Partida Rol por web

Los días fueron pasando con calma uno tras otro,Emmerson les ordenaba en varias ocasiones hacer algunos combates entre ustedes para mantenerlos distraídos,mientras 2 siempre vigilaban,parecía que las Tropas de Uria jamas llegarían pero parecian Nunca Aparecer,3 días han pasado desde que entraron en Loua,cuando el sol brillaba con fuerza sobre esta tierra,Emmerson pidió a sus jinetes rodear la fortaleza,mientras  a los  lanzadores de conjuros les pidio practicar sus canalizaciones sin desgastarse,mientras los demás tenían que cubrir cada uno una torre o parte de la fortaleza,Markus y Brishen,Logran divisar algo mientras hacías Vigia,los ves un ejercito acercándose desde Uria-Markus tu  lo logras ver uno de los hombres que una vez estubo a tu mando también Krom. Ven hombres usando lo que parece ser una armadura de colores rojizos típica en las tropas Uria ademas de banderines con su símbolo

Mantenía la mirada fija en el horizonte observando a las tropas que se acercaban con una marcha que parecía ser casi imperturbable. No tarde mucho en identificarlos. Las armaduras del rojizo escarlata que portaban los soldados y esa amenazante figura en las banderas. Admito que por un segundo sentí algo de nostalgia, aunque ese sentimiento se disipo cuando vi quien los comandaba.

- Son tropas Urianas - Le aviso a mi compañero. Sin perder el tiempo hago la señal de alarma y bajo de la torre de vigía.

Kitiara, quien descansaba junto a los establos, levanta la mirada. La Wyvern era inteligente, ya sabia lo que se avecinaba.

Me había encontrado con el General Emmerson e inmediatamente le informo sobre las tropas Urianas que se acercaban por el occidente.

- Espero sus ordenes General -.

Quiver se encontraba descansando en el techo del establo, mirando las nubes pasar cuando noto el revuelo en una de las murallas. Con algo de pereza se levanto y se puso a buscar la razon para el ruido, aunque no tuvo que escuchar mucho para darse cuenta que se encontrarian muy pronto siendo atacados.

Rapido bajo del techo y se dirigio por su caballo, tomando su confiable arco. "Al fin aparecieron!" dijo a nadie en particular, pero emocionado. Era su momento de mostrarse como un habil guerrero e impresionar a los demas.

-Al fin... ¿aparecieron? ¿Serán tropas aliadas? el vigor con el que lo dice me hace pensar que si- Y con velocidad Laerus subió a ver de que se trataba. Para su sorpresa no se trataban de tropas aliadas, sus ojos ya no parecía ser la ventana de donde miraban muchas almas, ahora solo parecían mirar dos personas desde los mismos ojos, ojos serios y atentos, que ni siquiera un rayo podría distraer, pues ya empezaron a analizar toda la situación...

a escuchar la amenaza que se acercaba voltee a ver a Jantipa: 

Se que te e pedido muchas cosas, por que eres la mas indicada, ¡Reune a toda la gente y aseguren todas las entradas, y hay esperen a recibir ordenes de Emmerson!. que nadie vaya a hacer una locura, confió en ti mientras le doy una sonrisa al final pero tensa.

mientras yo voy por Emmerson

dejo a jantipa para ir donde esta Emmerson y también me encuentro junto a Markus, donde menciono: Señor Emmerson e enviado a Jantipa a asegurar las entradas de las murallas para que nadie vaya hacer una locura, espero ordenes.

Pero si usted me permita pueda dar mis estrategias o ideas para defendernos.

Azeneth, es mejor que vayamos a un lugar seguro. - Cuando el alborto comenzó me encontraba (por suerte) de la chica de piel oscura. Le aconseje en un tono tranquilo, no era un soldado, mi misión era la de proteger a Azeneth a donde fuera, ya habían muchos soldados fuertes de armaduras pesadas que podrían encargarse de los enemigos.

Markus había avísado de la presencia del enemigo, por lo que cojo mi lanza y como ya estaba con al armadura, no hacía falta ponermela, "algún día me tendrás que pagar por todo lo que me pides que haga" le digo a Alexander, y mientras se iba con el general, "Markus, Brishen, ¿cuantos mas o menos son?, ¿nos superan en numero?, mientras, el resto cubran las entradas" grito mientras me voy a la entrada mas cercana.

