Partida Rol por web

Vaya, así que la oveja negra de la familia por fín ha decidido regresar – Comenta la fémina que por su aspecto tendrá cuatro o cinco años más que vosotros.

La mujer porta una armadura de sofisticado diseño, y tiene la planta y los andares de un guerrero. -Mírate, estás hecho todo un mercenario. Jaja. Lo que hay que ver.  

Si la fémina no ha sido muy amable, el varón mira a Vinz con indisimulada hostilidad.

¿Qué haces aquí? - Le dice claramente contrariado - ¿No te habías marchado a vivir aventuras? Ya es tarde para que regreses a reclamar lo tuyo...  ahora yo soy el primogénito de la familia.

Vamos, vamos, no seas tan duro con nuestro hermano. Padre nos ha convocado a todos, así que debe ser importante. Mejor que no le hagamos esperar. -Dice la mujer dandoos la espalda para entrar a la mansión. 

Tus... criados- Le dice a Vinz- Que esperen aquí.

De camino a la que ha sido mi casa durante mi infancia, me mantengo en silencio, mirando por la ventanilla. Mi negativa a querer venir tenía mucho que ver con que no quería involucrar a mis amigos, pero la verdad es que tampoco me siento preparado para enfrentarme otra vez a mi familia.  

Cuando la Mansión de Hiedra aparece en la distancia tengo que respirar profundamente para calmar mi acelerado corazón. Demasiados años, demasiadas emociones contradictorias. Inconscientemente mi mano busca la de Sally, a pesar de todo, doy gracias por que sea tan cabezota y se haya empeñado en venir.

Esto no ha cambiado nada- Comento al ver los guardias de seguridad y las cámaras de seguridad. Afirmación de la que me arrepiento al ver las dos figuras que hay de pie a la entrada, Ania y Valentine son ya dos adultos hechos y derechos, supongo que lo mismo pasa conmigo. -Son dos de mis hermanos- Les explico a mis compañeros. Cuando el coche se detiene bajo dispuesto a acabar con aquello rápidamente.

Ania, Valentine. Yo también me alegro de veros- Les digo con sarcasmo. Observo con decepción que Luna, la única de mis hermanas a la que de verdad me hacía ilusión volver a ver, no está.  

Prrrf. Todo para ti. -Le respondo a Valentine, el pobre sigue siendo el niño malcriado y envidioso que recuerdo - El título. La herencia. La atención de nuestro padre. Nuestro apellido. Te lo puedes quedar todo. Hace años que renuncié a esta familia. 

Las palabras de Ania me hacen fruncir el ceño- Ni mis amigos son criados, ni yo he venido para asistir a ninguna reunión. He venido pasa saber porqué padre ha puesto una recompensa por mi y en cuanto la retire nos marcharemos para no volver nunca más.

La mujer se encoje de hombros al escuchar a Vinz- Haz lo que te de la gana -Dice agitando la mano en gesto de "menos lobos" - Pero no vas a conseguir nada poniéndote gallito con nosotros. Si quieres saber algo ven y pregúntaselo tú mísmo a padre -Dice abriendo la puerta y adentrándose en la mansión sin volver a mirar atrás.

Valentine se apresura en seguir a su hermana, aunque no sin antes añadir- Hay cámaras de seguridad por todas partes... así que no intentéis robar nada.

Los dos hermanos se alejan pasillo adentro dejándoos allí plantados.

Me quedo mirando cómo mis hermanos se alejan hacia el interior de la mansión. Supongo que no me queda otra que seguirles y enfrentarme a mi padre.

Lamento mucho todo esto - Les digo a mis compañeros. Relamente me sabe mal haberlos metido en todo este lío familiar,  que supongo, ni les va ni les viene  -Acabaré enseguida. Os lo prometo  - Les digo dirigiéndome hacia el interior de la mansión.

Extrañamente para ella Sally había permanecido todo el tiempo en silencio sin decir nada, consideraba que en esos momentos lo mejor era estar al lado de Vinz. La presencia de los dos hermanos del chico solo hizo que suspirara, no era la primera vez que escuchaba a alguien hablar así, estaba claro, esa clase de gente era así por puro complejo.  Cuando Vinz dice aquello ella le agarra del brazo y dice:

¿Te crees que te vamos a dejar entrar solo?... yo voy contigo… me da igual lo que digan los estirados de tus hermanos

Dice para sin importarle demasiado si Vinz empezaba a andar o no empezar ella a moverse hacia el interior de la casa.

