Partida Rol por web

Se ha terminado la guerra.

Era una buena noticia, ya que esperabas hacía tiempo, pero que tras los últimos meses pasados, no lo esperabas. Los combates se intensificaban y lo único que se te ocurre es que o una gran desgracia o una gran batalla decisiva lo finalizaran todo. No conocías bien a los generales ni nada por el estilo, pero no confiabas a que ninguno de ellos pudiera dar un gran puñetazo sobre la mesa como para finalizarlo.

Tras un aburrido periodo de búsqueda, por unas noticias (sacadas de un manual de historia que te daba pistas de donde localizar) de una reliquia que la Religión Antigua había perdido, en este inestable planeta. Buscabas en el extremos sur, porque el norte estaba plagado de batallas que entorpecían tus labores.

Públicamente, en tu programa de divulgación, diste el notición de tus descubrimientos y lo dejaste tu espacio en manos de un compañero que te seguía con fidelidad. Habías ganado fama y tus palabras tenían repercusión. Habías ganado un nombre. Ahora tenías que demostrar que lo que la honra te había dado era cierto. Hacía dos días que retirabas escombros y barro de un "Templo" semiderruido, que por lo visto un pantano helado había engullido. Además, viejas raíces de ficus no eran de gran ayuda. "Por lo menos, ayudaban a que no se derrumbase". O eso pensabas.

La soledad era tu gran compañera pero de cuando en cuando ponías las noticias en el comunicador de la nave y veías los programas de emisión planetaria. En estos momentos estaban dando un avance informativo.

Un aslan que vestía una armadura de combate sin casco salta de entre los arbustos y muerde el hombro de un hombre. Con sus garras lo destripa salvajemente. Luego ayuda a una humana y la abraza. Todo se ve desde la cámara de un drone que instantes después empieza a caer descontrolado y  se estrella. Cuando termina la secuencia se repite ralentizado el final. La imagen y se ve un destello de luz que impacta contra el aparatito y lo derriba.

Con las imágenes una frase de titulares no se marcha del margen izquierdo de la pantalla:

Heroína para la pacificación engañaba a su marido con un ser de otra especie. Su amante leonino sospechoso de asesinato.

Por la parte de abajo corren los comentarios. En la recepción habida tras el discuroso de la Señora Zhiva T'Karsh, se aparta la mujer para tener un encuentro amoroso que es descubierto por el Comandante General aliado y es asesinado. Aslan, que responde al nombre de Zug sospechoso de asesinato premeditado. Se cree que ha sido ayudado y que la Señora T'Kars es cómplice. Esta ha desaparecido sospechosamente. Las autoridades la buscan para interrogatorio.

Los periodistas hablan de que esta actitud no es digna del luto por la pérdida de su marido y tampoco de alguien inocente. Por lo visto la Armada del Tercer Imperio cubre, en misión diplomática, todo el espacio aéreo y espacial, así que es imposible que escape del planeta o sistema.

Tras dos días retirando fango y desperdicios sin mas sobresalto que algunas alimañas del pantano, mi animo se había resentido bastante.

Mis ultimas investigaciones me habían llevado a este planeta en guerra, dejado de la mano de Dios...los escritos de los antiguos hablaban de un artefacto maravilloso, de gran valor, tras meses de estudio había llegado a la conclusión de que su existencia estaba fuera de toda sospecha. Y el rastro se perdía en aquellas ruinas.
Perdidas y abandonadas tiempo atrás, no eran ya mas que la sombra de lo que una vez fue centro neurálgico de una de las grandes civilizaciones de la antigüedad...muchos habían intentado en vano encontrar lo que yo ahora buscaba....pero yo no era como los demás. El mero hecho de saber que otros habían fracasado allí, no hacia mas que espolearme y encender esa llama que ardía en mi interior desde mis días de infante.

Tras ver el noticiario me quedé un rato pensativo.

El anuncio del final de la Guerra era una buena noticia. Desde mi llegada había sentido el alboroto del gentío y los sonidos de escaramuzas en las poblaciones cercanas. Me preocupaba que las trifulcas me alcanzasen en mi pequeña isla de trabajo. Me gustaba la soledad, sobre todo cuando me encontraba enfrascado en mi trabajo.

Sin embargo no fue eso lo que atrajo la mayor parte de mi atención.

La noticia del asesinato del Comandante bailaba incesante en mi cabeza. No por que me importasen sus consecuencias politicas, sino por la imagen del Aslan y la hermosa joven que se abrazaban tras el ataque...los retazos de información resultaban aislados y confusos, pero no podía apartar de mi cabeza la imagen Bizarra de aquella extraña unión.

Aún tenia horas de aburrida extracción por delante, así que decidí tomarme un descanso y conecté la computadora para ver si podía averiguar a que distancia de mi posición se habían producido aquellos hechos...simple curiosidad...

Siguen las noticias.

Confirman la detención del aslan llamado Zug.
Añaden más leña a la desaparición de la sospechosa con declaraciones inculpatorias.

