Partida Rol por web

Reclutas, lo mejor es que nos dejen continuar con nuestra labor o de lo contrario nos veremos forzados a castigarlos, así que por favor señorita  Vlare, le recomiendo que se aparte de nuestro camino. - sentencia el capitán mientras aparta lo más con cierta cortesía a Kain y sigue caminando.

Asiento con la cabeza al elfo, ajena a si el resto del mundo sigue diciendo algo, y entonces aprovechando que Kain los detiene para dar su confuso discurso, aprovecho para decirle a su "carcelero", el Capitán Metolech si no recuerdo mal:

- Muy bien, señor. Si se requiere una versión externa sobre su historia, no duden en preguntarme. -ofrezco con voz tranquila, sin cruzarme de nuevo en su camino, antes de retirarme a algún lugar un poco más apartado para sentarme y revisar si había alguna comunicación en el reloj o la tableta.

¿Aquel guardia le había apartado? ¿A caso su raza no poseía oídos? Le molestó bastante y su rostro de enfado era claro. Caminaba tras ellos desconforme con la decisión de no liberar esas cadenas de un ente que no las necesitaba. Su paso de brazos cruzados, no se interponía con el camino del apresado y su escolta.

Solo les seguía y se cruzó a una distancia prudencial en un par de ocasiones, para no ralentizar la marcha, pero si mostrar con su silencio un claro desconforme, sin duda un silencio casi más molesto procediendo de alguien como ella que otra conversación como la anterior.

También se aseguraba así de acallar críticas infundadas, o que si alguien criticaba lo hiciera con fundamentos.

Mientras observaba como ahora una velar con amor por la poesía ¿defendía ? también al elfo o al menos eso pensaba porque la mitad de lo que decía no me molestaba en intentar analizarlo también escuche una voz masculina que se dirigía a mi, cuando oí lo que me dijo me gire hacía el lentamente y le lancé una de esas miradas que hacen que se te ericen los pelos pero solo duro un instante ya que rápidamente se suavizo.

-Yo lo estoy juzgando por las acciones que les he visto cometer, ellos en cambio se basan en historias que les han contado y que no tienen la certeza de que sean ciertas. Además en ningún momento he dicho que yo sea alguien que calificarías como buena persona.

Cuando acabe la explicación observe mejor al chico, un Al Bhed que se cree gracioso. "Desde luego aquí hay variedad de razas hasta aburrir, aunque la mayoría son físicamente similares a los humanos."

-Y otra cosa cuida tu lengua, porque a nadie le gusta que venga el gracioso de turno a meterse con el -se podía notar el desagrado y la hostilidad en mi tono de voz

- Aunque no me agrada la forma en que la gente trata y juzga al chico elfo creo que no sabemos amigos la causa por la que esta esposado, así que creo que no interferir con quienes lo llevan para no infringir la ley, ya que si queremos ser buenos Seed me parece que lo primero que debemos hacer es respetar la y hacerla respetar por los demás - Dijo Isabeau a los otros novatos mientras que ponía la mano sobre el hombro de Kain:
-Me llamo Isabeau Flambeau y soy novata como tu como te llamas? Me pareces muy elocuente - Cuando se gira Kain la semi Aven le extiende la mano antes de decir

Retrocede un paso al ver la hostilidad en su mirada, algo asustado, no tenía interés en meterse en una pelea, cuando el chico termina de hablar, con un rostro serio vuelve a abrir la boca. - Yo solamente hacía una observación, "odio a la gente que se cree con el derecho de juzgar a los demás sin siquiera conocerlos", habías dicho ¿no?, antes de eso les dijiste "cretinos", y luego de eso dijiste que la chica que lo defendió te pareció "buena persona e inteligente",luego los llamaste "imbéciles", me pareció algo hipócrita, ya que al parecer no conoces a ninguna de esas personas - Hace una pausa. - Pero no creas que estoy en desacuerdo sobre tus opiniones sobre esos chicos o la chica, simplemente me pareció gracioso que condenaras un acto y luego lo realizaras. 

