Partida Rol por web

Me mantengo al margen de la conversación de momento, Musgoverde ha hecho una pregunta interesante aunque esperaba que el Flechero nos contara algo más interesante de la gente que pasa por el camino. La verdad es que me esperaba que viera a alguien sospechoso o algún merodeador pero parece que no es el caso.

Creo que todos acabamos de sufrir una pequeña decepción, la gran aventura parece ser que al final se va a convertir en una pequeña aventura...pero es una aventura al fin y al cabo así que habrá que llevarla a buen término y si es necesario tranquilizar a Farahail de que no existe ningún fantasma y que pueda continuar con su vida. 

Respuesta realista y esperada. Cuanto más investigábamos la historia de nuestro nuevo acompañante, más aguas hacía.

Decepcionante a nivel de aventura, y normal a nivel de historia. Alguien cree ver un fantasma, y casi siempre resulta tener otra explicación. De todos modos, los espíritus sí nos rondan, de eso estaba yo seguro. Y si se manifiestan, normalmente no hay duda de que sean del más allá, o eso he oído. 

-Cierto, observé una construcción curiosa cuando la luz ya comenzaba a escasear, ¿podría decirnos qué hay o qué hubo allí? Y si alguien más está en la casa y tuviese la amabilidad de preguntarles por nuestras dudas, se lo agradeceríamos también. Cuando regrese a la ciudad pregunte por Axe en la taberna, y con gusto le invitaré a lo que beba, ¿le parece?

Las dudas sobre lo que realmente se está investigando se instauran en el seno del grupo.

- ¿Cueva? ¿Dónde? - Frunce los labios y niega – No, no sabía que hubiese una cueva, pero si hay muchos agujeros de ratas y topos – Tras una pausa de un par de segundos – Verán... no suelo fisgonear por ahí, tengo un trabajo humilde que me da para vivir y poco más... - Con eso responde a lo comentado por musgoverde y parte de lo de Axe.

Con respecto a la otra cuestión - No, vivo solo – Dijo sin dudar – Pero gracias por lo de la invitación, lo tendré en cuenta. Ahora si me disculpan... es tarde y tengo cosas que hacer – Os dice con una sonrisa pero queriendo terminar ya la conversación.

Musgoverde frunció ligeramente el ceño, estaba a punto de darse la vuelta y volver por donde había venido con la certeza de que sólo habían hecho que perder el tiempo cuando se le ocurrió la pregunta de la cueva y esto, junto con la reacción del flechero a la pregunta de Axe sobre con quién estaba en la casa, lo cambió todo. El animista pareció percibir algo en la reacción del Flechero y se adelantó a intervenir antes de que cualquier otro de sus compañeros tuviera una reacción menos sutil.

-Oh, claro, claro. -Dijo Musgoverde con una amplia sonrisa en el rostro, como si comprendiera perfectamente que el flechero tuviera cosas que hacer y ya no fueran las horas adecuadas para una visita. -Le agradecemos mucho por la información, y lamentamos las molestias. No olvide venir por la taberna para que podamos invitarle a ese trago. - Le dijo mostrando toda su cordialidad y buen humor.

Parecía que el viejo daba por buenas las explicaciones del flechero sobre que la cueva que Mut y él habían visto podía ser hecha por un topo, aunque era demasiado grande para que así fuera, y sobre que desconocía de su existencia. No obstante, era evidente que no podía ni haberla pasado por alto ni pretender creer que fuera realizada por un topo. Pero el animista no quería que Mut hiciera notar aquello así que invitó a darse la vuelta a sus compañeros mientras el flechero cerraba la puerta de su casa y ellos se dirigían de vuelta por donde habían venido.

-Oculta algo. -Murmuró el anciano. - Parece que lo de la cueva le ha sorprendido como si no esperara que la encontráramos o algo así. Y miente con respecto a que no hay nadie más. Creo que la pregunta de Axe le ha puesto en guardia. Debemos de actuar rápido, puede que haya alguien en peligro. Farahain, ¿estáis seguro de que éste es el verdadero flechero?

Veo el gesto de Musgoverde y también me doy la vuelta. Una de las cosas que dijo es mentira, dice que vive solo pero ahora mismo hay alguien con él en la casa. Eso indica que miente como un bellaco, y eso me hace sospechar. Oculta algo sin duda.

Cuando nos alejamos lo suficiente escucho lo que Musgoverde indica.

