Partida Rol por web

       - Vamos entonces chicos para saber del elfo y de las chicas! -   Dijo la joven semi aven tomando el brazo galante de ambos chicos de camino por la escuela para alcanzar al par de peculiar de chicas ... aunque sea por unos metros nada mas

Me tomo por sorpresa cuando Isabeau me cogió del brazo a mi y a Aokishi, de hecho tropecé un poco al principio cuando tiro de mi pero rápidamente recupere el ritmo y empecé a caminar a su lado sin en ningún momento intentar que soltara mi brazo.

-Deberíamos empezar a buscar por donde las vimos por última vez, donde el director dio el discurso -entonces gire un poco la cabeza para mirar a la elfa y el Taru Taru- ¿Venís? O preferís ir por vuestra cuenta.

Me importaba poco lo que hicieran pero ir todos juntos era una oportunidad perfecta para conocernos tal y como había dicho Isabeau.

-Si no os dais prisa os dejaremos atrás.

Y empecé a acelerar el ritmo obligando a los dos con los que formaba cadena hacerlo mismo con una sonrisa con ligera malicia en ella. En el fondo tenía mucha curiosidad por conocer mejor a la dhampira su forma de ser se parecía demasiado a la mía como para no tener interés en ella.

La chica toma por sorpresa a Droniel cuando laja de su brazo desequilibrandolo, pero rápidamente logra seguir el ritmo de la chica, sin hacer que lo suelte, esa situación no lo molestaba en lo más mínimo.

En silencio mira alrededor por si logra visualizar a alguna de las chicas o a él elfo.

Lanzo una mirada dubitativa a Tempi para ver qué prefiere hacer, ¿ir con el grupo a buscar al elfo o ir a mirar lo de la capilla? La verdad que ambas ideas son atractivas...

- Lo dejo en manos de Tempi. -digo lanzándole una mirada interrogante.

- ¡Vamos a buscarlos!- Exclamé. Entre conocer gente nueva e ir a una capilla lo tenía muy claro. - La capilla no se va a mover de sus sitio.

Comencé a andar siguiendo al resto, con un paso algo apresurado para seguirles el ritmo. - Pero no creo que la mejor idea sea ir donde el discurso, estaban siguiendo al elfo apresado, no creo que sigan ahí.- Comenté respecto a la idea de Renall.

Tras la pequeña conversación, me encojo de hombros y asiento.

- Vale, está bien, pero... -sujetando el dedo corazón con el pulgar, me acerco a Tempi y libero el dedo dándole un pequeño capón en la frente- La Fe es la Fe y hay que presentarle los respetos con la deferencia que merece, vaya a estar ahí la capilla otro día u otros mil años. -lo regaño un poco, puesto que sabe la importancia que le doy a la religión.

Tras eso, le revuelvo una vez más el pelo y me agacho para ofrecerle.

- ¿Quieres subir? -con una sonrisa, por si quiere ir sobre mis hombros.

Esta vez sí me solté de Isabeau y volví a mi posición normal con las manos en los bolsillos de la chaqueta. Al escuchar la sugerencia de Tempi niego con la cabeza.

-Discrepo sobre eso, ni siquiera sabemos donde llevaban al elfo con exactitud y podrían haberse quedado por el camino. Además como bien decía alguien al que aprecio, es mucho mas fácil saber adonde se disparo una flecha si estas en el lugar desde el que fue disparada, es decir para buscar algo en movimiento se debería en pesar por el punto de partida o la última localización conocida. Aunque también podemos preguntar recopilar información es muy importante para un Seed.

Cuando pudo comprobar que su cuerpo pasaba por la ventana, se coló por ella sin mayores problemas, luego saldría del gimnasio esperando pasar inadvertidamente, además, siempre podría acusar de ignorancia y que era nueva. Buscó un lugar donde esconderse y se quedó agachada tras los asientos observando lo suficiente como para apenas notar al Ilithid que hablaban, al parecer había sido absuelto de sus delitos, demasiado interesante, ¿entonces había justificación para los asesinatos?. Sonrió de medio lado, Euphemia no creía en las acciones buenas en sí mismas, aunque si era consciente que si un fin era conseguido por medios ruines, el fin también lo era, aunque no quería decir que no lo hiciera. Sus deseos de asesinar a su abuelo no obedecían a nada más que un profundo e intenso deseo de venganza y su búsqueda de libertad.

