Partida Rol por web

Ferrán Fáñez, Vivo o Muerto

La Casa de Postas en el Bosque del Alacrán

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05/02/2013, 19:12
Guzmán
- Tiradas (1)

Notas de juego

Uf, que suerte.

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05/02/2013, 19:18
Director

El caballero que rebusca en los fardos del caballo extrae un odre y corre hasta su compañero caído, vierte el agua sobre la armadura, el agua del odre y el propio agua de la lluvia hacen que de cada parte de metal de la armadura del caballero se eleve un humillo blanco por la diferencia de temperatura.

El caballero que acaba de vaciar el odre intenta quitar el yelmo del caballero carbonizado pero el tercer caballero le da un golpetazo en la mano impidiéndoselo. Le hace un gesto a su compañero para que se quede junto al carbonizado, mientras que él mismo camina con paso decidido hacia la cabaña.

Mientras todo esto ocurre, Fernando grita y Guzmán consigue levantar a Ordoño a pulso y llevarlo hacia el carro. Rasiq y Amir quedan quietos por su parte mientras que los ruidos de metal continúan en el interior de la cabaña.

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05/02/2013, 19:26
Gascoigne du Dubois

El caballero que camina hacia la cabaña grita con un marcado acento francés

- No puego dejag  a mis fréres ahí agdentro solos -decía con voz muy débil como si estuviera llorando detrás del yelmo.

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07/02/2013, 22:01
Amir

Los acontecimientos que se están dando hacen que Amir siga a Fernando y Guzmán en busca de una rápida huida.

No puego dejag  a mis fréres ahí agdentro solos


Y tanto que puede! grita Amir, si no quiere morir, ya puede correr con nosotros. Después se dirige a Fernando mientras apresura su huida. Fernando, no se puede hacer nada, vámonos de aquí ya.. intentando prevenir lo que cuadraba con el carácter que había lucido Fernando desde que le conocía.

Notas de juego

Amir sale pitando!

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08/02/2013, 20:18
Rasiq "Shadid" ibn-al-Qarawi

Por los gritos sabía que algo había pasado en la cabaña. Sea quien fuera el o los que habían llegado, estaban interactuando con la casucha de la cual salió el humo que nos dejó a algunos ciegos. Acto seguido, al oir a mis compañeros gritar en pos de una huida inmediata, sostuve el telek con fuerza y lo que hice fue tantear con la otra mano hacia el carro.

No iba a subirme sino a tenerlo asido todo el tiempo, caminando a su lado y poder guiarme, pues no quería quedarme allí. Además, aquella sensación de calor durante un segundo, algo así como llamas, y una lengua de esas romances que ni yo mismo entendía no eran muy esperanzadoras.

Cuando finalmente toqué el carro, comencé a gritar.

¿¡Quí pasa!? ¿¡Quí pasa!? -jamás me había visto en aquella tesitura. Por una vez yo me sentía presa y no cazador, me sentía el asaltado y no el bandido-.

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11/02/2013, 04:36
Fernando

Fernando no podía creerse nada de lo que estaba sucediendo. Las voces de los que le rodeaban sonaban extrañas, difusas, como ecos llegados de muy lejos.

Vámonos... huyamos... tenemos que marcharnos...

Sí, quizás lo mejor sería abandonar aquel lugar; pero no podían dejar que aquellos buenos caballeros murieran sin hacer nada por evitarlo, ¿no?

Fernando se levantó pero, antes de seguir el consejo de Amir, trató de encararse al único noble que aún seguía vivo.

Misseñor, no podéis hacer nada por ellos, y morir asado como un pollo tampoco les va a devolver la vida. Marchémonos y así podremos pelear otro día; pero ahora, aquí, no tenemos nada que ganar, ni para nosotros ni para Dios Nuestro Señor.

Notas de juego

A ver si se viene con nosotros.