- Estoy de acuerdo...creo que deben usar la cueva para algún propósito... - en la mente del hobbit se dibuja la palabra contrabando. Mira a Farahail y le pregunta - Farahail, has notado si algo ha cambiado en la economía del pueblo...por ejemplo alguien que siempre estaba justo de dinero de pronto tiene mucho más, o algo nuevo ha llegado a las tiendas del pueblo...algo que nunca habéis visto o veis pocas veces...

Echa un vistazo de reojo a la casa del flechero y comenta:

- Creo que deberíamos vigilar la casa mañana, ver quién entra o sale aunque disimulando...y revisar la cueva a primera hora sin esperar demasiado. Creo que hay algo en ella que es de interés para el flechero...

-Cierto es -coincidí con mis amigos sobre la mentira que había contado el flechero-, y me alegra haberle hecho esa pregunta indirectamente, sin hacerle ver que realmente sabíamos que no estaba solo. Algo trama, o algo oculta... Desde luego, no es trigo limpio.

La idea de Mut de vigilar la casa parecía la opción más viable. Ahora seguro que estaba asegurándose de que nos alejábamos, así que podríamos apostarnos en algún punto fuera del alcance de su vista.

-Estoy con Mut, vigilémosle despues de hacerle creer que nos fuimos. Que haya secuestrado al flechero de verdad como sugiere Musgoverde, o algo peor, es lo que también he pensado yo. Podemos alejarnos los demás, y Mut, siendo más menudo, tú puedes quedarte más cerca en algún lugar que puedas encontrar por aquí. Nosotros haríamos lo mismo más alejados, sin perderte de vista. ¿Os parece? Así tú podrías ver o escuchar mejor, si tienes la oportunidad.

Mi curiosidad estaba ahora minada por saber la identidad de ese hombre, y qué hacía en ese lugar. Parece que la historia del fantasma empezaba a tomar otros derroteros más realistas.

Musgoverde reacciona con rapidez con lo que se ha dado cuenta. – Que pasen buena noche – Es lo último que comenta el flechero antes de cerrar la puerta.

Apartados unos metros de la casa intercambiáis ideas. Farahail interviene a las preguntas del animista – Si, vamos, no he tenido demasiado contacto con él, pero juraría que si. Lo que no lleva es demasiado tiempo el pueblo, llegó como hace un año o año y medio...

Mut también le hace preguntas y se lleva la mano a la barbilla – No... no he notado que nadie se haga rico en el pueblo, salvo los pocos que ya lo son, claro – La segunda pregunta también lo hizo pensar y cerró los ojos tratando de recordar – Lo siento, no me viene a la cabeza nada así de extraño...

Delante de la casa había un camino que transcurría separado del río y sería lo más directo para volver al pueblo si ese era vuestro deseo. También podíais volver por donde habíais venido o cualquier otra decisión que queráis tomar.

-Creo que la idea de Axe es realmente buena. -Dijo siguiendo el plan propuesto y dirigiéndose hacía el camino que transcurría paralelo al río para hacer ver que regresaban al pueblo. -Pero mi mayor preocupación es que la persona que está con él no sea un compinche sino su víctima.

-Tal vez, cuando todo esté más calmado, puedas acercarte hasta la casa para echar un vistazo por las ventanas. Puedo hacer que Huesos te siga por si algo saliera mal y en caso de que te descubran podrías utilizarlo como excusa hasta que lleguemos a apoyarte. -Le sugirió al mediano.

- Me parece buena idea también la que ha tenido Axe, y también puedoacercarme sigilosamente y espiarles cuando sea menester... Los hobbits tenemos ciertas habilidades, no todo serán desventajas el ser pequeños y caminar descalzos... - digo sonriendo - Y no me importará que Huesos me haga compañía...unos ladridos suyos podrían ser una buena señal de alarma.

Caminando hacia la posada donde dormiremos les comento:

- Mañana madrugaremos así que es bueno que vayamos a dormir, y encarguemos un buen desayuno para mañana y algunas viandas para hacer la guardia. Habrá que estar atentos a lo que suceda a partir de ahora. Por lo que descansar es necesario...

Cuanto más pudiésemos averiguar, mejor sería. Ya no es la primera vez que teníamos que fingir o disimular para sacar alguna información, y desde luego que a Mut no se le daba nada mal.

