Partida Rol por web

Expedición a la Tierra Hueca

4. LA TIERRA HUECA

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05/03/2022, 21:11
Rick "Jester" Heatherly

Vale. No me creía. Pues muy bien. Aquel no era algo importante, pero por lo visto ahora era imposible que me creyese.

-¿Y por qué te crees que lo decía? ¿Para chulear? Sabía que Coverley te quería y que tú sentías algo por él, pero que por algún motivo no te decidías, seguramente porque no me querías dejar solo. No te lo creas si no quieres, pero así es.

Ahora resultaba todo muy sencillo, pues el pasado oscilaba en nuestras memorias como si fuesen balas de cañón. Y ahora había salido Bennet, que para mí resultaba como una auténtica puñalada en el corazón. No sabía hasta que punto ella podía darse cuenta de eso, del dolor que me producía.

Por una parte, sentía que su egoísmo en aquellos momentos estaba olvidándose de lo importante; por otra, me daba perfecta cuenta de su dolor, uno que solo podía curarse con algo que mereciese verdaderamente la pena.

Dejé que se explayara, que se desahogara con todo lo que sentía, porque no era el momento de echar nada en cara, al menos, no por mí. Yo no lo veía igual que ella, pero eso me daba lo mismo. No se trataba de empatizar con la razón, sino con el corazón. Se sentía traicionada por mi amor cuando era mi amor lo que había intentado ofrecerle a través de comprensión y aceptación, en lugar de rechazo. No iba a acostarme con Bennet por ella, pero podía darle lo que necesitaba sin que se sintiese mal a causa de ello.

Y por hacerlo, lo único que logré fue alejarla y que intentase…

-¿Has acabado? –le dije, antes de tirar de ella y arrastrarla si era preciso, lejos de allí, de la cabaña, de Bennet, de mí mismo si es que eso era lo que necesitaba.

No sé bien durante cuánto tiempo tiré de ella, pero en algún momento consideré que nos habíamos alejado lo suficiente como para estar solos y poder olvidarnos del mundo entero. Entonces la solté; ella prácticamente cayó al suelo y yo, sin perder tiempo, saqué mi revolver y me aseguré de que estuviese cargarlo. Después, miré a Sarah.

-Estoy es muy sencillo, Sarah. Te amo. No he amado a ninguna otra mujer en mi vida, ni lo haré jamás. Si crees que te he traicionado y no eres capaz de perdonarme, nada tendrá sentido para mí y entonces pondré este revolver en mi boca y apretaré al gatillo. Y no es una broma. Si crees que tu vida no tiene sentido, olvídalo, porque te amaré hasta que solo queden huesos de mí, pase lo que pase. Y saber que has sufrido por mi causa, hace que incluso piense en usar esto antes de esperar tu respuesta. Pero a pesar de todo, lo haré, porque todo depende de lo que tú quieras, Sarah McDuncan.  Y no tendrás que sentirte culpable por lo que ocurra, porque es mi decisión. Estoy aquí por ti, vivo por ti… y moriré por ti o por no tenerte conmigo. Lo habría hecho en cualquier momento de haberte perdido, así que… no siento que sea una locura. Así que escoge. Cásate conmigo, ámame, deja que te ame, que te haga mía aquí mismo, entre estos arbustos, aunque sea de cualquier manera para demostrarte las ganas que tengo de estar a tu lado… o dímelo para que termine con todo.

Mi mano apretó con fuerza el revolver y esperé a ver cuál era su decisión.

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05/03/2022, 22:37
Mayor McDuncan

- Querer y amar no son lo mismo. A Coverley le quería, pero te amaba a ti y esperaba mi turno, si es que tenía ocasión de tenerlo entre todas aquellas mujeres. Pero no llegaba nunca. Nos vimos mil veces desnudos, compartimos cama como dos amantes, pero sin cruzar esa línea. Creía que me aborrecías, que aborrecías mi cuerpo... pero era incapáz de estar con nadie más porque no confiaba en los hombres. Solo en ti y en Coverley... y en el cabrón de Bennet. - Ya ahí se notó mi verdadero dolor, Rick me había hecho daño, pero la mayor causa de mi mal era Bennet.

Su pregunta me sonó fría y sentí como me agarraba de la mano y me alejaba de allí. Una parte de mí se calmaba, la que sabía que Bennet estaba tan cerca, otra dolió a mirar hacia atrás y no verle... no le importaba nada.

Cansada de andar y sin saber ni donde estábamos, caí al suelo sin demasiadas fuerzas. Solo era capaz de sentir ese intenso dolor que tapaba todo lo demás, como la niebla en las calles. Lo que no me esperé fue lo que vi a continuación. Miré a Rick con horror al tiempo que escuchaba sus palabras.

- Rick, baja ese arma, por favor. - Le rogué comenzando a llorar. El dolor se intensificó al sentir que le perdía de esa manera. - ¿Crees que no sé por lo que estás pasando? Ya te lo dije varias veces, yo lo viví durante quince años, cada vez que te veía con una mujer. Se lo que es ese dolor, se lo que son los celos. Pero no tengo nada que perdonarte porque no hay nada que perdonar. Tú no has hecho nada malo... he sido yo.

Me arrastré por el suelo y me abracé a sus piernas. - Es todo culpa mía, no tuya. ¿Qué hiciste mal? ¿Sacrificar tu amor por mí para poder estar con ese desgraciado? No fuiste tú quien me llevó directo a este estado... fue él. No le creí así, no le veía así... no creí que se comportase así delante de mí y cuando sentí que no estabas tu tampoco... - Lloraba abrazada a él. - Si vas a hacerlo, dispárame a mí antes, porque no habrá jamás un mundo para mí sin el que tú estes. Sabes que te amo y te he dicho mil veces que es contigo con quien quiero casarme, con quien quiero tener una familia  y los dos sabemos que Bennet es pasajero... aunque jamás pensé que llegase a tener sentimientos afectivos hacia él. De haberlo sabido, me hubiese alejado de su lado.

Entonces alcé la mirada. - De ser tú el que hubiese ocupado el sitio de Bennet mientras esas dos le sobaban, te aseguro que las dos estarían muertas ya y a ti te hubiese montado una escena y dado un bofetón. Me lo hubiese esperado o no, hubiera peleado  por ti por que te amo. Pero sin ti en aquel momento, sin él... mi vida, no tenía a nadie, estaba sola... y no voy a pelear por alguien que  no me respeta y al que solo quiero. Solo por ti porque te amo... baja ese arma, mi amor... te lo ruego.

» Si he sido lo que fui, fue por tu cuerpo. Si he sido noche fue tu noche quien lo quiso. Si he sido beso es que mis labios aprendieron a ser beso para ti. Si he sido lo que soy fue en tu regazo. Si he sido vida fue por darte a ti la vida. El tiempo no fue tiempo entre nosotros, estando juntos nos sentimos infinitos. Y el universo era pequeño comparado con lo que eramos tu y yo*. Así me he sentido cada vez que he estado a tu lado durante estos quince años, cada vez que me has besado y eso jamás me lo podrá dar nadie más. - Le dije rebuscando entre mi dolor algo para convencerle.

- Ojalá pudieses sentir el dolor que siento ahora mismo, solo unos segundos, para que te dieses cuenta de que estoy completamente anulada. Sé que te amo, porque llevo desde que te conocí sintiéndolo, pero este dolor que siento tan intenso y profundo no me deja sentir nada más ahora y no sé como pararlo... no sé como deshacerme de él, mi vida. - Y agarrándome a él, fui poniéndome en pie, entre lágrimas y puse la mano sobre su arma. Y mis ojos, llenos de lágrimas se clavaron en los suyos.

- Te amo Richard Heartherly con todo mi corazón aunque ahora este dolor no me deje sentirlo y no sepa ni como aliviarlo. Quiero una vida plena y feliz a tu lado. Sigo queriendo tener tantos hijos como desees. - Aunque cabe la posibilidad de que el primero sea de Bennet... - No, no quiero que aprietes el gatillo porque yo iría detrás de ti. Si ahora siento que no tengo ganas ni fuerzas para vivir, las sacaré para que tú lo hagas por los dos. En algún momento este dolor se tendrá que ir y tendré que tener fuerzas para enfrentarme a Bennet y decirle que se pudra y se vaya a la mierda y que disfrute de su nuevo hogar. Estaré mal un tiempo, porque si todo me ha dejado así de tocada... - Suspiré.

- Hubiese preferido que me hubiera violado toda la tribu antes que esto, Rick. Y sabes como estuve la primera vez que viste que me habían violado. Imagina como estoy ahora, supongo que tan herida como tú... si tu idea es matarte delante mío. - Y me abracé a él. - Pero sabes que te quiero, que te necesito. Jamás hubiese llegado hasta aquí si no llega a ser por ti... y no podría seguir sin ti. ¿Realmente quieres que seamos la cena de esos cabrones? Y lo siento... realmente no te entendí cuando tras pedirte que no te alejaras de mí, que no me soltases, tras ver salir así a Bennet y montarle el número, que me dejases, si estaba claro que te pedía ayuda para no volver a su lado jamás... hasta que entramos en la cabaña y... sentir que os perdí a los dos en cuestión de pocos minutos me mató, Rick... ¿ves como eres tú quien debe perdonarme a mí y no yo a ti? No supe ver tu sacrificio y pensar en Bennet solo hace que me duela más. - Le susurré entre lágrimas.

- Abrázame con fuerza y ayúdame a olvidarle.- Le rogué. - Va a ser duro para los dos, yo lo pasaré muy mal. Pero aquí está en su hogar. Es una divinidad y tiene a todas las mujeres que quiere, salvo a una que ya no la tendrá jamás. Ya tiene suficientes para él solo. Descansaremos un día o dos, hasta que Harry pueda andar y nos iremos. Si tengo que arrodillarme ante él y darle las gracias como el dios que es, así lo haré... y quedará atrás... y cuando volvamos a casa, empezaré a mover los papeles de mi divorcio y te dejaré que me pidas salir, si es que para entonces no has cambiado de opinión. Lo importante es que mi extraña e inexplicable obsesión por Bennet irá desapareciendo según pasen los días y no esté presente.

