Partida Rol por web

Con un rugido Atos se abalanza contra los goblin, patea al primero en al cara y le lanza un tajo al segundo. Los escurridizos goblins evitan el tajo, y de hecho encuentran presa en la carne del paladín con sus serrados cuchillos.

Atos no se deja amedrentar por tan poca cosa, agarra al pequeñajo risón por el cuello, lo levantá y lo arroja con fuerza contra el suelo, donde el pequeño cuerpecillo se quiebra horriblemente. Un segundo goblin se le tira encima, pero Atos da un paso atrás y el goblin se encuentra con el filo de su espada. La carne verde se abre revelando el rojo bermellón de las entrañas, y ya está muerto cuando cae al suelo.

Pero Atos se mantiene atento a sus sentidos, en caso de que alguien estuviera en apuros. Siempre hay tiempo para matar, pero no tanto para salvar una vida.

Minrow corre entre la multitud y de un salto se sube a una casa de techo bajo, trepando rápidamente hasta tener una posición privilegiada del combate.
Mientras tanto Kehia atraviesa la multitud calle arriba hasta llegar a la plaza, donde pequeños comandos de goblins se mueven entre la multitud cortando, mordiendo y destrozando todo lo que encuentran a su paso. Como un ariete se lanza contra el primer grupo que encuentra y los arroya, haciéndolos volar por los aires como peleles de paja. Desorientados intentan atacarla con sus sajaperros oxidados pero son incapaces de organizarse contra ella. Otro comando cercano, viendo a la gigante en armadura como único peligro real se intentan mover sibilinos para rodearla. Pero con increíble agilidad ella salta pisando a uno de ellos hasta colocarse cara a cara con 8 Goblins molestos heridos y furiosos.
Pathwen ve asombrada como el caos se apodera del lugar, como las gentes huyen aterrorizadas y los pocos guardias que hay son incapaces de organizarse para enfrentarse al enemigo. Sin pensárselo dos veces sube a un carro cercano y arenga a todos los ciudadanos al orden y a la lucha unida. Sin darse cuenta, cuatro goblins la convierten en su objetivo principal, y a base de pequeños saltos desde los laterales del carro intentan cortarla con sus cuchillos aserrados, pero son incapaces de alcanzarla.
Desde la tarima donde esta el podium, la alcaldesa y el sacerdote ven como un grupo de goblins se echan sobre ellos, pero se centran en Athaniel, el que parece el mas peligros. Lanzando cortes y tajos llegan a alcanzar superficialmente la piel del clérigo. Mientras tanto, éste se había fijado en otro grupo de goblins que intentaban, torpemente, encender unas antorchas para empezar a quemarlo todo. Pero estupidamente no atinaban ha encenderlas, incluso, al conseguirlo, uno de los goblins quemó a otro sin querer y este escapó chillando como un condenado. El clerigo de dos zancadas se planto allí obligándoles a desistir.
En la zona mas al norte de la plaza, Atos, se había encontrado de frente con cuatro goblins que inmediatamente le había visto como su principal amenaza. Como uno solo se echaron sobre él, consiguiendo herirle levemente. Pero con temible eficacia aplasta a uno contra el suelo, y ensarta a otro con su espada.

una vez alcanzada la posición predilecta y sin levantar sospecha me aferro con fuerza a mi arco Desgraciadas bestias!... y con suma certeza de mi acción apunto a los goblins.

Desde donde estoy puedo apreciar a mis compañeros y observar rapidamente sus movimientos, así como a todos los enemigos ...rayos, espero estar seguro de esto... Tenso la cuerda y apuntando lo mejor que puedo, ataco al grupo de Goblins que van a por Pathwen...

El tiro buscará sorprender al enemigo tas desconocer mi posición y crear una ventaja en las acciones de ataque y defensa que pueda realizar Pathwen

Espera, no puedes hacer dos acciones este asalto.
O creas el aspecto para pathwen, o atacas para dañar a los goblins de pathwen. Todos los bonificadores tienen que ir para la misma tirada este asalto.

