Partida Rol por web

Cuando llegan al lugar donde están los prisioneros, encuentran a Kiel y a Aokishi sentados conversando, como si nada.

Sin embargo la paz de su reducto dura poco, pues cuando estaban por comunicarles su descubrimiento, logran vislumbrar una gran cantidad de puntos rojos que aparecen de la nada y se dirigen al campamento de Lucis.

Ya no tenía sentido detener al otro guardia que había tomado el lugar de vigía pronto, pero si al soldado que iba a abrir la celda, así que si lo tiene a tiro desde su posición Isabeau no lo piensa y le dispara antes de ir a avisar al resto del grupo lo que había pasado allí para que reaccionaran y participaran

- Da la alarma, da la alarma. - le apremió, al ver lo que estaba haciendo la semi-aven. Y dicho esto, llevó las garras a la tienda de campaña, con intención de rajar la tela y abrir una nueva vía de entrada al lugar. - Y prepárate, la cosa esta apunto de calentarse muchísimo. -

A llegar lo primero que detectan mis ojos es que hay dos y no tres personas vigilando los rehenes. Lo cual me molesta pero me lo trago y no comento nada al respecto, aunque de todas formas durante un corto periodo de tiempo se puede ver mi expresión de molestia.

-Chicos, mirad lo que... -mis palabras son cortadas por esas extrañas luces rojas- ¿Pero que mierdas...? -rápidamente mi cerebro llega a una sola conclusión posible y me activo al momento- Atacan el campamento, Nifelheim estoy seguro de eso. Kiel, Aokishi, Euphemia, vamos a ayudarles !YA¡ -me giro hacía nuestros prisioneros y me pongo a su lado con rapidez a la vez que saco mi arma- Y en cuanto a vosotros... -corto las cuerdas de todos, liberando a todo el grupo- ...os venís con nosotros. Juntos defenderemos vuestro campamento y ahora daos prisa.

Me la sudaba completamente la opinión del resto de mis actos hice lo que creí mas conveniente en una situación que requería actuar rápido y no me arrepentiría de mi decisión. Corría en dirección al campamento tratando de averiguar que cojones eran esas luces que volaban en el cielo.

Sus compañeros conversaban de lo mejor, era casi lo mismo que había pasado entre ellos dos cuando se apartaron y como Renall no la dejaría en paz, Euphemia había decidido volver y revelarles lo que habían encontrado, la amenaza se hizo presente contra las chicas que habían entrado al campamento. Todo el cuerpo de la dhampiro se tensó y sólo pensó en Aura, necesitaba que la semielfa viviera, necesitaba que le contara todo lo que sabía.

Asintió a las palabras de Renall y no protestó cuando liberó a los soldados prisioneros, era obvio que todos eran parte de una jugarreta de los rebeldes Nifelheim y que se encontrarían con esos soldados robóticos, o por lo menos, era algo que deberían esperar. 

— ... — se mordió el labio inferior, pero no corrió hacia el campamento, sino que rodeándolo, buscaría de donde provienen las mirillas láser, y detenerlos antes de que llegaran al campamento o los atacaran.

Observando lo que pasaba y sin entender la situación del todo, vi como los soldados asaltantes mandaban una señal y como Isabeu los intentaba derribar uno a uno.

Asustado por lo que acababa de ver dejé mi puesto y eche a correr aprovechando que el camino había quedado libre hasta llegar a Darius y Eladamri. - Tenemos problemas. - Advertí aún jadeando por la carrera - Vienen más, hacia el campamento. ¿Qué está pasando? - De donde habían salido esos nuevos enemigos y que buscaban era algo que ignoraba, y tal vez mis compañeros habían descubierto algo.

Esperaba de verdad que Aura y los demás estuviesen bien, ahora no había nadie que les apoyase desde la distancia.