Sí, si tenía explicación. A parte de que era único en la cama, yo me sentía libre y sin ataduras con él. Sabía que podía hacer lo que quisiera que no se iba a escandalizar. De hecho, le excitaban las mismas cosas que a mí... en cambio Rick... lo hacía por complacerme, no por gusto y me daba miedo que viese ese otro lado mío y que me dejase... aunque ya lo había hecho y puede que ese fuese el mejor momento para hablar de mis gustos en la cama...

Y entonces fue cuando le bese. No sentía nada en aquel momento, solo ese intenso dolor, pero si a él le servía hacer el amor allí mismo para estar más tranquilo, a mí no me costaba nada dárselo. Y nuestras lenguas se encontraron y puse toda la pasión que pude en aquel momento, la cual no era mucha. Y le hice agacharse conmigo y recostarnos sobre las cálidas plantas y le retiré con cuidado el arma de su mano. - ¿Quieres ver que te amo de verdad a pesar del dolor que siento ahora mismo, tanto físico como interno? ¿Qué mi amor por ti no ha cambiado nunca? - Le pregunté y le volví a besar, al tiempo que mi mano se deslizó por su torso, bajando hacia su vientre y posándose sobre su bragueta, la cual solté con cuidado antes de introducir mi mano dentro y acariciar su miembro.

La realidad era que no tenía ganas de sexo ni con él ni con nadie. Solo quería encontar la manera de aliviar mi dolor y sabía que solamente enfrentándome a quien me remató lograría hacer algo. Pero si al hombre que amaba le hacia feliz aquello y lo necesitaba como prueba de mi amor por él, ¿cómo no iba a dárselo? Otra cosa era que yo acabase complacida esta vez. Algo que dubaba que ocurriese, salvo que realmente estar con él fuese la solución al problema y el dolor se esfumase...

Pero no era así, porque este crecía cuando recordaba la escena en la cabaña con Bennet y las dos putas. Ese era mi problema, no Rick. Pero también había un problema más: ahora Bennet me daba miedo porque podía hacerme demasiado daño y no sabía si podría aguantar tanto dolor.

Notas de juego

* Miguel Bosé la canción Amiga.

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06/03/2022, 18:42
Capitán Bennett

Que Bennet solo pensaba en él mismo era algo que todos tenían claro, pero hasta qué punto... eso había sido una buena sorpresa. La reacción de la Mayor no había dejado lugar a dudas acerca de el cruel egocentrismo del capitán y todos se lo habían dicho, o casi todos, porque cuando Harry vio lo que sucedía, él también intervino, a pesar de su estado, del dolor que sentía en su piel y también en el pecho.

-Venga, señor detective, no sea exagerado. Ya me he llevado el puñetazo del teniente. Con eso hay de sobra. No necesito más palizas. Además, usted está convaleciente, hombre. No puede forzarse.

Pero Bennet tuvo que escuchar mucho más que una amenaza. Las palabras de Harry le golpearon con brutalidad una frase tras otra, y en su interior, a pesar de no querer reconocerlo, supo que era un hijo de la gran puta egoísta. Siempre lo había sido y sabido, pero hasta él tenía límites para todo. Podía ser duro, a veces hasta parecer insensible, pero se había mantenido leal ante aquellos que le seguían, y también había fingido indiferencia para seguir manteniendo aquella apariencia de que estaba por encima de todo y de todos, pero él lo sabía, sabía que se había pasado al no apreciar a la Mayor, y ahora Harry se lo estaba recordando.

-Oiga, Harry. Yo no tengo la culpa de que una mujer se obsesione conmigo. Soy como soy, para bien y para mal. ¿Egoísta? Sí, claro que sí. ¿Aprovechado? También. ¿Me importa Sarah... ? Sí. Ella es una pedazo de mujer como no he visto nunca en mi vida, ni creo que vea, y vale más que usted, que yo y que cualquiera de nosotros, incluso de la pelirroja, pero no voy a esclavizarme por ello. ¿Debería haberla abrazado? Puede que sí o puede que no, pero la vida es dura y yo he sufrido lo mío, mis abandonos, y me dejaron llorando a solas suplicando que no se marchara. Pero se marchó, y ese día perdí el único corazón que tuve. Así que no me recuerde lo que soy para ella, porque lo entiendo, pero no se atreva a darme lecciones de la vida ni a decirme que la he humillado. Nos humillamos cada vez que nos enamoramos y estamos dispuestos a hacer lo que sea por la otra persona, y eso es lo que hay. Yo lo hice y perdí; ella... tiene al teniente de mantequilla, que ya es mucho más de lo que tendré yo jamás, porque nunca volveré a ser capaz de amar a nadie.

Después de aquello, les expliqué mi situación y encima la única respuesta fue... que dependía de Sarah. Pues entonces, estaba jodido; todos lo estábamos.

-Pues si esperamos a que regrese, estamos jodidos. Me da la sensación de que están preparando la cazuela gigante. A lo mejor su madre puede confirmarlo, o este fantoche, eh... Colton, eso es. Pero Si quieren mi consejo, deberíamos salir ahora que todavía podemos, y yo aún soy capaz de caminar por mucho que me duelan las pelotas, y les aseguro que me duelen bastante.

Bennet abrió las piernas y se acomodó sus partes, que parecía le incomodaban bastante, y mientras lo hacía, Harry volvió su atención hacia su madre.

Pero no duró tanto como para olvidarse de él.

-Está bien, está bien. Cuando vuelva le diré que lo siento, y me disculparé, y reconoceré lo que soy, se lo aseguro, pero es mejor que no salga ahora porque son capaces de pensar que quiero iniciar su maldito ritual y sería el fin para todos, se lo aseguro. Así que si nos vamos ahora, nos reunimos con ellos y corremos, puede que tenga una oportunidad de disculparme, se lo aseguro. Pero ahora... vámonos, demonios

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06/03/2022, 18:56
Martha Blackhorn

Martha miró a su hijo como hacía antaño, pues para ella, a pesar de lo que había crecido, seguía siendo su pequeño, el mismo que acostaba cada noche con un beso y una pequeña historia, y levantaba cada mañana con una sonrisa.

-Tú... te has hecho todo un hombre, mi pequeño Henry. Yo también te abrazaría si pudiera, y....

Fue a decir más cosas, pero tu pregunta, obligada, le hizo detenerse. Entonces miró hacia abajo, como si dudara en si hablar o no, si explicarte las cosas que había callado... o dejarlas estar. Pero no, no podía rendirse ahora. Si había pedido ayuda era precisamente para seguir hasta el final. No podía hacer otra cosa.

-Siéntate, hijo. Deja que te explique algo sobre... tú padre y yo. Nosotros... jugueteamos durante mucho tiempo con las artes oscuras. No me di cuenta de la obsesión de tu padre hasta que ya fue demasiado tarde. Creía que solo buscaba una manera de... ya sabes, expandir su mente y cosas así, pero estaba equivocada. Esa obsesión se fue adueñando de él hasta que lo único que tuvo fue un deseo sin límites de ser fuerte, poderoso, inmortal... Liberó energías que ni siquiera yo conocía, y cuando intenté detenerlo, porque amenazaba lo que yo más quería, a ti... algo salió mal... y los dos... Cuando abrí los ojos, desperté aquí, en esta tierra extraña. Me costó mucho tiempo comprender en donde me encontraba y mucho más descubrir a qué se debía. En este lugar hay una poderosa fuente de energía que atrae a todo lo que es como él. Sin duda alguna, es lo que buscaba tu padre. No sé si estará también aquí o no, aunque jamás lo he visto. Pero sé que han llegado algunos que es eso lo que buscan. Pero no te llamé por eso, sino porque creo que puedo conseguir... estar en paz. Pero necesito a Bob. 

Martha alargó una mano hacia el rostro de Harry, como si quisiera acariciarlo, aunque ambos sabían que eso no era posible.

-Sé que hay un lugar en el que es más poderoso, pero no he podido acercarme. Cada vez que lo hago, siento que algo me atrae con tanta fuerza que voy a desaparecer. Pero el cráneo de Bob me protegerá. Nos protegerá a todos si hace falta. Y seguro que allí podemos descubrir cómo terminar con esto. Porque debe terminar, hijo mío. Necesito... descansar.

Entonces, Harry le presentó a Marion, y después a Jack.

-Mucho gusto, Marion. Veo en tus ojos que amas sinceramente a mi Henry y te doy las gracias por ello. Y Jack, siento mucho tu muerte. Espero que hallemos el descanso para los dos, si salimos de aquí, porque me temo que el capitán tiene mucha razón. Están esperando a que salga para mataros a todos y preparar un banquete. Vuestros amigos están en peligro. Jack, creo que podrías ir a avisarles mientras los demás huimos. Seguramente es lo más sensato.

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06/03/2022, 19:51
Rick "Jester" Heatherly

Sarah empezó a llorar y me rogó que bajase el arma. No, no sabía por lo que estaba pasando. Creía que eran celos y no se trataba de eso, así que negué con la cabeza.

-No son celos, Sarah, mi vida. Es el sentimiento de culpa por haber hecho que sufrieses y la sensación de haberte perdido. Y no bromeo con lo que te digo; si te he perdido, me he perdido también a mí mismo.

Entones ella se echó al suelo, agarrándose a mis piernas como si formásemos el poster de una película de serie B, solo que yo no era ningún cazador blanco y ella tampoco podía considerarse como una damisela indefensa. 

Ambos estábamos muy por encima de aquellos estereotipos.

-Por favor, Sarah, ponte en pie. No tienes que arrastrarte por mí; no quiero tu perdón, sino tu amor.  Y si me sigues queriendo, entonces no habrá ninguna bala para mí. No es una amenaza, te lo aseguro, ni un ultimatum. Solo cómo me siento.

Ella volvió a  repetirme que me amaba y entonces, me abracé a ella, llorando yo también, pues no había nada que me emocionase más que sentir su corazón junto al mío. En realidad, no podía mucho de la vida, no porque ella no lo fuese todo, sino porque consideraba que me conformaba con solamente una cosa: aquella mujer a mi lado. Sabía que en la vida habría que hacer concesiones, que pasaríamos malos momentos y que no siempre sería como un cuento de hadas, pero estaba resultando todo tan difícil que no me costó adoptar aquella postura determinada a acabar con mi vida si todo lo demás no funcionaba.

-Te dije, vida mía, que jamás estarías sola. Nunca te abandoné; incluso cuando me quedé atrás para dejarte con él, estaba a tu lado, y habría corrido a abrazarte de haber sentido que me necesitabas. Pero no me diste oportunidad. Te hundiste antes de que pudiera cogerte.

