Partida Rol por web

Expedición al castillo de Ravenloft

Retazos en la noche del 28 al 29 de noviembre del año 750

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19/05/2015, 16:57
Herr Urik von Teudeldorf

Asiento con tristeza.

- "Se lo agradeceríamos enormemente, señora. Mis propios poderes curativos son demasiado débiles como para suponer realmente alguna diferencia.

Estamos en el momento presente un tanto atribulados por la derrota y la dificultad, y además carecemos de ley, orden y un liderazgo que merezca tal nombre." -

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19/05/2015, 18:13
Ivalic Yannof

La entrada de dos personas captó la atención del niño, eran sin duda los acompañantes de Helene, una pareja joven que iban a tener pronto un niño pues ella estaba embarazada.

-Hola, me llamo Ivalic. Dijo a los recién llegados mientras saludaba con la mano. ¡Bienvenidos!

Dejó que los recién llegados se sacudieran un poco la lluvia que empapaba sus ropas y volvió a prestar atención a la conversación de sus amigos, esta vez era el cuervo que había traído Herr Urik el que parecía saber la respuesta, desde luego era un cuervo muy listo.

-¡Es culpa del Conde sí! ¡Seguro! Pero no te preocupes, seguimos pensando en detenerlo, Arik dijo que nos iba a ayudar.

No era un guerrero pero era lo mejor que tenían ya en el pueblo, el resto no estaban dispuestos a jugarséla contra Strahd.
Asintió a las palabras de Helene y soltó su mano para que pudiera seguir a Arik hasta sus nuevas habitaciones.

-Yo también duermo aquí, en el piso de arriba junto a mi madre y mi hermana pequeña. El pueblo estaba lleno de zombis y la mayoría vino aquí a refugiarse, pero ya están casi todos muertos.

Seguro que eso tranquilizaba a los recién llegados, al menos no se habían encontrado rodeados de zombis en cualquier calle como les habría pasado un día antes.

-¿Es usted enfermera Señora Helene? Si es así creo que aquí no le faltará trabajo, estos días lo que sobran son heridos. Por no hablar de los muertos o los que se habían convertido en zombis.Mi madre está enferma, pero no se la puede curar con medicinas, la maldijo una gitana que se llama Jackie Monosequé y tengo que encontrarla para que se la quite o mi madre morirá. ¿Por casualidad habréis visto un carromato por el camino?

Había que probar suerte y si los viajeros habían visto algo sería una gran noticia, si no, pues estarían igual que antes y no perdían nada. Pero todo el tema de las heridas y curaciones le había dado una idea al pequeño Ivalic. Dio unos pequeños saltitos con la mano levantada como cuando en la escuela la profesora hacía una pregunta y quería responder.

-¡Herr Urik! ¡Herr Urik! ¿Me deja que intente algo? ¿Se acuerda de como curaba Madame Eva? Creo que puedo intentar hacer lo mismo, no se si funcionará, pero no perdemos nada por probar. ¿Quiere que lo intente?

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19/05/2015, 19:45
Herr Urik von Teudeldorf

- "Claro, Ivalic." - Sonrío débilmente, casi sin fuerzas para nada, tal vez lo mejor sea volver a la cama, casi me siento como si volviera a estar en la tumba del Enterrador.

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19/05/2015, 20:21
Arik

-Yo soy Arik -dice el posadero con una sonrisa despojada de toda alegría-. Y mi casa es vuestra casa. Os acompañaré a vuestras habitaciones y prepararé algo de comer rico y saludable para que tanto la señora -y hace una leve reverencia hacia Stara- como el tesoro que lleva dentro reciban algo de calor.

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19/05/2015, 21:41
Helene

-Haré cuanto esté en mi mano. No concibo desatender a quienes necesitan ayuda y la merecen -dijo dirigiéndose al caballero-. Y no, jovencito, no soy una enfermera aunque dispongo de ciertas habilidades que llegado el momento podrás ver en acción. Veo que eres curioso pero también temerario. No hagas nada cuyo resultado desconoces o podrías empeorar aquello que tratas de resolver. Piensa primero y actúa después -comenzó a subir las escaleras-. Volveré en unos minutos. Me gustaría ver a tu madre y escucharos a todos y cada uno de vosotros. En cuanto a lo que preguntabas, me temo que no hemos alcanzado a ver carromato alguno. Aunque por lo que dices, supongo que esa gitana era una vistana, ¿no?