Estoy con Ayden, Lady... Ioquer hizo una breve pausa y continuó. Quiero decir, Azeneth. Será mejor dejar a los aguerridos guerreros a cargo del combate. Ioquer apoyó a su compañero de misión, pero estaba preocupado, pues al final la decisión era de la chica y se le veía una joven bastante decidida.

Estaba agradecido de que mi compañero pensara igual, pero pude notar en su rostro un atisbo de preocupación, tanto el como yo habíamos notado que la doncella era muy decidida, no hacía falta conocerla mucho para darse cuenta. Temía que quisiera formar parte de la pelea, quizás ambos lograramos convencerla, aunque no tenía muchas esperanzas.

Al fin parecía que íbamos a tener diversión, desde donde estábamos podíamos divisar unas tropas acercándose peligrosamente a nosotros, parecía que eran Urianas.

- ¿Estáis viendo lo mismo que yo verdad? Parece que por fin vamos a poder entrar en acción. - Digo a mis compañeros de guardia con una sonrisa.

En el momento en que me doy cuenta que se acercan tropas hacia nosotros pienso: "¡Maldito!, nos descubrió". En ese momento una mezcla de emociones se apodera de mi, pues no planeaba que el combate llegara tan pronto, sin embargo, ansiaba tener la oportunidad de cobrar venganza. En el momento en que Markus sale a buscar al general, emito un fuerte silbido, el cual es suficiente para alertar a los que estaban en los alrededores. Poco a poco, sin necesidad de explicar lo que veía, cada uno se dio cuenta de lo que pasaba al dirigir la mirada al horizonte.  

Los días pasaban con tranquilidad, cosa que me pilló de sorpresa... no sabía que íbamos a tardar tanto tiempo en entrar en batalla, ni que en medio de una guerra hubiese tiempos de calma... era raro. Pero al menos presenciar las pequeñas batallas que Emmerson organizaba ayudaba a hacerme una pequeña idea de que pasaría... creo.

Pero entonces, parece que toda la fortaleza se movilizó... ¡llegaban tropas urianas! Aquel estandarte nunca lo había visto... ¿serían aliados u enemigos? No lo se. Cuando vi a Laerus irse a observar la situación, yo le seguí quedándome a su espalda mirando tanto lo que observaba él como lo que hacían los demás -¿Que opinas Laerus?- le pregunté al chico queriendo saber que opinaba. Hasta que escuché a Ioquer y Ayden, diciendo que me fuera a un lugar seguro -No quiero- dije seria ante los consejos -No pelearé, pero no me pienso quedar metida en un cuarto mientras los demás defienden el reino- dije decidida, seguramente causándole dolor de cabeza a mis guardaespaldas.

emmerson apenas oye tu mensaje Markus,ven a un emmerso algo distinto del que habian visto antes mas agitado y  exigente de lo normal

Las ordenes son simples protejer el puesto,no permitan que NINGUNO de esos desgraciados amantes de las lagartijas entren a el fuerte

y si alguien pierde la vida preparence por que los seguire al infierno y YO mismo los torturare

Conjuradores,los quiero detras como alguien los toque se que no duraran nada,jinetes los quiero al frente protejan a sus compañeros,lo mismo va para los Soldados

Escuche a Emmerson y cuando hablo solo mencione ¡SI SEÑOR!

era claro que todos querían  acción pero sin una estrategia, mas de uno puede ser que mueran mas de uno. me quede viendo los enemigos para ver si hay una estrategia defensiva o ofensiva 

En mi opinión camaradas podemos hacer que los jinetes  carguen contra los arqueros en  (2-F  y 2-D) y los soldados (lanceros o cualquiera que tenga espada) junto al jinete Wyvern carguemos contra la caballería al este, mientras los demas se quedan a proteger e fuerte y la retaguardia 

me quedo viendo a mis aliados y amigos, era claro que a partir de aquí la corta paz termina, con una car seria y amarga menciono:

Espero que todos salgan con vida

Asentí ante la orden de Emmerson y me dirigí a los establos en donde se encontraba la Wyvern; pero no sin antes pasar por la armería y tomar un conjunto de lanzas.

