Partida Rol por web

En cuanto tus manos tocaron el agua el espíritu dirigió casi toda su atención en Jareth. El agua era diferente a como te la podías haber imaginado, no era fácil de traspasar ni tampoco fría. Tenia una textura parecida a la gelatina y era cálida mas o menos templada. Tus dedos tocaron los cabellos del fondo y los sacaron a la superficie, pero tus ojos se encogieron al ver el resultado de tus actos. Los cabellos estaban tirantes, no flotaban nada mas, algo había en el fondo del agua que conectaba con ellos, pero ese no fue el motivo por el que te horrorizaste. Tu mano estaba manchada de sangre.

Al estar tan cerca y en shock te fue imposible esquivar el ataque del espíritu de agua, quien coloco las serpientes cerca de tu pecho y como si se tratara de un cañón de agua te dispararon hacia el otro lado del baño. Por suerte Shiro se lanzo contra ti parando parte del impacto que hubieras tenido si tu cuerpo hubiera golpeado la dura madera con esa velocidad. Soltando un quejido y parte de su aliento Shiro te miro adolorido. -Pero que haces.....No te acerques o....sera peor.

La espada de Naxael corta sin ningun problema una de las mascaras, partiendola por la mitad mientras un poco de miasma salia de ella, haciendo que el lugar oliera un poco mal pero nada que no se pudiera soportar. Al mismo tiempo Sora tiro a Rudra al suelo, haciendo que tomara una vez mas el tamaño de un pequeño golem, suficiente para que fuera temible pero no como para que estorbara en el combate. Su poderoso puño golpeo sin esfuerzo una de las mascaras, aplastandola contra la propia madera y haciéndola añicos.

Pero el gas continuaba acumulándose, cada vez mas y mas, os sentíais mareados, un poco débiles conforme lo ibais inhalando. Las mascaras permanecían con la boca abierta, inmutables a lo que ocurría, como si no les hubiera pasado nada. Quedaban seis en total.

Se llevó el antebrazo a la cara, cubriéndose la boca como si así pudiese evitar que el demonio llenase todo el cuarto de ese gas.

-Es un demonio del reino de la tierra, el fuego le hará más daño-no recordaba el nombre del demonio pero sí parte de lo que había leído-...- encaró a una de las máscaras restantes y entonó una nueva retahíla de palabras que no eran otra cosa más que un nuevo salmo. Estiró la mano hacia la máscara poco antes de terminar el melódico-Penitenciagite

Mantengo la cabeza fria mientras escucho a Folen, aunque de momento parece divertirle el asunto, tengo que tener unas palabritas con él más tarde.

--- Tu luz nos permite verle sin problemas, asi que incendia su alrededor y manten el fuego bajo control- le ordeno  señalando la zona de su alrededor, sí aquella criatura se ocultava en la oscuridad la haria salir de su escondite

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- ¡No, Jareth! - dijo ella, alzando una mano hacia él. Pero no pudo deternerle. Como única esperanza, se puso a recitar el salmo con todo su empeño en entonar cada sílaba como decía el manual. 

Cuando Jareth cochó contra la pared, tuvo que controlarse a sí misma para no dejar de cantar. Al principio tímida, poco a poco fue perdiendo el miedo. 

- Lacrimosa dies illa qua resurget ex favilla. Judicandus homo reus huic ergo parce, Deus, pie Jesu Domine...

Al fin, la voz de Audrey se hizo más alta y todos pudieron escucharla. Sus palabras cayeron sobre el demonio que, a pesar de ser de agua, una cadena comenzó a tomar fuerza mientras ella no dejaba de cantar. 

Con una mano, sacó el pentagrama que el profesor Yukio les había dado. Sería mejor que uno de ellos lo hiciera mientras ella detenía a esa horrible criatura. O lo intentaba. La cadena se mostraba frágil a pesar de sus esfuerzos. Solo esperaba que aguantase lo suficiente. 

Giraba la cabeza ante el aviso de Audrey a la vez que le lanzaban el ataque y Shiro le detenía antes de que se empotrara contra la pared- Perdón -dijo, sintinéndose un inútil de nuevo, así que alzó la pistola con una mano mientras que con la otra buscaba el papel en blanco que les habían dado para exorcizarlos.

Algo en su cabeza le dijo que era como en un rpg, que antes de hacer un "ataque mortal" debías debilitarlo, así que disparó- ¿Alguien sabe como exorcizarlo? -preguntó a sus compañeros.

Nop, no lo gastastes, digamos que fue un acto reflejo espontaneo que os he dejado hacer esta vez. La proxima vez poneos de acuerdo en el off para ver quien lo identifica y quien defiende. Falta tu accion de ahora.