Y con la pedazo de tirada que te va a quedar con todos los sumandos, te recomiendo el atacar para dañar... :)

Kehia observa con fijeza a los comandos de pequeños pero viciosos goblins. Decide que es el momento de macharlos a todos, aprovechar su fortaleza individual contra ellos ahora que estar desperdigados y antes que vuelvan a hacer una piña.

Salta hacia ellos y aprovechando que puede enfrentarse a ellos uno a uno, trata de lanzar un golpe directo y definitivo a cada uno, aprovechando su superior fuerza física para lanzarlos por los aires en lugar de trazar movimientos más amplios que puedan mantenerlos a raya o afectar a varios al mismo tiempo. No se molesta en desenvainar la espada, se limita a golpearlos como pelotas de crockett.

Pathwen agradeció la ayuda de Minrow, disparando y distrayendo a los goblins, mientras ella seguía pateando y esquivando estocadas y organizando los aldeanos.

- ¡¡¡¡Apagar los "muchos pequeños incendios", buscar cualquier cosa que sirva de recipiente para llevar agua, mojar mantas o telas, hay que evitar que se extiendan, mientras eliminamos a estas asquerosas alimañas.!!!!

La plaza poco a poco se va desalojando mientras las noticias y el terror de los goblins se extiende. Atos ercibe a varios de sus compañeros luchando contra los trasgos en distintos puntos, y decide que ya está bien de jugar al héroe solitario.

- ¡A mí, Dragones Roñosos, a mí!

Comienza a avanzar a través de los goblin en dirección hacia el centro de la plaza, contando con reunirse con los demás junto al escenario donde ese... ¿¿eso es un demonio?? La barba de Atos se eriza mientras echa a correr a por aquella aberración que amenaza al padre Zantus y a los demás.

master dejo entonces la opcion del impulso para hacer mas daño, quizas asi pueda ayudar mejor a Pathwen

Minrow miró con ojos asesinos a las pequeñas criaturas que rodeaban a Pathwen, y gracias a su posición perfecta, y que estos no se habían percatado de su presencia, las flechas volaron certeras. Uno, dos, tres, cuatro góblins cayeron muertos alrededor de la bardo. Ya nadie la amenazaba.
Entonces ella aprovechó para seguir dirigiendo a los pocos valientes aldeanos que iban quedando en la plaza para que acabasen con los conatos de incendios en la plaza, salvando, aun mas vidas.
Mientras tanto Kehia se enfrentaba sola a ocho enemigos, y con gran habilidad rajó al mas lento de hombro a cadera, desparramando sangre verde y vísceras por el suelo. Entonces, con un gran chillido goblins de odio los otros siete se echaron sobre ella. Agarrándola por las piernas, los brazos, subiéndose a la espalda de la semiorca. Mordiendo, arañando, gritando.
Otro puñado de ellos atacó a Atos y Athaniel que se defendían como podían.
Y a pocos metros de alli, en la tarima que había dejado Athaniel, cuatro góblins se lanzaron sobre la alcaldesa y el Padre Zantus, con sus terrible rajaperros oxidados goteantes de sangre.

Atos cargó rugiente contra los goblin que habían derribado a Kehia, apartándolos de su camino con amplios espadazos que segaban las pequeñas vidas verdes como la guadaña siega la mies.

Una vez apartados los trasgos, la mayoría muertos, Atos ayudó a su compañera a ponerse en pie y ambos se pusieron espalda contra espalda contra las apestosas bestezuelas que los rodeaban.

- ¿Con esto queda saldado lo de la Barrica de Cobre?

Kehia se levanta, sorprendida ante la perspectiva de que alguien ponga algún tipo de esfuerzo por salvarla.

Supongo que sí, - responde sin saber muy bien que decir y aceptando la mano que le tiende Atos, una sensación extraña la de que alguien quiera tocarla, - ¿seguimos salvando el pueblo de estos miserables?