- Nos vemos, gracias por la advertencia. - Sin esperar algún tipo de respuesta y sabiendo que si no se iba podría terminar siendo golpeado comienza a caminar, siguiendo al elfo encadenando, curioso por lo que sucedería con él. 

- Kain Vlare - dijo tomando la mano de la semi aven - y no creo que manifestarme sea una ilegalidad, y si veo ilegalidad en que traigan a un alumno esposado, pues ello crea discordia hacia el apresado. No diré si es héroe o asesino, solo que esos grilletes en público ya son una sentencia, crea mala imagen incluso ante desconocidos, si le consideran culpable de algo, deberían haberle traído antes o después del bullicio, y si de nada aun le han culpado, debería poder caminar sin grilletes aunque con su escolta, para que camine como justo es, sin reproches y juicios incompletos.

Escuchó no tan lejos a un albhed reprochar un juicio hacia quienes juzgaban al preso y tuvo que irrumpir en dicha acusación.

- no hay hipocresía en las palabras de ese chico, los demás juzgan sin saber mucho del acusado, el juzga el comportamiento que el mismo ve, y por ello justo, más añade por lo que dices la palabra "me parece" que expresa sin más su propia opinión y no un juicio infundado como el de quienes se mofan y ejercen sobre ese elfo, mostrado como peón, sacrificio innecesario moral, puesto que solo se vanaglorian quienes lo traen cortando su voluntad, en medio de un gentío que si es decidido que sea alumno y por ello compañero, destierran al rincón marchito por la fama que si no poseía ya en mente de algunos le dan con ese confinamiento. Para mi es un héroe, que como todos cometió sus errores, ¿es un héroe por tanto? ¿Si? ¿No? En realidad solo un ente prejuzgado por un metal sobrante, porque le han expuesto a una crema cubriendo de hojaresca su manto.

La valar se acerca, comienza a hablar y el albhed la escucha atentamente, la forma de hablar de la chica, llamaba su atención desde hace un rato. - Yo solo hago mi observación en base a sus propias palabras, esta juzgando sin conocer a las personas, solo en base a una acción que han hecho, en base a unos segundos que los ha visto.

Yo tampoco creo que este bien que lo anden exhibiendo por ahí con cadenas, sobre todo si lo van a aceptar como un estudiante con nosotros, como ya vimos y has dicho, le da muy mala primera impresión, independientemente de que sea culpable o no, esto le traerá muchos problemas ya que da a pensar que si es culpable, pero si lo es ¿Porque esta aquí? ¿lo van a aceptar como un estudiante? ¿Que motivos hay detrás de esto?, son algunas de las preguntas que ocupan mi mente ahora... así que si me disculpan, quiero ir hasta donde me sea posible. - Dicho lo anterior, el Albhed mira a la valar, agacha un poco la cabeza, como en señal de despedida y avanza hacía el elfo.

- Calma Renall! Por favor no te metas en problemas a penas en tu primer día y menos por algo sin gran importancia - Dijo la chica Semi-Aven antes de dar unos pasos hacia Droniel para decir:

- Hola amigo! Sin lugar a dudas como ha llegado aquél joven elfo es algo que nos ha llamado la atención, sin embargo antes de emitir una opinión creo que es buena idea indagar al respecto ... por cierto yo me llamo Isabeau y tu? - La chica miro a algunos de los novatos alrededor y al guapo elfo que había llamado la atención de los presentes por llegar con guardias, esposado y con algunos vituperios cobardes a su alrededor

Hice un movimiento de desdén hacía Isabeau.

-No tengo intención de pelearme con ese chaval por esa tontería y si quisiera hacerlo lo haría en un combate de entrenamiento.

Toda mi postura y expresión se relajo tras un largo suspiro.

-Al Bhed -antes de que se alejara mucho llame al chico- Me he pasado un poco, solo ten mas cuidado de ahora en adelante tiendo a descargar mi frustración los demás a la mínima.