Bajé entonces mi arma, mientras ella seguía hablando y ambos nos mirábamos a los ojos, olvidándonos de todo cuanto nos rodeaba. 

Sin embargo, oír como declaraba su dolor al tiempo que el amor que sentía por mí, era duro, muy duro, aunque el amor parecía algo eterno entre ambos y esa era toda una energía que no podíamos obviar.

-Gracias, mi vida. Gracias por recordarme una vez más que me amas. Pero debes saber que el dolor que sientes no es menor al que siento yo al ver como sufres. Pero no te preocupes. Es suficiente para mí saber que no me has abandonado y que sabes que sigo a tu lado, pase lo que pase, e incluso con quien pase, ¿entiendes? Nunca, jamás, te dejaré, hasta que tú me lo pidas.

Después de decirle aquella, la besé con fuerza, y volví a abrazarla, porque era la mejor manera de demostrarle que efectivamente estaba con ella, a pesar de todos los pesares.

-No será duro sabiendo que estás conmigo y que sabes que siempre estaré contigo, mi vida. Recuerda eso siempre, y a cambio yo también recordaré cuánto me quieres. Si lo hacemos, podremos superarlo todo, estoy convencido. En cuanto a... Bennet, no me importa en lo más mínimo. Si le necesitas, ve con él y yo estaré esperándote, tal y como te dije. No sufriré, porque sé que solo tendrá tu cuerpo, no tu amor, que me pertenece completamente. Y no, no cambiaré de opinión, olvídate de eso.

Entonces, volvió a besarme, solo que en aquella ocasión me atrajo hacia el suelo, sintiendo que además buscaba complacerme con su cuerpo, adentrando su mano entre mis pantalones en busca de mi miembro. Por supuesto, al sentir sus dedos, reaccioné bajo la fuerza de mi instinto, con una fuerte erección, fruto del deseo contenido que sentía desde hacía no sabía cuánto tiempo.

-Sarah, mi vida. No te preocupes. No tienes el cuerpo para eso ahora. Hace un momento lo dije... bueno, porque quería decir muchas cosas y demostrarte que eras importante para mí en todos los sentidos, pero tú acabas de hacer, no solo lo mismo sino mucho más, y no voy a dejar que sufras ahora dolor por ello. Sé... que podría hacerlo, rápida e indoloramente, pero no lo necesito. Me colma mucho más tus besos llenos de amor y sentir tus abrazos. Aunque no te quepa duda que en cuanto te recuperes, no te voy a soltar en una semana -le dije, sonriendo por primera vez desde que iniciásemos aquella conversación.

Le di entonces un nuevo beso y la ayudé a levantarse.

-Ahora, debemos volver con los demás. Tú tienes que enfrentarte con Bennet y no dudar al decirte todo lo que sientes, como has hecho hasta ahora, y yo... te prometo no marcharme más, darte la mano todo el tiempo y asegurarme de que sabes que te acompaño en todo momento, en cuerpo y alma. Tú eres muy fuerte, la mujer más fuerte del mundo, y no puedes dejar que Bennet te quiebre. Si esas zorras nativas le dan placer, tú puedes darle el triple y hacer que se muera por tu cuerpo; si cree que te hace daño mostrando desinterés, tú puedes romperle ese ego en cualquier momento y lo sabes. Es como cuando tuviste que actuar de Teniente y no tenías experiencia; puedes con Bennet; será duro, pero puedes con él, con lo que él te hace. Yo creo en ti, en nuestro amor, y en tu fuerza.

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06/03/2022, 22:45
Sgto. Harry Blackhorn

- Por eso se salva, Bennet. - Le respondí ante sus palabras. Pero como no podía golpearle con los puños, lo hice con las palabras y no tardé en recibir respuesta por su parte.

- Bennet, ¿no se está dando cuenta de la situación? No está obsesionada. Ella llegó donde hace mucho que nadie había llegado. Recuerdo su despedida en La Aurora. Aún tiene corazón y más aún cuando está reconociendo que le importa Mac. Pero ella, por lo que sea, quizás por empartía porque por lo que sé y creo que ya sabemos todos, estuvo sufriendo en silencio durante quince años por el teniente, enamorada de él... sola cuando él no estaba a su lado y por lo que dijo él se iba con otras. ¿No le recuerda esa situación a alguien? Porque yo le veo a usted solo, Bennet.

» Encima reconoce que es la mejor mujer que ha conocido nunca, pero no le ha importado nada pisotearla como si fuese un ser despreciable, alguien que no merece la pena, llevándola al punto de querer quitarse la vida. Mac ha sufrido bastante, todos hemos sufrido en esta vida, pero dígame ¿qué mal le hizo ella para que la tratase así? ¿Le ha pedido salir o en matrimonio para sentirse esclavo de ella? Porque dudo que Mac lo hiciese. Si está con usted o estaba, era por deseo... se leía en su mirada. Cuando  mira al teniente es amor puro lo que veo. No sé que ha visto en usted, no sé que le dará en la cama... quizás algo más que el placer, puede que la aprobación o la subida de autoestima que necesita. Pero sin duda algo le daba que la hacía sentirse especial a su lado. Y yo lo tengo claro, si le pone un ultimatum... bueno, ahora ya no pues está claro que no querrá saber nada de usted, pero si antes de cagarla como lo hizo le hubiese puesto un ultimatum y le hubiese dicho que eligiese, si al teniente o a usted, estoy seguro de que se hubiese ido con él. - Le dije con toda la seguridad y sinceridad del mundo. Se me daba bien observar a las personas, era parte de mi oficio.

- Lo que sigo sin enterder es como pudo ser tan hijo de puta con ella, sabiendo que no  se quiere quedar aquí porque le matarán. ¿Qué esperaba? ¿Qué se acercase a usted y le suplicase por estar a su lado? De hecho no entiendo porqué quiso quitarse la vida... miento sí... Jester la dejó para que pudiesen disfrutar juntos sin estar él por medio. Para que acabase con su ansia por usted y volviese a su lado cuando se cansara de lo que no podría darle nunca: su corazón que pertenece a Jester.

Y cuando habló de los nativos, le preguntó por quien Mac le preguntó cuando le vio. - ¿Cómo sabe eso?¿Qué pasó con Murray? - Me tensé. - Sarah ya dijo que no podría salir de aquí ni huir antes de que apereciese usted. Está agotada, sus lesiones, llevarme a mí en la camilla... y yo no sé si podré moverme mucho. Debemos pensar un plan... algo que les distraiga.

Y en ese momento mi madre habló y me llamó por mi nombre real. - Mamá. - La sonreí. - Hacía años que nadie me llamaba así. Ni Bob. Todos me conocen por Harry ahora. - Y mientras dejaba al idiota de Bennet darse cuenta de la situación con Mac, mi madre me pidió que me sentara. - Marion, ayúdame, ¿quieres? - Y me senté como pude con la ayuda de mi amada. Entonces me contó aquella historia sobre ambos, sobre la magia negra.

Yo sabía de eso, por los libros que había en casa, pero no era consciente de que los usasen. Era demasiado pequeño para darme cuenta de algunas cosas. - Madre, ¿cómo sabes lo del cráneo de Bob? Él fue asesinado muchos años después que vosotros... - No me atreví a seguir porque sentía que iba a llorar de nuevo. - No sé quien le mató ni quien le ató a él, pero sin duda sabía lo que hacía. No conseguí descifrar nada para liberarle y dejarle ir cuando le encontré... - Y me solté de la mano de Marion y alcancé mi mochila y saqué el cráneo de Bob.

- Es un maldito misterio y no encontré ningún libro donde aparezca esta simbología. - Le dije a mi madre. Y ella repitió la idea de Bennet. Estaba claro que aquel hombre estaba desesperado y que de alguna manera se esperaba que Mac no le perdonase nunca y que no le sacase de allí por sus prisas por huir y le miré a los ojos. - Y nuevamente va a dejar a Mac tirada por lo que veo... - Dije molesto. - Su pellejo antes que ningún otro. A usted no le haré caso, Bennet, pero a mi madre sí. Lleva aquí demasiado tiempo como para saber lo que se cuece y nunca mejor dicho. Mac tiene un corazón más grande que su pecho, lo ha demostrado queriendo a un sujeto como a usted. Llevamos viajando con ella varios días y creo que el orden de personas en un corazón es: el teniente, usted y yo.

Miré a Marion. - Vuestras discrusiones no han ayudado mucho a que te tenga en cuenta, pero te aseguro que vás detrás mío. Es a Astrid a quien no puede ni ver. ¿Y sabe por qué, Bennet? Porque le puso la pistola en la espalda. Sigo sin ver el mal que le hizo Mac...

Con ayuda de Marion me puse en pie. - Veamos que tenemos aquí... - En el primer petate encontró la leña que recogió Sarah seca y el hacha dentro. En el segundo estaban las cuatro armas de los nazis y la munición por separado. En ese momento recordó que antes de la caída todos iban armadados y se hechó la mano derecha hacia donde debía estar su revólver. - Marion, ¿llevas tú tu arma?*

Siguió mirando el petate de Sarah, porque por las fotos que encontró en él debía ser de ella. Había una muy bonita de Rick y Sarah en Nueva York, estaba todo nevado y se les veía muy jóvenes y felices uno al lado del otro. Debía estar hecha en Central Park o un sitio de esos. Con verles se les notaba que se amaban ya entonces. Luego vio otra imagen de quien Marion reconoció como Coverley y la de un coronel con cara de pocos amigos y un sargento rubio de ojos azules. Se veían añejas. Recuerdos sin duda de los que Mac no quería separarse.

Metí las fotos en las mochilas y seguí mirando. Había ropa militar dentro, seguramente de los dos. Luego revisé la mochilas, una cantimplora vacía, la otra con poca agua. Las mantas las habían usado para llevarme a mí y arrastrar las cosas. Habían bengalas y cerillas dentro, algo de munición extra.