Mientras dice eso, Kehia coge dos goblins y aplasta sus cabezas uno contra otro mientras que patea con fuerza un tercero

El lugar en que me encuentro sigue siendo una posición comoda para apreciar la situación que acontese, y me percato del ataque que propinan los Goblins contra la Alcaldesa y el Padre Zantus, es obvio que estan en peligro ...rayos!, no tengo tiempo que perder, debo tomar ese punto, además sería un lugar estrategico formidable... mis pensamientos acompañan mis movimientos, y mientras avanzo a esa posición intento disminuir el numero de enemigos en las tribunas...

Ahora que estaba segura, gracias a la intervención de Minrow, al cual agradeció con una rápida y corta reverencia en su honor.  Pathwen sintió la necesidad de levantar la moral de sus compañeros y aldeanos, para la defensa de Punta Arena.

- Hermanos de Punta Arena, tenéis más coraje que cualquier ejército, que nadie ignore lo fieros que somos en batalla...

Luego miro por el campo de batalla, intentando buscar un arco y algunas flechas, ¿Quizás donde se realizaba la competición de tiro con el arco?

Minrow veía como los goblins amenazaban a la alcaldesa y al clerigo con sus rajaperros y presto apuntó con sus flechas que siempre volaban certeras. Pero no conseguía un blanco claro a esa distancia. Los goblins estaban demasiado cerca de sus objetivos!. Mientras tanto, Kehia se defendía de los siete goblins intentandoles golpearles con su espada, sin demasiado éxito, era muy difícil darles sin herirse a si misma. Pero consigue una ventaja (Kehia genera un Impulso). Pathwen una vez mas arenga a las masas, las calles prácticamente han quedado vacías de gente indefensa. Agarra un arco de entrenamiento con flechas que estaba alli mismo. Ahora las buenas gentes de Punta de Arena salen de sus casas con sus aperos de labranza y miradas fieras a defender su pueblo. Y ademas... (Pathwen genera un impulso). Atos se mueve para ayudar a Kehia pero los dos goblins le siguen de cerca. Un grito desde la tarima le distrae y un rajaperros le pasa terriblemente cerca de la garganta. De nuevo su experiencia le da una ventaja (Atos gana un impulso) Los goblins siguen sobre Kehia mordiendo y rasgando, ella se mantiene fuerte cuando un grito desgarrador la distrae desde la tarima. Uno de los goblins ha apuñalado al clérigo y la alcaldesa intenta defenderle con las manos desnudas recibiendo cortes de los goblins en brazos y piernas. Y un sajaperros consigue esquivar las defensas de Kehia. Kehia recibe Dos Ataques de 2 y 1 punto respectivamente. Entonces llega Atos Y agarrando a las pequeñas criaturas va quitándoselas de encima. Entonces las nueve pequeñas criaturas verdes, babeantes se apelotonan frente a los dos guerreros paladeando la sangre que pronto derramarán.

Kehia siente su sangre cálida correr, y eso la enfurece. A eso se suma la herida en su amor propio de haber tenido que ser ayudada frente a esa escoria goblin, y comienza a rechinar los dientes en una agresiva y desagradable mueca en buena parte responsable de la mala fama que tiene.

- Gracias por la ayuda, Atos. Ahora, ¡permíteme que te ahorre un poco de trabajo!

Tras estas palabras palabras Kehia se lanza a por los confiados goblins presa de unas ganas de acabar con este combate que le repugnan casi tanto como el olor que le han dejado pegadas estas desagradables criaturas en su piel...

Aithanel se va corriendo y haciendo fintas a los Goblins hasta que alguien mas viene en mi ayuda, momento en el que comienza a patearlos en la cara mientras trata de acomodarse para un mejor tiro.
Carga 3 flechas y dispara sobre la zona en general que están los orcos que pretenden quemar a la gente en sus casas.

Pathwen alentada por sus propias palabras “Fieros en Batalla en defensa de Punta Arena” y armada con un arco, apunto a la tarima y comenzó a descargar flechas sobre los goblins que estaban atacando a la alcaldesa y al clérigo.

Aunque la situación era complicada y peligrosa, no se sentía nerviosa. Para su sorpresa, estaba excitada y motivada.