Partida Rol por web

- Muy bien chicos! Que tanta experiencia o conocimiento tienen para colocar trampas o alarmas para la seguridad de un campamento, porque me parece que yo debo ser la que sabe mas al respecto de los tres, así que después de dar un vuelo de reconocimiento de la zona para reconocer las mejores posiciones para colocar trampas y alertas de este lado del campamento bajará para explicarles comómo y donde poner las - Susurra con sencillez Isabeau a los chicos y espera su respuesta para ascender volando y poder avistar a sus alrededores posibles vigía, espías o vigilantes antes de ubicar las posiciones estrategicas señaladas antes

-Así que eres la mas experimentada, supongo que puedes encargarte de colocarlas, en mi caso prefiero ser eficiente y tener algo de información, es la zona mas expuesta por lo mismo necesitamos mayor información la vista aérea sera necesaria pero también una exploración del terreno, toma el punto de vista superior yo me encargaré de posibles situaciones en tierra- dije mientras comenzaba la búsqueda y rastreo de huellas de animales o criaturas, así como los lugares propicios para colocar las trampas y alarmas.

Vale, pues la cosa se estaba poniendo jodida. Y es que apenas tuve tiempo de avisar a Aura cuando, de repente, nos vimos atacadas por dos centauros, los "jinetes que había visto en la lejanía", vaya.

Por suerte, estaba preparada y no tardé en alzar mis armas hacia la criatura que me atacaba, vaciándole toda la munición que pude con tal de dejarlo K.O. y poder centrarme en Aura. Por desgracia, no podría ayudarla si no me quitaba primero a la bestia de encima.

Y en eso, al parecer, Darius iba a echarme una mano. Y es que, de repente, salió de la nada, con un impresionante salto, dispuesto a partir en dos al centauro que me atacaba, mientras el otro centauro intentaba largarse de allí con Aura sí o sí.

-¡Darius! ¡Tenemos que ayudarla! - exclame, mientras volvia a alzar mis armas hacia el centauro que intentaba escapar  con Aura, usando mi más que sobrada habilidad para intentar descerrajarle dos tiros más y pararlo.

No sabía si mi primer ataque había servido anular a mi atacante, pero Aura parecía necesitar ahora la ayuda más que yo, y no estaba dispuesta a que se la llevaran.

La situación no tarda en volverse un caos, afortunadamente para Aura, el potente salto de Darius basta para dejar fuera del camino al centauro que amenazaba a Ruby, el cual cae despatarrado ante el potente ataque del ronso.

Ruby supo aprovechar la apertura creada por Darius para descerrajar un potente disparo en  la espalda del centauro que intenta huir con Aura en brazos, lo que fuerza al centauro a aflojar ligeramente su presa para acomodar su valiosa carga, lo que lo retrasa inexorablemente.

Por su parte la semi elfa lanza una violenta dentellada al centauro, la cual hace sonreír a su captor que la mira lascivamente. - No desesperes que muy pronto llegaremos con el resto del clan para darte todo nuestro amor.

Aquel había sido un golpe limpio. Había aterrizado a la espalda del centauro, atravesándolo con un solo golpe de la lanza y haciendo uso de su propio peso para acabar dándole muerte. Arrancó la lanza del cuerpo, lanzando un golpe lateral al aire para quitar la sangre en la hoja del arma y centró la vista en el otro centauro.

- ¿Estás bien? - preguntó a Ruby. Pero a pesar de la pregunta, seguía con la mirada al centauro, calculando el próximo ataque. No tenía claro que pudiera darle alcance en una carrera limpia, pero si Aura conseguía retrasarlo aunque fuera un poco, saltaría sobre él. - En el puente no podrán atraparte. - Anuncié a Ruby, antes de levantar la vista al cielo. Aun sobre el cuerpo del centauro, flexionó las piernas y estiró los brazos a los lados.

