agazapa al otro lado, revisando que no haya otras trampas, luego se vuelve hacia los que se han quedado tirados en el suelo con cara de circunstancias.