Partida Rol por web

Pasáis varias horas indagando por los locales de apuestas, pero sin éxito. Desafortunadamente, nadie por esta zona parece conocer a la persona que buscáis.

-Que remedio. Habrá que regresar. -Comenta viendo que empieza a hacerse tarde. - Mañana será otro día, esperemos que los demás hayan tenido mejor fortuna que nosotros.

Uno tras otro vais regresando al hotel, para reuniros con un aburrido Vinz que sigue tecleando solo ante el ordenador, tratando de encontrar algo.  

Julia, Raven y Fiorette regresan al hotel casi al mismo tiempo. Tras poner en común la información obtenida contratáis que la noche ha sido bastante decepcionante para casi todos, solo la guardiana parece haber encontrado un hilo del que tirar.  

Según un apostador compulsivo que Fiorette se encontró en el hipódromo, había un luchador callejero que se hacía llamar “Duncan”, el tipo estaba envuelto en el mundillo de los combates ilegales, en el Distrito de Quitapellejos, una de las zonas más deprimidas de la ciudad.   

No es mucho, pero al menos es un hilo del que tirar. Con esa esperanza os acostáis. Sally aún tarda unas horas más en llegar, tras horas de infructuosa búsqueda.

A la mañana siguiente os levantáis y os ponéis al día mientras desayunais, para partir con las primeras luces del día en dirección al barrio de Quitapellejos con la esperanza de que la pista obtenida por Fiorette fructifique en algo.

Deberíamos encontrar esos locales de peleas, ¿verdad? - comento-. Podríamos hacernos pasar por idiotas que quieren divertirse con algo más intenso que cerveza y buena compañía. Donde hay peleas hay apuestas. Seguro que hay alguien interesado en sacar un rédito de eso. Es muy posible que ese alguien esté encantado de que unos niños mimados quieran ver algo de sangre y dejarse un dinero apostando por el perdedor.

Al día siguiente de aquella infructuosa noche el grupo se dirige a un barrio deprimido de la ciudad en ese coche que tanto llamaba la atención, ella había estado por barrios malos y en cierta forma sabía cómo funcionaban. Aquellos niños sin duda intentarían robarles y esas prostitutas estaban buscando clientes vigiladas por un chulo, algo bastante normal y típico. Sally escucha lo que dice Raven y se hecha un poco para atrás en el coche mientras dice colocando los pies sobre la puerta, sacándolos por la ventanilla:

A esos sitios yo dirija que no se llega así tan fácilmente… damos mucho el cante… seguramente haya otra forma rápida

Se vuelve a echar hacia atrás unos momentos sonriendo levemente mientras sale del coche, abre la puerta de este con un golpe de la pierna y sale al exterior, se había puesto “su ropa habitual”, es decir, un pantalón corto de color negro y arriba un bikini del mismo color con su reconocible chaqueta de color naranja bastante rota, sus botas negras y naranjas por lo que seguramente llamaría la atención pero no desentonaría demasiado en ese ambiente, camina hacia donde están las prostitutas y el chulo, cuando pasa por al lado de las mujeres les guiña un ojo y llega hasta el chulo y dice:

Vamos a dejarnos de tonterías y seamos directos… estos tienen dinero para apostar y yo tengo ganas de una buena pelea… seguro que sabes de algún garito para eso ¿verdad colega?

Conduciendo por las calles del barrio voy bastante callado, raro en mí. Conozco bien esta cara de Galbadia, y cómo gabaldiano de corazón me avergüenzo de ella. Parece una broma de mal gusto que el gobierno se esté gastando millones en armas mientras la gente vive en estas condiciones. – Porca miseria.

Al aparcar, salgo del coche de un brinco. Por una vez y sin que sirva de precedente, estoy de acuerdo con Raven. Para aumentar en varios niveles mi pinta de fantasmón con dinero saco las gafas de sol que iban en la guantera del coche y me las pongo, aunque no hace nada de sol.

