Partida Rol por web

Fantasmas del pasado: Azul Profundo

¡ A bucear!

Cargando editor
11/10/2019, 18:15
Claude DuPont

No se podía negar que el tal Bill era muy espléndido pues, después de invitarnos a los primeros tragos y a la comida, aún nos dejaba con una botella de ron, a la cual no le hice ascos en esa ocasión, antes de despedirse. Apunté hacia él con el vaso que tenía en la mano agradeciéndole de aquella forma el trabajo, aunque las señales de precaución seguían siendo insistentes en mi cabeza.

Tranquilo jefe, mañana estaremos a tiempo y en perfectas condiciones —le dije antes de beber de golpe lo que tenía en el vaso.

Me quedé mirando a Rheena mientras se reía, pensando en que no me había equivocado en mi primera apreciación, aquella mujer era de armas tomar. Nera era guapa pero demasiado tímida para mi gusto, aún así si íbamos a ser todos compañeros había llegado el momento de socializar, incluido el viejo Pete.

—A mí también me resulta un poco extraño todo —dije, corroborando de esa forma el temor de Rheena, además que el alcohol empezaba ya a calentar no sólo mi cuerpo sino también mi cabeza—. ¿Tanto despliegue para recupera una simple brújula? Hay algo raro en este trabajo y seguro que no será tan fácil como nos lo quiere vender ahí el caballero —señalé por donde se había ido Bill de nuevo con el vaso que, milagrosamente, volvía a estar lleno—, pero pensemos en la recompensa que sacaremos por ello. Así que amigos, bebamos y divirtámonos mientras podamos porque mañana no sabemos qué nos deparará la diosa Fortuna —miré a Rheena con malicia mientras pronunciaba esas palabras, en especial la parte en la que había hecho referencia a la diversión.

Cargando editor
11/10/2019, 20:13
Nera Reeve

Sigo bebiendo con tranquilidad y asiento con la cabeza a lo que dice nuestro contratante, los ojos fijos en el vaso. Hay algo que se está callando, algo que no huele muy bien. Y nos hemos metido con la cabeza por delante, así que ahora no hay mucho que hacer más que seguir hacia delante para intentar escapar del túnel.

-Nos ha hecho la cama, eso seguro.- Sonrío contra el vaso.- Veremos de qué están hechas las sábanas...

Me encojo de hombros y suelto la risita.

-Al ritmo al que baja esta botella lo que nos depara mañana es una buena resaca.- Bebo un sorbo sin pestañear.- No hay problema, tengo medicamentos para el dolor de cabeza...

Cargando editor
12/10/2019, 20:49
Rheena Sutton

Al menos no era la única a la que le había escamado la explicación de Bill, pero bueno, si alguien te dice que el resto de cosas que te encuentres son para ti, pues te apuntas ¿no? 

- Bueno, no vamos a tardar en averiguar qué nos aguarda allí. - Al menos, ya nos esperábamos algo malo así que luego ya no nos pillaría por sorpresa. 

Al darme cuenta de la mirada que me echaba mi recién estrenado compañero, sonreí y levanté el vaso, casi diciéndole que la idea de divertirme no me disgustaba en absoluto, pues uno sabía cuando se embarcaba en una misión pero luego no sabía nunca cuándo, cómo o si volvería de ella. 

La mujer dijo aquello sobre la resaca, pero sólo era una botella y éramos cuatro personas. 

- Con una botella no creo que vayamos a estar demasiado mal mañana. Eso sí, si seguimos después ya será otro cantar. 

De todas maneras algo me decía que no beberíamos demasiado aquella noche. 