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12/02/2013, 14:43
Guzmán

Guzmán dejo el cuerpo inerte de Ordoño en la carreta y se giro a tiempo de ver como el decidido Hospitalario se encaminaba a la cabaña. El pardo no entendía las palabras del caballero pero el tono utilizado para pronúncialas lo decía todo. ¡No puedes hacer nada por ellos están muertos!, grito con la esperanza de que sus palabras hicieran cambiar de opinión al caballero francés.

Ese tipo sí que tiene agallas.

Pero en realidad no estaba seguro de si eran agallas o locura. No puedo dejar que este infeliz caiga el solo, sería poco cristiano. Era cierto que el pardo no esperaba ayuda divina en el lance, pero eso no le impedía de seguir los principios cristianos.

Fernando, pon en movimiento la carreta, ahora os alcanzo.

El pardo se acerco a una distancia prudencial de cabaña, y se agacho sobre el cuerpo del hospitalario calcinado, si alguien tenía alguna respuesta a lo sucedido debían de ser los hospitalarios, ellos venían buscado a las brujas. ¿Se puede hacer algo para terminar con esta locura?, o ya no hay esperanza. Se apresuro a decir Guzmán.

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14/02/2013, 11:23
Gascoigne du Dubois

El hospitalario no dijo nada más, quedóse frente a la cabaña con los brazos en jarra, viendo como la estructura de madera era presa de las llamas, las voces y sonidos metálicos eran sustituidos por el crepitar de las llamas que en pocos segundos, sin duda por arte de magia, acabaron con la cabaña que se desplomó - lo poco que quedaba - hacia afuera y en otros pocos segundos, desapareció completamente sin dejar ni rastro. Nunca habíais visto nada igual...

El caballero entonces se giró hacia su compañero

- Nous ne pouvons rien de plus faire par ceux-ci. Ces hommes ont une raison, maintenant nous devons reprendre notre compagnon, demander de l'aide à ce groupe et revenir à la commission.

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14/02/2013, 11:29
Director

La desaparición de la cabaña causó en Guzmán, Fernando y Amir una honda impresión*. Pero tampoco fue baladí el hecho de ver cómo los dos hospitalarios recogían a su compañero carbonizado como podían y entre los dos le restregan contra el agua de los charcos circundantes para enfriar los yerros que llevaba encima para no quemarse.

El otro caballero que había hablado dijo en un castellano algo parco

- ¿Ayuda nos?

Pedía ayuda para trasladar al quemado su caballo o a algún otro lugar...

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14/02/2013, 11:32
Director

Notas de juego

* Los tres ganáis 5% de Irracionalidad (IRR) y perdéis 5% de Racionalidad (RR), cambiadlo en vuestras fichas.

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14/02/2013, 12:45
Rasiq "Shadid" ibn-al-Qarawi

Oí lo que parecía una petición de auxilio por parte de esos hombres que hablaban en otro idioma. La verdad es que me asustó alguna especie de derrumbamiento que percibí, pero aún tenía una idea muy vaga de lo que estaba pasando. Traté de callar mi pensamiento para poner el oido todo lo posible para lo que pudiera captar...

Notas de juego

No me dará tiempo recuperar la vista antes de que se acabe la partida, ¿no?

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14/02/2013, 22:23
Director

Notas de juego

nop

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15/02/2013, 05:35
Fernando

Fernando asintió con la cabeza y se puso manos a la obra. ¿Cómo podían no ayudar a aquellos caballeros, empeñados en luchar contra el mismo Diablo, arriesgando sus propias vidas si era necesario?

El cazador empezaba a plantearse si el camino que había elegido para su vida era el acertado; ¿era correcto a los ojos de Dios dedicarse a cazar bestias indefensas, dejando sobre las espaldas de otros la responsabilidad de mantener los bosques libres de criaturas oscuras y malignas como brujas, hechiceras y monstruos de semejante ralea? No, algo no estaba haciendo bien...

