Partida Rol por web

Estaba mirando el agujero del suelo cuando sale corriendo un supermutante gritando. Pero que?¡ grito sobresaltado cogiendo mi rifle de caza y apuntando hacia la posicion de este supermutante. Esto si que es raro, esta.. esta huyendo susurre mientras le sigo apuntando con el rifle hasta John le hace un par de disparos que mantandran controlado al mutante y yo me giro hacia la puerta, empiezo a acercarme a Connor Has visto algo? Debe de ser alguna banda muy bien organizada o peor aun alguna de las facciones que existen por estos lugares le susurro a Connor mientras busco por la entrada que ha podido asustar al mutante

Bedlam habia visto muchas cosas en su vida, pero ver salir huyendo a un supermutante asustado, no era una de ellas. De todas formas, sabe que hacer. Haciendo un gesto para que no le disparen, tal vez hubiera servido con su escuadrón, pero con aquellos hombres tan diferentes, no sabía si ni tan solo hubieran captado su seña. De la nada, saco armas de debajo de su oscuro y andrajoso sobretodo, y en lugar de disparar, se apoyo de espaldas contra la pared, levantando ambos brazos armados.
Su perro, bandido, apretó los dientes, pero no se lanzo al combate. De todas formas, pelear con supermutantes no era algo viable, el perro aguanto bien el miedo.
Luego, ambos, Perro y humano, tomaron cobertura y se ocultaron

Susan vió como el supermutante apareció de la nada. La verdad es que le dió un buen susto, le dió el tiempo justo a apartarse antes que el resto de compañeros lo empezaran a rodear. Al mismo tiempo vió la entrada al hospital abierta. Miró de hito en hito a sus compañeros y el hospital. Ellos eran 5 y estaba todo el campamento para apoyarles y el hospital estaba... ahi.

Tampoco era bueno dejarlos ahi, aun asi... el hospital seguía ahí...

Dio dos pasos hacía dentro sin perderlos de vista, no quería que pensaran que había huido, aunque la sala estaba ahí...

Finalmente pisando parte de los cristales rotos Susan se adentró en aquel edificio.

El disparo de John impactó en el Supermutante, pero en lugar de en la pierna, le acertó en el muslo, cosa que no detuvo a la bestia en su huida desesperada fuera del perímetro del hospital, lo que hizo que se perdiese de vista. Nathan intentó ser lo más silencioso posible, por lo que fue avanzando muy lentamente hacia el interior. Susan, que estaba junto a Deng, que la apartó del paso de la bestia, se pone en marcha de nuevo y se interna en el hospital. Mike y Connor se asomaron al interior del lugar tras sus compañeros, con las armas preparadas y mil preguntas.

La estancia era rectangular, amplia y presentaba signos de lucha. A la derecha, unas puertas grandes daban a otra sala. Al frente, entre restos de alguna barricada improvisada y medio destrozada, podían ver el mostrador de recepción casi al fondo de la habitación a cuya izquierda desde vuestra posición, había un enorme boquete que daba al Ala Oeste del hospital. A vuestra izquierda, había un montón de escombros y objetos apilados bloqueando la puerta del Ala Oeste. Hacia arriba, en el piso 2, podíais ver algunas ventanas de los pasillos de ambas alas, en el que la parte que daba al frontal tenía algunos agujeros menores, y casi todas las ventanas del Ala Oeste estaban destrozadas. El piso 3 estaba demasiado arriba para poder ver nada en las ventanas, pero parecía el menos destrozado de todos a juzgar por los escasos agujeros en las paredes.

Susan se quedó allí en medio plantada con las manos en la cintura observando la inmensidad del hospital. En cierto modo le recordaba al Refugio. Lo que le hizo pensar en sus padres. ¿Donde estarían ahora mismo? ¿Se acordarían de ella?

Suspiro profundamente, pese al evidente olor a muerte.

Su vista se posó sobre el monton de objetos apilados. No recordaba mucho sobre la composición de estos edificios concretamente pero aplicando sus vagos recuerdos y algo de logica llegó a la conclusión de que tenían que haber mapas en las entradas de un hospital, sobretodo en uno tan grande, sería problematico para movilizar a los pacientes y situarlos si no.

Por un momento se le pasó el feliz pensamiento de los trabajadores usando su primera semana en aprender los lugares sin mapas y se le escapó una media sonrisa.

Sin encomendarse ni a Dios ni al Diablo se fue andando hacia la pila de objetos y empezó a desenterrarlos en busca de un posible mapa, quizas armando mas ruido del esperado.

Recuperándose de la estupefacción de ver al mutante echar a correr de aquella manera y con una o dos balas en el muslo, Deng se adentró en el edificio tras sus compañeros, pistolas en mano. Asumiendo que si hubiese una mutaracha por escondida entre los restos que Susan remueve, el muti ya la habría asustado, decide buscar por el suelo las sanguinolentas marcas de arrastre de los cuerpos de la puerta, o tal vez pisadas ensangrentadas y recientes del mutante que acaba de huir. 