- Voy a por ella, ahora vuelvo. - Y dicho esto, concentró todas sus fuerzas en las patas, dándo un poderoso salto que le hizo perderse rapidamente en el cielo. En aquellos momentos, no podría negarlo: La velocidad, la fuerza, el combate. Eran tres cosas que le hacían sentirse excesivamente vivo.

Sonreí ligeramente a Darius cuando me preguntó si me encontraba bien, asintiendo, mientras volvía a apuntar a aquella maldita bestia que parecía decidida a largarse con Aura- Si, no te preocupes por mi. Pero si piensas que me voy a ir al puente, la llevas clara... - anuncie, guiñandole un ojo, mientras volvia a apuntar al centauro, dejando claro que no iba a dejarlo marcharse de rositas.

-¡Ten cuidado! - fue lo ultimo que le dije a Darius, disparando nuevamente al centauro, dispuesta a frenarlo a cualquier precio. Y, en cuanto disparé, eché a correr en dirección a Darius y Aura, para no perder al enemigo de vista en ningún momento.

Luego de Kiel improvisa unas cuantas alarmas y trampas con ayuda de Isabeau, un ruido fuerte os llama la atención, ala llegar al origen del ruido notan que el camino auxiliar que debían custodiar se encuentra totalmente bloqueado a causa de un derrumbe y al pie del mismo hay un sujeto encapuchado que sostiene una espada semi curvada  bastante grande.

El arma permaneces en su funda y el sujeto parece pasar de ustedes al menos de momento.

Eso es raro, creo que lo mejor es echar un vistazo, no vaya a ser que nos sorprendan mientras vigilamos el camino principal, Tempi espero que tu vista sea tan buena en la oscuridad como a la luz del día, pues creo que nos va a tocar investigar aquella cueva. - digo señalando en la dirección que Tempi nos apuntó.

Kain ten las armas a punto, esto se puede descontrolar muy rápido. De ser el caso provocaremos un derrumbe con magia y nos apartaremos rápido del lugar. - añado con seguridad.

Siento cómo la presa se afloja al recibir los disparos de Ruby, y aterrada por las recientes palabras del centauro me revuelvo como gato panza arriba, no con premeditación, sino con toda la desesperación de lo que se me viene encima: muerdo, araño, pateo, golpeo con rodillas y puños hasta lograr tirarme hacia un lado, no por debajo, sino por encima del brazo del centauro. Cuestión de los apoyos que encontré al revolverme. Al caer al suelo, ruedo con cierta agilidad para evitar hacerme daño, aunque me llevo unos arañazos, pero enseguida estoy retrocediendo con respecto a él, algo renqueante, mientras extraigo la espada de su funda.

La mirada está cargada de miedo, pero no ese miedo paralizante de la liebre frente al coche, sino un duro temor que me sobrecoge y sobrepasa mi forma de ser: por lo dicho, no debía de querer herirme como tal, pero aún así si intentaba acercarme la mano en ese estado, claramente iba a lanzar la espada con todo, a cortar dedos, manos, brazos o cabezas. Era el miedo del gato acorralado contra un rincón.

Obviamente Euphemia sintió  cómo una agresión personal el que Renall no le respondiera lo que le había dicho, ¿acaso quería que se arrodillara?, movió de lado a lado su cabeza, molesta y con esa misma molestia bajo una de las bolsas que fue a dar a sus pies directamente cuando sus fuerzas fallaron.

— *mierda* — exclamó, indignada, tanto por su torpeza como por el silencio de Renall, que de seguro se debía a nada, solo que la muy estúpida necesitaba molestarse. 

— *a sus órdenes* — le responde de manera parca al chico, sujetando con su brazo sano la bolsa y dejándola a un costado del camión. Se dio la media vuelta y apuro el paso, mascando la rabia y también los nervios que le había producido decir aquello. Estaba confundida y lo ocultaba con su mal humor.

Estaba a la mitad de montar la primera tienda pero me detuve y ladee la cabeza hacia Euphemia que de repente parecía molesta, no entendía ese cambio de actitud tan repentino y de hecho extrañado me rasque la nuca. Terminé de montar la primera tienda y tras asegurar que estaba bien hecho fui en busca de la dhampir.

