Partida Rol por web

Expedición al castillo de Ravenloft

2 de diciembre del año 750

Cargando editor
29/06/2016, 11:14
Parriwimple Indirovich

- Parriwimple poder ir junto Urik si pasillo gruta suficientemente grande. Así no poder atacar gente mala a Helene y a Ivalic, si se quedan fuera Arik y Vjelkus.- dice el gigantón mientras mira hacia arriba, buscando de forma evidente arpías o cosas malas con alas. 
 

Cargando editor
29/06/2016, 12:45
Helene

-Ey, campeones. Sé que estáis ansiosos de aventuras y demás pero, ¿no sería mejor idea ver la causa por la que el caudal es tan bajo y dejar la cueva para después? Pero si estáis decididos a entrar parece que tengo las de perder. Lo mejor sería hacer bien las cosas. Ocultar el carro entre el follaje, a un lado del camino, y marchar todos juntos, Arik y Vjelkus incluidos. Si Layla está en la cueva, quiero que Arik esté allí. Cuantos más seamos, mejor. Nada de separarnos -declaró sacando el carro del camino para ocultarlo entre los árboles y matorrales.

Cargando editor
29/06/2016, 13:01
Parriwimple Indirovich

Las palabras de Helene hacen que Parriwimple se detenga, confuso, y mire ora a esta, ora a Urik. Finalmente una de las palabras de Helene parecen incidir en algún concepto primario que los acontecimientos luctuosos recientes parece que han conseguido que penetre en la mente del gigantón.

- Juntos mejor separados. Parriwimple tonto, pero pensar ser verdad.

Cargando editor
29/06/2016, 16:04
Herr Urik von Teudeldorf

- "De acuerdo pues, ocultemos el carro." - Comienzo a cortar ramas y arbustos para ayudar a tapar el carro entre todos lo mejor que podamos mientras Frau Helene lo dirige a un lado del camino, tras los matorrales.

- "Iremos todos juntos a la cueva.

Parriwimple y yo primero, codo con codo. Frau Helene detrás de Parriwimple y tú Ivalic detrás de mí con tu antorcha. Cerrarán la marcha Vjelkus, con otra antorcha, y Herr Arik.

Frau Helene, en primer lugar vinimos a este lugar en busca de Layla, y ese parece un magnífico escondite para ella, una vez que recobrara el sentido con la llegada del alba.

En el peor de los casos, no encontraremos nada ni a nadie y habremos perdido algo de tiempo.

Si seguimos avanzando y retiramos la obstrucción del río, esta caverna volverá a quedar inundada y ya no podremos explorarla. Y si hay alguien ahí dentro escondido podría ahogarse. Es mejor que nos aseguremos primero que la caverna está deshabitada." -

Una vez hemos dejado el carro oculto y a los animales atados y con alimento para que permanezcan tranquilos, avanzamos junto a la cueva.

A la entrada enciendo las antorchas de Ivalic y de Vjelkus y después me preparo, embrazando el escudo en el brazo izquierdo y empuñando la espada de Frau Ashlyn en la mano derecha.

Cargando editor
29/06/2016, 19:03
Arik

Yo no me preocuparía porque la cueva se inundase, Urik. Está a media altura del acantilado. Con el Ivlis fluyendo con normalidad, seguiría estando por encima del nivel del río, tras la cortina que formase el agua al caer. Pero sí, también tengo ganas de ir y comprobar si mi hija está allí.

Se las prometían muy felices, pero ya antes de entrar en la cueva tuvieron sus problemas. Parriwimple les dió el alto. Desde la arboleda hasta la cornisa había un pequeño claro de hierba verde, delimitado a la derecha por una pared de roca y unos grandes arbustos, y a la izquierda por el borde del acantilado y, más abajo, tras una importante caída, el lecho seco del río. En el espacio entre los arbustos y el despeñadero, montando guardia, un lobo huargo se mantenía con porte belicoso.

Pero es que más allá, más difíciles de ver por el cambio de rasante, otros tres huargos distraídos devoraban la carne de un gran jabalí. Total... cuatro huargos. Uno para cada uno de los adultos del grupo. Una pelea justa, pero de la que iban a salir bastante tocados. En ese momento, el aire cambió de dirección. El huargo que vigilaba empezó a gruñirles, aunque sin abandonar su posición.

Nos ha localizado. Esa es la manera amable de un huargo de que no nos metamos en su territorio-bromeó el posadero-. No estoy seguro de querer exponerme hasta el punto de averiguar cual es la manera brusca.

La amenaza estaba ahí. Si querían explorar la cueva, debían acabar primero con la vida de esos cuatro huargos.

- Tiradas (1)

Motivo: Avistares

Tirada: 6d20

Resultado: 1, 7, 12, 20, 3, 7 (Suma: 50)

Notas de juego

Si optáis por atacar, desde la arboleda en la que estáis hasta el huargo guardián hay 30'. No hay asalto sorpresa, porque os ha olido, pero actuáis primero vosotros porque el huargo no se arriesgará a iniciar la escaramuza.