Recogí las cosas que dejó caer Mac en su huída, las vendas y demás y lo metí en el maletín médico. - Mamá, necesito que te asomes y me digas si ya han encendido un fuego... tengo una idea. Con las bengalas, los palos y la ropa, podemos hacer antorchas que servirán para quemar sus cabañas... espero que sepa disparar Bennet, porque le daré un arma cargada. Las balas que no nos sirvan, las envolveré en esparadrapo y tela y las lanzaremos a la hoguera. En cuanto ardan, las balas saldrán disparadas en cualquier dirección. Antes que liarnos a tiros, mejor ir dejando fuego detrás nuestro... si los tenemos muy cerca habrá que disparar. De hecho, con el hacha podremos abrirnos otra puerta por otro lado si se ponen a hacer ruido... No veo que estén hechas precisamente muy resistentes, lo justo para no mojarse y no tener luz para descansar.

Y miré a Bennet. - Si Mac llega a tiempo, deje las disculpas para después. Lo importante es salir de aquí y que por una maldita vez en todos estos años, sea capaz de demostrarle a Mac que no es el cerdo egoísta que vio hace unos minutos y que realmente le importa. Si sale corriendo y nos deja tirados... olvídese de todos, porque para ella no hay nada más importartante que la fidelidad y la lealtad y puede perdonar casi cualquier cosa. De hecho estoy seguro de que si se sincera de verdad con ella, logrará cerrar sus heridas. Lo que no sé es si ella está preparada para enfrentarse a usted ahora mismo, por eso mejor huir ahora y las explicaciones después.

Miré a Marion, a mi madre y luego a Bennet. - Si alguno tiene alguna idea mejor sobre como distraerles y huir es el momento de que lo diga. Marion, llevarás el maletín médico contigo. Yo no puedo, así que llevaré una mochila y la ía y Bennet llevará la otra.

Notas de juego

*¿Tienen sus armas ambos, un revólver cada uno o los perdieron en la caída? Entiendo que los llevan si Rick lo tiene, pero es decisión tuya.

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06/03/2022, 23:51
Mayor McDuncan

- Sinceramente, mi vida, cuando me dijiste que me dejabas, fue tan grande el dolor que no oí nada más. Me quedé tan helada, perpleja que sabía que seguías hablando pero no podía escucharte. Mi cabeza se bloqueó por completo pensando que me habías abandonado de verdad... y luego en la cabaña, cuando te cogí de la mano y no te sentí, el dolor creció y se dispararó con el comportamiento de ese... cabrón egoísta. Lo más triste es que creí que le importaba algo. Pero está claro que en su nuevo mundo sobro... así pues él me sobra también. - Poco más podía añadir al respecto sin repetirme de nuevo.

- No me arrastro por gusto, Rick, es que no puedo más. Me consume el dolor por dentro y por fuera. Necesito dormir y por ti, hacer el esfuerzo de comer algo pues no tengo hambre alguna. - Le respondí cuando pensó que estaba a sus pies por otro motivo, pero es que era así, no había manera de levantarme.

Y nos fundimos en un abrazo y sentí sus brazos tocar mi piel, pues en aquel momento mi camisa estaba en la tienda de Bennet y llevaba solo el sostén y el moratón en mi cuerpo. - Cuidado mi vida, si aprietas mucho me dolerá más... - Le susurré recordándole mi golpe y mi estado.

- Ya te lo he dicho, cuando dijiste que me dejabas dejé de escuchar... creí que directamente me quedaba sola... y al ver a Bennet así empecé a enfermar con más dolor y no pude más. Sentí que te había perdido para siempre y que quien quizás hubiese sido una simple muleta, no el pilar de mi vida como eres tú, solo pudo terminar de destrozarme... ¿qué iba a hacer? El dolor era mío, la culpa mía... lo mejor era quitarme del medio. Yo no sufriría más, Bennet sería feliz con su tribu y tú buscarías a otra mejor que yo... - Y acaricié su rostro retirándole las lágrimas, dándome cuenta de mi error. - ¿Ves? Mi culpa, solo mía.

Sus siguientes palabras me emocionaron aún más, declarando mi dolor como suyo propio y diciéndome que jamás me dejaría. - No jures eso... quizás te canses de mí... lo que si te puedo asegurar es que Bennet ha sido el primero y el último. No volverá a pasar más con ningún otro. En cuanto vea el peligro me aferraré a ti y huiré de esa persona. - Pero Aloyssius aún era complicado para mí, tanto que no sabía ni como iba a reaccionar al verle. Lo bueno era que nos íbamos a ir de allí y que él se quedaría con su tribu. Yo sabría que él estaría bien, que estaba bien, que sería feliz y que solo tendría que olvidarle. Y con el tiempo eso sería lo que me quedase.

Y sentí su beso y la calidez del mismo. El arma ya no era un problema y volvíamos a conectar. Solo que ese dolor era demasiado intenso como para olvidarlo. Como para dejarlo ir. Se había aferrado a mi pecho y no me soltaba. Creí que los besos y abrazos de Rick me reconfortarían y sí, algo hacían, pero no era bastante. No porque mi amor por él no se había esfumado ni el suyo por mí, todo fue un malentendido.

Entonces me habló de Bennet de la manera más clara y directa posible. - Ya lo dejó claro. Este es su sitio. Tiene a todas las mujeres de la tribu para él... pues que las disfrute como el dios que se cree que es. - Había dolor y rencor en mi voz, a fin de cuentas el daño había sido intenso. - Sea cual sea el tiempo que nos quedemos aquí para recuperar fuerzas, no quiero verle, ni hablar con él. Solo estar a tu lado. No se merece de mí ni que le mire. Solo se merece el mismo desprecio con el que me trató en esa cabaña por mi parte. Y sabes que no soy así... pero para qué perdonarle si le veremos, ¿cuánto? Unas horas más y jamás volveré a saber de él. Que se quede con sus putas, que se ve que le importan más que nada ni nadie y a mí que me deje en paz para siempre. Lo que más me duele, mi vida, es que creí encontrar al hombre que se escondía detrás de toda aquella fachada... y que jamás me haría algo así.

Y le llevé al suelo conmigo, dispuesta a complacerle aunque no tuviese fuerzas para mucho. Sería una mierda de acto, pero al menos sabría que él se quedaría más tranquilo. Y con aquella plena erección fue el mismo quien me paró. - No sabes lo que me alivia oírte decir eso... porque realmente no tengo ganas de tener sexo ahora con nadie. Yo también necesito el calor de tus abrazos y tus besos, mi vida. Saber que estás aquí para mí... y cuando me recupere, cuando deje de doler tanto... - Guardé silencio unos momentos.

- Mi amor... hay algo de lo que tendremos que hablar tarde o temprano... aunque ahora no es el momento, nos espera una charla que quizás... quizás si te haga dejarme para siempre. - Le dije con miedo y todo era por como me podía comportar sin miedo con Bennet en la cama y el temor de hacerlo con Rick y pederle. Eso era lo que me atraía de aquel hombre... no que fuese mejor o peor, sino que me permitía ser libre.

- No sé si podré enfrentarme a él. No si tiene a dos nativas a su lado sobándole y él vuelve a comportarse como el capullo que es. - Por las palabras de Rick, juraría que me estaba animando a recuperarle. - Y sí, se que yo sola valgo para él más que toda la tribu, pero ¿qué más dá si en unas horas él será el dios supremo y nosotros nos habremos ido lejos? El será feliz, a su manera y al final habré ganado yo, solo por tenerte a mi lado y saber que estás dispuesto a lo que sea por verme feliz. Y si es de la mano de otro hombre, estás dispuesto a sacrificarte por ello... yo jamás podría hacer algo así. Mataría a quien se acercase a ti. - Y le sonreí más relajada. - ¿Cómo voy a dejar de amarte después de tantos años y dispuesto a semejante locura? Iremos a la cabaña, si no está Bennet, entraré y me harás el vendaje compresivo y buscaremos donde estar lejos de él hasta que nos marchemos. Es lo mejor... será lo mejor para ti y para mí. Y si a él le deboran los fantasmas de la culpa por casi lograr que me suicide, por marcharme sin decirle adios, él se lo buscó.

Y me agarré de su brazo, pues estaba cansada de verdad y comencé a caminar junto a Rick hacia el campamento de aquellos pirados que tenía por divinidad al ser más cabrón y egocéntrico del mundo. Desde luego ese era su sitio, se merecía ese trono más que nadie porque solo él sabría disfrutarlo como ninguno.

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07/03/2022, 07:12
Sgto. Harry Blackhorn

Comencé a cargar un arma para dársela a Bennet y mientras lo hacía me di cuenta de algo. Le tendí el arma con mi brazo derecho. - Voy a necesitar un cabestrillo para mi brazo izquierdo. Se que Mac dijo que nada de tela sobre las quemaduras, aún oía algo, pero sino me dolerá más al correr... - Le dije a Marion, para que usase una venda y me ayudase con eso.

Pero aquello no era lo que tenía en mente. Miré a Bennet a los ojos.

- Se comportó así con Mac porque quiso alejarla de su lado. ¿No es así? No es que no tenga corazón, es que se está enamorando de ella y tiene miedo. - Le dije al ex-capitán sin apartar mis ojos de los suyos. - No, no soy yo quien quiere saber esa respuesta, es usted quien tiene que verlo y no solo disculparse con ella. Dígaselo. ¿Qué edad tiene Bennet? ¿Sesenta y cuantos? Dice que quiere ser libre, pero a la vez ha hablado de ella como nadie lo ha hecho delante mía en todo el viaje, ni tan siquiera Jester. Teme lo que le he dicho, que le de a elegir y se vaya con él. Pues no la dé a elegir. Jester está dispuesto a sacrificarse, no para siempre, pero sí por ella y usted lo mismo vive dos años más como diez. Mac le quiere, ya se lo ha dicho y si no se convierte en un problema entre ellos, quizás pueda ser feliz el tiempo que le quede. Pero si no se sincera, primero consigo mismo y luego con ella, jamás lo sabrá. Quizás puedan llegar a un acuerdo entre los tres... usted no será esclavo de nadie como dice no querer ser, ellos lo serán de sí mismos, uno del otro, pero quizás pueda tenerla a su lado cuando la necesite. Cada vez estoy más seguro de que ella llegó a ver algo en usted que nosotros no hemos visto, que cruzó esa barrera, ese muro que levantó contra cualquiera que se quisiera acercar a usted y eso es lo que le asusta, volver a sentir el corazón roto, suplicar porque no se marche y que le deje. La única manera de saber que pasará es sincerándose. Piénselo, pero el no ya lo tiene.

