Partida Rol por web

En el cielo destella una luz con una cola de mucha, pero que mucha distancia.

Miro al cielo y veo la estela. Por fortuna la nave estaba cerca y nos esperaba con la rampa abierta. Uno a uno fuimos entrando en la bodega de carga. Como no, la última fui yo. No por cortesía ni como rango superior, sino porque los aslan son más rápidos que yo.

En el interior todo el mundo está nervioso, y Gato Amarillo te pasa una comunicación. - Capitán la patrulla de cazas ha mandado un mensaje para usted:

Suena la voz de la piloto que ya habías oído antes en tu auricular:

CapitánT'Karsh, es peligroso el lugar en el que se encuentra. Recomendamos despegar.

Parecía muy tranquila y pausada, pero se notaba que estaba entretenida en algo. No te podías imaginar el qué, pero ... no pensabas que pudiera ser que se encontrasen en combate cerrado. Todos en la bodega te miran ansiosos y esperan tus órdenes. Incluso Zug se ha acercado allí.

El riesgo era evidente. Gato ya me había alertado de ello. Pero si me sorprendió recibir el aviso de los cazas y la forma de hablar de la piloto. Corrí a cerrar la rampa de la bodega con el pulsador de emergencia mientras le ordenaba a Gato que nos sacase de allí, con un vuelo en diagonal, lejos de la zona de impacto y de una posible onda expansiva.

La nave sale disparada en cuanto le das la orden. El "pedrusco" cae hacia el lateral de la atmósfera como si fuera una ranita que salta por una charca. Tras 4 botes sale despedido y te das cuenta que va directo hacia el crucero del T.I.

Quedas sorprendida, por el movimiento de la roca. Pero aún más, te asustas, ya que sabes que en aquella nave hay gente conocida y un impacto de un móvil tan o más grande que la propia nave la puede ... demoler.

Mierda! No! exclame al darme cuenta de la situación. Gato, envía una alerta roja a la nave de T.I. Avisales del impacto! era una tontería, pues sus radares deberían haber detectado todo y conicerian la ruta actual de la roca, pero poco más podía hacer, salvo rezar porque lograsen esquivarlo.

Cuando llegas al puente, empiezas a escuchar las comunicaciones que pululan por la zona. Saliste de la atmósfera y te llega todo con nitidez. Ya notas la falta de gravedad, pero no le prestas atención. Hay un caos de llamadas. Unos que piden comunicación. Otras que parece que solicitan ayuda. Están bastante bien, y no se pisan entre ellas, pero ... para tu cabeza ... es una locura.

La piedra va a estrellarse si o si contra la nave y ... la gravedad planetaria la ha acelerado la roca y tras rodearlo entero, a una velocidad que destruirá todo lo que arrolle. Puedes ver los impulsores de la nave haciendo todo lo que pueden, ves navecillas salir del pecio que se convertirá en escombros y además, una estela cubre toda la zona. Incluso muchas de las naves que están saliendo ahora se verán afectadas por la metralla del impacto, por restos de la roca que la acompañan en el vuelo o simplemente por las descargas electromagnéticas y explosiones secundarias. Los que más suerte tendrán serán los que mueran en el instante. Por el impacto. Los demás sufrirán por más tiempo.

Miré angustidada desde el puente de mando, como se desarrollaban los acontecimientos. No podia evitar pensar en Aven.. No debí dejarle allí. Si moría en aquel lugar, en aquella situación, me sentiría culpable el resto de mi vida.
Luego recorde a la almirante. Hicimos buenas migas. Hubiesemos sido grandes amigas o aliadas. Suplicaba por su salvación.
Y aquel oficial de enlace tan agradable y que llegué a pensar que había dado orden de que le pasasen a él todas mis transmisiones...
Los médicos, personal sanitario de rostros desconocidos que me devolvieron a mi amado Zug a mi lado de una pieza.
Y no podía hacer nada para ayudar. Nada para salvarles.
No era capaz de entender como aquella roca espacial pudo rebotar así sobre la atmósfera y no entrar en ella como hubiese sido lo más normal. Ni como el destino quiso que su nueva trayectoria fuese precisamente esa, la cual incluía una nave repleta de hombres y mujeres bravos y valientes, los cuales tenían una mínima o nula posibilidad de supervivencia.
Atónita, sin saber que hacer ni como reaccionar, permanecí expectante, mirando el desastre, mientras mis ojos se empezaban a llenar de lágrimas.