Era muy duro disculparse sobre todo para alguien como yo pero tendría que hacerlo y poner buena cara si quería tener aliados en un futuro e incluso este chico podría acabar siendo de gran ayuda. Mientras todos los demás seguía hablando del elfo y sobre otras cosas yo me volví a poner  a mirar a los demás la mayoría hacían lo mismo que nosotros hablaban sobre el elfo o la elfa y la velar que lo defendían pero entre la multitud, un figura en silencio siguiendo el espectáculo como si fuera alguien externo y no le importa en lo mas mínimo observando por diversión, la misma chica que vi antes. Esta vez hice algo muy diferente a lo de antes le dedique una sonrisa cuando cruzamos mirada nuevamente antes de dirigir la mirada hacía mi mochila para sacar un libro: "Magia Negra I". Se notaba que el libro estaba usado y tenía tiempo de hecho me lo había leído infinidad de veces ya no podría sacar nada útil de el pero aún así seguía leyéndolo de manera constante como si esperara encontrar una página o algo que las anteriores veces no. Camine hasta alejarme un poco de la multitud, avisando a la semi-aven, para leer con calma.

Poco a poco el lugar se despeja y la mayoría de cadetes se dirigen a hacer sus labores.

Sin previo aviso se acerca a ustedes un hombre bastante fornido y los observa con curiosidad.

Ustedes son los nuevos reclutas ¿Cierto? Pues bien, vengan conmigo, debo asignarles su dormitorio, soy el teniente Kineas y estaré a cargo de ustedes hasta su primera misión.

Síganme por favor. - dice el teniente en tono amable.

Observa a la semi-aven de arriba a abajo antes de responder. - Yo soy Droniel, Droniel Aokishi, mucho gusto. - El al bhed extiende su mano en señal de saludo.

- Esta bien, no hay problema. - dice ante las palabras del humano, ya el tema no le interesaba, solo quería ver que pasaría con el elfo, pero antes de poder avanzar otra persona lo detiene.

Droniel suspira, y sigue al teniente Kinneas, ya había perdido su oportunidad de ver lo que sucedería con el elfo.

Antes de poder recorrer mas de un par de metros alguien aparece buscándonos de un golpe cierro el libro, lo vuelvo a guardar y giro sobre mis talones para seguir al hombre que se encargara de nosotros. Miro el reloj que nos habían dado "¿No se supone que iban a usar elo que nos dieron para avisarnos? Ah, no era para avisarnos de otras cosas puede que de las clases o las misiones." 

Al ver que no hay comunicaciones (y que nadie me ha distraído), cuando llega el teniente presentándose, soy de las primeras en avanzar a paso ligero hasta ponerme a su lado y le pregunto en voz baja:

- Disculpe... ¿Kinneas? -pregunto en primer lugar, y luego aclaro- ¿Como ESE Kinneas? -añado con cierta emoción en la mirada.

De los cinco SeeD que hicieron su viaje junto a Madre, el único al que no conozco en persona es Irvine, y el parecido del chico con las fotos y vídeos del padre es innegable.

- Mucho gusto Droniel! - Le respondió Isabeau al Bhed mientras que estrechaba su mano con cierta camaradería antes de que apareciera el teneiente, entonces la semi-Aven se cuadró y respondió de manera marcial:

- Si señor Kinneas! - Entonces Isabeau miró de reojo hacia donde estaban las chicas y tosió a propósito para que pusieran atención mientras que se preparaba para seguir a Eduart a los dormitorios.

Escuché el discurso de iniciación del director, bueno, al menos los diez primeros segundos antes de aburrirme y centrar mi atención en el resto de novatos. Había gente de lo más variada, sonreí ante la idea de conocer a tanta gente diferente. Antes de que me diese cuenta había empezado a divagar sobre como sería cada persona y el discurso terminó.

Todos comenzaron a dispersarse e incluso algunos no perdieron el tiempo y empezaron a hablar, me fijé sobretodo en un chico de pelo blanco, que en apenas un minuto parecía haberse ganado una enemiga y una amiga. Me disponía a hacer lo mismo cuando entró un elfo escoltado al que parecía que todos odiaban por alguna razón; menos Aura, que por lo que parecía sabía quien era y salió en su defensa. Ya le preguntaría después.