Cargando editor
12/10/2019, 23:32
Pete

Pete se había puesto a "bailar" con la camarera, de forma torpe pues su pata de palo no le dejaba demasiada agilidad a los saltos que simulaban el baile, pero pronto se la cedió a otro marinero, más joven y apuesto a quien le deseó la mayor de las suertes. Los compañeros de aventura de mañana seguían en la mesa hablando y Pete dejó su botella a medio camino sobre un taburete llegando a la altura del resto y dándose dos golpecitos en el pecho que precedieron a un eructo

Tiburones - Dijo despejando las dudas de la conversación. - Tiburones como casas, y el que ha dibujado el mapa ha puesto hasta los bosques de algas. Así que lo que más abundarán serán los tiburones y con mala pata - Dijo dando un golpecito con su pata de palo sobre las tablas del suelo - algún monstruo marino habrá reclamado ese pueblo y se encontrará encerrado entre sus paredes rayos y centellas.

Abrazad vuestros colchones pues vamos a tardar por lo menos una semana o más en volver a dormir sobre suelo seco yarrrg

Pete dió una palmada a la espalda de Claude y recogió su mosquete, que poco o nada le iba a servir en aquella aventura submarina. Cojeando, renqueando y cantando la canción que aún acompañaba los bailes de  taberna subió las escaleras a su dormitorio

Cargando editor
13/10/2019, 21:39
Claude DuPont

Que no continuemos bebiendo para evitar una resaca no quiere decir que no podamos seguir divirtiéndonos ¿verdad? —Dije, correspondiendo a la sonrisa que me había lanzado Rheena.

La noche no tenía que acabar aún, siempre y cuando al día siguiente estuviéramos en pie antes de la hora convenida y en condiciones lo suficientemente satisfactorias, podíamos seguir un poco más con la juerga, y la diversión que yo pretendía continuar tenía forma voluptuosa y un par de ojos de mirada provocativa y maliciosa.

Al ver cómo nuestro más veterano compañero parecía dispuesto a retirarse a descansar, cogí mi vaso con lo último que quedaba de bebida y mirando a Rheena le enarqué una ceja mientras, de manera disimulada, señalaba con mi mentón hacia las escaleras que subían a las habitaciones. Era una clara invitación a continuar la noche nosotros dos. No es que quisiera dar de lado a la joven Nera, que si quería apuntarse a disfrutar un poco con nosotros por mi parte estaría encantado, pero la veía mucho más tímida y menos dispuesta a hablar que preferí no decirle nada, por si acaso se ofendía.

Cargando editor
14/10/2019, 13:11
Rheena Sutton

En eso tenía que darle la razón a DuPont pues la verdad era que la noche aún era joven y yo no tenía ninguna gana de irme a dormir. 

- Cierto. - Respondí con una sonrisa en los labios. 

Por unos instantes, me quedé observando al hombre que se retiraba ya y pensé en qué tal nadaría o más bien bucearía, un hombre que tenía una pata de palo, pero claro, no lo quise preguntar en alto porque igual me estampaba la pata en cuestión en la cabeza. 

Al volver la cabeza me quedé con el gesto que me hacía mi otro compañero y miré disimuladamente hacia el punto que me estaba señalando. Al no ver nada digno de mi atención, entendí lo que me estaba diciendo y sin pensármelo demasiado asentí. 

Una nunca sabía cuándo no iba a regresar de alguna de sus aventuras así que todo lo que pudiera llevarse por delante, pues mucho mejor. Además, este hombre tenía pinta de saber divertirse y yo nunca decía que no a una buena "fiesta". 

Cargando editor
15/10/2019, 10:22
Director

La mañana siguiente se despertó gris. Una ligera llovizna caía sobre Bristo aunque los habitantes de Caribdus ya se habían acostumbrado a esta breca. Tras una noche de alcohol y otros placeres el grupo salió del Pajar para dirigirse al barco. Era temprano aún, la luz del sol apenas había salido por el horizonte y tan solo algunas personas, pescadores en su mayoría, andaba por las calles.

La moza valiente estaba anclado en el puerto junto a otras pocas embarcaciones. Era un balandro de dos palos cuyo mascarón tenía un color marrón rojizo recien encalado y listo para partir. Tenía una dotación de 8 cañones, cuatro a cada lado, en la parte superior del barco. La parte inferior, presumiblemente, se utilizaba para las literas de los marineros y la carga que transportase. Cuando os acercasteis al balandro pudisteis ver que había más movimiento, pues varios hombres subían y bajaban transportando cajas de viveres para la travesía.