Os ayudaré, miseñor, y si me aceptáis a vuestro lado, me dedicaré a cazar con Vos a estas criaturas llegadas desde el infierno.

Fernando no estaba seguro de haberse hecho entender, pero esperaba que el Caballero al menos hubiera captado la idea.

De todas formas, se arrodilló junto al hospitalario carbonizado y les ayudó a llevarlo dondequiera que quisieran meterlo.

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15/02/2013, 10:35
Guzmán

El pardo se tapó la cara tratando de protegerse de las llamas, ¿Qué era lo que estaba pasando? Si no lo viera con mis propios ojos diría que es imposible. Algo en el interior del curtido guerrero se desplomo, no creía en la mayoría de las leyendas siempre argumentaba que era imposible. Pero el infierno desatado dentro de la cabaña  había cambiado todo, ahora creía más que nunca en las leyendas.

Cuando todo estuvo en calma. Corrió a ayudar al hombre que hablaba castellano, mientras mojaba el cuerpo carbonizado del hospitalario trato de averiguar la gravedad de las heridas y si podía hacer algo por él. Hay que subirlo a la carreta, deberíamos de marchar de aquí cuanto antes. Dijo fijándose en el herido.

Volvió a mirar a la cabaña en busca de algún indicio que indicara que los caballeros que entraron seguían vivos, pero no lo hayo. 

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15/02/2013, 13:34
Amir

- Vámonos ya! gritaba Amir mientras se alejaba de sus compañeros, pero al ver que Fernando y Guzmán se detenían a ayudar, se paró en seco mirando atrás y tras mover la cabeza en una negativa se dió la vuelta a esperar a sus compañeros. Después de lo que sus ojos habían contemplado en las últimas horas, la idea de continuar solo le aterraba. 

Vamos vamos! hay que irse, decía mientras su cuerpo se giraba y hacía lo contrario...

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15/02/2013, 13:45
Director

No se enteró el hospitalario del ofrecimiento de Fernando más allá de que sí, que le iba a ayudar. El que sí se enteró de las intenciones del bueno de Fernando, fue el otro hospitalario, el cual se presentó al grupo como Gascoigne du Dubois, con vuestra ayuda, los dos hospitalarios subieron a su compañero a la carreta al otro lado de Ordoño, también metieron a Rasiq en el carro, mientras los dos caballeros, sus dos monturas más la de carga y las que habían quedado libres, ofrecieron una de ellas a Amir que iba sin montura y Gascoigne con su particular acento, prometió un buen caballo para cada uno si les acompañaban a la encomienda de Mudela, que quedaba a apenas medio día de camino.

A medida que se alejaban de aquel infierno - pues nada quedaba de la cabaña - la lluvia arreciaba, como si todo hubiera sido cuestión del lugar, de que el mal se concentrase en aquella cabaña y contaminase todo lo de alrededor. El caso es que a unas pocas centenares de varas se despejó de golpe y salió el sol.

Aunque pensábais que no había nada en aquel bosque, os equivocásteis, había multitud de pequeños campamentos de gente errante que se establecían en el bosque varias temporadas a lo largo del año. Los caballeros os condujeron al atardecer en un enorme claro a su pequeña encomienda, un monasterio rodeado de chozas y un molino.

Lo primero que hicieron fue alojaros en celdas separadas en el monasterio menos a Rasiq, al cual se le alojó en el exterior, en una de las chozas con una familia. Se os dio muy bien de comer y el hermano Bartolomé cuidó bien de la vista de Rasiq, el cual había recuperado la visión antes de la cena.

Cenóse en el exterior sobre un caballete, el bosque ahora daba una agradable temperatura y los caballeros os contaron que llevaban tiempo buscando a tres viejas que obraban milagros, curaban enfermedades y podían causar males. Por supuesto, vendían sus dones por unas cuantas monedas, tras hablar con los lugareños descubrieron que aquellas mujeres practicaban sus artes de campamento en campamento (dentro del bosque, se entiende) y nadie sabía dónde vivían, así que en uno de los últimos campamentos donde habían actuado, encontraron su rastro. El cual estaba aún fresco y les condujo hasta la cabaña, donde os encontrásteis.