No esperó a la respuesta, siguiendo a Arik hasta la habitación que este le indicara. Mostraba un gesto concentrado, como si tratara de remover el polvo de sus recuerdos a la búsqueda de algo. Quizá solo pensaba en que se limitaría a asearse rápidamente y secarse el cabello con un lienzo seco. Hacía tiempo que la coquetería no era un rasgo propio de Helene.

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19/05/2015, 21:55
Helene
- Tiradas (1)

Motivo: Saber religión

Tirada: 1d20

Resultado: 13(+6)=19

Notas de juego

Tirada acerca de maldiciones gitanas y remedios a las mismas. Espero que sea correcta.

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20/05/2015, 06:19
Viktor Litmunova

Según los conocimientos de Helene, hay tres maneras de romper una maldición vistani: que la gitana que lanzó la maldición deshaga el mal de ojo, que esa gitana muera, o que se cumpla la cláusula de salvaguarda (la pequeña letra contractual, que normalmente se basa en retractar la ofensa cometida, pagar lo debido, cumplir lo prometido...).

¡Muchas gracias, Arik! Gracias a ti también por ocuparte del carro, Parriwimple. Nuestras cosas están atrás, bajo una lona. Ven, cielito... te ayudaré a subir las escaleras.

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20/05/2015, 06:26
Stara Litmunova

Para llevar el carro a los establos, que estaban fuera de la plaza atrincherada, Parriwimple debería deshacer el rodeo que en la batalla de ayer Urik hizo para entrar en la plaza sin trepar la mole de maderos: pasar por delante del callejón lleno de cadáveres sin quemar, izquierda, izquierda, izquierda, hasta la calle que lleva de la plaza a la iglesia y el cementerio.

Oiiiiiiih... Este niño es para comérselo, ¿verdad que este niño es para comérselo, bizcochín? Hoooola, Ivalic. Yo me llamo Staaaara... y él es Viiiiiktor. Menuda imaginación tienes, pequeñín. Seguro que a todos esos "zombis" que hay allá afuera mi maridito puede asustarles con su martillo de carpintero, así que duerme tranquilo, ¿vale?

Stara le guiñó un ojo al niño, pero como si fuese un rasgo de cariño demasiado liviano para ella, también alzó su gorra y le revolvió el pelo con la mano antes de volver a ponerla sobre la cabeza de Ivalic.

Al acompañarles arriba, Arik se encontró a Elenya en medio del pasillo, temblando de miedo y blandiendo un candelabro que no pertenecía al establecimiento. Debió "cogerlo prestado" de la mansión de Irina. Al ver las caras amables de los dos recién llegados, los llevó a una habitación.

¡AAAAAAAAAAAH!

Arik bajó las escaleras corriendo. El grito procedía del exterior de la Viña de Sangre. En la planta baja, todos volvieron la cabeza hacia la calle, salvo Parriwimple que ya había salido para levantar la lona del carro para traer el equipaje.

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20/05/2015, 06:43
Vjelkus

Por la puerta entró un niño gordo, que no se parecía a ninguno con los que Ivalic jugaba o iba a la escuela. Estaba mojado, pues el agua de la lluvia había calado la lona y había llegado hasta sus huesos cuando viajaba escondido en el carro de los Litmunova de polizón.

¡Socoooooorrroooo! ¡Un gigante! ¡Un gigante! ¡Mamaaaaaá!

Huyendo de Parriwimple, terminó agarrándose a la cintura de Helene. Parece ser que Vjelkus la había desobedecido, y en lugar de quedarse en casa, les había seguido hasta aquí.