Cargando editor
29/06/2016, 19:42
Director

Además de los cuatro huargos, Parriwimple observa un quinto enemigo: un lobo terrible, esto es, un lobo el doble de grande de lo normal, un lobo del tamaño de un caballo. Está a la sombra, oculto en el interior de los arbustos, a la izquierda del huargo guardián, una especie de rey lupino de la manada. Parriwimple deberá encontrar las palabras para explicar a sus compañeros la existencia de la quinta amenaza.

Cargando editor
29/06/2016, 19:53
Ivalic Yannof

Ivalic caminaba prudente tras Herr Urik y cuando se acercaron y vieron los enormes lobos se paró en seco y tragó saliva. Tiró de la capa chula y guay del caballero para llamar su atención.

-Herr Urik... Creo que Arik tiene razón, va a ser mejor que nos vayamos, no creo que nadie pueda entrar en la cueva con esos lobos.

Prefirió no pensar en que Layla o Gertruda lo hubieran intentado porque el resultado sería fatal. El niño esperó a que los adultos tomaran una decisión.

Cargando editor
29/06/2016, 20:35
Herr Urik von Teudeldorf

- "Si esos huargos están ahí montando guardia es por algo, Ivalic. ¡Yo digo que ataquemos y que lo hagamos ahora!" -

Notas de juego

Me dispongo a cargar en cuanto vea que Parriwimple se lanza a la carga conmigo.

Cargando editor
29/06/2016, 21:34
Parriwimple Indirovich

- Parriwimple creer no poder con cinco. Haber otro más grande que Parriwimple ver. Lobos no atacar y no ser... como esas cosas malas. Comer jabalí, no persona. No querer coman Parriwimple ni amigos.- explica como buenamente puede el gigantón.

Cargando editor
29/06/2016, 22:10
Herr Urik von Teudeldorf

- "Parriwimple, los huargos no son como los lobos corrientes. Atacan a los humanos también. A quienquiera que pase por este camino en dirección al puente, o a pescar al río. Y ese huargo más grande que ves, seguro que es una criatura maligna.

Creo que si destruimos estos seres tan sólo estaremos haciendo un favor a las gentes inocentes de Barovia, contribuyendo a que el camino sea un poco más seguro para ellos.

Además, se interponen entre nosotros y la cueva que queríamos investigar.

Yo digo que ataquemos, y que lo hagamos ahora. Todos a una en un esfuerzo conjuntado. Podemos hacerlo. Si no conseguimos esto, ¿de qué modo acabaremos con otras amenazas peores como los necrarios del cementerio de Barovia?" -

Cargando editor
30/06/2016, 00:19
Parriwimple Indirovich

Parriwimple abre la boca, dispuesto a discutir. Pero vuelve a cerrarla. El pobre está convencido, realmente convencido, que hace un instante sabía la respuesta por la que no era buena idea la afirmación de Ser Urik. Pero la ha olvidado por completo. Con gesto confuso mira, primero, a Urik y luego a Arik y a Helene.

Cargando editor
30/06/2016, 02:03
Helene

-Y el hombre ataca al hombre. ¿Vas a matarlos a todos, Urik? Lo más probable es que esa cueva sea su guarida y lo que ahí devoran no es sino el jabalí que han cazado, algo que muchos campesinos agradecerán visto lo que los sin duda malignos jabalíes hacen con sus malignas cosechas. Así que dejemos la maligna cueva para otro momento y a sus malignos huargos, subamos a nuestro maligno carro que aplasta gusanos y partamos para ver qué ocurre en lo alto del maligno río que cuando se desborda, inunda cultivos y ahoga a personas. Como decía Arik, la cueva seguirá siendo accesible y podremos regresar una vez visto qué ocurre en la cabecera. Y somos cuatro que opinan lo mismo, amigo mío. Así que retrocedamos -dijo dando media vuelta y emprendiendo el camino de vuelta al carro.

Cargando editor
30/06/2016, 05:16
Ivalic Yannof

Ivalic comenzó a guardar la antorcha en la mochila, no parecía que fueran a atacar a los lobos en aquella situación. Entonces Herr Urik respondió con firmeza su deseo de atacar así que volvió a sacar la antorcha.

Parriwimple tiene razón.

La antorcha volvió a meterse en la mochila pues no la ivan a utilizar.

Herr Urik está en lo correcto, esos lobos podrían atacar a alguien y son un peligro para el pueblo.

La antorcha volvió a salir al exterior, pero entonces intervino la Señora Helene dando otro argumento bastante convincente. La antorcha volvió al interior de la mochila, pero ¿Durante cuanto tiempo? Ivalic se quedó mirando a los adultos esperando que tomaran una decisión final.

Cargando editor
30/06/2016, 19:43
Herr Urik von Teudeldorf

- "Vaya, esta parece una decisión de esas en la que al final se desvela que ninguna opción era buena.