Le entregué el arma a Bennet. - Espero que sepa usarla y no se pegue un tiro. Algo me dice que Mac lo pasaría muy mal si eso ocurriese, peor que ahora. Además, yo he venido descansando todo el tiempo, ella no... va a necesitar ayuda para huir y yo no puedo hacer nada más que usar el arma y disparar. Usted y Marion tendrán que encargarse de las antorchas y... lanzar la bola de balas al fuego*. Y si ella y Jester nos dan alcance mientras preparamos todo... quizás tengan que ayudarla, porque no lo conseguirá. Estaba fatigada cuando llegamos y dudo que sea capaz de dar un paso más sin ayuda, porque no paró ni un momento y a saber donde están ahora ella y Jester.

Ahí era donde Bennet podía empezar a demostrar si Mac le importaba algo si solo le importaba el mismo como parecía ser. Los actos primero en esta ocasión, las palabras pueden llegar después. Quizás todo eran imaginaciones mías, pero es que no me cuadraba absolutamente nada de lo que hizo con ella delante con la realidad. Solo esperaba que Jester la hubiese calmado lo suficiente como para que no volviese a comportarse como una fiera cuando se encontrasen de nuevo, porque si lo hacía, estaba seguro de que Bennet ni la pediría disculpas. Su ego no se lo permitiría.

Notas de juego

He estado mirando el listado de habilidades. O bien es simplemente Destreza para lanzarlo o demoliciones, pero veo ridículo que una bola que puede ser una pelota de tenis, se lance contra unas llamas, se cuente como demoliciones. Si fuese dinamita como tal sí, pero queda en tu mano, jefa.

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07/03/2022, 11:35
Nikolai Vladiminovich

Al avanzar por su campamento pude observar cómo habían venido a la Tierra Hueca: ¡con un submarino! Además, ojeé con qué equipo contaban y de cuántos hombres disponía su expedición. Me llevaron a una tienda, la del jefazo, por lo que parecía. Allí, un tipo malvado, pero con inglés mejor que el mío, me ofreció tomar asiento. Sabía que era doctor, o sea que era el que nos estaba persiguiendo desde el inicio de nuestra aventura.

-"Grrraciaz porrr zu hozpitalidad, corrronel. ¿Puedo prrreguntarrrle porrr qué están aquí y porrr qué noz perrrziguen? Nueztrrro interrréz por ezte lugarrr ez zolo científico. Ezte zitio ez el mayorrr dezcubrrrimiento del milenio y uzted lo zabe tan bien como yo. Zerrría una inzenzatez trrraerrr loz prrroblemaz de nueztrrro mundo aquí. ¿No crrree?" Le pregunté. "Porrr cierrrto, eztoy baztante herrrido, zi tienen un médico con uztedez, le rrruego que le mande llamarrr parrra que me eche un viztazo, porrr favorrr."

Me quedé esperando sus respuestas, ya que no tenía otra cosa mejor que hacer...

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08/03/2022, 03:51
Marion Rosenwood

Sonrió ante el dulce gesto de Harry y se quedó mirándolo un momento. Y cuando Harry pidió las tablillas, Marion le sonrió traviesa y tocó su nariz – Oye, ese es mi trabajo – sonrió y besó su frente con cuidado.

Las palabras de Bennet le resultaron aún más irritantes si era posible. Ese hombre desafiaba las leyes de la naturaleza al hacer que cada comentario que saliera de su boca fuera peor que el anterior. Era un capullo a toda regla y seguía subiendo sus estándares de estupidez. La pelirroja no ocultó su molestia ni un poco. Aunque ella iba a regocijarse de la desdicha del capitán, Colton se le adelantó un poco y dijo casi que lo que ella tenía en mente. Casi. Aunque tampoco sentía lástima porque Bennet estuviera sufriendo de exceso de sexo, si antes se le notaba su falta por como se había puesto cuando vio a Sarah. Era un cerdo.

La acotación de Colton no le pasó desapercibida y era cierto. Miró a Harry. ¿Cómo es que para ellos era de lo más normal ver a un fantasma? Harry intervino y habló. Marion tomó su mano un tanto preocupada y le dijo – Debes descansar y guardar tus fuerzas – sonrió. Aunque lo dejó hablar. Tenía mucho que decir y dejó a Marion sin mucho más que espetarle a ese dios de pacotilla. La verdad era que ya estaba preocupada por lo que tenían que hacer para irse, pero no podía dejar de disfrutar de lo que ocurría con Bennet en ese momento. Cuando mencionó la gran mujer que era la Mayor, no pudo evitar una punzada de celos. Se estaba pasando un poco, ¿no? Pero apenas se giró hacia ella para llamarle princesa, esta sonrió pícara – Esa me la pagarás apenas puedas moverte – y siguió escuchándolo. Fue entonces que la mujer que parecía ser la madre de Harry, el motivo por el cual él había emprendido ese viaje, entró. Otro fantasma. Ya parecerían un club espiritista. Sin embargo, ver la emoción en el hombre que descansaba a sus pies y le conmocionó, aunque evitó con delicadeza que se levantara solo y lo ayudó a enderezarse como mejor pudo para que no le hiciera daño.

Marion miró a la madre de Harry con una sonrisa y le dijo – Es un placer. Harry me ha hablado mucho sobre usted – y le ayudó a sentarse. Lo que dijo la madre le parecía extraño, pero se sintió mal por Harry. Pobre Harry y pobre mujer. Claro que el que lo llamara Henry, sí que llamó su atención. Se quedó de piedra, aunque luego le preguntaría por ello. Ayudó luego a Harry a pararse, de modo que la mayor parte de su peso lo sostuviera ella y no él. Eso le ayudaría un poco, pero era cierto. Necesitaban una distracción y la pelirroja tenía algunas ideas. Cuando Harry le preguntó por su arma, esta hizo un gesto parecido al del detective y asintió. Vio cómo Harry empezaba a alistar algo que les podría dar salida, solo que se sorprendió de saber que era una idea parecida -. Resultaste psíquico ahora. Yo llevaré la mochila, sí, pero debemos también tomar precauciones. No vaya a ser que tengas una herida interna de la que no sepamos. Lo que se me ocurre es usar algunos símbolos tribales para asustarlos un poco. Pero sí, generar fuego era mi idea. Que el fuego nos proteja de estos lunáticos -.

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08/03/2022, 03:51
Marion Rosenwood

Cuando se dispusieron a preparar todo para la treta que debía preparar, Harry siguió hablando y exigiéndose. Se vio insegura - De acuerdo, pero que sea solo temporal y tú respondes ante la Mayor - sonrió y luego miró al capitán de la Aurora -. Verá, concuerdo con Harry. Usted tiene suerte de parecerse a alguien de su pasado y que ella se sintiera en primera estancia atraída hacia usted por eso. Si no, ella vería al capullo que todos vemos. ¿Que le rompieron el corazón? No es que sea el primero ni el último, Su Magnanimidad. Y sí, ella es su única aliada real, así que o le demuestra que la aprecia, o al resto nos vale poco que pueda seguirnos. A usted le duele la polla, a la Mayor y a Harry les duele todo mucho más. Así que amplíese los pantalones y corra si nos puede seguir - y es que en verdad a ella no le importaba el capitán. Era un capullo de tiempo completo.

Marion buscó los elementos para fabricar un cabestrillo. Tal vez una camisa que ya no estuviera en condiciones y algo de la madera. Sería temporal. Ella no era experta, pero esperaba hacerlo bien - Por cierto, ¿por qué el cambio de nombre? -.

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08/03/2022, 17:53
Gareth Jenkins

¿La fuerza del número? No digas tonterías, que prefieres ¿Qué te muerda un perro o que lo hagan veinte? —. Dije sonriendo a Astrid. — ¿De qué sirve un grupo más grande si no puedes confiar en los que te rodean? Yo al menos no tengo ninguna intención de unirme a esa gente, lo primero porque está claro que no les importamos una mierda y lo segundo, porque me parecen unos ineptos a la hora de tomar decisiones lógicas, ¿cómo cojones se les ocurre lo del nativo?

Mientras trabajaba en mi invento, el cual no tenia claro si funcionaria, pero que si lo hacia nos seria de gran ayuda con el tema de Corvin, escuché lo que decía este sobre la brújula.

Hacer una brújula no es ningún problema, algún imán debería tener entre mi equipo de geología. Que cojones, si el coronel me hizo caso lo mismo tengo alguna brújula entre mis cosas. El problema es que no tenemos ni idea de cuan al norte estábamos antes de estrellarnos y a saber si funcionarán las brujas aquí, aunque tampoco perdemos nada por probar.

Entonces me sorprendió con lo del arco, no me imaginaba que un tipo tan aferrado a las pistolas fuese a salir por ahí.

Pues por muy galés que sea, no he cogido un arco en mi puñetera vida.

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08/03/2022, 18:21
Alex Corvin

Parece que la brújula no será un problema, solo saber donde es el norte o ver a qué punto señala.

- Pues decidido, que le den al otro grupo. - digo tras ver que Jenkins tampoco tenía demasiadas ganas de unirse al "mando militar". - Sobre el Norte, veremos si funciona una de ellas y luego tomaremos como norte lo señale uno de los polos y de ahí veremos cómo orientarnos. - miro a la bóveda y comento - ¿En el diario decían si oscurecía? Es que sería bueno saber si hay un sol o algo parecido...eso podría ser otra referencia que podamos usar para orientarnos. 

Me sorprende un poco que un galés no haya cogido un arco, sobre todo porque en los libros de historia que leía en la librería de mis padres siempre se hablaba de ellos como los mejores arqueros de la edad media. Aunque también es cierto que yo no debería haber tirado nunca con arco, no alguien como yo nacido en Brooklyn al menos. 

- Pues en cuanto me recupere un poco intentaré enseñarles a tirar con arco. Además de otros cosas que me enseñaron cuando era joven. Encender fuego sin humo, a cazar en grupo, trampas de caza mayor... - al pronunciar lo de "mayor" mi tono cambió, no solo eran trampas para cazar animales, me refería a cazar personas. - Un buen amigo se tomó su tiempo en enseñármelo, y ahora me tocará transmitirlo a mí...

No lo decía solo por ayudar, si no porque debido a mis heridas era posible que sucumbiese tarde o temprano. Si no seguía con ellos, al menos darles los conocimientos para que pudieran enfrentarse a los peligros que nos acecharan. 