Charlotte quería medir primero los alcances de ese demonio y si debía hacer un ataque en el cual no era muy buena para ello, pues lo haría.

Sacó la pistola y se decidió a disparar. Respiró profundo y trató de calmar sus nervios, debía mostrarle a su padre que ella podía hacerlo, que no era débil, que sería la mejor, aunque no se terminaba de sentir confiada con la pistola. Sus áreas de experticia eran otras.

El demonio se disponía a atacar a Charlotte, pero su cuchilla no llego a tocar su piel. El disparo de Charlotte fue certero, al alcanzar la masa de polvo esta se contrajo en un súbito grito que hizo temblar los tablones de madera, haciendo retroceder al demonio mal herido. Quizás se hubiera levantado a atacar una vez mas pero no le quedaban fuerzas y mucho menos después de lo que hizo Folen.

-Del fuego nacéis...al fuego volvéis!! Las manos de Folen dibujaron un circulo de fuego en la madera y paredes, no le importaba solo quería encerrar tanto al demonio como a vosotros. Las paredes y suelo se llenaron de unas llamas intensas que os rodearon causando daño tanto a Charlotte que no era inmune como al demonio del polvo que ya simplemente se quedo en el suelo intentando levantarse por las continuas heridas. Folen simplemente se hecho a reír.

El agua volvía a remolinarse alrededor del cuerpo del demonio, apuntando hacia Jareth, como queriendo acabar con su vida. Pero no llego a atacar, en cuanto el salmo de Audrey acabo unas cadenas salieron del suelo, brillando como si estuvieran hechas de luz. Firmes sujetaron al demonio, rodeando su cuerpo sin dejar que se moviera, dejando que el disparo de Jareth perforara su cuerpo con fuerza. La estructura del demonio temblaba, casi no podía mantenerse firme, soltando unos quejidos que parecían mas el ruido de alguien ahogándose.

-Vale, es mio. Dijo Shiro cogiendo de la mano de Audrey el papel con el sello. -Mantenlo Audrey, lo estas haciendo bien. Tomando el aire, aun con el dolor en su costado por el impacto del cuerpo de Jareth, Shiro coloco el papel entre dos cartas haciéndola bailar entre sus dedos. Salio corriendo hacia el demonio inmovilizado, saltando encima de el y al descender sus cartas habían formado una especie de lanza que atravesaron sin dificultad el cuerpo acuoso del demonio. Con un estallido el cuerpo de agua exploto como si fuera un globo de agua, Shiro estaba sentado en el agua de la bañera que ya no parecía tener esa consistencia ni tampoco esos cabellos extraños, con una sonrisa os miro a los dos levantando un poco su sombrero. -Podría haber sido peor no creéis?

---¡¡Charlotte!! ¿Estás bien?- digo al ver que el fuego la alcanza provocandole algunas heridas - Folen abre un camino para que podamos entrar o apaga el fuego, ahora.

Cuando lo hace me acerco al demonio de Ceniza y le pongo el sello tal y como nos indicó el maestro Okomura, luego me giro hacia Charlotte.

---¿Puedes caminar? Deberias poner en agua esas quemaduras, será lo mejor para ti- digo con mi habitual tranquilidad, luego me estiro y suelto un bostezo- Bueno, hemos acabado rápido, espero poder echarme una siesta cuando lleguemos....

Solo nos habíamos deshecho de 2 de esas malditas mascaras. La cosa se ponía fea ya que no paraba de salir gas de esas bocas. Comenzaba a sentirme mareado, bueno, no era el único.
Teníamos que acabar lo antes posible, así que traté de aplicar lo aprendido con shura.

Miré fijamente la hoja de mi espada. me concentré en eso. Sin pensar en nada más... Tras varios y largos segundos noté como esta empezaba a vibrar. Lo había logrado. Era hora de pasar al ataque.

Sin vacilar me dirijo hacía otra de las mascaras de la pared. Al tenerla a mi alcance efectúo un corte horizontal de izquierda a derecha

Charlotte disparó, aunque no se sintió muy confiada con su ataque, pero pareció hacer lo necesario, aunque aquello que la tomó por sorpresa fue el sorpresivo ataque de Folen. Cayó al suelo después de un leve grito y miró con odio al demonio de fuego. Sabía que su tamer era inexperto y por esto no podía contenerlo adecuadamente pero nunca pensó que le haría daño a quien no era su enemigo.

En el suelo sentada, miró al tamer con un rostro algo dolorido pero sin mostrar molestia, diferente al demonio que tenía consigo a quien le dijo - Espero que esto te esté divirtiendo - se puso de pie y miró a Ryutaro algo confundida.

