Partida Rol por web

Objetivos

-La llamada del Mal en ti es cada vez mas poderosa y sabes que un hechicero pretende renacer al Mal Supremo. Encuentrale y mátale, solo tu eres digno de traer de vuelta a tu señor.

-El Bien es una molestia. Elimina a todos los que consideres que pueden ser un estorbo para tu causa.

Atributos

Nivel 4

Fuerza: +3

Destreza: +3

Inteligencia: +1

Resistencia: +4

Puntos de vida: 1/9

Maná: 4/4

Habilidades

Siervo del Mal: Cada turno de noche puedes escoger a un personaje y este morirá al día siguiente (a menos que alguien lo evite con una habilidad especial) sin que se sepa quien lo hizo. Cuando te encuentres en un lugar, puedes comenzar a matar cuando quieras, pero en el momento que lo hagas ya no podrás parar hasta que todos estén muertos, tu estés muerto o cambies de localización.

Armadura maligna: Una especie de armadura invisible te cubre. Un regalo de tu señor que te otorga 2 puntos de vida adicionales. Si en algún momento tu fe hacia el Mal flaquea, perderás este don.

Prisionero de la suerte: ¡Tu vida depende del azar! Si mueres, tendrás que tirar 1d10 y quizás la suerte te salve:

1-6: Mueres / 7-9: Sobrevives / 10: Sobrevives y el que te mató muere

Armadura suprema: La armadura ignora 1 punto de daño por cada ataque recibido (Si te hacen 4 puntos de daño, solo recibirás 3)

Siervo del Mal Supremo

-Rayo de oscuridad: -2 puntos de Maná / +4 de Daño.

Equipo

-Vial (para contener sangre "buena")

-Anillo de las Sombras Sobre el Agua: +1 a las tiradas de esquivar.

-Brazales de Defensa: +1 a las tiradas de esquivar.

-Arco (ATAQUE +1 DAÑO +2)

-Hacha a dos manos oxidada (ATAQUE +3 DAÑO +1)

-Palo con pincho (ATAQUE +3 DAÑO +0)

-Comida x1

-Escudo de la oscuridad latente: Resiste 2PV de Daño, y además, el que golpea el escudo recibe 2 puntos de daño mágico.

-Elixir de Maná (Recupera todos los puntos de Maná)

Puntos de experiencia: 0/11

*Funciona al azar. No tienes que tirar nada, yo me encargo.

ADAERIC EVERT. EL ORIGEN DEL NUEVO MAL

La anciana se sentó junto a los niños, al calor del fuego que chisporroteaba en el centro del campamento, en medio de las ruinas de lo que antaño pudo haber sido una aldea. Habían prendido la hoguera con la poca hierba seca que habían logrado conservar de la estación anterior, junto a una bosta casi calcificada de excrementos de una vaca muerta mucho tiempo ha.

La hembra rebulló incómoda, hasta que por fin logró dar con una postura que le agradaba.Con cuidado, dejó junto a su costado, en el suelo, el cayado que la acompañaba desde hacía tantos años.

Las sombras jugueteaban al rededor de las llamas, rodeando a los críos, pasando por encima y a través de ellos, bailarinas. Sus jóvenes caras, de no más de seis o siete inviernos, aguardaban expectantes las palabras de la anciana.

La luz de la hoguera confería un tono rojizo extraño y perturbador a la piel de los chiquillos, pero la mujer no dio muestra de haber reparado en ello.Tal vez ni siquiera le importara el aspecto que tenían.

-¡Abuela! exclamó el más impaciente de los dos ¡Prometiste contarlo!

-¡Sí! coreó el otro, agitado por las palabras de su amigo ¡Queremos otra historia!

-Está bien, está bien resopló la mujer, derrotada, mientras tomaba con ambas manos una taza y se servía un poco de un líquido que hervía borboteante en el interior de la cazuela que estaba puesta sobre el fuego, casi al rojo vivo.