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20/05/2015, 09:00
Herr Urik von Teudeldorf

Sentado en una confortable silla de la planta baja de la posada, el cansancio comenzaba a hacer su mella y poco a poco notaba que me iba costando más y más permanecer despierto, pese a los gritos de los nuevos invitados. Una parte inconsciente de mi ser me decía que podía relajarme un momento, que en realidad ningún inocente corría peligro.

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20/05/2015, 11:07
Helene

Concentrada en lo que fuera que estaba tratando de recordar, apenas fue consciente del intercambio entre los dos enamorados pero el súbito grito hizo que se detuviera en su ascenso a la habitación y volviera la cabeza en dirección al ruido. La boca de Helene se abrió al ver a su hijo pequeño y los ojos compitieron con la boca para ver quién se abría más. En los breves segundos en que Vjelkus acabó abrazado a su cintura, se preguntó cómo era posible que estuviera allí pero tan pronto sintió su contacto, supo que había estado escondido en el carro durante todo el viaje. Helene acabó sumergida en un huracán de emociones encontradas. Miedo, alivio, enfado...

-¡PLAS! -la bofetada resonó con fuerza en toda la habitación y la sombra de los cinco dedos refulgió roja en la mejilla de Vjelkus. De seguido, Helene cayó arrodillada ante su hijo y lo estrechó con fuerza-. ¡Qué has hecho, Vjelkus! ¡Qué has hecho, hijo mío! -el pequeño podía sentir el temblor de su madre. El miedo que no experimentaba por ella misma, ahora lo sentía por él. Sin saberlo, Vjelkus había complicado y mucho la vida de su madre.

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20/05/2015, 12:15
Parriwimple Indirovich

Parriwimple se había quedado atónito al escuchar los gritos del niño. De hecho, aunque era verdad que en alguna ocasión, algún forastero había podido confundirse al verlo, eran tan escasos los forasteros, y la mente de Parriwimple tan poco dada a recordar, que había olvidado esos momentos, con lo que el susto del niño le llenó de preocupación, y se dispuso a buscar al gigante, aferrando con fuerza su garrote.

Gigante, ¿dónde?- dijo mientras miraba a uno y otro lado, a pesar de sus heridas. Sin embargo, no había nadie, y a pesar de forzar la vista, no pudo ver nada. Nuevamente confuso, terminó aceptando que el niño se había equivocado, o había querido gastarle una broma. Parriwimple sonrió y llevó el carro al establo, tomando el pesado equipaje con absurda facilidad y caminando lentamente hasta el interior de la posada, a tiempo para ver a Helena, temblando, y abrazando a su hijo- Pequeño amigo asustarse, y creer haber gigante. Pero no gigante, Parriwimple no verlo.- explica torpemente con el equipaje al hombro, parándose antes de subir la escalera- Mujer buena algo mayor recién llegada no tener que preocuparse. Nadie haber hecho daño a su pequeño.

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20/05/2015, 18:31
Ivalic Yannof

-¡Bien! Respondió satisfecho cuando Herr Urik le dio permiso, pero ante las palabras de Helene se quedó a medio camino y guardó sus manos detrás de la espalda, como si no se atreviera a hacer nada. Sí, era una gitana vistani, pero no vivía en el campamento, allí ya no queda nadie, o se convirtieron en zombis o se largaron lejos.

Ivalic no quería hacer ningún mal, como mucho lo único que pasaría si lo intentaba y no lo conseguía era que no pasaría nada, o al menos eso esperaba. Solo cuando Helene desapareció por la escalera se dispuso a seguir con lo que tenía en mente, al menos hasta que la joven embarazada que había entrado se acercó y comenzó a hablarle como si tuviera seis años, aunque no le importó porque parecía que le hablaba así a todo el mundo.

-Hola Staaaara y hola Viiiiiktor. Repitió Ivalic pronunciando los nombres exactamente como ella los había dicho. Y sí, tengo mucha imaginación... Pensó que era mejor dejarlo así, todo el mundo sabía que no era bueno darle disgustos a una mujer en ese estado, además ya casi no quedaban zombis en el pueblo y seguramente mañana se encargarían de los pocos que hubiera. ¿Viiiiiktor es carpintero? ¡Que bien! Aquí tenemos a Guiseppe, pero lo mor... tuvo un accidente y tiene una mano mal. No se preocupe señora, dormiré tranquilo.