Bueno ahora ya sabemos por qué Vinz es cómo es. Viendo a los hermanos del dragontino uno comprende de dónde le viene el pavo, es cosa de familia, aunque es justo reconocer que en comparación a estos, Vinz parece medio normal.

Haced explotar alguna cosa si necesitáis ayuda - Les digo a Vinz y a Sally, viendo que se dirigen hacia el interior de la mansión. En eso son especialistas. En meterse en líos.

Yo prefiero permanecer fuera de la mansión; una es que de momento no se han mostrado hostiles y preferiría que Vinz solucione sus asuntos familiares de por sí solo, y dos, que si van a una trampa, mejor que no nos vuelvan a pillar a todos en ella. Para evitar que eso ocurra le ofrezco el brazo a Fiorette.

¿Damos un paseo por el Jardín? -Le digo a la guardiana. Paseo que en realidad nos servirá para estudiar el lugar, buscando puntos ciegos en las cámaras, posibles rutas de escape o formas de entrar en el edificio sin ser detectados.

Supongo que ésto va a oler peor de lo que ya desprendíamos antes...susurro para mi misma mientras observo como Vinz y Sally se adentran.

Me giro hacia Raven y mientras le cojo del brazo le digo Nada de aquí tiene buena pinta, será mejor que demos una vuelta. 

Vinz estará bien con Sally. 

Fiorette y Raven deciden quedarse en el exterior, mientras vosotros os internáis en la mansión siguiendo los pasos de Ania y Valentine.

Todo el pasillo está lleno de cuadros, jarrones, armaduras y otros objetos de valor, dándole un aspecto barroco, muy sobrecargado, tanto que cuesta fijarse en una única cosa.  

Tras subir por una escalinata de mármol llegáis a unas puertas dobles de madera tallada artesanalmente que se abren de par en par para dejaros pasar. Tras las puertas hay un despacho que por sus dimensiones ridiculiza al Aula Magna del Jardín de Balamb. En el centro de la estancia, hay un escritorio con una docena de teléfonos. Un hombre anciano, vestido con suntuosas ropas y una diadema sobre la frente, que recuerda a una corona, dándole la vaga impresión de ser un rey, habla por uno de esos teléfonos sin hacer ni puñetero caso de los cuatro recién llegados.

Finalmente cuelga el teléfono y se encara con vosotros, el hombre fija unos instantes su mirada sobre Sally, pero no dice nada y se limita a ignorar su presencia.

Vinz, al fin te dignas a regresar -Dice el hombre con voz hosca, ronca y enérgica, de quien está acostumbrado a impartir órdenes y no ser contradicho-  Bien, porque he tolerado tus excentricidades durante mucho tiempo, pero se acabó. No voy a permitir que uno de mis vástagos siga paseándose por ahí jugando a ser un cazador de brujas, cuando estamos a punto de entrar en guerra. Con tus andanzas estás poniendo en ridículo el nombre de esta familia, para mí no significas nada, y quizás tú tampoco te consideres un DiVale, pero sí que lo eres para todos los que te ven y te reconocen y eso me perjudica a mí. ¿En qué narices estabas pensando para pasearte por toda la ciudad haciendo preguntas sobre Seifer Almasy? - Dice golpeando el escritorio claramente cabreado.  

Nos enfrentamos a una crisis cómo Galbadia no ha conocido otra -Dice más calmado-  Esthar tiene más y mejores naves que nosotros, mejores armas y mejores soldados. No ganaremos una guerra convencional… sin ciertos sacrificios. Industrias DiVale lleva fabricando misiles para el gobierno de Galbadia desde hace años. Tenemos los suficientes cómo para borrar a Esthar de la faz del planeta, así que aprovechando que nuestro presidente viajará hoy a Esthar para liderar unas conversaciones de paz, atacaremos. El bombardeo pillará a Esthar con la guardia baja, nada ni nadie en esa ciudad sobrevivirá. El presidente y su política de no agresión, serán daños colaterales. Nuestra familia se elevará cómo líderes mundiales. -Los hermanos de Vinz parecen extasiados escuchando a su padre, al contrario que vosotros.