Se fijó, así mismo, en los destrozos de la entrada: "signos de lucha" era una descripción que casaba con buena parte del Yermo. AEsa barricada podrían haberla levantado hasta durante la guerra para detener a los saqueadores. ¿Habría sido aprovechada poralguien después? ¿Cuantas muertes habría visto el edificio mucho después de dejar de ser utilizado para su propósito original? Como muchos yermenses, Deng se había insensibilizado ante la tragedia de la utopía devorada por el fuego nuclear. Pero a veces, cuando le pillaba con la guardia baja, aún podía afectarle. Quizá algo muy dentro de él le decía que lo perdido llevaría mil vidas recuperarlo. Y eso le hacía sentir impotente. 

Nathaniel se limito a quedarse en las sombras oculto detrás de una columna que le ofreciera cobertura, mientras vigilaba que Susan pudiera buscar entre los artefactos con una relativa paz, al tiempo que permitia que el resto pudiera ingresar, y vigilar, su intención era cuidar de las espaldas de todos, oculto.

- No, no he visto nada - Contesto a Mike con un susurro sin dejar de apuntar al interior ni perder de vista la entrada del edificio.

Los gritos del muti desaparecen en la distancia a mis espaldas al tiempo que Susan se adentra en el hospital sin dudarlo seguida de cerca por Deng mientras Nathaniel toma cobertura con la espalda pegada al muro junto a la puerta.

Hago un gesto silencioso con la cabeza a Mike para indicarle que avanzo hacia el interior y, una vez dentro, paso por la espalda a Susan y me dirijo directamente al enorme hueco en la sala que da al ala Oeste.

Antes de atravesarlo, pongo la rodilla en tierra, sin dejar de apuntar hacia el interior, y examino la siguiente sala con el cañón del rifle de palanca

- ¡Mierda! — Odio fallar, siempre lo he odiado y me molesta mucho. Mientras todos los demas aceden al recinto me tomo un instante para enfundar mis pistolas y sacar el rifle. Cojo aire mientras veo como ese ser huye cojeando y lo encajo en la mirilla. El supermutante bueno es el supermutante muerto, si no le puedo inmovilizar, de aquí no se va. 

Disparo

Miro hacia mi espalda para ver John sigue dando caza a ese supermutante huidizo, preparo mi rifle de caza para la accion y me dispongo a seguir a Connor dentro del hospital.

Entro preparado para dispara a lo primero que sea una amenaza para el grupo, pegado a la pared me dirijo a una de las grandes puertas de mi derecha para evitar que nos pillen por sorpresa y ver que es lo que hay en esa otra sala

He tardado demasiado, cuando aprieto el gatillo el supermutante se había ido mucho mas lejos de lo que calculé en un principio, el tiro se pierde en el aire.

- ¡Mierda! - Me giro hacia el grupo. Estos locos se han metido directamente apenas sin plan, cojonudo.

Se me ve de un humor de perros cuando apoyo en el umbral de la puerta y asomo la cabeza para ver el panorama y la ubicación de todos. Quiero detectar en qué punto su cobertura flaquea para llevar mi atención hacia allí. Creo que tengo claro que voy a cerrar la marcha, por mi mejor, no quiero sorpresas por la retaguardia.

Susan rebuscó en la pila de restos durante un rato, sin mucho éxito: Solo había restos de contenedores de metal, mesas, algún cuerpo ya esquelético con uniformes raídos del ejército, y lo que en su día fue un mapa holográfico, ahora hecho pedazos, con sólo su armazón de acero como testigo de su existencia, poco más parecía de interés en esa pila de basura apilada.

Deng decidió fijarse en si había marcas de sangre o de arrastre. Ciertamente, había dos marcas en distintas direcciones que le llamaban la atención: La primera, eran las marcas de una camilla, como si hubiesen arrastrado un cuerpo muy pesado en una camilla y el peso hubiese forzado las ruedas a dejar marca, y el rastro daba a las puertas de la derecha de la entrada. El segundo rastro, eran pequeñas manchas de sangre de un color extraño, que en base a lo que vio fuera, pertenecían al Supermutante, e iban haciendo un pequeño reguero hasta el boquete al fondo del muro Oeste, donde ahora se dirigía Connor.

Nathan se adentró con extremo cuidado al interior, aprovechando los huecos de la puerta de entrada para cubrir desde cobertura a los exploradores, mientras Bandido estaba agazapado cerca de él. Su instinto le decía que ahí se libró una batalla, quizás interna, que acabó bastante mal.

Connor investigó el hueco en el muro Oeste, poniendo rodilla en tierra en la pila de escombros. El pasillo dejaba ver tres puertas, ya que tendría que asomarse dentro para ver el pasillo que continuaba hacia su izquierda o el giro de esquina a su derecha. Mientras se encontraba concentrado en cuál podría ser el camino hasta el objetivo, cuando algo se movió con rapidez y le sorprendió, haciéndole trastabillar hacia detrás. Una mutaracha había surgido del lado izquierdo del pasillo que quedaba oculto a su vista.