No le importó que le revolviera el pelo, acababa de levantarse en mitad de la noche y estaba completamente despeinado, al menos la gorra le servía para disimular un poco los remolinos que se habían ido formando con la almohada y porqué negarlo, para no tener que peinarse más de una mañana.

Bien, ahora si que podré experimentar con Herr Urik.

Siguió acercándose al paladín cuando unos gritos de un niño gordo que gritaba como un cerdo cuando lo llevan al matadero le volvieron a interrumpir.

-¿Y este quien es y de donde sale?

Bueno al menos sabía donde iba, directo hacia Helene y a juzgar por lo que iba gritando era hijo suyo, fue toda una sorpresa porque ella no le había dicho que había traído a su hijo, claro, se le olvidaría decirlo al entrar y encontrarse con el fantasma de Irina.

Y hablando de Irina... ¿Es que solo la ve Helene? La pareja no dijo nada y si el gordo la hubiera visto seguramente lo del gigante le hubiera parecido poco.

Siguió con la mirada como el niño se perdía por las escaleras hacia su objetivo y debió de haberlo encontrado a juzgar por la sonora bofetada que se escuchó desde abajo y la reprimenda de Helene, no hacía falta que nadie le dijera que el muchacho estaba metido en un buen lío, sería mejor no ir por el piso de arriba hasta que no se calmara todo.

-Parriwimple, creo que el gigante eres tu, que ese niño nunca había visto alguien tan grande y tan fuerte como tu, pero no te preocupes, ya se acostumbrará. Y ahora...

Y ahora, si nada más lo impedía, debía poner en práctica su plan, así que se acercó al paladín que descansaba en una silla, no sin antes mirar a Irina para comprobar que seguía allí con ellos.

-Irina ¿Nos sigues viendo y escuchando? Tengo la sensación que no todo el mundo puede verte a ti. ¿Como se siente uno al ser un fantasma? ¿Puedes moverte y atravesar paredes? Mientras el espectro reaccionaba o daba señales de haberle escuchado miró fijamente a Herr Urik. Herr Urik, enséñeme una de sus heridas, creo que puedo intentar imitar a Madame Eva. Esperó a que el paladín colaborara y entonces empezó a mover las manos y recitar algo, no sabía muy bien el qué porque no había escuchado a Madame Eva con claridad, pero quizás solo con la entonación adecuada y el movimiento sirviera. ¿Que tal? ¿Te sientes mejor?

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20/05/2015, 18:38
Fantasma de Irina Kolyana
Sólo para el director

Intento atravesar una pared y flotar en el aire

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21/05/2015, 06:41
Vjelkus

Con una lagrimilla en el ojo, y un moqueo a medias por la mojadura y el lloriqueo, Vjelkus se llevó la mano a la mejilla macerada.

Lo... snif... lo siento m-mamá. Snif, snif... yo quería venir contigo a buscar a papá también. Snif...

En aquel momento el fantasma de Irina atravesaba la pared que separaba la cocina y estaba flotando con éxito. Al volver a atravesar la pared de vuelta, fue cuando esta vez sí el hijo de Helene pegó un grito.

¡FA... FANTASMAAAA!

Simplemente no había reparado en Irina por el shock de ver a un gigante, aunque su miedo contra Parriwimple había desaparecido al verle hacer una tarea cotidiana como llevar dos petates de ropa bajo un brazo y un cofre bajo el otro.

En cuanto a los Litmunova... No parecieron impresionados con la presencia de Irina, pero no se sabe si porque no la veían o por alguna tergiversación cursi de sus cerebros alcachofados.

Notas de juego

Para curar a Urik, Ivalic tiene que lanzar 1d8+2.

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21/05/2015, 07:12
Ivalic Yannof
- Tiradas (1)

Motivo: Curar Herr Urik

Tirada: 1d8

Resultado: 1(+2)=3

Notas de juego

Pifiiiiiaaaaa!! Herr Urik muere entre terribles sufrimientos!!