- Astrid, si por favor logras acercarme unas ramas flexibles intentaré ver si puedo con mi navaja ir dándoles forma y creando un arco. Los solía hacer de madera de morera o de cedro pero puede que sea difícil saber los árboles similares a ellos que haya por aquí. Los medicamentos parece que de momento no me están haciendo mal así que hay que aprovechar el tiempo.  

Un arco no debía llevarme más de unas horas, aunque en mi estado era normal que tardase más. Puede que días, sobre todo si perdía la consciencia. Hay que aprovechar los momentos de lucidez. 

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08/03/2022, 19:06
Rick "Jester" Heatherly

A veces sentía envidia de aquellas parejas que parecían entenderse con tanta simpleza que apenas se vislumbraban problemas en el horizonte. En momentos como aquellos, era una extraña mezcla de emociones las que me llenaban, en parte con aquel sentimiento de desconcierto y frustración, pero también de satisfacción ante algo que era tan verdadero, tan honesto, que resultaba imposible resistirse a ello.

Para ser verdad, incluso en los peores momentos, si me hubiesen dado a escoger entre la Sarah que conocía y una que no se sintiese atraída por Bennet pero que tampoco estuviese llena de toda aquella energía y sinceridad, me habría quedado siempre con la auténtica, porque todos éramos una y varias personas a la vez, sencillas a veces y complejas en otras ocasiones, enamoradas y enfadadas, rabiosas, ensoñadoras, esperanzadas, y con el corazón lleno de un sinfín más de sentimientos.

Lo más importante era creernos siempre, y para siempre, que ambos nos amábamos por encima de todo lo que pudiera suceder a nuestro alrededor e incluso a pesar de nuestras propias acciones, egoístas en muchas ocasiones, pero jamás tan alejadas uno del otro como para conseguir que perdiésemos el rumbo o el camino que debíamos seguir para reunirnos.

Verla llena de tanto dolor, físico, por supuesto, pero sobre todo en el alma, aplastaba al mío como si alguien estuviese utilizando la roca de Sísifo, pero incluso con ella sobre mis hombros, por Sarah era capaz de aceptar consumirme con tal de lograr recuperarla.

-Jamás me cansaré, Sarah mía, y nunca pensaré jamás que a ti se te ocurra algo parecido. Te prometo que pase lo que pase, no solo estaré contigo, sino para ti, y que no permitiré que nada ni nadie nos separe, llámese Bennet o como quiera que sea, al igual que sé que tú me esperaste y que te uniste a mí tras tantos años porque me amabas como no has hecho con nadie más. No hay culpas entre nosotros, mi vida, solo… nosotros.

Sabía que Bennet dolía, y que por mucho que dijese que podía quedarse solo, ella todavía albergaba, entre todo aquel dolor, la esperanza de estar con él. No podía culparla, pues yo también quería estar con Sarah, siempre lo hice, a pesar de sentir que en alguna ocasión estuvo tan lejos de mí como si fuese el mismísimo planeta Venus. Pero acepté su palabra de que solo quería estar conmigo y de que él solo merecía su desprecio.

-Seguramente es así, solo merece tu desprecio, pero no quiero que te adelantes; es más, aunque sepa que ahora es imposible, lo único importante ahora mismo es que sepas que me tienes a tu lado y después… ya veremos. Al igual que le has dicho todo lo sentías en la cabaña, volverás a hacerlo cuando lo veas, y no habrá nada ni nadie que pueda, ni deba, frenarte. Es tu corazón el que debe guiar tus palabras, pues es el mismo que te ha llevado hasta mí y que ha hecho que formes parte del mío. No hay otra manera de hacerlo. No serías tú si le ignorases o dieses la espalda. En cuanto a él… no sé lo que le ocurre, pues a veces parece un hombre con sentimientos y en otras ocasiones… ni siquiera una persona. No sé si soy el más indicado para juzgarlo, pero supongo que al final, dependerá de él que conozcamos como es en realidad.

Hasta tal punto me amaba que incluso estaba dispuesta a tener sexo conmigo a pesar de todo el dolor que sentía en su maltrecho cuerpo, pero le dejé claro que no era una prioridad en ese momento.

Pero sí que la abracé y ayudé a ponerse en pie, procurando no solo sostenerla para que no se cayese sino también proporcionarle el apoyo que necesitaba para caminar y regresar al campamento, porque eso era lo que debíamos hacer, nos gustase más o menos ver a Bennet de nuevo.

-No te preocupes. Te lo anotaré en la cuenta; y tú también puedes anotarme unos cuantos. De ese modo, cuando estemos a solas y recuperados, tendremos mucho que devolver –le dije con una sonrisa que debía servir para poco a poco, recuperar algo de lo que habíamos perdido en aquella batalla de sentimientos y dudas, abrazándola con delicadeza pero seguridad y sobre todo, mucho deseo de sentirla a mi lado.

Pero aquello había tantas preocupaciones en la mente de Sarah, que continuaba dudando de mí, de que pudiera cumplir mi promesa y continuar a su lado, cuando llegase el momento de la verdad, el momento en el que hablase con Bennet, le perdonase e incluso se lanzase a sus brazos.

-Lo dudo mucho, mi vida –le dije, procurando dejarle hablar para que expresara lo que sentía -. Nadie se acercará a mí. Si está, nos enfrentaremos a él y si no, pues ya actuaremos según veamos. Pero lo haremos los dos; esta vez, no dejaré que vayas tu sola a donde sientas que debes ir, incluso si es para salvarle la vida o darle una patada en la entrepierna.  Lo que sea, lo enfrentaremos juntos.

Tras decir aquello, volví a besarla, no tan fuerte como me hubiera gustado, ni tampoco en las condiciones que más deseaba, pero juntos de nuevo, que era lo único que me importaba en aquel momento.

-Entonces… ¿volvemos? Creo que hay un idiota que no sabe lo que ha perdido esperándonosle dije, esbozando mi mejor sonrisa.

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08/03/2022, 19:23
Capitán Bennett

Bennet era un hombre práctico, sin ataduras, que había aprendido a valerse por sí mismo sin comprometerse con nadie y aunque a veces no era capaz de disimularlo tanto como quería, tenía algo que le ataba a determinadas personas, por más que quisiera hacer ver que no era así.

-Mejor solo que mal acompañado, señor Detective, y le aseguro que tener a una mujer demasiado tiempo cerca de uno es precisamente eso. Oh, no se preocupe. Eso está bien para gente como usted y el teniente, que parecen ser hombres familiares y dispuestos a tener una vida monótona y aburrida, pero yo prefiero algo un poco diferente…cada vez. Claro que reconozco que es la mejor mujer, pero hasta de algo así se harta uno. Por mucho que me gusten las natillas, le aseguro que no pasaría toda mi vida alimentándome de ellas. ¡Terminaría por cogerle tanto asco que no podría ni verlas! Eso es precisamente lo que me ocurre con las mujeres. Si vale lo suficiente, puedo verla un par de veces, tres, e incluso en casos excepcionales como la Mayor, durante un tiempo. Pero no indefinidamente. Las mujeres no son de fiar y es mejor no encariñarse mucho con ellas, se lo aseguro.

Pero el detective continuaba lanzando una frase tras otra para atacarle, y Bennet, que parecía tener alma de James Braddock, aguantaba todos los envites con envidiable entereza.

-Que no esperaba nada, hombre de dios. Estar con ella está estupendo, pero eso no me hace ser monógamo. Demonios, le he dicho que no comería natillas toda mi vida y de la misma forma le aseguro que me gusta comer flan y pastel de frutas. Así que entiéndalo, siento mucho su dolor y cuando venga, me disculparé con ella, pero yo no tengo la culpa de resultar irresistible y de que las mujeres esperen de mí que le colme de placeres como si fuesen las únicas de todo el mundo. Eso está bien por un rato, pero nada más.  

Por suerte, terminó por cambiar de tercio y preguntó sobre Murray. Bennet hizo un gesto de dolor por un instante.

-Murray… cayó en la Aurora. Cuando el fuego se propagó por la cabina, el techo se nos derrumbó encima. Hice cuanto pude para salvarle pero lo cierto es que no hubo manera. Murió casi en el acto.

Y no dijo nada más sobre el tema.

-Si quieres planes, no cuente conmigo. Salir de aquí de cualquier manera, ese es mi objetivo principal.

Y entonces, los tambores empezaron a resonar por todas partes, unos tambores que no presagiaban nada bueno.

-Ya ha empezado. Hay-que-irse. Y si quieren que esos dos se salve, ya pueden darse prisa o ir a buscarles.

Bennet pareció ver que por fin se tomaba en serio sus advertencias, o las de su madre, que al fin y al cabo eran las mismas, y eso le hizo lanzar un suspiro de alivio.

-¡Claro que sé disparar! Soy cabrón pero no inútil. Si Mac llega a tiempo… lo de menos serán las disculpas. Primero correr, ya habrá tiempo para hablar o para recibir, porque seguro que me toca.

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08/03/2022, 19:34
Martha Blackhorn

Martha sonrió ante el comentario de Harry.

-Harry es un buen nombre… pero tú siempre serás mi pequeño Henry, lo lamento –le dijo al detective, acercándose a él con una sonrisa, mientras era testigo de como Marion le ayudaba a sentarse y también de las muestras de cariño entre ambos. Era algo con lo que siempre había soñado, aunque fuese despierta, puesto que los fantasmas no podían dormir y mucho menos, dejarse llevar por momentos como aquellos.

-Te he seguido durante todos estos años, hijo mío. No de manera continuada, por supuesto, porque no era capaz de proyectarme a distancia durante mucho tiempo y a menudo solamente a través de otras personas. Tuve la suerte de conectar con alguien que por fin pudo darte mi mensaje pero hasta ese momento, tuve que conformarme con recoger las migajas que ibas dejando, pero que me permitieron seguir tu vida. Por eso conozco a Bob, aunque no llegué a saber jamás quien lo mató. Supongo que hay cosas que ni siquiera yo puedo saber.

Cuando le pediste que saliera, miró a Colton y asintió.

-Lo haré. Usted… Jack, creo que debería ir en busca de los dos que han salido. Dudo que dispongamos de mucho tiempo.

Antes de irse, miró a Marion mientras esta se presentaba. De haber podido abrazarla, sin duda lo habría hecho, pero tendría que conformarse, al igual que había hecho con su hijo, con sonreír agradecida a la mujer que parecía haber acaparado su corazón.