Tras un largo trago, que sin duda debería haberle escaldado la lengua y la garganta, la anciana comenzó a hablar con voz dulce e hipnótica...

-Os hablaré de una época anterior a ésta, hace muchos, muchos años. Cuando el Señor del Mal aún no había regresado a nosotros dijo levantando una mano en la que extendía los dedos índice y meñique, una señal que solía usarse para ahuyentar los malos augurios. Todo cuanto veis hoy se encontraba rodeado de vida. Bosques inmensos, verdes praderas interminables, ríos llenos de agua y vida...

-¡No puede ser! ¡Te lo estás inventando! se quejó uno de los niños. La anciana negó con la cabeza.

-No, no. En aquella época la humanidad vivía feliz, ignorante de su porvenir. Moraban en grandes casas de madera y piedra cortada y tallada, no en... cuevas y nichos como nosotros.

Abundaba la comida, ya fuera gracias a la ganadería, la agricultura o la caza, y la mayor preocupación de unos padres era la de con quién casar a sus hijos.

Por aquel entonces, los reinos de los hombres convivían en paz, comerciaban entre ellos y vivían con enorme respeto bajo la tutela de sus sacerdotes y maestros.

La Orden de la Luz había estado presente en el mundo por decenas de Siglos, o eso se dice, y aunque su verdadero objetivo se había perdido, olvidado por el paso de los años, sus agentes dedicaban sus vidas a hacer lo que ellos consideraban el Bien. Ayudaban al prójimo, combatían a los ocasionales seres que emergian de las tierras sombrías, y en general velaban porque la humanidad creciera robusta y sana.

Es curioso se detuvo la anciana un segundo ¿quién hubiera dicho que la semilla de la perdición de la humanidad surgiría precisamente en el seno de una órden milenaria bienintencionada...?

Pero estoy divagando continuó tras otro trago del líquido hirviente La Orden solía reclutar a sus iniciados de entre todas las castas sociales, sin distinción, y se consideraba un gran honor que un hijo fuera escogido. Nadie ajeno a ella sabía cuál era el proceso que guiaba tales decisiones, y ni siquiera las fortunas o los favores podían influir en ellas.

Cassandra y Adaeric fueron dos de esos niños afortunados. Los pequeños mellizos procedían de buena cuna, del seno de una familia originaria del Pais del Fuego, con una posición prominente en la Administración Real.

Cuando la Orden acudió a por los hermanos, apenas contaban con un puñado de años. Eran casi de vuestra edad, de hecho mencionó la anciana sonriendo a los niños, ensimismada. Cuenta la historia que Cassandra era la niña más bonita de aquel país, aunque ya se sabe que esas cosas siempre se exageran. Era una niña tímida, pero muy inteligente y aplicada.

Adaeric también era un niño adorable, algo hiperactivo. Quería conocer el porqué de todo, y era tan travieso y avispado que siempre hallaba un modo de sortear las normas y salirse con la suya. Y adoraba a su hermana por encima de todo suspiró la mujer, con una mirada nostálgica, y un gesto extraño en su boca Quizá todo se redujo a eso al final...

Los mellizos crecieron en el seno de la Orden. Les fueron inculcados, como a muchos otros antes y después, el respeto y obediencia a las doctrinas de la Luz: Cuidar y proteger la vida como algo precioso y sagrado, defender al débil y al inocente, ayudar al prójimo en la medida de lo posible...

La Orden se dividía en varias sectas, y los mellizos fueron separados en función de sus habilidades, para cada uno comenzar una nueva vida como iniciados. Cassandra demostró poseer una mente aguda y una fe fuera de lo común, por lo que se la asignó a la orden de las Hermanas Predicadoras. Aquellas mujeres juraban un solemne voto de castidad, pues adoptaban a toda la humanidad como sus hijos.

Adaeric, por su parte, prosperó en la orden de los Paladines de la Fe, la rama militar de la Orden. Muy pronto se convertiría en uno de los mejores soldados al servicio de la Luz,  encaminado a un futuro de gloria y honor.