Al parecer, habían hecho algún tipo de ritual en aquella cabaña y habían invocado al demonio o a uno de los demonios. Nunca habían visto nada parecido y los hermanos de la encomienda no quisieron rebelaron nada más, aunque estábais seguros de no decían toda la verdad probablemente.

A la mañana siguiente, tras un sueño reparador, se ofició una misa- a la que Rasiq tampoco pudo ir - en la capilla del monasterio y se enterró al hermano calcinado bajo el claustro. Se plantaron almendros uno por cada hermano caído , cerca del huerto, en el jardín.

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15/02/2013, 13:46
Gascoigne du Dubois

El hermano se acercó a vosotros cuando todo hubo terminado, con los ojos empañados en lágrimas y con su característico acento os dijo

- Nos habéis servido de gran ayuda... tomad -dijo teniendo una bolsa de monedas a Fernando.

-Acompañadme ahora, vayamos a ver a vuestro compañero infiel, quiero proponeros algo- seguísteis al hombre al exterior, hasta la veintena de chozas de fuera de la encomienda, donde Rasiq ensillaba a su nueva montura

- Me placería mucho contar con hombres como vosotros, y vuestro compañero cuando despierte-dijo refiriéndose a Ordoño con una sonrisa -estos bosques que llamamos del Alacrán son presa de los bandidos y los tunantes, cada vez somos menos hermanos y no podemos dedicarnos a proteger un bosque tan grande. Podría pagaros unas monedas y daros de comer en la encomienda.

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15/02/2013, 14:58
Rasiq "Shadid" ibn-al-Qarawi

Zarah... Zarah... -no hacía más que repetir el nombre de mi hija una vez aquel sacerdote cristiano me recuperó la vista-. Le estaba agradecido si, pero aún en esos momentos de tenebrosa oscuridad el rostro de mi pequeña se había hecho más y más nítido.

Ahora, pudiendo ver bien el cielo tras creer que mi destino sería mendigar con un perro-guía tras no poder asaltar más caravanas, una nueva oportunidad se alzaba ante mi.

¿Con qui bandidos, eh? -lo cierto es que esos tipos parecían, a simple vista y tras observarlos bien en la cena del día anterior, unos fornidos guerreros-. Si ganan li suficienti, intiendo a isos tunantis... -Rasiq se dedicaba al asalto, aunque por una causa justa, según el-. Piro... istá bien. Si ofricin buena ricompensa, cualquier trabijo es posible...

No me fiaba demasiado de un cristiano, y menos siendo francés, pero aún requería reunir algunos dineros para darle un porvenir efectivo y seguro a mi hija.

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15/02/2013, 21:48
Amir

Después de haber pasado comida por el estómago de Amir y su cuerpo se sentía relajado y descansado, veía todo de otra manera. Cuando estaba en aquella choza, se había perjurado no volver a participar en una aventura similar, pero... la verdad es que hacía mucho tiempo que no encontraba cierta unión con un grupo de gente cuando aquel hombre le ofreció unas monedas de oro por continuar la aventura, no puedo menos que aceptar.

- En tiempos difíciles, siempre vienen bien una monedas, dijo secundando las palabras de Rasiq

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16/02/2013, 07:30
Fernando

Fernando se ofrece también a ayudar a los Caballeros; dos días antes sería el agradable peso de unas monedas en su zurrón lo que le habría motivado a echar una mano a los Hospitalarios, pero tras lo que había visto en el bosque, entendió que había poderes malignos que estaban más allá de lo que él creía posible, y veía como una noble misión el ayudar a quien estuviera dispuesto a combatirlos.

No debemos permitir que estas tierras caigan en manos de brujas y demonios; lucharemos para recuperar este bosque, olvidado de la Gracia de Dios.