Esta bien, sigamos nuestro camino por el puente a ver qué podemos descubrir sobre lo que está taponando el cauce del río. Espero que en el futuro tengamos otra ocasión de investigar esta cueva." -

Cargando editor
30/06/2016, 22:20
Cástor

El grupo se replegó y quitó todas las ramas que había puesto para tapar el carro. Los malvados lobos huargo no les siguieron. El viaje se reemprendió con normalidad. Cuando las ruedas del carro giraban sobre el puente, Helene volvió a mirar a la boca de la cueva, pensativa. La cornisa era bastante estrecha. Un hombre adulto tendría que pegar el pecho a la roca para no caer, así que dificilmente los huargos podrían recorrerlo a cuatro patas y refugiarse en la cueva. No. La cueva no era la guarida de los lobos. Pero lo que albergaba se quedaría allí escondido por un tiempo más...

De nuevo el vehículo abandonó el camino. Esta vez para ascender por las faldas de los montes Balinoks. La nieve empezó a hacer la subida lenta, mientras las ruedas del carro trataban de abrirse paso. Un poco más arriba lograron confluir con el cauce del Ivlis, aún igual de seco. Algún árbol esporádico, derribado y abandonado o arrastrado por el interior del río, aguardaban serenos sin llegar a obstruir el paso del agua.

Unos minutos de viaje después, el suelo empezó a temblar...

¡POM! ¡POM! ¡POM!

A unos cien pies aún más lejos, un montón de troncos puestos de cualquier manera hacían una muralla, una presa imperfecta. Entre las ramas aún se colaba el agua del Ivlis, en minúsculas cantidades, manteniendo un fino arroyo por el cauce seco.

Un árbol surcó el cielo para aterrizar con un gran estruendo en lo alto de la muralla de árboles. Los árboles crujieron, dejando escapar un escupitajo más de agua del río. El impulso hizo que uno de los troncos se desprendiera, y rodara por el lecho una veintena de pies más abajo.

¡POM! ¡POM! ¡POM!

Se aproximaron con cuidado. Un ogro daba sus últimos y sonoros pasos hasta un árbol, lo abrazaba, y tiraba de él para arrancarlo de raiz.

Hermano Pólux, lanzar árboles ser divertido. Amo Kavan ser mejor amo que Ama Eva.

Cargando editor
30/06/2016, 22:38
Pólux

¡POM! ¡POM! ¡POM!

Un segundo ogro surgió tras una arboleda, con otro árbol bajo el brazo.

Lanzar árboles ser aburrido, hermano Cástor. Amo Kavan ser peor que Ama Eva-le replicó Pólux.

Cargando editor
30/06/2016, 22:40
Cástor

Hermano Pólux tener razón. Amo Kavan ser peor que Ama Eva. Antes vigilar para Ama Eva y ser divertido.

Cargando editor
30/06/2016, 22:42
Pólux

Noooo... Ama Eva ser peor que Amo Kavan. Antes vigilar para Ama Eva y ser aburrido, hermano Cástor.

Parecía que los dos hermanos ogros no se ponían de acuerdo ni entre ellos ni consigo mismos. Pólux alzó el árbol que había arrancado y lo sostuvo como una lanza. Después lo tiró a la presa. El lanzamiento se quedó corto, en un sonoro splash, y el tronco flotó lentamente hasta unirse al muro de árboles.

Cargando editor
30/06/2016, 22:59
Herr Urik von Teudeldorf

Detengo la marcha en cuanto percibo a los dos Ogros y miro fijamente a Frau Helene con una mirada significativa.

Cargando editor
01/07/2016, 09:22
Ivalic Yannof

Ivalic guardó definitivamente la antorcha en su mochila y regresó al carro para reenprender la marcha con el grupo. Un poco más arriba en el camino pudieron descubrir el motivo de que el caudal del río estuviera tan disminuído.
El niño abrió mucho los ojos y la boca al contemplar a aquellas criaturas a las que solo había visto nombrar en sus cuentos. Eran enormes y por la facilidad que movían los troncos de árboles parecían también muy fuertes.

-¡Alaaaa! ¡Dos ogros enormes! ¿Los habéis visto? Parriwimple ¿Tu puedes mover árboles así también?

El pequeño estaba calculando las posibilidades de enfrentarse a aquellos seres para poder volver el cauce del río. Quizás la lucha no era una buena opción, aunque por lo que escuchaba aquellos seres hablaban, aunque no se ponían de acuerdo, lo que al niño le causó cierta gracia.

-¿Les estáis escuchando? ¡Nunca se ponen de acuerdo! jijiji. Son muy graciosos.

¿Podrían utilizar eso en su contra? A Ivalic tampoco le parecían unos seres muy inteligentes, quizás con las palabras adecuadas podrían engañarles.

Me pregunto porqué ya no trabajan para Madame Eva y ahora trabajan para Kavan.

Ninguno de los dos era una buena opción, sin lugar a dudas, pero le intrigaba el cambio de bando, sin dudas a Madame Eva no le habría hecho ninguna gracia aquello.