Cuando me vio acercar, Kitiara comenzó a agitar sus grandes alas negras, parecía impaciente por ir al campo de batalla, y no era la única. Después de todo, desde que nos unimos a la alianza, nos habíamos mantenido a la espera de la ofensiva de Uria. He estado siguiendo las ordenes del general, patrullando y montando guardia, con tal de ganarme la confianza de el y de todos en la alianza. Claro que esto no me gustaba, Kitiara y yo vivíamos para la guerra, nada nos hacia calentar mas la sangre que estar en el campo de batalla.

Me monto sobre su lomo y cojo sus riendas - Vamos Kit -.

La Wyvern responde soltando un estruendoso rugido al aire y, con un fuerte agite de sus alas, rápidamente se alza en vuelo. Sobrevolamos por encima de las murallas antes de descender y reunirnos con el grupo aliado. 

- Respondiendo a tu pregunta, al parecer hay una decena de ellos - Le menciono a Jantipa, con un gesto sarcástico por lo tardío de la respuesta.

Alexander, uno de los soldados de la alianza, había propuesto un plan de acción. La verdad no me parecía un mal plan, yo podría encargarme sin problema de los jinetes enemigos, sin embargo no podía arriesgarme a estar al alcance de sus arqueros.

- Buen plan - Le menciono.

Inmediatamente, y con otro súbito despegue de la Wyvern, me elevo por encima del campo de batalla sobrevolando por el río al este del fuerte. Rodeo toda la zona hasta tener al alcance a uno de los jinetes enemigos.

En un rápido descenso me abalanzo en contra del jinete enemigo y cogiendo una jabalina se la lanzo a matar.

mientras me muevo le grito a jantipa: Rápido o te vas a perder de la acción 

Ya había empezado el combate, Laerus estaba serio, no parecía querer pelear, aunque tampoco parecía querer huir. Bajó de la torre y sacó su preciado libro, lo abrió en una pagina nueva, una que nunca había abierto antes y dejó que la tinta de las letras cobraran vida, como si fueran arañas que entraban por su manga y tatuaban las manos y los brazos del joven. El estaba listo para luchar, no para matar. 

Bajó de la torre y respondió a la pregunta de Azeneth. -¿que opino? que Ayden e Ioquer vinieron aquí a luchar por una causa que nos incumbe a todos, no pelean solo por defenderte a ti, también defienden sus familias, su economia y su libertad, y si aun así prefieren pasar de cada combate que veamos, pues genial, no serán las personas en las que confiaré cuando mi vida dependa de la de otros. Te daré un consejo-  Le dijo mirando a las tropas enemigas con una determinación inquebrantable- aunque seguramente no te haga falta, el mejor general es aquel que gana la guerra derramando la menor cantidad de sangre, espero que no te contagies de la sed de sangre que tienen nuestros compañeros... nunca sale nada bueno. Y hablando de nuestros compañeros- Volteó a mirar a todos los demás y gritó esforzándose para que lo escuchen sus amigos pero que lo ignoren sus enemigos -¡dejen a dos vivos! este seguramente es un ejercito de avanzada, necesitamos saber si hay mas tropas en camino - Volvía a bajar la voz -Creo que lo mejor para nosotros sería que Ayden, Ioquer y Brishen nos cubran, y nosotros ataquemos a los arqueros del oeste. -Y sin demorar, canalizó una esfera negra, la cual tejían esas arañas de tinta y desgraciadamente, fallo, marchitando todo ser vivo que tocó.

parecía que algunos de mis compañero habían tenido la idea de salir, y no esperar a los enemigos, aunque este no parecía ser muy duro, por lo que avanzo junto con el wyver, "Alexander, no te oigo, tengo demasiados enemigos esperando a mi lanza como para distraerme" le grito de vuelta al soldado, "creo que con esa cantidad no sería mala idea salir a recibir a nuestros invitados" le digo al jinete de wyver cuando oigo su respuesta a la cantidad de enemigos, mientras pongo mi lanza en ristre ante una posible carga de los jinetes enemigos.

Quiver vio como todos se movian rapidamente al ataque, no queriendose quedarse atras fue con su caballo trotando hacia adelante y buscando la cobertura de los arboles. De ahi apunto a uno de los arqueros enemigos, pensando las ordenes de ese tal Alexander  y su deseo de probar que era mejor arquero que ninguno.