Mojó sus labios  y se movió para poder ver al elfo, preguntándose qué era lo que sentía y si sentía remordimiento por sus actos. 

Una vez libre de sus cadenas el elfo, se acaricia las muñecas al tiempo que el SeeD que lo escoltaba le entrega su espada.

- Tu comunicador, formarás parte del escuadrón del teniente Kinneas, el entrenamiento empieza mañana a primera hora y trata de mantenerte fuera de líos. No querrás buscarte líos con el general.

Tras guardarse su comunicador en el bolsillo, el elfo abandona el lugar.

Al cabo de unos minutos ves salir del coliseo a un Ilithid, ante el cual la mujer gato realiza un saludo marcial.

El ilithid continúa su camino con expresión altiva y algunos segundos después sale el elfo, libre de las cadenas.

Así que estás de una pieza Eladamri, al parecer el general Cecil se lo tomó con calma esta vez, tranquilo cariño, ya verás que el coronel Palkras te ayuda a sacudirte al general de encima en un pizpaz. Nyahhh. - dice Sasha sonriendo.

Antes de que el elfo tenga tiempo de responderle a la mujer gato, el teniente Kineas hace acto de presencia.

¿Qué haceís aquí? Deben reunirse con el resto de la unidad en este instante.

Soy el teniente Kinneas y soy el instructor a cargo de su unidad, Venga hombre apresúrense que ya van tarde. - dice el teniente mientras les indica el camino a los dormitorios 

- Auch.- Me quejé llevándome la mano a la frente tras el ligero golpe - Sí, ya sé ,ya sé. Es importante no dejar que la Fe se apague.- La verdad es que yo nunca había sido especialmente religioso, había conocido prácticamente seguidores de todas las deidades y sus diferentes peculiaridades; pero nunca había sentido la necesidad de participar activamente en una religión.

- ¿De verdad tienes que preguntarlo?.- Respondí sonriente a la propuesta de Aura, no hacía falta decir que la respuesta era un sí.

- Bueno, entonces la última localización conocida es el patio, les vimos salir del salón de conferencias. Ah, y para saber donde ha terminado la flecha basta con seguir el grito de dolor.- Reí al mencionar esto último pues me recordaba a una anécdota en la troupe.

Solo pensó que sería muy interesante ver como se darían las cosas, con todos culpando al elfo o temiéndole por asesino, y ahora resulta que sería un Seed. Cuando ya salieron todos, ella se puso de pie y se volvió a asomar por la ventana, para salir de la misma manera que había entrado, esta vez siendo más sencillo porque sólo tendría que saltar de un lugar a otro, hasta poder pisar el suelo. Una rama, otra, el tronco y ya estaba en el suelo, agachada tras el salto que había dado, e irguiéndose para ver a su alrededor, hasta hubiera deseado que la sorprendiera, no, mejor no, había pasado inadvertida. ¿su madre habría sido así?. 

Su madre, su padre, no sabia nada de ellos, solo apenas el nombre de su madre, Emilia Dracstone, pero de su padre, nada, ni el nombre, solo sabía que habían sido Seed pero su abuelo se había encargado de borrar cualquier información de ellos.

Tragó saliva y con aquella cínica sonrisa, puso sus manos detrás de su espalda y se encaminó de vuelta al patio, de ahí, tendría que a cambiarse de ropa, o eso recordaba.

Cuando llegan al patio principal, logran distinguir la figura del elfo y la aquarian quienes parecen ir hacia el sector principal de la academia, justo de donde ustedes acaban de salir.

Euphemia no se encuentra con ellos, pero viene casi pisándoles los talones y detrás de ella viene un muy confundido teniente Kinneas, quien parece estar demasiado ocupado discutiendo con alguien por el comunicador como para reparar en vuestra presencia.

El semblante del elfo se ve un tanto más relajado, mientras la aquarian parece estar un poco enfurruñada.

