Partida Rol por web

Toda esa tristeza que tenía desapareció de un plumazo con el hecho de que dijera que no le importara el amor, cosa que me molestaba pero a la vez me alegraba ya que me confirmaba que no sentía nada por esa persona. La mire unos segundos en silencio juzgando si ella misma se creía lo que decía.

- ¿Entonces según tu debería dejar atrás todos mis sentimientos y convertirme en una máquina que solo piense, razone y actué? Lo siento pero no las decisiones que tomo con el corazón son de las que nunca me arrepiento, esas son las mejores decisiones y si me haces elegir entre volver con un grupo que tiene a otras personas para cubrirse las espaldas no cuidarse, aquí nadie cuida a nadie, y dejarte aquí sola como al parecer has estado toda la vida o hacerte la compañía que tanto me da la impresión que quieres por mucho que lo niegues mi decisión es mas que obvia. -respiro y doy unos pocos pasos hacía ella- Euphemia Dracstone, no tengo ni idea de tu vida, no se nada de tu familia, no se nada de las costumbres entre nobles a pesar de que por mis venas corre supuestamente sangre noble, no se nada de lo relacionado a ti pero me da igual porque a partir de ahora quiero aprender mas cosas sobre ti y ser alguien en quien realmente puedas confiar.
Al haberme acercado y gracias a la diferencia de altura la miraba desde arriba, con una expresión que era una mezcla entre mi seriedad habitual y algo de preocupación.

- ¿Habeis visto eso? - preguntó rapidamente al ver lo ocurrido. - El bosque arrastró a esos soldados y han vuelto a aparecer. - afirmó aun agazapado. - Todos con las viseras bajadas y andan raro. Han sustituido a esos soldados. - Resopló, no tenía ninguna información y parece ser que tendrían que arriesgar al final.

- ¿Una operación en paralelo? ¿De quien? - se preguntó a si mismo alzando la voz. - Esto no pinta bien. Sean quienes sean, si atacan el campamento las chicas estarán allí. Tenemos que movernos, nos acercaremos al punto donde han desaparecido esos soldados, así podremos ver algo más, y estar más cerca para poder reaccionar en caso de peligro. -

Estoy contigo grandullón, pero tenemos que ser sigilosos como ratón de iglesía o atraeremos atención no deseada.  - digo a modo de advertencia mientras señalo a la torre de vigilancia. 

Debemos esperar a que el vigía se volteé o dará la voz de alarma a mi señal correremos hacia allí.

Asentí ante el intento de Darius para calmarme, aunque mis preocupaciones no eran las que el Ronso trataba de apaciguar, de alguna manera consiguieron devolverme parte de mi ser.

- Yo me quedo, desde aquí puedo cubriros de ser necesario. Además alguien tendrá que quedarse a  recibir la señal de Aura. -  Afirmé con fuerzas renovadas acercando mi arco hacia mí. Sabía que podría ser más útil proporcionando apoyo a distancia y confiaba plenamente en mis compañeros.

- También puedo disparar a algún arbusto cercano para distraerlos y facilitaros el camino. - Tensé mi arco en señal de que esperaba su confirmación para hacerlo.

- Yo los cubro y acompaño desde el aire chicos - Dijo la semi- Aven antes de avanzar a investigar en silencio y con el arco y flecha listos para usar solo si era necesario.

Mientras Tempi se queda atrás, sus compañeros lpgran colarse hasta el punto en el que la maleza se tragó a los soldados de Lucis.

Encuentran a tres hombres inconscientes y amordazados, los cuales han sido despojados de sus uniformes y armas.

Al parecer los enemigos de las fuerzas de Lucis habían logrado colarse entre sus filas.

- ¿Se encuentran bien señores? - Dice Isabeau mientras que se acerca para revisar sus signos vitales para saber si están vivos o no antes de decidirse a des amarrarlos mientras que trata de asimilar la situación y sus posibles implicaciones, que parecen salir de su comprensión

- Me parece bien. - Confirmó las palabras de Eladamri. Él era más de acción directa, así que cualquier táctica sobre acciones en sigilo le parecería perfecto. En cuanto Tempi habló de cubrirlos desde aquella posición, lo miró y asintió con la cabeza. - Si tienes algún problema, levanta la voz. - Le indicó. Si lo pillaban, los pillaban a todos. Y si daba la alarma, luchando al menos tendrían la oportunidad de asistir a un glorioso combate.

También levantó la lanza ligeramente en dirección a Isabeau cuando indicó que los cubriría desde arriba, en señal de aprovación antes de marchar hacia el campamento.