La verdad es que no hay nada de ella, más que lo que salen en las noticias.

En un momento de tranquilidad, empiezas a escuchar llover. Es aguanieve y la cantidad es tal que enseguida empiezan a haber charcos, montoncitos de hielo y las temperaturas bajan muchísimo de manera inmediata. Además sabiendo que es un pantano, semiehelado, tu lógica da una señal de alarma: Es posible que se inunde.

A la mayor brevedad posible, aseguro como buenamente puedo la parte del trabajo que tengo hecha, intentando aislar del aguanieve las secciones mas delicadas, confiando en que los escombros no vuelvan a cubrir la zona de trabajo. Recojo mis aperos con celeridad y arranco mi Auto*.

Parece evidente que no podré trabajar allí durante un tiempo, de modo que después de hacer unas llamadas a mi gente de confianza, me dirijo al centro Urbano mas cercano. La idea es despejarme un poco y divertirme en algún Bar de la zona. Tal vez de paso pueda consultar los archivos de la zona para descubrir alguna clave que me ayude a delimitar la situación de la reliquia que busco.

Antes de dejar atrás el Pantano, deslizo una ultima mirada a las ruinas que se pierden bajo una nube vaporosa. Algún día descifraré su Secreto, pero a veces, una retirada a tiempo, es necesaria para seguir luchando.

Tienes que salir de allí pitando, y la moto que tenías fuera, la riada se hace con ella y no creo que la veas otra vez. Por lo menos en buenas condiciones. Todo lo que tenías fuera, es arrasado. La "marejada" zarandea las toneladas de la máquina, pero aguanta sus embites hasta que la haces separarse del suelo. A pocos metros de allí, justo en la primera colina, que rodea el rio embarrado que hace unos minutos no existía, te estrellas.

Destrozas la máquina y por suerte no habías ganado más que unos metros y la foresta amortigua bastante el golpe. La voladora empieza a arder.

La cosa iba de mal en peor, todo el trabajo echado por tierra...o por agua mas bien. Mi moto destrozada, y ahora la autocaravana siniestrada empezaba a arder.

Rápidamente me dirigí a evaluar el fuego para ver si podía reducirlo con el extintor. Si la nave se quemaba sería una autentica ruina, tantos años de investigación, equipo...no podía permitirlo.

El sistema automático de extinción salta, empapándote de un polvo blanquecino y asfixiante que te obliga a usar un sistema de respiración autónomo. Menos mal que tu casco vale para eso. Sales disparado de la nave. Cuando estás fuera, ves que el fuego se ha extendido y las baterías es la zona donde más llamas hay. Hay más posibilidades de que estalle que de que se apague.

La lluvia y aguanieve a remitido, pero solo para dejar paso a un granizo pesado que hace realmente daño. (más de un centímetro). La cabeza está protegida, pero cuando da en las manos ... duele realmente.

Todo, realmente todo es pasto de las llamas. Navecita, objetos, investigaciones. Has tenido suerte de poder recuperar tu casco.

La nave estaba perdida, y con ello todo lo que había conseguido aquellos días, apenas me dio tiempo a aferrarme al sistema de respiración del casco y salvar mi vida.

El granizo caía insistentemente, golpeando con fuerza mis extremidades, no sabia cuanto podía durar aquello, o si podría empeorar, de modo que busqué un lugar donde poder refugiarme del aguacero, tal vez un árbol unas rocas...

Me refugié en una zona arbolada, estaba exhausto y shockeado por lo que acababa de ocurrir.
Sabia que era un planeta peligroso, con una meteorologia caprichosa, pero jamás pensé que la cosa podría derivar en aquella secuencia de catastroficas desdichas.

Una vez recuperado de la impresiòn, activé el comunicador de mi casco, e intenté ponerme en contacto con la señal de radio mas cercana para pedir ayuda.

La estática acompaña al golpeteo del granizo. Das gracias por haber conseguido llegar. Están empezando a caer granizos como huevos de gallina. El golpeteo en el casco de la voladora es aterrador. Por suerte solo dura unos segundos y el árbol y la cúpula forestal amortigua y defiende de cualquier daño. De todas maneras es terrorífico. Menos mal que no te quitaste las pocas prendas de abrigo que tenías. El bajón de temperatura ha sido muy repentino y pronunciado.

No parece dar buenos resultados el comunicador. Sólo escuchas el rudo de una portadora inestable.

A más inri a los 5 o 6 minutos, justo cuando remite la tormenta la pobre voladora estalla. Han sido los acumuladores. Malditas baterías.

Mas abatido que malherido, me senté unos minutos a la sombra de un gran árbol y me quede observando como los pedruscos de granizo golpeaban el armazón de la autocaravana.

El día no estaba resultando precisamente favorable, y eso que no había hecho mas que empezar...