-Sea, pues. Eso haremos. Cierto es que Mut tiene facilidad para pasar desapercibido, ya lo ha probado muchas veces, así que sin duda es el adecuado. Los demás estaremos pendientes de que vaya todo bien, y Huesos será una estupenda ayuda. De verdad espero que descubramos qué está ocurriendo en realidad, y si la mujer de ahí dentro es una víctima, porque una inquietante historia de fantasmas se convertiría en un secuestro o algo peor, y ansío averiguarlo.

La idea de que alguien sufriese injustamente me enervaba sobremanera, y esperaba que pudiésemos ayudar si es que había realmente una víctima.

El plan va tomando forma de camino al pueblo. Los compañeros se sienten animosos por ello y por la intriga de lo que puede estar sucediendo.

Ya en la posada os despedís de Farahail, ya cumplió su parte de indicaros el lugar y os indica cual es su casa para que os podáis comunicar con él una vez finalizada la misión.

Angainor se encuentra allí a unos enanos, se alegra mucho de verlos y se queda con ellos charlando. Axe, Musgoverde y Mut se retiran a dormir.

A la mañana siguiente se encuentran a Angainor perfectamente pertrechado, con petate incluido, como si no fuera a hacer más noches en la posada. Os cuenta que los enanos que vio ayer conocían a su familia. Su padre falleció hacía tiempo cosa que él ya sabía, pero resulta que su madre está pasando penurias económicas desde que unos ladrones la asaltaron. El enano, triste, pero decidido, os comunica que debe regresar a su hogar y solucionar dichos problemas. Pero es un hasta luego, pues no descarta que solucionados los temas algún día vuelva para buscaros.

No quiere despedidas largas, un enano debe aparentar dureza, así que en pie os estrecha a cada uno la mano y abraza a Axe y Mut con los que tiene más confianza. Os indica que os quedéis con Samman, pues más falta puede haceros a vosotros y no sabe como reaccionarán en su poblado si llega con ese animal.

Primero Lorgan y ahora Angainor, al menos sé que volveremos a cruzar nuestros caminos tarde o temprano. Su camino se aleja del nuestro momentáneamente.

- Yo cuidaré de Samman mientras no estás tú, no te preocupes. Además así sé que volverás a buscarnos para recuperarlo cuando todo en tu hogar se haya solucionado. - le digo a Angainor mientras acaricio la cabeza del Unca - Vuelve pronto viejo amigo, sabes que tomar una pinta de cerveza sin un hobbit es aburrido. Y menos si es un hobbit que ha recorrido medio mundo y combatido a tu lado. Has demostrado a este mediano la grandeza del pueblo de Durin, tus ancestros estarán orgullosos de tus hazañas y proezas. En La Comarca contarán grandes hazañas de ti cuando regrese y si todo ha salido bien podrás escucharlas con una pinta en la mano y un buen asado en la mesa...

Me subo a una banqueta para abrazarlo antes de su marcha. El hobbit se siente triste pero entiende que tarde o temprano el camino le llevará al norte, a La Comarca...y quién sabe cuando el camino vaya hacia allí podrá ir a visitar a su viejo amigo.

El viejo animista apenas había compartido más que unas horas con el enano, pero sentía que su perdida era importante para el grupo, y los temas que tenía a tratar en su tierra eran importantes. Le estrechó la mano y le deseo buena suerte, y después se apartó, quedándose en un segundo plano, para que Mut y Axe pudieran despedirse de su viejo compañero.

A pesar de no conocerlos muy en detalle, la camaradería y el buen ambiente que se respiraba en aquel grupo le agradó. Recordó sus años de mozo, cuando explorar caminos y vivir aventuras era una parte vital de su existencia y rememoró a sus viejos compañeros: de algunos recordaba sus rostros pero no sus nombres, y de otros recordaba los nombres pero sus rostros se habían vuelto borrosos y difusos, aunque poco importaba ya, seguramente aquellos que continuaran con vida tendrían rostros arrugados y pelo canoso como él.

A pesar de todo lo fuerte que podía hacerme ver, se me encogió el corazón con la despedida. Angainor era parte de nosotros, y eso no iba a cambiar hubiera la distancia que hubiera.

-Angainor, amigo... A veces la vida nos exige cosas a las que nos duele renunciar, pero en eso también se demuestra valentía. Ve en paz, amigo, que si la fortuna y Eru son nuestros aliados, seguro que volveremos a cruzar nuestros pasos. Samman se queda en buen cuidado con Mut, y los demás también velaremos por tan noble animal. Tu confianza al dejárnoslo es tan grande como tu valor, que no es poco. 