Eh zagal- Llamo la atención de alguno de los críos antes de lanzarles cincuenta créditos. Sé cómo funcionan las cosas por estas zonas – Vigiladme el coche. Os daré cincuenta más si sigue en su sitio y de una pieza cuando vuelva.

Observo que Sally ya se está encargando de hacer las averiguaciones oportunas metida en el papel, así que me pongo a ello yo también.

Vamos nena -Comento pasando un brazo por la cintura de Julia y acercándola en actitud frívola. - La de sacrificios que debe hacer uno por la misión.

¡Date prisa! – Le grito a Sally con poca paciencia, siguiéndole la corriente y manteniendo mi papel –August se aburre ¿Verdad muñeca? -Le pregunto a Julia, rezando internamente para que no me cruce la cara de un bofetón.  

Por diós que nadie aquí nos viera antes juntos a Julia y a mí...

Me quedo por detrás con Fiorette, riéndome un poco de Vinz mientras le miro como al capullo que simula ser.

Julia, pillada por sorpresa está a punto de retorcerle los dedos al dragontino para ponerlo de rodillas, por suerte capta rápido las intenciones de este antes de hacer algo que la delatara cómo a la guerrera que es.

Ogh, que sitio tan mugriento - Dice dejándose llevar por Vinz e imitando su actitud, incluso empieza a mover las caderas exageradamente al caminar. -Churri, me prometiste emociones fuertes pero por aquí solo hay pobres - Dice acercándose a su oreja en actitud aparentemente cariñosa.

_{Cómo bajes un poco más la mano, tendrás que aprender a escribir con la izquierda.} -Le susurra a Vinz sin salirse de su papel ni perder su encantadora sonrisa.

Al acercarse al coche del chulo Sally puede ver una pistola y un pequeño espejo con restos de cocaína.

Cualquiera que conozca a la guerrera sabe lo fuerte que es, pero el hombre del coche la mira de arriba abajo sin tomarse muy en serio lo que solo parece ser una adolescente flacucha y bajita, aunque eso sí, bastante bonita. 

Monina ¿Y qué harías tú en una pelea? ¿Mamársela a tu oponente? Jajaja -El hombre se ríe un poco de Sally, aunque al ver el coche en el que habéis venido y al resto de sus acompañantes se la toma más en serio; desde luego parecéis tener dinero.  

Venga no te piques monina, solo bromeaba. Girad por esa esquina, y buscad el número 203. Aparentemente es un matadero, pero veréis que hay dos matones a la puerta. Decidles que os envía Rowan “Jackpot” y os dejarán pasar.

Antes de que os marchéis siguiendo las indicaciones del proxeneta este silba a Sally para llamar nuevamente su atención.

Monina, si algún día buscas trabajo…  tengo clientes que pagarían una pequeña fortuna por jóvenes de aspecto aniñado. ¡¡Piénsatelo!!

Sin más pistas ni opciones seguís las indicaciones del proxeneta. Caminando por aquel lugar en varios momentos teméis que alguien os intente atracar o algo peor y vuestra tapadera se venga abajo, por suerte, aunque atraéis algunas miradas, nadie intenta agrediros.  

Al llegar al 203, efectivamente aquello es una nave con aspecto de ser un matadero de cerdos y reses, aunque todas las puertas y persianas están bajadas. Solo la presencia de dos brutos con aspecto de tener pocas luces guardan una puerta de servicio, por la que ocasionalmente entra o sale alguien bajo su atenta mirada.

Bueno, supongo que Benigno "Nena" Manson no va a tomar la iniciativa.

Venga- digo a Fiorette mientras le doy un ligero empujón con la mano en la cintura, animándola a seguirme pero sin la menor fuerza-. Vamos a ver si Varnia sirve para algo más que para trabajar para el proveedor de carne fresca.

Me acerco a los guardias de la entrada y les miro un segundo antes de hablar con una sonrisa en los ojos de superioridad.

Nos envía Rowan "Jackpot" - resumo, dado que no tengo por qué dar explicaciones en este caso.