El hombre levanta la mano, cortando la previsible réplica de Vinz y añade;

Tienes dos opciones.

Te casarás con quien yo diga, te comportarás cómo el  noble que eres y te olvidarás de tus andanzas por el Jardín. A cambio yo haré unas llamadas, os prestaré una nave y cuando tus amigos lleguen a la prisión del desierto se encontrarán las puertas abiertas y a Seifer preparado para que se lo lleven a Balamb.  

O puedes negarte. En cuyo caso haré unas llamadas y enviaré a Seifer al rincón más remoto de este planeta, dónde esté seguro de que nunca lo encontréis. Además, por supuesto, de que no podría permitir que tu amiga abandone esta casa con vida después de lo que ha escuchado….  

Vinz y Sally entran en la mansión. Mientras paseáis por los jardines tenéis la sensación de que las cámaras colocadas estratégicamente cada pocos metros observan cada uno de vuestros movimientos. La casa desde luego parece una fortaleza sin un punto ciego o vulnerable. No os cabe duda de que en caso de hacer algo indebido tendrías a los miembros de seguridad encima en menos que canta un gallo.

A cada paso os convencéis de que es inútil, no encontraréis un punto débil, sin embargo en los jardines os encontráis con una chica muy parecida a Vinz, ¿Una de sus hermanas quizás? – La chica os saluda cortésmente, cómo interpretando un papel delante de las cámaras mientras os hace discretas señas indicando que la sigáis hasta un invernadero cercano.

Ya en el invernadero la chica os habla apresuradamente y sin tapujos. Estáis en peligro. Mi padre no os dejará salir de aquí así cómo así - Os dice la chica, mientras os enseña una Tablet en la que se ve lo que está pasando dentro de la mansión – Me llamo Luna por cierto. Soy la hermana pequeña de Vinz.

En la tablet que sujeta la chica un hombre con aspecto de ser el patriarca de la familia DiVale está echándole una buena bronca a Vinz.

La tablet os muestra a cinco personas. Cuatro de ellas son Vinz y Sally y los dos hermanos que habéis conocido a la entrada, la quinta es un hombre mayor, presumiblemente el patriarca de la familia. 

Vinz, al fin te dignas a regresar -Dice el hombre con voz hosca, ronca y enérgica, de quien está acostumbrado a impartir órdenes y no ser contradicho-  Bien, porque he tolerado tus excentricidades durante mucho tiempo, pero se acabó. No voy a permitir que uno de mis vástagos siga paseándose por ahí jugando a ser un cazador de brujas, cuando estamos a punto de entrar en guerra. Con tus andanzas estás poniendo en ridículo el nombre de esta familia, para mí no significas nada, y quizás tú tampoco te consideres un DiVale, pero sí que lo eres para todos los que te ven y te reconocen y eso me perjudica a mí. ¿En qué narices estabas pensando para pasearte por toda la ciudad haciendo preguntas sobre Seifer Almasy? - Dice golpeando el escritorio claramente cabreado.  

Nos enfrentamos a una crisis cómo Galbadia no ha conocido otra -Dice más calmado-  Esthar tiene más y mejores naves que nosotros, mejores armas y mejores soldados. No ganaremos una guerra convencional… sin ciertos sacrificios. Industrias DiVale lleva fabricando misiles para el gobierno de Galbadia desde hace años. Tenemos los suficientes cómo para borrar a Esthar de la faz del planeta, así que aprovechando que nuestro presidente viajará hoy a Esthar para liderar unas conversaciones de paz, atacaremos. El bombardeo pillará a Esthar con la guardia baja, nada ni nadie en esa ciudad sobrevivirá. Nuestro presidente y su política de no agresión, serán daños colaterales. Nuestra familia se elevará cómo líderes mundiales. -Los hermanos de Vinz presentes en la habitación parecen extasiados escuchando a su padre, al contrario que vosotros.

El hombre levanta la mano, pues aún no ha terminado con su hijo;

Tienes dos opciones, Vinz.