-Yo sí que estoy encantada, querida. Cualquier mujer que lleve mi hijo en su corazón, irá también unido al mío. Y ahora, voy a ver qué se cuece allí fuera.

Martha salió y permaneció fuera no demasiado tiempo, pero sí el suficiente como para que al regresar, su rostro dejase claro la gravedad de la situación.

-He visto muchas veces la danza que están haciendo. Están honrando a los dioses por los manjares que van a recibir. Su muerte es inminente, capitán.

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08/03/2022, 19:35
Jack Colton

Jack había asistido a todo aquello con idéntica emoción al principio, pero conforme fueron pasando los minutos quedó más y más claro que... a) Bennet era un cerdo; b) Marion y Harry estaban en modo cursi al máximo y dentro de poco aquello sería una reunión de parejas; c) los nativos eran más peligrosos que navegar en una barca sin remos por unos rápidos.

Y por si todo eso no era suficiente, luego estaba todo ese rollo de la madre de Harry y cuanto estaba contándole, lo que complicaba todo aún más. 

Coltón agitó la cabeza cuando la madre de Harry se dirigió a él.

-Será mejor que lo haga, porque todo lo que están contando por aquí es demasiado complicado para mí. Yo soy un tío sencillo, incluso en mi versión fantasmal. Todo esto que están contando sobre artes ocultas, cráneos mágicos y proyecciones, me resulta tan incomprensible como si estuviese leyendo una enciclopedia. Así que iré a buscar a la pareja, a ver si ya han resuelto sus diferencias y podemos irnos.

Colton se dio la vuelta y salió de la cabaña, atravesando todo a su paso, sin inmutarse por lo que pudiera encontrar, pues se había hecho invisible nada más salir por la puerta, pensando en ello (o eso esperaba, al menos). Se concentró todo lo que pudo, se colocó delante de uno de los nativos, elevó los brazos... y nada.

Perfecto.

Cuando llegó a donde se encontraban, les gritó.

-Eh, creo que deberían ir volviendo ya. Me parece que tenemos un problemilla.

Pero el principal problemilla fue que Jack no se dio cuenta de que aún estaba en modo invisible... y no sabía cómo deshacerlo.

Vaya. Con lo fácil que había sido antes.

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08/03/2022, 21:16
Wolfram Wartenburg

El Coronel sonrió ante tus palabras, con gesto afable y confiado.

-Bueno, puede preguntarlo, por supuesto, pero como comprenderá, me temo que no puedo responderle -te dijo, mirándote de arriba a abajo.

Entonces le dijiste que estabas herido y él se puso en pie, como si se preocupase por tu estado.

-Oh, vaya. ¡Cuánto lo lamento! La verdad es que es difícil ser civilizado en un lugar como este. Por supuesto que tenemos un médico que le atenderá, y comida, porque sin duda estará hambriento. Lo único que tiene que hacer es indicarme en donde está su grupo exactamente y lo que han encontrado hasta ahora.

En ese momento entró un soldado llevando una bandeja llena de comida; carne de un aspecto increíble, patatas asadas, fruta, y un vaso con cerveza.

-Como puede ver, estamos bien aprovisionados. No nos importará ayudarle a usted y darle un buen lugar para que descanse -te dijo, con una sonrisa que empezaba a parecer cargante.

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08/03/2022, 23:20
Sgto. Harry Blackhorn

Los mimos que me profería Marion eran siempre bien acogidos. Estaba deseando encontrarme mejor para empezar a devolverle todo lo que estaba haciendo por mí. Aunque claro, ahora con mi madre delante, habían cosas que debían esperar.

- Sí, lo sé. Pero alguien tiene que hacerle ver a este cabezota lo que ha hecho. - Respondí a Marion. - Mac no sabe cual es la situación actual. Se ha ido pensando que él se quedará aquí como un dios, disfrutando de todas las mujeres que quiera mientras que la ha humillado y destrozado por completo. La mayor no sabe que este estúpido egocéntrico va a ser la cena de todos y cuando le descubra ya muerto... estoy seguro de que se hundirá más porque no entenderá porqué la trató así sabiendo que iba a morir. - Le expliqué a Marion, pero con la intención clara de que Bennet empezase a pensar.

- Los petates, los llevaremos vacíos en las mochilas. Yo creo que entrarán bien y quizás nos sirvan para más adelante. Eso sí, hay que salvar una camisa de la mayor... no creo que sea buena ida que vaya casi desnuda por la selva. - Continué hablando con Marion pasando de Bennet un rato.

- Tranquila. Me habéis cuidado muy bien las dos. Podré moverme. Ahora quien debe preocuparnos es Mac. No ha descansado nada, debe dolerle todo, por dentro y por fuera y no estoy seguro de que pueda correr. Coge una venda, princesa. Te diré como ponerla para que me hagas el cabestrillo.

Entonces soltó Bennet su discurso sobre las natillas.

- No se si es tonto, si se lo hace o si tiene miedo a lo que siente, pero creo que ahora mismo Mac no es que sea muy monógama que digamos. Hasta donde yo sé, está casada con alguien desde hace años, pero lleva quince enamorada de Rick y sin separarse de él y está con usted o lo estaba más bien. Ella no va a dejar a Rick y al igual que usted se cansará de ella como dice, ella se puede cansar de usted... si es que resuelve esto o quiere hacerlo.

Y mi madre asomó y nos avisó de la muerte del capitán. - Vale, mire que sencillo es esto para mí y para Marion. Solo tenemos que sentarnos y ver como se lo llevan y le cocinan. Tendremos unas horas más de descanso para mí y para Mac y estoy seguro que en ese intento lograremos huir todos. A fin de cuentas, a usted se le contrató para traernos aquí y ya cumplió con su cometido. Pero si no fuese porque sé lo que le dolerá a Sarah perderle sin tener una maldita y lógica explicación a su estupidez, si no fuese porque sé que si ve que se lo llevan a arrastras para sacrificarle intervendrá olvidándose de lo que la hizo durante el tiempo que intente salvarle la vida, le juro que no me movería de aquí.

Y los tambores empezaron a sonar y sonreí. - Esa es la mejor señal que podíamos tener. Si abrimos una puerta de este lado con el hacha, podremos salir por ella sin ser vistos. Las antorchas son fáciles de hacer. Aten la ropa a los palos. - Dije sacándoleos del petate. - Con dos bastarán. Dejen hueco para una bengala. Para encenderlas solo habrá que activar la bengala y esta hará arder la ropa. Así que mejor usasr pantalones.

Les dejé a Bennet y a Marion las antorchas. - ¿Qué tal se le da lanzar, Bennet? - Pregunté mientras sacaba las balas de las armas de los nazis y las envolvía en venda y esparadrapo, para que nos diesen unos segundos antes de detonar y salir disparadas. - Yo podría hacerlo, pero si usted tiene mejor brazo... es lanzar esta bola al fuego, donde estarán la mayoría reunidos. Fijo que más de una bala dará en alguno y le dejará en el sitio. - Miré a Marion. - Yo iré a la cabaña de al lado con la antorcha y la prenderé fuego y tú prenderás esta usando las tablas que quité en la entrada de la misma. Pensarán que nos estamos quemando vivos... o eso espero.

Después de aquellas explicaciones cogí el hacha y miré la pared. - Será fácil tirarla abajo. Están hechas con sogas y  lianas... - Y con el hacha comencé a cortar las cuerdas, mirando que el techo no se nos cayese encima. - A todo esto, Bennet... me alegra saber que no le gusta repetir comida. En las mochilas no hay variedad de alimentos en lata, así que supongo que cuando coma una, las demás las dejará para los que quedamos, por eso de no repetir... claro.

Y dejé de lado por completo a Bennet, tenía mucho en que pensar, debía darle muchas explicaciones a Mac y aclarse el mismo, así que respondí a Marion. - Henry Blackhorn, hijo único y heredero de la fortuna de los Blackhorn. Como ves, mi madre es incluso más joven que yo... así que les perdí a ambos a muy temprana edad, dejándome Thomas, mi padre,  bajo la tutela de Bob, nuestro mayordomo y fiel a la familia. Pasaron los años, Bob fue asesinado y yo ya era mayor de edad, pero estaba solo y perdido. Si bien es cierto que Bob se molestó en enseñarme como funcionaban las finanzas de la familia... yo era un adolescente que solo pensaba en chicas... Al final gasté toda la fortuna en mujeres, vida loca y me dejé arrastrar por la bebida. - Miré a mi madre. - No estoy orgulloso de ello y fui portada en alguna revista... no quería renunciar a mi apellido, porque era lo único que me quedaba vuestro y como solía firmar H. Blackhorn, me lo cambié por Harry.

» Logré esquivar así a la  prensa, de la manera más tonta. Me saque la licencia de detective cuando dejé el alcohol y con el tiempo logré encontrar a Bob o más bien él me mostró como encontrarle. Y ahora que sé que sabíais de artes mágicas... ojalá hubieses estado a mi lado mamá, pues puedo contactar con los espíritus, pero no lo controlo. De hecho... - Miré al egoísta del capitán, por seguir llamándole algo. - ¿Qué pasó con el antiguo jefe de la tribu tras su llegada? ¿Vive? Si le dejo que me posea... quizás podamos dialogar... - Dije no muy convencido de ello y más aún cuando todo el plan estaba en marcha.

Solo faltaba que Jack diese con Jester y Sarah y que esta estuviese mejor... pero me preocupaba como íbamos a sacarla de allí. Y recordé entonces que Bennet dijo que no era un inútil cuando le di el arma. - Veremos si es un inútil o no cuando aparezca Mac. Porque ella es su talón de Aquiles. Le duelen las pelotas de tanto sexo y aún tuvo esa erección cuando la vio acercarse a usted, Bennet. Hágase un favor, deje de engañarse y por lo que más quiera, no la engañe más a ella. Solo le recordaré una cosa más... cuando Astrid le apuntó con el arma por la espalda, ¿quien le apoyó? ¿Quién le dio protección militar para que nadie le tocase ni un solo pelo? ¿Acaso a ella le importó la imagen que estaba dando por salvar su pellejo? Mientras no se acerque a mi princesa, puede seguir siendo un capullo y un cabrón desalmado, pero amó una vez y sabe lo que es... si quiere inventarse excusas para seguir dando esa imagen tan ridícula que tiene adelante. Pero no joda a quien le quiere y a quien usted quiere también.