Sally escucha las palabras del chulo sobre ella y le mira con una leve sonrisa, era consciente de su aspecto y sabía que aquello era en muchas ocasiones una ventaja para ella. Se aproxima a este inclinándose sobre el coche cuando le da la información, y le vuelve a sonreír mientras dice:

Muchas gracias por la información…

Después se gira cuando le llama, esta le mira y le escucha, suspira levemente y se acerca para agacharse de nuevo, le sonríe y dice mientras le ofrece la mano:

Claro, me lo pensare

Dice mientras le ofrece la mano, si se la aprieta ella le aprieta con bastante fuerza con una amplia sonrisa para después volver con sus compañeros. Una vez han llegado al matadero y están frente a los guardias se queda observando lo que iba pasando

Las desagradables palabras que aquel chulo le dedica a Sally me irritan hasta el punto de que estoy tentado de salirme del papel, pero verla a ella tragarse su orgullo para no estropear la misión, me hacen contenerme.

Cuando Sally nos alcanza aprovecho para tomarla también a ella de la cintura, con familiaridad, y así aumentar mi pinta de fantasma  llevando a una chica de cada brazo. -Cuando acabemos y volvamos a recoger el coche, le partiré la cara a ese gilipollas -Le susurro en voz baja estrechándola con afecto. Sé que Sally es muy capaz de defenderse sola, pero eso no alivia mis ganas de partirle la cara al chulo. 

Caminando detrás de Raven y Fiorette me sorprende lo poco que me importa que mi ex coquetee con otros -Bien por ella-Pienso alegrándome de que rehaga su vida. Al llegar al matadero dejo que sea Raven quien lleve la voz cantante y me limito a permanecer en un segundo plano.

Los gorilas de la entrada apenas os dedican una mirada mientras os dejan pasar, cuando Raven menciona a Rowan Jackpot los dos porteros sueltan unos cuantos insultos en los que se ve envuelta la madre del proxeneta, pero no os cortan el paso.

Cuando entráis comprobáis que el lugar mantiene el diseño de una vieja nave industrial, pero lejos de ser el antro sucio y tenebroso que os imaginabais, el lugar está bien limpio, cuidado y vigilado, cómo comprobáis al detectar las discretas cámaras de seguridad.

En el centro de la nave varios cientos de personas se arremolinan en torno a una gran jaula, dónde dos hombres que no se corresponden con la descripción del que buscáis se matan a golpes, en un combate sin ninguna regla aparente, mientras la multitud los jalea. Algunas jaulas para perros y gallos de pelea os dan una idea del tipo de espectáculos que ofrecen en aquel lugar cuando no hay hombres dispuestos a molerse a golpes.

 En lo que en algún momento debieron ser las oficinas de la empresa, son ahora cuartos privados en los que entrevéis a gente fumando o inyectándose alguna droga que los deja catatónicos, en otros hay putas practicando su oficio, de uno de esos cuartuchos, con una lona a modo de puerta salen los gritos de dolor de una prostituta apaleada por algún cliente que parece excitarse mientras golpea a la chica.

En este lugar no parece haber límite alguno a la depravación humana y lo peor es que el lugar está tan bien llevado y organizado cómo lo estaría cualquier casino o empresa privada.

Fiorette estaba boquiabierta por como la ciudad habia cambiado drásticamente, de la extrema riqueza...a la mas abyecta pobreza, que sin pensarlo, se aferró con suavidad al brazo de Vinz...-creo que uno solo de mis vestidos, podría alimentar  a almenos diez personas aquí.- luego se dió cuenta de aquien le habia puesto el brazo encima y lo soltó rápidamente, le sorprendia la naturalidad con la que Sally se movía por estos barrios, cuando se acercó a las mujeres de la vida alegre y al chulo que estaba con ellas, Fiorette sintió que el vello del cuerpo se le erizaba, pero agradeció que fuera Sally y no ella, pues si se hubiera aproximado a esas personas, por inercia, Fiorette hubiera cubierto su nariz y su boca con un pañuelo, para no coger alguna infección de gente pobre.