- ¿Agua? Que bueno que eres tamer - se sacudió sus ropas y dijo - Continuemos - a pesar del dolor que sentía por la herida, podía soportarlo.

Jareth observó toda la acción tanto de Shiro como de Audrey, ambos habían exorcizado a ese demonio de forma perfecta y Jareth había sido un mero espectador, o un liante por lo de los pelos- Lo siento de nuevo -dijo a sus compañeros- lo habéis hecho muy pero que muy bien, sois unos cracks -comentó a sus compañeros alzando los pulgares a sus compañeros y con una pequeña sonrisa.

En cuanto terminó de recitar el salmo y presenció cómo el demonio era sellado, Audrey se dejó caer de rodillas al suelo. Sentía como si le faltaran fuerzas de golpe. No sabía que ese salmo podía consumir tanto y tan rápido. Aunque, claro, el salmo del tiempo era mucho más liviano. Era de esperar. 

Suspiró de alivio al ver que los otros dos estaban bien, mientras las cadenas desaparecían junto al demonio. 

- Lo hemos hecho juntos, los tres. Deja de quitarte mérito. Yo lo retuve, tú lo debilitaste y Shiro lo atrapó. Se llama trabajo en equipo. ¡Nuestro primer exorcismo, muchachos! - exclamó emocionada aún desde el suelo. 

No se atrevió a levantarse porque aún le temblaban las rodillas.  

- Y no le des importancia a lo que ha pasado antes, ¿vale? Todos íbamos un poco a ciegas. Podría haber salido bien, quién sabe. Igual era algo que daba poder al demonio... La próxima sólo espera a que te lo sujete primero - añadió con una sonrisa -. Ahora me tomaría una infusión. Sí, una tila, bien cargada, con mucha mucha azúcar - sentenció con firmeza. 

Estaba segura de que aún tenía galletas en la mochila. 

Al ver el estado de Audrey, Jareth la ofreció una mano para ayudarla a ponerse en pié- En realidad eres tú la que nos has salvado, ya que lo has retenido de una forma espectacular.

Audrey cogió la mano de Jareth para ponerse de pie y se sostuvo en los lavabos. Realmente más que cansada, lo que tenía era unos nervios increíbles. Cuando había visto a Jareth y a Shiro estampados contra la pared de un golpe, casi le da un ataque. Si no llega a estar cantando el salmo, igual hubiera gritado cual doncella desvalida. 

- Gracias. Sólo estoy un poco nerviosa todavía - dijo -. Lo de la cadena, casi no me sale - admite entre dientes -. Menos mal que lo estuve repasando a la hora de cenar. Pensé que podía ser útil.

Tras unos segundos de espera, se aseguró de que ya era capaz de mantenerse en pie, más tranquila ahora que el peligro había pasado, se agachó a recoger el arco, se lo cruzó a espalda y se acercó hasta Shiro que aún estaba en la bañera. 

Arruga la nariz al ve el agua mugrienta. 

- Creo que, irónicamente, vas a necesitar un baño - bromeó mientras le tendía la mano para salir -. Pero sí, podría haber sido mucho peor.

Una vez que Shiro estaba ya fuera, se secó las manos directamente en los vaqueros y consultó el reloj. 

- ¿Creéis que los demás ya habrán acabado? 

Entonces, miró a sus compañeros. Ella estaba sólo cansada. Ellos estaban bastante magullados. 

- Chicos, ¿podéis moveros? Será mejor que vayamos a ver al profesor Yukio. Él también es doctor. Será mejor que os vea las heridas. 

La espada de Naxael efectivamente comenzó a vibrar con fuerza pero a la vez sutilmente ya que la hoja apenas se movía mas allá de su mango. La mascara se partió por la mitad, de derecha a izquierda, con un corte de lo mas limpio pero al caer al suelo se fragmento en varios pedazos. Al mismo tiempo Giulietta pronuncio unas palabras en verso, haciendo que su cuerpo se iluminara parcialmente. Al acabar el verso un rayo de luz atravesó una de las mascaras haciendo que su miasma desapareciera y quedara nada mas que un cascaron vació. Eso si, el arma de Naxael dejo de brillar, ya no estaba imbuida con el poder de Giulietta.

El conejito de Sora no dejaba de reírse ya que Sora no parecía dispuesta a usarlo para el combate, quizás fuera muy peligroso. Una vez mas las manos de Rudra aplastaron una de las mascaras con facilidad, pero lamentablemente el daño fue hecho antes de que Giulietta o Sora pudieran hacer nada por lo que el aire comenzaba a escasear y el gas hacia que tuvierais aun daño. Pero algo ocurrió.

Una de las mascaras que se encontraban cerca de vosotros abrió la boca como en un silencioso grito de dolor.