Y en ese momento logré cortar las sogas y retirar una pieza lo suficientemente amplia para usarla de puerta. Miré por si había alguien antes de retirarla del todo.

- Vale, esto tiene que ir más o menos sincronizado. Yo saldré por la parte de atrás de la cabaña y cruzaré a la otra, la prenderé fuego y volveré. Como será por detrás, tardarán un poco en darse cuenta, pero la antorcha se quedará allí. A mi regreso, si usted Bennet no es buen lanzador, lanzaré yo la bola de balas al fuego de la hoguera donde están reunidos todos y entraré en la cabaña de nuevo. Entonces dejaréis caer las maderas que he quitado, pondréis la leña y prenderemos fuego a la entrada, saliendo por el hueco de atrás. La antorcha durará unos diez minutos como mucho y solo servirá para hacer arder hierbas secas, salvo que se arroje y deje en un sitio con leña seca... a los  que se acerquen mucho, tendremos que dispararles... ¿alguna pregunta?

Y miré a Bennet y a Marion. Esperaba que al menos esta vez preguntase por Mac antes de hacer nada. - Pues ayúdame a ponerme la mochila y mete el hacha en ella. Dije asegurándome que mi arma estuviese cargada y cogí una de las antorchas, dejando en el suelo de la cabaña la bola de balas. - Que arda en su fuego, no en el nuestro. Y besé a Marion con pasión. - No olvides el maletín, princesa. Mac tiene a dos pacientes y con ella a tres. Espero que no tenga a más después de esto. Aunque no sé si estará dispuesta a sanar aquien tanto daño le ha hecho.

Bob siempre decía lo mismo. Era un maldito boyscout hasta que alguien jodía a quien apreciaba. Pero normalmente no apreciaba a nadie así que... no era normal verme así contra nadie. - Si me descubren... - Miré a Bennet, -... lance la maldita bola al fuego, prended la cabaña y salid de aquí. Yo os alcanzaré después.

Dicho esto, me acomodé el sombrero en la cabeza y me aseguré de no ser visto, pasé por la parte trasera de la cabaña con la antorcha apagada en mi mano, mientras que llevaba el brazo en el cabestrillo que me hizo Marion. Pude ver la fiesta que estaban montando y crucé de una cabaña a otra tan rápido como pude.

Luego encendí la bengala y me aseguré de que la ropa ardía. Me jodía tener que confiar en Bennet después de lo que le había hecho a Mac. Puse la antorcha de tal manera que el fuego subiese y acerqué algunas ramas y hojas secas a su base. No sabía que tenían en aquella cabaña, pero me daba igual, iba a arder hasta los cimientos. Luego volví a la esquina y miré antes de volver a cruzar y reunirme con Marion y el cabrón de Bennet.

- Tiradas (2)

Notas de juego

Dejo las tiradas hechas, por ahora dos (o sigilo solo), para la vuelta otras dos si Bennet no tiene que lanzar la bola de balas porque le vean.

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09/03/2022, 00:46
Mayor McDuncan

Bennet. Solo escuchar su apellido me producía dolor y malestar y más aún cuando salía de boca de Rick. ¿Cómo podía perdonarme aquello? Sabía perfectamente como se sentía, porque yo lo había vivido durante años con cada mujer con la que salía, con cada una de las que me hablaba y tenía que ocultar el dolor y sonreírle para no estropear lo que había entre nosotros. Y mis ojos se quedaron fijos en él.

- ¿De verdad jamás estuviste con ninguna de ellas? - Me atreví a preguntar al fin, aferrada a él mientras caminábamos de regreso al campamento. - ¿Ni con aquella que creí que te casarías con ella? ¿Esa por la que te alejaste de mí durante... una eternidad e hizo que Coverley me pidiese en matrimonio?

Y ahí fue cuando el aviso de Coverley en Rusia cobró sentido. El tiempo que estuviste con la enfermera ni te pasaste a dormir con Sarah, ni fuiste a verla. Ella debió  buscar refugio en los brazos de Coverley y este no se lo negó. De hecho, fueron muchas noches hasta que os mandó de misión por sorpresa para ambos. Ahí debió ser cuando optó por no quitárte la una vez y la siguiente casi lo consigue, si no llega a fallecer.

Pero su muerte fue lo que te hizo volver a su lado. Ella no te dijo nada de que había muerto, te enteraste por un superior, que comprobó tu ficha y te lo dijo. Debía de estar realmente dolida y sentirse sola en aquel momento como para no buscarte. Debía tener el mismo miedo que tenía ahora con Bennet, el de encontrarte con aquella mujer besándoos o con actitud cariñosa. Algo que entonces no sabías, pero que ahora eras consciente de que la hubiese matado.

Pero Bennet volvío a nuestra conversación. - ¿Y de qué me servirá decirle que le quiero delante tuyo? Ya lo hice y ni se inmutó, no dijo nada... Se le ha subido a la cabeza que es un dios, tiene donde meter, sean buenas o malas, le dará igual... le tratarán como a un dios. ¿Realmente crees que me merece la pena pelear por él sienta lo que sienta si al que amo de verdad le tengo a mi lado? Yo solo sé que ahora él me duele, que no quiero verle, que no tengo fuerzas ni para caminar, como par enfrentarme a él de nuevo. Solo quiero un rincón donde la luz no nos moleste, mi vida, poder recostarme sobre ti y descansar para marcharnos de aquí cuanto antes. Él solo será un cabrón que me engañó, me hizo ver que era otra persona, que realmente tenía sentimientos y que le importaba, cuando no era más que un lugar donde descargar...

Y en ese momento me di cuenta. - Mierda, mi vida... aquí si que la cagué... a pesar de la cantidad de veces que lo hemos hecho los dos, buscando ya a nuestro hijo... cabe la posibilidad de que sea suyo... - Le dije avergonzada. - No quería decírtelo, salvo que saliese con sus ojos... pero creo que es justo que lo sepas ya. Lo lamento, lamento estar haciéndote tanto daño diciéndote la verdad. - Y comencé a llorar levemente.

- Siempre puedes hacer lo que hizo John conmigo cuando se enteró de que estaba embarazada de él...* - Era la primera vez que se lo contaba. Hasta entonces Rick jamás había sabido nada sobre esto. - Me dio tal paliza, me golpeó tantas veces en el abdomen, que me hizo abortar... ya estaba de dos meses y medio más o menos... así que... podré superarlo a tu lado... eso o le damos en adopción. No quiero nada que me recuerde a tan miserable ser humano.

Lo que le estaba pidiendo era una barbaridad, una locura. Podía ser de Aloyssius o de Rick o ni estar embarazada aún y estaba pidiéndole que me generarse un aborto por paliza por si acaso. Estaba claro que mi cabeza no funcionaba bien. El palo recibido al llegar al poblado fue demasiado para mí y ya no pensaba con claridad.

Y entonces me dijo que estaría a mi lado cuando hablase con Bennet. - ¿Estás seguro? Te dolerá lo que le tenga que decir y quizás hasta proponga estupideces si me calmo... pero tú tendrás voz y voto en ellas, porque si vamos a estar juntos en esto, tu palabra contará para mí como si fuese ley, pues solo tú sabes hasta donde puedes aguantar. Pero necesitaré un par de días al menos, si es que aquí existe eso, porque el sol no se mueve de ahí arriba... de verdad, necesito descansar, que el dolor se atenúe y ser capaz de mirarle y hablarle sin ganas de romperle la cara... y en ese tiempo no tenerle cerca ni verle con sus mujeres, porque no lo soportaré y lo mejor será irnos y dejarle allí... - Y guardé silencio.

- De todas maneras es lo que quiere, ¿para qué decirle nada que nos acabe doliendo a ti y a mí, mi vida? De haberle preocupado algo, hubiese salido a ver como estaba al menos y ni eso hizo... se quedó tan feliz en su castillo...

Y el cansancio era cada vez más grande y me costaba moverme por aquel terreno y a pesar de la pausa para el beso de Rick, me costaba ya caminar. - Creo que dormiré catorce horas seguidas... en cuanto me pongas el vendaje compresivo y podamos estar lejos, muy lejos suyo... dormiré lo que no he dormido en mi vida.

Y eso fue lo que me animó a seguir caminando, apoyándome en mi amando, quien sin duda cada vez notaba más mi peso en su cuerpo, pues cada vez me costaba más moverme por allí y el cansancio me estaba llevando a un extremo en el cual no recordaba haber estado nunca, salvo quizás en Rusia.

- Pase lo que pase, te voy a amar siempre, mi vida. - En mi voz se notaba el cansancio. - Lamento haber dudado de ti, pero es que después del palo de Bennet... se le acabó llamarme Sarah. Durante las horas que estemos allí, que espero que sean pocas, si llego a hablar con él de algo, será para decirle que me llame mayor o doctora McDuncan. No se merece ni que me llame Mac.

Y Rick no era tonto y pudo ver hasta que punto me había hecho daño y estaba resentida con él. No había nada que arreglar, él estaría allí y nosotros en un tiempo siguiendo nuestro camino. Mi preocupación por si estaba bien o no ya había quedado más que cubierta de dolor y eso iba a costarme mucho tiempo de recuperación. Y entonces me detuve un momento y el miré a los ojos. - Mi amor... ¿por qué quieres que hable con él y le diga lo que siento? Si fuese a venir con nosotros aún tendría algo de sentido, aunque no se lo encuentre porque deberías estar feliz de que no quiera ni verle... pero sabiendo que se queda, sabiéndolo él... solo me aplastará más.

Y me abracé temblando a Rick. El miedo y la inseguridad habían vuelto. El trato de Bennet me había consumido y ahora le temía más que a cualquier bestia que nos encontrásemos en aquel lugar. Acaricié el rostro de mi amado y le besé en los labios. Hasta ahí se notaba mi temblor y mi cansancio. - Sigamos. Quiero descansar ya... porque en cuanto lleguemos, no pienso ni levantarme, no tendré fuerzas más que nada para ello. - Bromeé pero decía la verdad. Todo el dolor, el de la caída y el que me habían generado Rick y Aloyssius me estaban pasando factura, al igual que cargar con Harry hasta allí.

Solo necesitaba poder dormir.

Notas de juego

*Me da que Sarah no se divorcia, se queda viuda xDDD