Pero fué cuando escuchó las palabras de aquel hombre, refiriéndose tan vulgarmente a Sally, que la muchacha se puso roja de indignación, llevó una de sus manos hacia arriba, haciendo ademán de invocar su guadaña.-Te voy a dar algo para que chupes...- musitó Fiorette entre dientes, pero luego recordóque se encontraban en misión y se tuvo que limitar a estirarse y poner una sonrisa "divertida" ante la broma de aquel sujeto.

Fiorette se arrepintió de no haber llevado algo menos llamativo, minifalda negra, blusa de seda negra, su gargantilla con una elegante cruz de plata, el cabello suelto, y el embriagador aroma de su perfume fino, zapatos de tacón de corte juvenil pero elegante del mismo color de su indumentaria, que le daba cierto aire de ejecutiva financiera...luego pensó que lo que ella consideraba llamativo, seguramente para Sally sería como el atuendo de una madre superiora en algún convento.

Se quedó de piedra contemplando la escena que se suscitaba delante de sus ojos, apretó sus finas manos rematadas en uñas perfectamente cuidadas, mientras la indignación y el desagrado inundaba su ser.-No...oigan chicos...recuerdan ese dicho de " al lugar que fueres haz lo que vieres??"...bueno...no creo que sea un mal momento, para decirles, que no se tiene que seguir al pie de la letra lo que los refranes populares dicten.- dijo Fiorette mirando horrorizada al lugar donde salían los gritos de la prostituta golpeada...-Puedo ir a ayudarla?.- pregunto Fiorette a Julia.

Después de lo del chulo ya solo faltaba esto. El espectáculo que se ofrece en el interior es penoso, aunque no me molesta tanto que la gente que quiera drogarse pueda hacerlo libremente, cómo el descaro y la impunidad de quienes llevan este lugar como si fuera un centro comercial de la droga, el sexo y las peleas clandestinas. Casi hubiera preferido encontrarme un garito mugriento. Todo esto se me antoja un gran monumento a la corrupción, me parece imposible que la policía no sepa de la existencia de este antro, lo que me hace sentir vergüenza ajena de una ciudad que aún siento cómo parte mía.    

Miro con cierta indiferencia a los luchadores que no se corresponden con los que buscamos, y encima no son nada del otro mundo peleando, posiblemente Sally se bastaría para bajarles los humos a ambos -Ese sí sería un espectáculo digno de ver. -Pienso esbozando una sonrisa, sonrisa que se esfuma al escuchar los gritos de la prostituta apaleada.

Disculpad un momento- Les digo a Sally y a Julia separándome de ellas para ir hacia el lugar de dónde provienen los gritos. Por el camino una parte de mi cerebro me recuerda que no debería dar la nota, que tenemos una misión, que debemos salvar al mundo y bla bla bla…  es en vano, cómo de costumbre el Vinz racional capitula ante el Vinz emocional; no pienso quedarme de brazos cruzados mientras un degenerado apalea a una puta.  

Abro de una patada y entro en aquel sitio cómo un huracán, para agarrar al tipo y apartarlo de la chica, solo para empezar a golpearle una y otra vez con rabia deseando que se resista y me plante cara.

Sally caminaba junto a Vinz y le susurra:

No te preocupes…. Ya le he dado un buen apretón de manos, ya me entiendes

Decía mientras le guiñaba el ojo, sus apretones de manos podían llegar a ser bastante dolorosos si se lo proponía. Poco después llegaron a aquel lugar, ella y seguramente sus compañeros por como reaccionaron después se esperaban un antro lleno de suciedad y gente por los suelos, realmente no fue tan así, había un dicho que decía que “la mierda reluce” y era totalmente aplicable a lo que se veía ahí.