Mike entró dispuesto a cubrir la otra parte de la entrada que Nathan estaba cubriendo, en especial cubriendo a Connor. Con el fusil preparado, el explorador observó el estado en el que se encontraba el vestíbulo, así como los pisos superiores. Definitivamente, al igual que Nathan, llegó a la conclusión de que una batalla se había librado en este lugar. Una tan rápida y letal que apenas había grandes daños. De repente, Mike vio a Connor trastabillar hacia atrás, con una mutaracha surgiendo del segmento del pasillo que daba a la zona suroeste. Con un disparo preciso y sincronizado, tanto Nathan como Mike ponen fin al insecto mutante, que acaba desparramado junto al fondo del vestíbulo.

Señalo a los rastros de sangre:

- Por ahí -apunto a las marcas de ruedas de camilla- vinieron los supermutantes del foso. Y por ahí -a las marcas que dan al agujero- nuestro huidizo amigo. Yo diría que es mala idea darle la espalda a lo que sea que estuviera persiguiéndole ¿no?

Dicho esto me cubro para apuntar al agujero de la pared

Finalmente su busqueda había acabado sin exito alguno. Quizas con tiempo y herramientas y demas pudiera arreglar el holomapa, pero carecía de las segundas y no sabía cuanto de la primera le iba a llevar. Se giró hacia el resto e hizo un gesto caracteristico anunciando los resultados de su busqueda.

Pese a ello sí había una cosa que podía hacer. Abrió la interfaz de su Peepboy y buscó rapidamente el programa "Paintboy". Dibujó un cuadrado mas o menos con la forma de la habitación donde estaban y sus salidas. Así al menos no se perderían tratando de volver.

Lo cierto es que no tenía mucha preferencia por hacia donde ir, así que cuando Dennis apuntó hacía el agujero, inconsciente de ella, hizo dos lineas en su mapa particular y se encaminó a la habitación.

Despues de ver como los compañeros despachan la mutaracha sin muchos problemas, estoy atento a las indicaciones. Dennis, finalmente, parece haber dado con el origen del rastro y Susan se encamina. Con mi fusil cargado en ristre y apuntando hacia su dirección, la sigo con la mirada, preparado para soltar un tiro preciso si hay problemas. Cuando el resto del grupo la sigan, me quedaré detrás. De momento no abandono mi posición en el alfeizar de la puerta.

Susurro a los chicos: - Vamos, acompañadla, os cubro la retaguardia.

Antes de permitir que Susan entre la primera, me adelanto pistolas en ristre. Como alguien ha dicho, es la persona más importante del grupo. Cruzo al otro lado del agujero como hombre en punta. voy con más cuidado hacia posibles enemigos que hacia las trampas porque, de haber alguna en el rastro de sangre, probablemente el monstruo la haya hecho saltar ya. 

Noto como me empieza a picar el dedo del gatillo.

- Vamos, compañeros: ¡Ni un paso atrás! 

Me incorporo lo mejor que puedo y recojo mi orgullo del suelo. Menudo susto me ha metido la mutaracha de las narices. Pero al menos una cosa está clara: aquí hay mucho que rascar. Estas señales de pelea no pueden significar nada bueno, y el muti de los cien metros de antes tampoco.

Levantándome del todo, avanzo por el enorme agujero a la altura de Susan con el rifle a punto, mientras Deng habre la marcha y John cubre nuestra espalda.

- Como salga otra mutaracha de la nada y me vuelva a caer de culo, doy media vuelta y me dedico a ser granjero -

Pienso con una media sonrisa en la cara.

Tras el pequeño incidente con la mutaracha suelto una pequeña carcajada Menos mal que ha sido solo una mutaracha! Me acerco hasta ponerme al lado de Deng que abre la marcha Hay que empezar por buscar si hay trampas que nos puedan hacer añicos.

Avanzo con el rifle preparado prestando atencion a las esquinas y lugares donde puedan poner trampas o tendernos una emboscada

Por un lado, se sintió molesto consigo mismo por desperdiciar munición con una mutaracha, pero ey, algunos tendrían comida. Susan empieza a marchar y creo que no ha entendido que es la única que puede encontrar las cosas que necesitamos. Por suerte, Deng entendió eso y decide abrir marcha. Buen muchacho.
Mientras continua oculto, deja salir algunos ligeros chistidos para que sepan donde esta, y no le disparen a el por sorpresa.

Cuando los exploradores se internaron en la abertura de la pared, ven que el pasillo se extiende a la izquierda hasta una pared cerca de la que ven unas puertas metálicas grandes, hacia la derecha, el pasillo llega hasta un recodo, que queda fuera de vuestra vista desde la abertura. Un ominoso silencio domina el corredor, lo que unido a la escena le da un toque siniestro a vuestros pasos, ya que aparte de algún goteo ocasional por alguna de las tuberías cercanas, no había nada emitiendo ruido en el pasillo.

Un puñado de puertas se alineaban en la pared frente a la abertura, algunas con pequeños letreros desgastados, otras sin identificar. El suelo del corredor tiene restos de casquillos viejos, aunque algunos, no pocos, parecen mucho más recientes, lo que aumenta vuestra preocupación. Algunos restos de mutarachas a medio devorar y podridas se encuentran cerca de alguna de las esquinas.