Esperé un rato al amparo que me proporcionaba la arboleda, y después de confirmar que no había nada que pudiese recuperar del siniestro, intenté hacerme una composición de lugar. No podía permanecer allí todo el día, tendría que buscar refugio...

Me encaramé a una de las ramas bajas de un árbol con vistas al valle que se extendía en dirección Oeste desde mi posición y a continuación repetí la operación hasta 3 veces para abarcar todo el diámetro de la colina donde me encontraba. Tal vez encontrase un camino o senda apropiada para regresar al núcleo urbano mas próximo.

Al no montar la tienda, quedó dentro, pero recuerdas que el tanque de oxígeno estaban en el lugar donde realizabas tus prospecciones, con alguna que otra cosa más. La pistola al cinto te molesta al sentarte.

Todo en derredor de la colina es pantanoso, pero ves que el incendio y la consecuente explosión ha hecho "mella" en la arboreda, la cual, a pesar de la leve granizada de estos instantes, empieza a arder. Tienes un incendios de unos 40X40 metros. Y además, parece que la fragua ha sido tan poderosa, que no remite. Todo lo contrario. Se extiende al sotobosque que asciende por la colina y a algunas copas cercanas de la zona del impacto.

El fuego se extendía por la arboleda y amenazaba con alcanzar mi posición.

Entonces recordé las bombonas de oxigeno que había sacado para el trabajo de campo, y fui en su busca. Tal vez pudieran serme útiles.
Las cargué como buenamente pude a mi espalda y acto seguido intenté rodear la lengua de fuego que avanzaba desde el sotobosque colina arriba.
Si conseguía situarme a sus espaldas, el viento lo mantendría alejado de mi posición.

La situación empeoraba por momentos y no podía pensar con claridad, apenas resolvía una situación, cuando otra desafortunada maniobra del destino volvía a hacer peligrar mi vida. Parecía que el destino conspirase en mi contra. Era casi como si las ruinas guardasen una oscura maldición que impedía desvelar su secreto a todo aquel que se acercaba a ellas.

Sorteas el fuego sin pegas. No hace viento casi y es bastante previsible. Lo bueno es que el templo no está siendo afectado por las llamas. ¿Lo malo? Por la inundación si. Tus bombonas de oxígeno pesan, y quedaron fuera del "bujero" que estabas practicando. Además tu látigo estaba encima, enredado, y lo usaste para afianzar el peso a tu espalda. No es una cuerda, pero ayuda. El agua te llegaba a las piernas, y precisamente tu prospección estaba ya totalmente llena de agua.

Ahora estás bastante empapado, sobre todo de rodillas para abajo. Las gélidas temperaturas solo merman cerca del fuego, y regulas tu temperatura con estas, cosa que ayudan a secarte. De todas maneras tus botas están encharcadas...y tus calcetines ... no quieras saberlo. Eres robusto y ágil. El peso es una molestia, pero nada que no puedas controlar.

Estaba empapado, refugiarme en el templo parecía inútil.

Así que después de constatar en que dirección quedaba la ciudad mas cercana, comencé mi caminata. Tenia que salir de aquel infierno cuanto antes y encontrar un lugar donde poder secarme. Si no encontraba pronto un refugio podría enfermar y si la noche me alcanzaba en aquella situación las criaturas salvajes serían un serio problema.

El agua está subiendo poco a poco. El templo está medio inundado. Tras darte una buena pateada, el tiempo te da un respiro. El frio no amaina, pero ... por lo menos ya no cae agua (ni líquida ni congelada, en ninguna de sus formas) Algunas cenizas del incendio y poco más, pero descubre que la columna de humo va menguando, ya que la inundación es muy rápida, y va menguando la zona en llamas. Ves que la colina se ha trasformado en una islita...y el agua, inexorablemente, va subiendo de nivel. Ya no se ve nada del tempo, oculto bajo este nuevo lago.

Tras un rato caminando, decidí descansar un poco en un pequeño promontorio lo mas alejado posible de la humedad del pantano.

Los mosquitos pululaban por doquier y algunas alimañas dejaban ver sus pringosas figuras cubiertas de fango.

Me saqué las botas y escurrí cuanto pude calcetines pantalón y camisa.

Entonces consulté el medidor de distancias del casco para comprobar cuanto había recorrido ya, y cuanto me restaba para llegar a la ciudad.

Cuando estuviese a menos de 500Km podría usar el comunicador para pedir ayuda. Hasta entonces lo mejor seria conservar las baterías lo mas frescas posible.

La lluvia había amainado, pero todavía se percibía mucha humedad. Si tuviera un mechero o unos fósforos podría intentar encender un fuego y secarme un poco.

De 5400 a 5800 km el núcleo de población más cercano, y es un lugar de nómadas en los que se reúnen como sitio sagrado. Realmente casi todo el hemisferio sur está despoblado. Sustancialmente lejos. De todas maneras estás en una colina que se ha trasformado en una isla y el agua sube inexorablemente. Fuego encendido tienes. Hay un incendio.