 

Cargando editor
15/10/2019, 10:32
Kalsas

Un escurilio esperaba junto a la pasarela y agitó una gran pinza cuando os vio acercaros. Llevaba el caparazón cubierto de algunos cachivaches, atados con cintas de cuero y se movía nervioso mientras os acercabais. Os saludó efusivamente:

-¡Ah! Vosotros debeis ser los cuatro busca tesoros ¿no? El capitán os está esperando junto al timón. Daos prisa y no os dejeis nada en tierra, partimos en unos minutos-dijo señalando a un enorme grael que llevaba la última caja que quedaba en el puerto por lo que no tardarían en estar listos para zapar.

Cargando editor
15/10/2019, 12:54
Pete

Pete trató de levantarse el primero. Era cumplidor y madrugador y comió en abundancia cuanto la camarera pudo ofrecerle. Esperó por sus nuevos compañeros pero tampoco demasiado, por suerte se presentaron más o menos decentes antes de que decidiera marcharse. Recorrió la adormilada ciudad de Bristol sobre la que caía ese fino velo de agua y le sorprendió que no fuera una mañana brumosa

Caminó renqueante por el muelle. Odiaba la lluvia ¡rayos y truenos!, por eso jamás navegaba hacia el sur cuando pirateaba en el caribe. Sus pasos siempre anunciaban de antemano el tipo de persona que se acercaba con su mosquete sobre el hombro derecho y un zurrón que pretendía estar lleno a la vuelta.

Sonrió al escurilio, eran probablemente el bicho más entrañable de cuantos había conocido en este nuevo mundo. Fáciles de crispar y tomar el pelo, pero con buen fondo en la mayoría de casos. Atravesó la pasarela dándole unos golpecitos en el caparazón como si tocara la puerta de una casa pidiendo invitación y llegó a la pequeña y acogedora cubierta del balandro

Nadie nos dijo que fuéramos a tener un Capitán

¡ Capitán ! ¡La tripulación sube a bordo! ¡Cuatro merlucitas listas para botar al mar sí Señor!

Cargando editor
17/10/2019, 11:22
Rheena Sutton

No es que llevara tantas cosas como para poder olvidarme algo en tierra, así que cuando el marinero dijo aquello simplemente subí a bordo. No es que hubiera dormido mucho aquella noche, la verdad, pero aún me quedaban fuerzas como para que no se me notara. 

- Bien. - Fue mi respuesta a sus palabras. 

Miré a Pete de lado cuando dijo aquello de que no nos habían dicho que íbamos a tener capitán, pues yo juraría que le había entendido a Billy que tendríamos uno, pero igual lo había dado por supuesto y no nos había dicho nada... En fin... ¡Qué más daba! Había un capitán y punto. 

- ¿Merlucitas? - Me tuve que reír ante ese comentario. 

Y así fue como pisé la cubierta del barco, riendo por la ocurrencia de Pete. 

Cargando editor
17/10/2019, 21:25
Claude DuPont

¡Ay! Suspiré mientras caminaba bajo la leve lluvia que caía y que, después de la noche que había pasado y que había conseguido que me levantara de buen humor, no iba a conseguir aguarme mi estado de ánimo. No había dormido mucho, pero el ejercicio realizado junto a la bella y fiera Rheena había merecido la pena y, desde luego, no me iba a arrepentir de haber tenido la oportunidad de gozar de los placeres de la vida antes de embarcarme a una aventura de la cual no sabía si volvería.

Cargando con mi morral donde, triste era decirlo, llevaba todas mis pertenencias, me quedé observando con ojo crítico el velero donde deberíamos embarcarnos.

Parece resistente —comenté más para mí que para ser oído por mis compañeros y, siguiéndolos, subí por fin a bordo.