Te casarás con quien yo diga, te comportarás cómo el  noble que eres y te olvidarás de tus andanzas por el Jardín. A cambio yo haré unas llamadas, os prestaré una nave y cuando tus amigos lleguen a la prisión del desierto se encontrarán las puertas abiertas y a Seifer preparado para que se lo lleven a Balamb.  

O puedes negarte. En cuyo caso haré unas llamadas y enviaré a Seifer al rincón más remoto de este planeta, dónde esté seguro de que nunca lo encontréis. Además, por supuesto, de que no podría permitir que tu amiga abandone esta casa con vida después de lo que ha escuchado….  -Dice en relación a Sally.

Oh, Dios mío. Es peor de lo que pudiera haber imaginado. -Dice la chica horrorizada. -Van a bombardear Esthar mientras nuestro presidente intenta negociar la paz... es una locura...  morirán millones de personas

Maldita sea... Ésto es real entoces, Vinz no exageraba al hablar de su familia... digo mientras aprieto mis puños  

En el momento finaliza la transmisión  pongo la mano encima del hombro de Raven y agarrándolo con fuerza empiezo a transpirar con nerviosismo, le digo  No podemos permitirlo...

Me puse a pensar como nunca , miré de reojo a la hermana pequeña de Vinz, Luna.

Y Perdóname monada , tú vas a venir con nosotros. dije con un tono muy enfadado.

Angustiado sin ninguna razón lógica, mientras caminamos por los pasillos se apodera de mi una sensación claustrofóbica que me obliga a respirar profundamente para mantener el control. Demasiados recuerdos. Se me había olvidado cuanto detesto este lugar.

Al entrar en el despacho el corazón me da un vuelco al ver a mi padre, el hombre que yo recuerdo ya era severo y ambicioso, pero ahora parece completamente enajenado.

Permanezco en silencio mientras escucho lo que tiene que decir. Que se sienta insultado y humillado por mis actos no es nada nuevo, pero a medida que va narrando la atrocidad que piensa cometer en Esthar voy apretando los puños hasta que los nudillos se hacen blancos. La primera imagen que me viene a la mente es la Gared, Xia y los demás, que partieron hacia allí.

¡Estás enfermo! -Exclamo sin poder contenerme- ¡Vas a iniciar una guerra y a matar a millones de personas para satisfacer tus ambiciones personales! ¿Te has vuelto loco? -Exclamo incrédulamente mientras me encaro hacia mis hermanos- ¿Y vosotros estáis de acuerdo con esto? -Pregunto aunque no sé ni para qué, por sus caras se nota que ya estaban al tanto o al menos lo sospechaban. -Desgraciados.

Esto es mil veces peor de lo que podría haber imaginado. Termino de escuchar a mi padre casi, casi sin prestarle atención, me resisto a creer que tenga tanto poder cómo incluso para sacar de la cárcel a Seifer o enviarlo a dónde quiera, pero ya a estas alturas no me extrañaría nada. Tras pensármelo mucho, admito que estamos en un callejón sin salida, no veo otra salida que no pase por aceptar las condiciones de mi padre.

Con eso en mente, me despido de Sally con un abrazo, transmitiéndole lo importante que es y ha sido su amistad y su apoyo para mi durante todos estos años.  -Sal de aquí, avisa al Jardín de los planes de mi padre. Intentaré averiguar dónde tienen los misiles y haré lo posible por evitar que los lancen -Le susurro, acariciándole la mejilla afectuosamente -Me habría encantado tener esa cita contigo. -Añado rememorando la apuesta que hicimos aquella noche que pasamos en la playa de Balamb, en compañía de Gared e Ional. Ahora temo que nunca más volvamos a verles. -Tengo que impedirlo.  

Tu ganas. Seré el hijo modélico que siempre has querido que sea- Le digo a mi padre, tragándome mi orgullo – Pero solo si cumples tu palabra, mis amigos se marcharán de aquí sin más contratiempos y les entregarás a Seifer, si está en tu mano hacerlo.  

Sally caminaba por la casa observandolo todo, realmente no le gustaba nada esa clase de decoracion tan cargada y para ella petulante. Ella provenia de una familia muy ligada al jardin, su padre un Seed y su madre como personal administrativo tenian un gusto en la decoracion de la casa mas bien comedido y funcional, todo lo contrario a aquello. Mientras caminaba no podia dejar de mirar de reojo a Vinz, el estado de su compañero le preocupaba, se notaba que le estaba afectando mucho todo eso.