Los dos hermanos, sin embargo, procuraban pasar cuanto tiempo podían juntos, ya que sus padres murireron al poco tiempo de serles arrebatados sus hijos, en una terrible epidemia de cólera carmesí que asoló el continente.Eran dos hermanos que se amaban. ¿Quién osaría separarles, quién sería tan cruel? De modo que sus superiores, conmovidos, optaron por no darle importancia. Al fin y al cabo, ¿qué mal podían hacer?

Qué tremendo precio hubieron de pagar por su estrechez de miras... el silencio que siguió a las palabras de la anciana resultó más perturbador para los niños que el aullido de lobos lejanos que lo interrumpió.

Aaeric se convirtió en un hombre muy apuesto, de porte regio, muy admirado y respetado por sus camaradas. Cumplió con decenas de misiones, muchas de ellas muy peligrosas, saliendo victorioso. Y siempre que regresaba a casa, a la sede de la Orden, buscaba con la mirada a su querida Cassi. Ella siempre estaba ahí, por supuesto.

La pequeña niña se había convertido en una mujer de belleza sin parangón, pero que a causa de sus votos, no habría de ser tomada jamás por hombre alguno.

Ah... los sentimientos humanos, qué curiosos son. Tan a menudo llevan a los hombres a desear aquello que no pueden tener. Y Adaeriz no fue una excepción. resopló la mujer incómoda Toda su vida se reducía al amor que sentía por cassandra. Pero a medida que crecían, ese amor fue tornándose en algo sucio, impuro, que llenaba de miedo y vergüenza al joven paladín. No solo estaban los votos que habían jurado... se trataba de algo contra natura.

Pero el corazón de Adaeric pudo más que su sentido común. Una noche, ebrio para intentar olvidar, sus pasos acabaron llevándole ante la puerta de la alcoba de su hermana.

No se sabe a ciencia cierta  qué es lo que ocurrió aquella noche, pero Adaeric se marchó al día siguiente a una autoimpuesta tarea, una terrible misión en las tierras sombrías que lo apartaría de su hermana durante un año y un día.  Jamás hablaron de lo ocurido aquella noche, y aparentemente las cosas volvieron a la normalidad. Aparentemente.

Se ha especulado mucho sobre qué le ocurrió a Adaeric durante todo ese tiempo. Pero yo se la verdad, niños. Al menos, en parte.

Adaeric cabalgó a solas durante una semana, al menos, sin encontrar a su paso nad amás que desolación. Cuando su montura murió de sed, se comió su carne y se bebió su sangre. Cuando se topaba con monstruos a los que enfrentarse, se abalanzaba sobre ellos como si buscara la muerte.

Fue así, en una noche fría en el yermo sombrío, cuando la súcubo lo encontró.

Adaeric reposaba, cansado, junto a una hoguera como ésta dijo con la luz del fuego bailando en sus pupilas de color ámbar. Lilith se acercó en busca de una presa fácil, un semental con el que disfrutar durante una o dos horas antes de sacrificarlo en honor a su antiguo y olvidado señor.

-¡Muestrate, demonio! ordenó el paladín No estoy de humor para jugar al gato y al ratón.

Lilith parpadeó confundida. Todos sus sentidos la alertaban del peligro que aquel humano emanaba por sus poros, mas la curiosidad pudo con ella. La criatura alada surgó de las sombras, mostrando su delicioso cuerpo casi desnudo. Un cuerpo de mujer por el que cualquier hombre enloquecería. Lilith se contoneaba al caminar, gozando ahora segura de que el infeliz humano ya había caído en sus redes. Se acercó lentamente a Adaeric, su nariz respingona inhalando el aroma de deseo que emanaba del jóven... cuando de pronto éste aferró su cuello con una mano de hierro, una presa imposible de quebrar.

-¿Cómo...? fue lo único que Lilith pudo decir.