Le abracé, emocionado.

-Nos quedan aún muchas cervezas que compartir, y muchas aventuras que librar. Vuelve cuando sea posible, estaremos esperándote.

Las despedidas jamás eran fáciles, pero esta ausencia escondía la esperanza de un reencuentro, y a ella me aferré. 

Estaba seguro de que volveríamos a vernos. Angainor aún tenía mucho que decir en futuras aventuras, estaba seguro de ello.

-Suerte para el camino, amigo... hermano.

Fue una despedida sentida, pero al enano no le gustaban las despedidas largas ni tampoco exteriorizar sus sentimientos. Tras entregaros las cosas de los Uncas, os abrazó a todos y os dijo que seguro que os vería de nuevo.

Pero hay que mirar adelante. Y una misión, que se había convertido en misterio, que resolver. Seguramente lo mejor para no pensar demasiado en tristezas. Ya en la posada, siendo las nueve pasadas de la noche, hierve el bullicio habitual.

Dejasteis a los animales en la cuadra. Habíais comido, pero tocaba trazar el plan de forma concreta, con quien haría qué y a que hora, quizá delante de una cerveza sería un buen modo de hacerlo.

El anciano se hizo cargo del plato del guiso humeante que en la posada les sirvieron para la cena con una voracidad tal, que los demás se preguntaron si acaso no se debía estar quemando la garganta. Después sacó su pipa y fumó algo mientras el grupo compartía unas pintas de cerveza. El ambiente en el grupo era algo melancólico tras la marcha del enano, por lo que el viejo decidió romper el hielo.

-¿Cómo os gustaría proceder con el tema de nuestro amigo? - Dijo sin dar muchos detalles para que ningún curioso ajeno pudiera enterarse a qué se refería. -Yo actuaría de inmediato, aprovechando la oscuridad de la noche.

La comida reconfortaba, la bebida aún más, y el tabaco de después calentaba cuerpo y alma. Esos momentos relajados son los que nunca valoramos, y al faltar los echamos de menos. En los días tristes de alguna batalla es el recuerdo de estos momentos en paz, y tal vez el de nuestros seres queridos, lo que nos calma el espíritu y nos da fuerzas para seguir.

Me dejé caer sobre el respaldo de la silla cómodamente, hasta que Musgoverde puso de nuevo el tema sobre la mesa, con exquisito cuidado de no dar detalles, cosa que los demás habríamos de seguir si queríamos hablar entre el bullicio, sin conocer qué oídos podían estar acechándonos.

-La noche será una buena aliada a nuestro favor. Como dije antes, el tamaño y buen hacer de Mut también cuentan. Tú y yo podemos cubrirle mientras averigua todo lo que pueda... Incluso los uncas podrían ayudarnos, aunque creo que cuanto menos llamemos la atención, mejor. ¿Qué opináis? 

Cerveza para calmar el dolor de otra nueva despedida, primero Lorgan ahora Angainor aunque a este último volvería a verlo en el futuro de eso estaba seguro. Aunque una despedida sigue siendo amarga a pesar de que en el futuro se endulce. Pero ahora el bueno de Axe y Musgoverde eran su familia. El hobbit tenía la costumbre de cogerles cariño rápidamente a sus compañeros, un sustituto de la familia que había dejado en La Comarca. Tras pasear un poco por los recuerdos de las aventuras volvió a la realidad, había una misión que cubrir y al fin y al cabo eso era lo que necesitaba. 

- Lo veo bien, me apostaré escondido cerca de la casa y estaré atento a lo que suceda. Pero antes, con la primera hora de luz deberíamos ver lo que esconde esa cueva. Los uncas nos ayudarán en la cueva sin ninguna duda, sus sentidos nos alertaran de algún peligro y creo que pueden ver mejor que nosotros en la oscuridad. Aunque si queréis podéis hacerlo vosotros mientras vigilo la casa con ayuda del bueno de Huesos. Me llevaré algo de papel y un tizón* o carboncillo para poder escribir y si es necesario os pasaré una nota usando a Huesos como mensajero. Así podréis tener el máximo de información mientras inspeccionáis la cueva o si hay alguna novedad que requiera de vuestra presencia inmediata...

La idea en la cabeza del hobbit no parecía mala del todo, ahora habría que esperar a ver qué pensaban sus amigos.