Ante el comentario de Pete y escuchando la cantarina y contagiosa risa de Rheena, no pude evitar reírme yo también.

Un poco de ánimo muchacha —le dije a Nera, nuestra silenciosa compañera y la cuarta merlucita a la que había hecho referencia Pete.

Íbamos a iniciar un viaje que nos reportaría pingües beneficios y eso siempre era motivo de alegría.

Cargando editor
18/10/2019, 01:49
Capitán Davis

Una mujer de piel oscura trepaba ágilmente por las jarcias sobre vuestras cabezas asegurandose de que los amarres estaban en perfectas condiciones. El grael bajaba un pesado cajón de madera hacia el interior de la nave pero os dirigisteis hacia el puente de popa donde se encontraba el capitán que esbozaba una sonrisa divertida.

Era un hombre alto, maduro, de pelo cano y barba recortada esperaba junto al timón mientras fumaba. Sus ropas, no eran mas elegantes o llamativas que las del resto de la tripulación, pero algo en su forma de moverse y en su mirada, en la seguridad que trasmitía dejaba claro que aquel era el capitán del balandro.

-¡Ja!¡Merlucitas!Me gusta, lastima que va a ser un viaje muy corto como para poder sacarle partido-dijo el hombre con un marcado acento inglés que dejaba claro que era un "visitante"- ¡Bienvenidos a la moza valiente! Soy el capitán Davis. Imagino que Bill ya os habrá hablado de mi, partiremos en breve-explicó- y calculo que tardaremos 6 o 7 días en llegar al lugar que me indicó Bill. Que más...-dijo pensativó- ah si, bajo cubierta están los camarotes de la tripulación, en cada uno hay 4 literas asi que os hemos guardado uno para vosotros para que podais instalaros y dejar ahi vuestras cosas. 

 

Cargando editor
18/10/2019, 10:28
Rheena Sutton

El capitán no tardó en aparecer y desde luego no era de esos que daban mal rollo según los veías, aunque claro, luego ya veríamos cómo pintaba la cosa. 

- Gracias capitán. - Respondí a eso del camarote y demás. 

Eché un vistazo hacia arriba, pues había captado movimiento y vi a la mujer trepando. 

- Mira, tenemos merlucitas y monitos. - Pensé divertida con la escena. 

Eso sí, después del pensamiento estúpido del momento, volví a centrarme en los allí presentes y en la conversación. 

- ¿Sabes algo del lugar al que nos dirigimos: peligros, historias...? - Sí, era probable que el capitán supiera más cosas que nosotros al respecto. 

Cargando editor
18/10/2019, 16:07
Capitán Davis

-Esa que mirabas es Vel-dijo señalando a la mujer que ahora que había bajado de las jarcias podíais observar que en realidad era una Masaquani-, el cangrejo que ya conocéis es Kalsas y ese torpe-dijo señalando al Grael que volvía a salir otra vez a la cubierta esta vez con las manos libres y se dirigía al ancla- es Grunk. Carl estará por ahí dentro asegurándose de que todo está en orden, ya lo conoceréis. 

El capitán empezó a girar el timón hacia la derecha y grito las ordenes a sus hombres para que hizaran el ancla y se prepararan para salir.

-No conozco nada de esa zona, es un trozo de mar como otro cualquiera. Pero si conozco el mar y cualquier cosa que os encontréis bajo la superficie es peligrosa. Explorar las ruinas de un pueblo hundido hace años a 50 brazas de profundidad no es un paseo por el campo y tengo entendido que esa zona es una zona de tiburones...-hablaba distraído mientras se aseguraba de que el barco saliera del puerto sin incidentes.

Cargando editor
19/10/2019, 11:15
Rheena Sutton

El capitán nos presentó a la tripulación de su navío, pero si esperaba que yo recordara todos los nombres la iba a llevar clara, pues si no tenía un verdadero motivo por el que acordarme de alguien, terminaba olvidándolos enseguida. 

- Bien. - Respondí tras la presentación de toda su gente. 