Isabeau, están incoscientes. - Reafirmó ante la pregunta de la chica, agachándose junto a los hombres incoscientes y comprobando su estado. - Antes de desatarlos tenemos que saber que está pasando. No perdais de vista a los que llevan la cara tapada, los que andan raro. - comentó, en referencia a los tres "impostores" que se habían puesto la armadura de los soldados. - Veamos que podemos sacar en claro de todo esto... -

- Muy bien Darius! Yo no les perderé de vista y estaré lista con el arco solo si es necesario! - Respondió Isabeau buscando el punto mas cercano del campamento donde pudiese volar con cobertura para no perder de vista a los tres tipos misteriosos que se hicieron paras por los guardias (una idea como la que ella misma había propuesto antes) y preparó la primer flecha para disparar a sus cabezas si se acercaban a la tienda donde habían llevado a sus nuevas amigas y compañeras de la academia, mientras tanto trata de afinar su vista y oído para no perder detalles que hicieran o dijeran a la distancia

Resulta evidente para ti que los infiltrados son soldados mecanizados de Nifleheim, por lo que puedes concluir que un ataque al campamento de Lucis es inminente.

En verdad se ven raros esos sujetos. - comento mientras le dirijo una mirada significativa a Isabeau.

Ni se te ocurra despertarlos, siguen siendo nuestros enemigos, es obvio que no les voy a cortar la garganta, pero tampoco pienso mover un dedo para su recuperación.

Ahora mejor observemos a esos y tres. - sentencio con seriedad.

- No los pierdas de vista, Isabeau. - le animó ante la buena predisposición de la chica. Se alegró de tenerla en su equipo, parecía atenta y dispuesta a colaborar. Aquella era una gran parte de la receta secreta del éxito en misiones conjuntas. - Creo que son soldados mecanizados Nilfheim. Es una maniobra de ataque... Les atacan. - concluyó, mirando a sus dos compañeros.

- Escuchad, tanto si está la capitana como si no lo está, nuestras compañeras si están ahí dentro y es nuestro deber ayudarles. En cuanto los soldados mecanizado ataquen, entraremos a por ellas. Avisad a Tempi para que esté preparado. - comentó, señalando hacia atrás donde se encontrata Tempi más apartado. Él mismo se agazapó detrás de unos arbustos y preparó su arma para salir a la carrera hacia la tienda donde se encontraban sus amigas.

Asentí confiado -O al menos todo lo confiado que podía estar en ese momento.- ante las palabras de Darius - Lo haré, pero no me pillarán.- Intentaba transmitir confianza para que mi compañero no tuviera que preocuparse por nada más y se centrase en la escaramuza.

Preparé mi arco e hice una seña al resto del grupo para indicar que estaba preparado para reaccionar de ser necesario, podían proceder cuando quisieran. Respiré hondo, realmente preferiría no tener que intervenir, pero tenía que dar todo de mí para contribuir.

Mientras caminan por el bosque descubren un objeto fuera de lugar, era evidente que se trataba de una especie de cartucho, sin embargo la pregunta era... ¿Qué era esa cosa y de donde venía?

Los tres soldado magitec toman posición rápidamente, y, en un parpadeo, dejan fuera de combate a otros dos soldados de Lucis que montaban guardia cerca de una gran jaula.

Acto seguido dos de los soldados magitec empiezan a trepar por uno de los pilares de la torre de vigilancia.

sorprenderse de las palabras de su compañero es quedarse corto, porque lo que le produjeron esos dichos fue una profunda una profunda impresión que no logró precisar pero que era muy agradable y dulce en el pecho, pero eso mismo, que ella considera una debilidad y se cubrió de molestia e irritación, lo que volvió a teñir sus mejillas de intenso rojo para luego dar paso al aire helado que desprendía cuando se molestaba. Entornó los ojos y en un arranque de brios, agarro de las solapas de la ropa a Renall y lo azoto contra el árbol más cercano, sujetándolo con fuerza con sus brazos y su cuerpo. Lo odiaba por sentirse vulnerable con esas palabras que quería creer.

— déjame en paz... Gallard— algo le dijo que no le haría caso y en cierta forma espero que así fuera, obviamente sin siquiera querer reconocer ese sentimiento que ese insignificante humano le producía sin tener ni el más mínimo de los méritos. Lo soltó, no iba a discutir sus palabras, ni ponerlas entredicho, quería que simplemente le tuviera miedo, así sería más sencillo lidiar con él.

— y ahora déjate de distraer, terminaremos muertos por tu culpa — resopla, cuando al mirar al suelo ve aquella pieza, se agacha para obsérvala mejor. Con un pañuelo la tomó y la miró más cerca de su cara para determinar qué podría ser...

- El enemigo de mi enemigo es mi amigo. - Susurró para Eladamri, su más cercano. - Vamos a comprobar como de cierta es esa afirmación. - acabó por añadir, con un largo resoplido que dejó escapar por la nariz. En silencio, miró hacia Isabeau y levantó ligeramente la lanza, para mantenerla alerta, le hizo una señal que esperara a iniciar el ataque todo lo que fuera necesario. Todo lo que pudieran infiltrarse y mantener en sigilo, sería bienvenido.

Así que lo mejor era mantener el factor sorpresa todo lo posible, hasta que fuera inevitable el enfrentamiento. Dicho esto, le hizo una señal con la cabeza aEladamri para que lo siguiera y estuviese preparado, para acto seguido, entrar en el campamento a hurtadillas y buscar una buena posición donde ver la tienda donde estaban sus compañeras, y que había en la gran jaula central.