-¡Silencio, súcubo! exclamó el paladín, entrecerrando los ojos ¿De veras creías que sería tan sencillo? ¿Que el mayor Héroe de la luz sucumbiría a tus encantos burdos y arteros? se vanaglorió sin humildad ninguna.

Lilith vio llegar a la muerte. La vio en los ojos del paladín. La vio en su intención de partirle el cuello con su mano como única arma.

-Tienes... un alma... oscura... una pesada carga... te atormenta... La mano apretó aún más, y Lilith se preparó para reunirse con su señor.

Entonces, él la besó.

No fue un beso de amor. Fue un beso de pasión desbordada, de lujuria sin freno, de rabia animal desbocada. Lilith jamás había tenido un amante como aquel, y supo, a su pesar, que sería suya por siempre, que lo seguiría donde hiciera falta.

La mañana despertó a la súcubo mientras el paladían recogía sus enseres, sin decir palabra. Un gesto ceñudo era cuanta emoción fue capaz de demostrar. Lilith sonrió. En el climax de la cópula, había tenido una visión. Volvería a ver a aquel hombre, pues había sido tocado por el Señor del Mal.

El paladín se alejaba ya, en solitario, recortándose contra el horizonte, cuando la demonio, sentada sobre una roca, sonrió por última vez. Se acariciaba el vientre con una sonrisa. Sí, volverían a verse sin duda.

-¡Pero abuela! ¿Cómo diantres vas a saber tú eso? ¿Cómo puedes saber lo que pensaba ella? interrumpió el niño más revoltoso.

La anciana se levantó, cansada. Su pelo aún rojizo, aunque clareado por las canas, contrastaba con su aún esbelta figura. Unas alas membranosas surgían estilizadas de su espalda, y el familiar contoneo de Lilith al caminar regresó a ella, tan natural como el respirar.

Lilith se acercó a sus nietos sonriendo, y revolió el pelo color del fuego de uno, mientras tomaba al otro del mentón, un mentón del que salían dos protuberantes colmillos.

¿No lo adivinais?

¡Buenísima la historia! Me ha encantado, es genial :)

Eso si, aunque imagino que ya contarías con ello, la acción de la partida trascurriría tiempo después del primer encuentro con la súcubo.

Por supuesto! Dejé eso abierto por si quieres usarlo como prólogo, o por si quieres definir tú qué le pasó en las tierras sombrías  ;)

Añadido "Comida" al inventario.

Doy por sentado que eso es una anotación sin mas y no matas a nadie esta noche ¿No?

JAjaja, sí, solo una anotación. No hay que levantar la liebre aún XD

Una duda. ¿Cuando decida matar, que lo reservaré para alguien de la órden, os lo digo por privado, y muere automáticamente por la noche? ¿Puedo entonces quedarme con su sangre?

Exactamente (A menos que alguna habilidad especial o similares impida su muerte)

¿Y si no logro matarles, son conscientes del intento o de que he sido yo?

Del intento podría ser (depende de la habilidad) De que has sido tu, no.

La noche hace que tu Maldad interior aflore...

Tienes la oportunidad de matar...

De quitar la vida y que su alma forme parte de la Orden...

¿Decides matar a alguien?

¿Qué su alma forme parte de la órden?   En todo caso no, no mato a nadie por ahora

¡Subes al Nivel 2!

Jojooj, en serio nadie quiso esos pedazo de objetos???   +2 a la esquiva by the face, ¡el señor oscuro me quiere!

One, two, Adaeric coming for you.

Three, four, better lock your door.

Five, six, grab your crucifix.

Seven, eight, gonna stay up late.

Nine, ten, never sleep again.

¿Quién morirá esta noche?

Nada, nada, Pia no es de la Orden, no quiero descubrirme y me vendrá muy bien tenerla como aliada si nos cruzamos de nuevo.

¡Level UP!

Te resto una de comida.

Ganas +1 a Inteligencia.

Estás Bien Alimentado.

Chachi! Falta cambiar el nivel de 2 a 3, imagino que nada más  ;)

A ver si encuentro alguien de la órden coñe