Eso sí, después atendí a lo que verdaderamente quería escuchar, aunque vamos, quitando lo de los tiburones no me dijo nada que no supiera ya. 

- Mal... - Sí, seguía convencida de que aún nos faltaba alguna sorpresa. 

- Lo de los tiburones lo imaginaba. - Llamémoslo intuición femenina. 

Estaba claro que si queríamos saber alguna cosa más del lugar, lo íbamos a tener que descubrir por nosotros mismos. 

Cargando editor
19/10/2019, 20:49
Nera Reeve

Voy caminando la última, medio aplastada por el peso del macuto con refuerzos de madera que llevo a cuestas. No iba a dejar todas mis cosas tiradas por ahí, sobre todo teniendo en cuenta que son muy caras.

Observo de soslayo al chico joven cuando se dirige a mi. Se me escapa una sonrisita a pesar de la llovizna que me está mojando el pelo.

-Tendría más ánimo si hubiera podido dormir un poco más...odio madrugar.- Murmuro entre dientes mientras contoneo las caderas para poder acomodar el petate.- Me gusta lo de merlucitas...

Miro un momento al capitán del navío mientras nos va diciendo los nombres del resto de la tripulación y subo la rampa a saltitos, casi me he despejado de todo al ver las muchas cosas curiosas que voy a poder investigar en el barco. El capitán parece un tío interesante.

-¿Qué hay, jefe?.- Comento tras lo que nos cuenta de los tiburones, los paseos por el campo y todas esas cosas alegres. Con un movimiento de hombros dejo caer el enorme macuto, que traquetea contra la cubierta. Tras un momento de silencio me siento cómodamente sobre él.- Me preguntaba si tendrías un sitio tranquilo y limpito donde desplegar mis talabartes de médico. Nunca se sabe cuándo se van a necesitar unas cuantas suturas y a algunos de los remedios no les viene bien estar en un baúl toda la santa travesía... y por ahora no tengo mucho más que aportar a todo esto, me temo.

Cargando editor
19/10/2019, 20:59
Pete

¡¡ TIBURONES !! ¡Lo sabía! - Dijo como si de el orgulloso Watson se tratara ayudando al inspector Holmes, sacando su cuchillo y blandiéndolo contra la batayola por si en ese muelle, en ese mismo instante de la mañana fuera a aparecer el primero de los tiburones - Pienso convertirlos en shishkebab cuando aparezcan vaya que sí

Y a propósito. ¿No son demasiada tripulación para un pequeño balandro? Dos personas serían tripulación más que suficiente, tres si hubieran problemas. A nosotros aún no nos ha pagado ni pieza... ¿Qué les ha prometido a ustedes? - Pete sabía más que los gatos coloraos, y en esta cubierta sobraban tripulantes

Arrrgh maldita sea, ¿Tenemos al menos un acordeón por ahí?

Cargando editor
20/10/2019, 22:08
Claude DuPont

Capitán, tripulación, todos habían sido presentados y junto a nosotros ya se podía decir que estaba la familia al completo, por lo menos la que iba a iniciar una aventura de la cual no teníamos ni idea de qué saldría de ella. Aunque pareciera raro, me quedé en silencio observando el navío en el que íbamos a viajar, escuchando con atención la respuesta a la pregunta que había hecho Rheena. Tiburones, peligros submarinos, ¡bah! el tipo no estaba soltando prenda y sólo decía lo típico que todos sabían del mar... que era peligroso.

Seguía animado por poder embarcar, pero los avisos que el día anterior había empezado a emitir mi cabeza y que yo me había propuesto obviar, volvían a taladrarme con fuerza y sentí un ligero cosquilleo que me indicaba que las cosas iban a torcerse. No es que yo fuera demasiado supersticioso, pero esos avisos siempre habían resultado ciertos. Aunque bueno, algún día tendrían que empezar a fallar. O no.