Los tipos que peleaban eran claramente unos aficionados para ella, estaba claro que su objetivo no estaba allí en ese momento y parecía que allí no solo se apostaba en peleas entre personas y animales, sino que también había otros vicios, aquello era todo un negocio, todo un “centro comercial de la depravación humana”. Si por ella fuera destruiría ese lugar con los que están allí mismo dentro, pero sus pensamientos se interrumpieron por unos gritos, aparentemente una prostituta estaba siendo golpeada por uno de sus clientes, la sangre le hervía, era consciente que tenían que aguantar por la misión, pero el haber aguantado antes y ahora eso hizo que se acercara, sin embargo, Vinz fue más rápido.

Caminando después del dragontino entra en el habitáculo y observa, sabía que Vinz era fuerte y seguramente le daría su merecido, pero ella estaba allí para apoyarle.

El cliente que estaba en el cuarto con la prostituta se ve sorprendido por el repentino ataque de Vinz, el hombre, un varón de mediana edad, desnudo y hecho un ovillo en el suelo hace poco más que tratar de protegerse la cabeza de los golpes que le caen, mientras pide socorro a gritos.  

Por la prostituta nadie movía un dedo, pero al ver la situación una docena de matones con aspecto de armarios empotrados se acercan rápidamente. El primero de ellos, que intenta separar a Vinz del cliente se lleva un golpe involuntario de este que lo lanza varios metros hacia atrás hasta que una pared detiene su vuelo. Viendo esto, otro de los matones agarra a Sally del pelo, con la esperanza de poder usarla de escudo humano, sorpresa la suya cuando aquella chiquilla de aspecto frágil lo levanta del suelo y lo derriba sin mucho esfuerzo. Tras ver esto, navajas y pistolas aparecen en las manos de los matones que ya no se andan con ningún miramiento. Cómo os han visto entrar juntos, Raven, Fiorette y Julia, pese a no haber movido un músculo se ven enseguida rodeados de tipos armados que se acercan a ellos con las armas listas.

La cosa parece que vaya a degenerar en un combate en toda regla cuando una mujer baja corriendo desde la planta superior para interferir.

¡Es suficiente! -Grita la mujer, y de inmediato los matones se detienen en seco. ¡Bruno! ¡Joe! Ayudad al señor Fitzroy, llevadlo al hospital y de paso que os hechen un vistazo- Ordena, tras lo cual los dos matones golpeados por Sally y Vinz se levantan tratando de conservar toda la dignidad posible y ayudan al cliente a levantarse y a vestirse.

¿Y vosotros de qué vais?- Os pregunta ceñuda - ¡Es uno de mis mejores clientes! ¿Sabéis cuanto paga el señor Fitzroy por apenas media hora con una de las chicas?- La cara de la mujer es la viva imagen del cabreo, sin duda desea librarse de vosotros, pero a la mujer le ha bastado un vistazo para calaros. Si bien no sabe exactamente que es lo que sois, le ha quedado claro que no sois unos vulgares adolescentes en busca de diversión.

 La mujer os mira mientras da una profunda calada a su cigarro con boquilla y expulsa el humo por la nariz, pensando que hacer con vosotros –Mirad, no quiero más jaleos en mi local y algo me dice que no os vais a marchar hasta que averigüéis lo que sea que os haya traído aquí ¿verdad?- Pregunta retóricamente, pues ni siquiera espera a que le deis una respuesta-

Está bien. Os concedo cinco minutos- Dice echándose a un lado para invitaros a subir a su despacho, aunque de invitación no tiene nada, pues los diez matones permanecen tras vosotros amenazantemente - Podéis decirme que habéis venido a buscar, averiguar lo que queréis y largaros de una pieza sin armar más altercados, o salir de aquí en bolsas de basura. Es vuestra elección.

Cuando la madame sale a interrumpir a mis compañeros les fulmino con la mirada. No digo que no desease yo también hacer algo así, pero quizá hayan matado a miles de personas con su estupidez, incluída esa chica a la que acaban de salvar. No estamos intentando evitar que un ladrón robe un banco, sino un genocidio a niveles que empequeñecerían los de épocas pasadas.

Cuando acabemos esto voy a explicaros lo que significa "infiltrarse"...- comento a mi compañera en voz baja.