Una vez más el chico de pelo blanco llamó la atención, esta vez estaba discutiendo con otro novato, desde luego no perdía el tiempo. Poco duró la conversación pues llegó otro chico que se presentó como Teniente Kinneas para llevarnos a las habitaciones. Me sonaba su nombre, pero no sabía decir de donde, poco tardo mi amiga en recordarme con su emoción que ella misma me lo había mencionado en alguna ocasión.

- Eh, esperadme.- No sería la primera vez que pasaba inadvertido entre gente "de estatura normal"

Al escuchar una voz, que no había oído antes miro por encima de mi hombro para ver de quien es. Resulta ser un pequeño Taru-Taru que corría detrás nuestra. Luego dirigí la mirada hacía la persona bajo la cual estábamos a cargo, Kinneas, obviamente no se trataba del famoso Irvine Kinneas era demasiado joven pero posiblemente se tratara de un hijo o sobrino del mismo. A diferencia de la elfa no me interesa tanto el hecho de que sea familia de alguien famoso yo mismo sabía la importancia de tener un gran apellido pero a la vez no era el quien había hecho famoso el apellido si no un predecesor y hasta donde yo sabía este Kinneas no era muy famoso así que no me interesaba mucho.

Mientras andaba me preguntaba internamente comos serían las habitaciones era habitual en las Academias o escuelas en las que los estudiantes se hospedaban los cuartos fueran pequeños y para dos personas, lo cual no me gustaba en absoluto.

-¿Como son las habitaciones? -llegué a la conclusión de que por mucho que pensara no iba a llegar a ninguna conclusión segura así que lo mejor era preguntar directamente

Conforme se alejan de la multitud, se percatan que ustedes son la únicas personas que siguen a la comitiva del elfo.

El SeeD a cargo no ha notado su presencia o si lo ha hecho, al parecer no le importa en lo absoluto. La comitiva avanza por los pasillos, hasta llegar al gimnasio.

Una vez allí la mujer con cara de gato se queda en la parte exterior del edificio, cuidando la puerta mientras los dos varones ingresan cerrando la puerta tras de si.

Casi podía dar gracias por no tener que escuchar tanto parloteo, en la Mansión Dracstone casi siempre había mucho silencio y casi el único sonido que quebrada aquella quietud eran los pasos de los sirvientes que trabajan ahí, y claro, las notas del piano de su abuelo que tocaba algunas noches, pero solo era posible escucharlo en el ala oeste, donde estaba el santuario del viejo Dracstone y al que solo dejaba entrar a sus colaboradores más cercanos y una que otra prostituta. 

Euphemia, quién se quedó detrás de uno de los árboles cuando vio que el elfo era conducido al gimnasio, se extrañó demasiado, ¿por qué fue llevado a ese lugar?, si era culpado de los delitos de los que había escuchado y leído, debería estar en la oficina del director o rumbo a la corte, pero no, estaba siendo llevado a ese sitio. Los matones que comenzaron toda la trifulca en el patio principal tenían razón, si era culpable, y realmente lo era, debería estar detenido en otro sitio. Lástima que esa mujer se quedaría en la puerta, lo que dificultaba una entrada por el frontis pero eso era obvio, ¿no?. Euphemia entornó los ojos y buscó un punto ciego, una ventana algo que le permitiera entrar al gimnasio para escuchar lo que pasaba, aun movida más por la curiosidad que por algún arrebato de heroísmo. 

Miró de reojo a la chica que también estaba ahí y por como se acercaba de seguro venía con la misma intensión, pero prefirió pasar de ella, la había escuchado hacer una defensa a brazo partido del apresado y la verdad no quería meterse en problemas, por último, si la atrapaban diría que solo tenia curiosidad y no aparecería con un discurso de libertad y heroísmo. Chasqueo la lengua y se apartó de la Aquarian para buscar un mejor puesto para escuchar lo que ahí se trataba.