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21/05/2015, 17:53
Helene

¿Qué podía decirle? El motor que le había conducido hasta allí, dejando atrás casa, hermanos y seguridad, que le había llevado a esconderse en el carro y estar ahora allí junto a ella, era el mismo que la había llevado a decidir hacer lo que estaba haciendo. Abrazada como estaba a él, no vio ni su lágrima ni el gesto con el que se acariciaba la mejilla enrojecida y aun menos la dirección de su mirada por lo cual, el grito, aullado a su oído, la perforó de parte a parte. Se incorporó como un resorte y a punto estuvo de dar una nueva bofetada a su hijo. La impaciencia que siempre acompaña a las madres, listas para corregir a su descendencia ante el menor desatino.

-Vjelkus, si en algo aprecias a tu madre, no vuelvas a gritar así -le tomó de la mano y ante la evidencia de que ir a la habitación era ya un imposible, decidió bajar nuevamente a la sala arrastrando a su hijo con ella-. Señora, señores... este es mi hijo Vjelkus, polizón en el carro que me ha traído a estas tierras. Vjelkus, saluda a los presentes como corresponde. Y no te asustes. Ella es Irina -dijo señalando al fantasma-. No debes ofenderla con tus malos modales. Ha muerto recientemente y acaba de descubrir su nueva naturaleza. Está confusa y lo que necesita es que se la arrope y no gritos de miedo que solo sirven para desconcertarla más. El muchachito que ves ahí es Ivalic. El gigante, Parriwimple. El caballero, Herr Urik. El del gorro rojo, Varikov y el posadero se llama Arik.

Suspiró y se acercó a un par de sillas. Indicó a su hijo que se sentara en una y ella hizo lo propio en la vecina.

-Ivalic, esa maldición de la que me hablaste y que afecta a tu madre, ¿cómo se originó? Tengo curiosidad y quizá pueda ayudarte, aunque no es cosa segura -miró al grupo-. Herr Urik, ¿quiénes son los heridos o que males os afectan? Necesito saberlo para poder hacer algo -el deje cansado hablaba de la necesidad de un reconstituyente rápido.

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21/05/2015, 19:13
Ivalic Yannof

Y cuando todo parecía tranquilo nuevamente el niño recién llegado comenzó a gritar otra vez, estaba claro que ahora si había visto a Irina. Ivalic no pudo reprimir una pequeña risa pues le parecía graciosa la situación.

Así no hay quien se concentre...

No estaba seguro de lo que había pasado con Herr Urik, Ivalic había sentido algo, como una especie de energía, pero si la herida del paladín estaba mejor era algo que desconocía, debía esperar a que este le dijera como se sentía.
Mientras tando se presentaría al nuevo niño, tenía un gran potencial para ser su amigo.

-Hola Vjelkus, yo soy Ivalic. ¡Guau! ¿Has venido de polizón? Preguntó con cierta admiración. ¿Como lo hiciste? ¿En donde te escondiste para que no te vieran? ¿Me contarás tu historia? Y si no te importa lo apuntaré. Quiero escribir un libro, o varios, todavía no se si será mejor hacer uno muy grande o mucho pequeños, pero tu historia es alucinante y me gustaría contarla. ¿Me dejas porfa? Y no te asustes ni de Parriwimple ni de Irina, son muy buenos y son amigos míos. Están ayudando a limpiar el pueblo de z.... Sería mejor no hablar de los zombis o el niño acabaría gritando de nuevo. ...apatos. Pasó un carro lleno de cajas de zapatos y se volcó, por eso hay que limpiarlo, para que la gente pueda pasear sin tropezarse. Será mejor que no salgas hasta que te lo digan, podría ser peligroso. Yo una vez me torcí un tobillo y duele mucho ¿Sabes? y a veces si se tuerce mucho tienen que ponerte una muleta y todo.

Aquel niño seguro que tenía muchas aventuras que contarle y su madre, la señora Helene, le caía muy bien, les estaba ayudando mucho y además se interesaba por su madre. Ivalic se acercó para contarle todo lo que sabía.