Con las manos en la espalda y con su mirada puesta en el elfo por algunos instantes al entrar, la dhampiero apareció en el jardín luego de su furtiva salida, girándose para ver teniente y su cara de sorpresa, ¿caso sería por la nueva adquisición?, mojó sus labios, algo le decía que todo sería demasiado divertido y que sólo quedaba tomar palco.

reparó en el grupo, pero como no conocía a nadie, siguió su camino, debía averiguar donde estaba su habitación y la aplicación que había conseguido para su móvil le ayudaría.  

Encabezando nuestro pequeño grupo caminamos hasta el patio principal y en el momento en que abrí la puerta encontramos a quienes buscábamos junto a Kinneas y el elfo.

-Vaya, esto ha sido mas fácil de lo que esperaba -dije con un ligero tono de decepción

Espere junto a la puerta a que llegaran ellos a nosotros en vez de a la inversa. Entonces me fije en que la aquarian parecía algo molesta aunque tampoco le dí mucha importancia ya que gran parte de mi atención se la llevaba la dhampira. La cual en cuanto llego hasta la puerta junto a la que estaba yo no dude en abrirle la puerta haciendo una reverencia bastante formal con una ligera sonrisa en mi rostro.

-Pase, bella dama.

Había visto a muchos chicos mayores coquetear y aunque no me causaba mucho interés el hecho de tener pareja lo que si me gustaba era ver las reacciones de las chicas antes los diferentes comentarios y tras el "piropo" no intencionado de Euphemia me sentía con la confianza para intentarlo por mi mismo.

aun siguiendo la melena rubia del elfo, con unas ganas enormes de saltarle encima para hacerle todas las preguntas que aún quedaron en el aire, así que levantó sus manos para abrir la puerta y poder entrar, pero esta se abrió y un humano alto de cabello blanco y que al aparecer era el mismo que antes le había quedado viendo, y debía ser, pocos tenían esa expresión tan hostil, como si fuera a robarte la cartera al menor descuido o te rayaría su grafito en la cara. Este chico tenía cara de delincuente juvenil y que de seguro atraería a muchas chicas, pero no a una como Euphemia que era casi tan delincuente de lo que podría ser este extraño chico. El chico abre la puerta y la trata tal como la trataban todos los pretendientes que asediaban a la heredera de la casa Dracstone lo que le molestaba demasiado pero que, propio de ella, mantenía a raya. 

— eh...gracias— le dice algo seca e indiferente, apenas mirando al chico de nuevo y pasando por su lado como quien pasa de una sombra o un mueble. Sus manos seguían detrás de ella, sujetando una muñeca con su mano derecha, dando pequeños pasos de baile, fingiendo inocencia tras lo que había hecho.

Con Tempi montado sobre mis hombros, llego al patio mucho más atenta a los techos que de costumbre, sonriendo con aspecto divertido como una hermana mayor que juega con el pequeño... aunque técnicamente él sería el mayor, pero oye. Observo curiosidad la deferencia con la que Renall trata a la chica, ¿sería alguien importante? En cualquier caso, solo le hago un saludo en forma de asentimiento de cabeza con una sonrisa cuando nos cruzamos, volviendo a atender inmediatamente al asunto del elfo.

Sonrío a Eladamri algo más ampliamente ahora que lo veo más tranquilo.

- Hola, precisamente a vosotros os buscábamos, ¿podemos saber qué ha pasado? -pregunto de manera directa, dejando claro por si no lo estaba ya que no soy muy de oscurantismos.

La aquarian se acercó al elfo y le miró el rostro más calmado - me molesta no haber podido saber que ha acontecido, pero parece que lo sucedido te ha embellecido, es agradable ver que tu rostro a mejorado, ojala y en algún momento me cuentes que ha pasado.

Aunque le desagradaba no haber podido saciar su curiosidad, de algún modo agradecía ver mejor al muchacho elfo. Poco después vieron a los demás que parecían estar esperando.

Se acercó algo molesta a todos, aunque su semblante solo era el de alguien inconforme. Cuando al acercarse, preguntaron por lo ocurrido - nada que pueda contar, puesto que nada he visto u oído, no me permitieron entrar, más por ello molesta me he sentido. Hubiera gustado de presenciar el momento, y poder escribir en futuras crónicas lo que sucedido allí dentro, a duras penas solo poseo conocimiento, de algunos nombres y poco sentimiento.