La última trasmisión que escuchas es:

- Impacto en ... 20 segundos. Procedimiento agarrarse, agarrarse, agarrarse. Unos instantes después la voz, que ha perdido casi todo el temple continuó: - Impacto en cinco, cuatro, tres, dos, agarrarse, agarrarse, .... y ante tus ojos la roca se estrelló dando una gran explosión. Tan inmensa que incluso pensaste que se había trasformado en un sol. En una nova. Te cubriste la cara con la mano, para que tus ojos no se vieran dañados. Aún así te queda la marca en la mente del crucero siendo machacado por la piedrita.

En un instante, aquella fabulosa nave queda convertida en polvo ante mis ojos. No daba crédito a lo que acababa de presenciar. No es justo. No debió pasar...

Mis piernas comenzaron a temblar, sentía como si mis fuerzas me abandonasen. Aven... La almirante... todos muertos por... por... apreté mis puños con fuerza no debí acercarme a aquella roca. No debí aterrizar en ella. Susurraba dolorida y rabiosa.

Gato, abre todos los canales. Busca peticiones de ayuda, SOS... Esas cápsulas de escape, alguien debió sobrevivir... No se como, pero debemos rescatarlas antes de que se pierdan en espacio. Dije tratando de contener las lágrimas. Tenía la esperanza de encontrar a Aven y al resto de conocidos en aquel crucero con vida. No dejaría de sentirme culpable por lo ocurrido, pero al menos me alegraría saber que ellos estaban vivos y bien.

-Capitán, te contesta Gato Amarillo, esta vez, y de manera puntual, carente de emociones. Es como si leyeras un papel con datos. 68 Cápsulas de escape en diferentes estado, pero con balizas de posición emitiendo, 12 naves de diferente porte en diferente estado, 20 naves semi o totalmente destruidas, 54 objetos de diferente índole, no identificados ni emisión de ningún tipo, pero que podrían contener supervivientes. ... No he terminado de analizar todo la escena.

Te llama la atención que una de las últmas naves en salir era una pinaza, y justo detrás salió un trasbordador. Esa pinaza quedó protegida del impacot ya que el trasbordador hizo de escudo y quedó totalemente destruido y desvió el impacto, por suerte para los pobres desgraciados de la pinaza.

Te daba la sensación que leías un reporte de guerra en un periódico, o escucharlo en una radio, con la cantidad de muertos, escenarios de los combates y las batallas en curso. Algo repleto de noticias tristes, pero carentes de emoción.

El capitán es el último en abandonar su nave, salvo que prefiera morir con ella..... Me senté en mi asiento, desesperanzada y casi sin aliento. El capitán es el último en abandonar su nave....

¡Gato! exclamé algo más animada. La última nave que salió del crucero del T.I. Aún seguía entera tras la explosión. O al menos eso creí ver. Trata de localizarla y vamos hacia ella. Quizás tengamos suerte... y si no, al menos sus tripulantes la tendran.

- Jefa, muchos necesitan ayuda. Dice el aslan tan sorprendido o más que tú.

Te das cuenta que esa última nave se las puede apañar por si misma.

Cierto... querer salvar a la gente que te importa.. o tratar de saber que están bien, puede ser un problema en situaciones como esta. Respondo a Zug. Gracias por recordármelo.

Gato, anula mi orden. Localiza las cápsulas de escape más cercanas que se encaminen hacia el espacio. Las que entren en la atmósfera son secundarias, podremos ir en busca de ellos más tarde. El resto podría perderse para siempre en el espacio.

Luego me giré a la tripulación que tenía en el puente conmigo. Debemos asegurar todo lo que esté en la bodega. Fijarlo bien para que no salga volando al espacio...

Una de las pinazas que escaparon va hacia el planeta. El resto está empezando las labores de rescate.

Zug, diles que bajen a la bodega de carga y que lo que vean suelto que pueda salir volando, lo sujeten o lo suban a esta cubierta. Mientras me iré a poner el traje de vacio. Usaremos la bodega de hangar para atrapar a las cápsulas que se van alejando del planeta. No quiero que se pierda nadie en el espacio. Le indiqué a mi pequeño aslan, acariciándole la cara mientras se lo pedía.

Gato, cuando veas que las pinzas tienen controlada la zona, avísame, para detener la operación. Me encaminé a la puerta del puente para salir. Y  que quede bien amarrado el tanque de los agentes. No me gustaría verle volar por el espacio. Dije antes de cruzar las puertas y caminar hacia mi cabina para cambiarme.