-El padre Danovich me dijo que mis padres no podían tener hijos y recurrieron a la magia gitana para tenerme, pero como son pobres no podían pagar a la gitana y darme a mi de comer asi que... no le pagaron y la gitana maldijo a mi madre. Cada vez está más enferma y se acabará muriendo si no la ayudamos, por eso tengo que encontrarla. ¿Usted puede ayudarla? Preguntó esperanzado.

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21/05/2015, 19:43
Helene

Permaneció un momento callada tras escuchar a Ivalic. Su historia era una triste historia, una de tantas que poblaban aquellas tierras.

-Entonces, por lo que me cuentas, tus padres acudieron a los vistani, a una gitana llamada Jackie y cuyo apellido no recuerdas. Es importante que hagas memoria, Ivalic. En los pequeños detalles se encuentra a veces la solución a los problemas. Asumieron una deuda de dinero y al no poder pagarla, tu madre fue maldecida y desde entonces su estado está empeorando. No soy la más sabia de las mujeres, aunque tengo suficientes años como para saber ciertas cosas -dijo sonriendo, una sonrisa donde se mezclaban a partes iguales ternura y divertida malicia-. Y la más importante es que hay que encontrar a esa mujer. Una vez ante ella, hay tres opciones. Convencerla de que deshaga su maldición -dijo alzando un dedo-. Pagar la deuda -alzó un segundo-. Que muera -un tercer dedo vio la luz-. Que tu madre no haya mejorado quiere decir que está viva, lo cual aunque no te lo parezca es una buena noticia, ya que aún hay esperanza. ¿Sabes a cuánto ascendía su deuda? -preguntó. En su interior pensaba que nadie debería recurrir a según y qué tentaciones, especialmente si no podía cumplir con la parte que le correspondía. Ivalic posiblemente considerara a la gitana como la causante del mal de su madre, aunque la penosa realidad era que habían sido sus padres quienes se habían embarcado en aquella aventura buscando un premio por el que no estaban dispuestos a pagar o que no podían pagar. La desesperación y el amor a un hijo, incluso uno no nacido, conducía a muchas temeridades. Y estupideces. Ella misma era un claro ejemplo de aquello, aunque en otro sentido-. ¿No tienes idea de su último paradero?

Herr Urik parecía a punto de desmayarse en medio de todo aquel trajín de gentes yendo y viniendo. Posiblemente fuera el que en peor estado se encontraba.

-Urik, acércate -había prescindido del tratamiento y su tono era el de una madre dando órdenes a uno de sus vástagos, como aquella mujeres cercanas a los noventa años que seguían dando collejas a sus hijos de sesenta, como si el tiempo no hubiera pasado. Y es que madres e hijos se licenciaban el mismo día y aquello no había panteón de dioses que lo cambiara-. Si quieres que te cure, claro, que tengo los tobillos hinchados y no estoy para muchos trotes a estas alturas.

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21/05/2015, 20:34
Herr Urik von Teudeldorf

- "Parriwimple y yo mismo hemos estado recientemente a las puertas de la muerte. Él por los mordiscos de los zombies que mataron a la valerosa dama Frau Irina, y yo porque cometí la insensatez de enfrentarme solo al Enterrador, un poderoso secuaz del noble gobernante de estas tierras malditas de Barovia.

En menor medida, el adalid del Caos y la Anarquía, el maese enano Varikov, también presenta algunas heridas de mordedura, aunque creo que sin riesgo de infección." -

Me quedo muy sorprendido cuando una levísima cantidad de energía curativa pasa de las manos de Ivalic a mis heridas. La verdad es que aunque sólo parece un niño corriente, la variedad de sus talentos ocultos parece no conocer de límites.

- "Gracias Ivalic." -

Me acerco a Frau Helene, pues creo que se trata de alguna clase de sacerdotista.

- "Decidme, Frau Helene. ¿Cuáles son vuestros dioses? ¿Adoráis a un panteón de Poderes Benignos? Recientemente nos enfrentamos a un clérigo que había dado la espalda al Bien, y alzaba no muertos además de atacar a pobres niños." -