Cuando llegaron a aquel despacho no pudo evitar sorprenderse, ese hombre solo se parecia a Vinz exteriormente, porque interiormente pronto dejo claro que no se parecia en nada. Lo que estaba diciendoles hacia que se sorprendiera mas y mas, aquello era toda una locura, el plan de alguien obsesionado y con un ansia de poder como si nada y entonces fue cuando sucedio lo que sin duda estaba planeado desde el principio, la amenaza y las condicones. La reaccion de Vinz sorprendio a Sally y casi hizo que terminase de saltar la chispa que estaba encendiendose dentro de ella, le mira a los ojos y dice:

Vinz ¿que te pasa? ¡¡dejate de tonterias!! No me digas que crees que lo parara porqe te unes a la familia de nuevo... es que no ves que no va a cejar en su empeño... ¿porque crees que te ha hecho venir, para parar los planes que tiene pensados hacer y que nos dejara marchar tan facilmente para que demos la voz de alarma?

Sally señala directamente al padre de Vinz y dice:

¿Nos va a decir realmente porque necesita a su hijo? Porque esta claro que queria que viniese por algun motivo y pase lo que pase va a atacar Esthar y provocar la guerra... ¿digame, cuantos soldados pensaba mandarnos cuando yo saliera de aqui porque Vinz se queda con usted?

Esto es malo– Comento acercándome para ver mejor la tablet que sujeta la chica. Creo que nuestra mejor baza de momento sería que Vinz le siguiera la corriente a su padre, pero conociendo a esos dos, sé que eso no pasará. Sally solo conoce una forma de hacer las cosas, a las malas.

Previendo lo que esos dos van a hacer me pongo a buscar con la mirada los cables de la línea telefónica. Pase lo que pase, no podemos consentir que salga ni una llamada de esta casa. Vamos a tener que luchar, eso está claro, pero tenemos que asegurarnos de que no puedan pedir ayuda o avisar.  

Luna ¿has dicho que te llamabas Luna, no? -Le digo a la chica mientras salgo del invernadero tirando de ella por un brazo. - ¿Dónde están Vinz y Sally ahora mismo? – Le digo señalándole hacia la mansión. – ¿Dónde? ¿En qué planta? Dime más o menos cuál es su ubicación -Le exijo con mis ultimas palabras cómo ser humano, mientras mi cuerpo se desvanece y el de Valefor va haciendo acto de presencia.

La chica mira ceñuda a Fiorette- Os he buscando para ayudaros voluntariamente, no...  -empieza a protestar sin embargo Raven tirando de ella interrumpe la conversación. 

Oye...  espera, me haces daño...   -Se queja, aunque al escuchar lo que este le pide duda unos segundos - Están en el despacho de mi padre, en la segunda planta. -Dice señalando hacia unos grandes ventanales en la sengunda planta algo atemorizada por la presencia de la gigantesca ave.

Sally… no puedo -Le digo maldiciendo mi propia debilidad, no puedo enfrentarme a la única familia que he conocido…  se habrán convertido en monstruos, pero no siempre fueron así, aún tengo recuerdos de la infancia jugando en las piscina con Valentine y Ania… ¿Cómo voy a enfrentarme a ellos? ¿o a matarlos? La idea me horroriza.

Agacho la mirada algo avergonzado al escuchar a Sally enfrentándose a mi padre tomando mi lugar, lo que más me averguenza es que en el fondo sé que tiene razón.

A quién quiero engañar, intentaba autoconvencerme de que rendirme era lo mejor, creía estar tomando la decisión correcta, pero lo cierto es que solamente estaba tomando la decisión más cómoda para mí, la salida más fácil, una decisión bastante cobarde. No hay duda de que mi padre no les dejará salir con vida de aquí.

Sea. La forma más rápida de acabar con toda esta locura es detener a mi padre aquí y ahora  -Digo apretando los puños, tratando de reunir valor para hacer lo que no quiero hacer. -Nuestro padre es un monstruo y por ello vamos a detenerle -Le digo a mis hermanos- Ania, Valentine, por la cuenta que os trae no os involucréis.   Por favor, manteneos al margen.