- Euphie, ¿te pasa algo? De repente has sonado... ¿Irritada?

Estaban ya en el bosque y ella, al escuchar al chico, se gira sobre sus talones  y pone sus manos en su cintura.

— *si no quieres que salgamos, dímelo... no me hagas parecer una tonta* — obvio que estaba molesta, el aire helado la estaba rodeando.

Sonreí, entendiendo que pasaba ahora todo tenía algo mas de sentido aunque seguía dándome la impresión de que estaba poco acostumbrada a las relaciones personas, tiene narices que lo diga yo, porque de todo se preocupa en exceso, pero en lugar de parar mis pasos y explicarme acelere hasta estar lo más cerca de ella posible puse mis manos en sus mejillas y la bese no fue ni muy largo ni muy corto si no que duro la cantidad justa de tiempo para luego separarme mirándola a los ojos y medio soriendo.

- Quiero hacerme fuerte a tu lado... Y por supuesto que quiero salir contigo no te lo dije antes porque Tempi estaba delante pero obviamente quiero ¿como se te ocurre pensar que no después de todo lo que he dicho?

Iba a rechazar su beso, pero la toma por sorpresa sus propias ansias de sentirlo, así que sus manos quedan en las manos de él, mientras se besan tibiamente.

Mientras él habla, y luego de terminado aquel beso, la chica hace algunos pucheros, y sus ojos se llenan de lágrimas.

— *yo...yo...* — no podía hablar realmente y lo volvió a besar — *queiro hacerte fuerte... también* — cambió completamente su postura, demostrando que todo ese enojo solo era aparente — *crei que no te importaba* — tonta, pero le costaba mucho creer en las palabras de otros.

Lleve una de mis manos a su cintura y la otra a su nuca para abrazarla, la pegué bien a mi cuerpo tanto que nuestras narices estaba a punto de rozarse entre ellas aunque luego deje que si quisiera se apoyara en mi, lo cual en el caso de que hiciera aprovecharía para poner mi cabeza sobre la suya, a mi eso siempre me tranquilizaba.

- No pasa nada, no tienes porque preocuparte -mantuve el abrazo hasta que se calmará tardará lo que tardará y entonces me separe- Aunque va a ser difícil ocultarlo -bromee un poco

Se apoyó en su pecho, aún temblando, pues seguía desconfiada y temerosa de sentir aquello, sin embargo era esa calidez la que andaba buscando, así que levantó sus ojos y se separó de él.

— *¿eh? Claro que sí, deberá ser así* — replica y le da un golpe en la nariz — *oye, idiota, ¿dejaste el campamento solo?* — se separó por completo, volviendo a poner sus manos en su cintura.

Eche muy ligeramente la cabeza hacia atrás cuando me dio ese leve golpe. Y luego llevé una de mis manos a la nuca un poco avergonzado. En realidad no creía que pasara nada malo por tan solo unos segundos, total estaba rodeado de el resto de nuestros compañeros.

- Puede pero no podía dejarte ir por ahí tan enfadada además si te ayudo acabamos antes y volvemos más rápido los dos.

Arrugo el ceño y lo tomo de los hombros y lo hizo girar hacia el campamento.

— *yo tengo una naranja ya...* — quizás debía explicarse mejor de eso — *no quiero que te amonesten, ve, regresaré pronto* — lo abrazo por la espalda, cruzando sus brazos entorno a su torso— *¿cuando te vio sin camiseta la pajarraca* — pregunto porque simplemente se acordó de eso, y ese abrazo comenzó a ser un poco más fuerte.

Sorprendido la mire por encima del hombro en cuanto me giro.

- Como quieras, seguiré montando las tiendas -pero entonces vino una pregunta un tanto rara- Cuando me cambie de uniforme, lo hice delante de todos, pudo verme perfectamente entonces-me extrañaba precisamente porque lo había hecho sin ningún tipo de intención de ocultarme o demás