Miré al capitán que, a pesar de parecer un hombre curtido en el mar no parecía tener mucho conocimiento de las aguas a las que nos dirigíamos, y eso que estaban bastante cerca de aquel puerto. ¿Nos estaría engañando por alguna razón? Esperaba que no, porque como nos traicionara de alguna forma se iba a convertir en un buen pinchito moruno.

—Por cierto capitán, mi nombre es Claude DuPont, antiguo oficial de la armada francesa —quizás no fuera la mejor presentación, sobre todo después de haber notado su acento inglés, pero quería demostrarle que aquella no era la primera vez que iba moverme por un barco—. Veo que tiene una tripulación muy preparada pero si necesita ayuda no dude en pedirla —pensar en pasarme los días de viaje sin hacer nada no era lo que yo deseaba en esos momentos. Necesitaba tener la cabeza y las manos ocupadas y, aunque esperaba que Rheena me echara una mano de vez en cuando para distraerme, necesitaba también un poco de acción y disciplina.

Cargando editor
20/10/2019, 22:40
Capitán Davis

-Puedes dejar tus bartulos en vuestro camarote. Te puedo asegurar que nadie te robará nada, es más agradecemos que haya un médico a bordo-respondió a Nera- no solemos tener esa suerte y a veces se echa de menos sobretodo si aparecen las banderas negras-el capitán seguía girando el timon mientras la proa del barco cogía distancia del muelle.

-¿Te parecemos mucha tripulación?-dijo algo sorprendido con las palabras de Pete- No quisiera verme navegando por estos mares del demonio en un barco con menos gente. Es más, si cuando termineis este trabajo alguno quiere unirse a la tripulación no le diré que no... aunque la paga no es muy holgada-bromeó- lo que nos haya pagado es cosa nuestra, merlucitas, aunque hay monedas suficientes para mi y mis hombres.

El capitám chasqueó la lengua divertido.

-Algo me dice que vosotros seréis quien más beneficios tengais de esto. No se que os ha prometido Bil pero es un hombre de palabra. Si os ha ofrecido algo por bajar al fondo del mar... seguramente merecerá la pena el riesgo...-comentó aún más pendiente del barco que de vosotros.

-Así que Francés, ¿eh? Recuerdo haber tenido algún encuentro con vosotros en el canal de la mancha...-sus palabras sonaron ahora un poco más sombrías pero enseguida recuperó el ánimo en su voz- pero eso fue antes de acabar aquí, ¿verdad? Ahora los visitantes como tu y yo deberíamos llevarnos bien unos con otros. ¿No crees?-le preguntó a Claude. En ese momento un hombre alto, delgado, de nariz aguileña y sonrisa mellada cuyo pelo pajizo iba cubierto por un sombrero algo ridículo de cuadros subió a la torre de popa donde os encontrabais.

-Ya he revisado todo, tenemos lo necesario para la travesía si no hay imprevistos con la maldita lluvía y el viento-dijo mirando al cielo encapotado y torciendo el morro. Después os miró a votros- Soy Carl Windworthy, encantado de conoceros-dijo estrechando la mano de los hombres y dando un beso en la mejilla derecha a las mujeres.

-Muy bien, ya estamos en ruta-le respondió el capitán- quédate tu con el timón y mantén el rumbo. En un rato te haré el relevo.

 

Cargando editor
21/10/2019, 15:23
Pete

Pete se vió raro estrechando la mano de alguien a quien no conocía... solo se estrecha la mano a un  banquero con el que se haya hecho un trato o en grandes transacciones y no entendía que ese hombre se acercara de ese modo a él, pero se tranquilizó un poco de ver que también daba la mano a Claude y volvió a escandalizarse teniendo que mirar a otro lado viéndole dar dos besos a las mujeres de a bordo como si fueran furcias. Eran otras culturas, y había aprendido que los visitantes venían de tiempos diferentes. Se acomodó por cubierta echando buena vista de la tripulación aún conversando con el Capitán .

Así que el tal Bill es un hombre de palabra eh. Dígame, ¿Hace mucho que conocen a Bill?