Partida Rol por web

Fisura

Cruce de Caminos

Cargando editor
17/07/2015, 18:19
Ricky Jackson

Miró pasmado un momento al elfo. ¡Qué bien, sabía élfico! Al menos se podía dialogar con él y no les había ignorado. Se rascó un momento el cogote e intentó responder al elfo de la mejor manera posible.

- Bueno, a ver como lo explico... Estaba en mi ciudad y no se muy bien cómo, atravesé un espejo grande. - señaló a uno de los espejos - Pensaba que me caería y acabaría lleno de cristales pero aparecí aquí. A ellos les pasó algo parecido y al tipo muerto... - se encogió de hombros - Ni idea. Supongo que nunca lo sabremos. ¿Eres de este lugar o estás tan perdido como nosotros? 

Realmente lo preguntó aunque tenía la extraña sensación que no se encontraba en la misma situación que ellos ni por asomo. 

Cargando editor
17/07/2015, 19:12
Eva Vogel

No aparté la mirada de sus ojos cuanto me miró. No tenía ningún tipo de mirada desafiante ni nada parecido, pero no era de las que bajaban la cabeza cuando alguien las estudiaba como estaba haciendo este hombre.

Ricky parecía ser más sociable que nosotros dos y ya que había empezado a hablar, no interrumpí su conversación, pero para mí que si seguía hablando de aquella manera, en algún momento le iba a llover un palazo en la sesera.

Miré a Jacob mientras hacia un gesto con la cabeza para bromear sobre cómo se las estaba ingeniando nuestro otro compañero.

- No sé si el elfo tiene ganas de hacer muchos amigos, la verdad, aunque al menos, podía ver tranquilamente que no éramos una amenaza y que no interrumpíamos la conversación.

Cargando editor
17/07/2015, 23:26
Miron Lupeithai

Miron se quedó congelado al poder observar lo que se escondía tras el misterioso espejo élfico. Paseó la mirada, mudo, con la boca abierta. Era incapaz de articular una sola palabra, y el cuerpo casi no le respondía. Lo miraba todo como un recién nacido que descubriera el mundo por primera vez. Se aferró al bastón con fuerza, siendo éste el gesto que le permitió no salir corriendo como un desesperado en busca de respuestas. Quería coger un papel y describir el paisaje, explicar qué sensaciones tenía, y restregárselo por la cara a sus antiguos maestros del Círculo.

De la inactividad pasó a la euforia. Empezó a reír con nerviosismo y se giró varias veces para captar todas las visiones posibles de ese lugar. Miró a Aisha como si no se hubiera dado cuenta de que estaba allí, y entonces la agarró por los hombros y buscó su mirada.

¡Aisha! ¡Aisha!- exclamó.- ¿Sabes dónde estamos?- preguntó como si esperara la respuesta de un alumno. Entonces la alegría se desvaneció y dio paso a la cautela y el temor.- Pero, ¿dónde estamos?- de nuevo miró a un lado y a otro, pero no podía ni siquiera llegar a imaginar qué clase de sitio era ese.- Eluvians por todas partes... ¿Es éste un camino mágico?

Avanzó unos pasos, y entonces vio a alguien en la lejanía. ¿Era Solas, el elfo apóstata? Nunca había hablado directamente con él, pero por alguna razón admiraba su valentía y su sabiduría. ¿Qué hacía allí? ¿Acaso había sido él quien había activado el espejo? Le siguió con la mirada (¿había dejado atrás un cadáver?). Había más gente allí... ¿Qué estaba ocurriendo?

Aisha.- murmuró Miron girándose rápidamente hacia la elfa.- Esto es muy extraño. Necesito respuestas.- y, sin esperar su reacción, caminó con ritmo acelerado hacia Solas y los demás.

Notas de juego

¡¡OMG el epílogo!!

Por cierto, no puedo marcarme a mi ni a Aisha como destinatarios

Cargando editor
18/07/2015, 00:57
Aisha Serthan

 Su sorpresa fue inmensa cuando levantó la mirada y contempló aquel extraño paisaje. Incluso dio una vuelta sobre si misma para apreciar mejor su alrededor, incrédula ante lo que veían sus ojos. Esa innumerable cantidad de espejos, aquellos extraños árboles... ¿Cómo habían podido perder tantos Eluvians? 

 Se sentía un poco extraña con el comportamiento de Miron y su repentino cambio de la quietud a la euforia, lleno de risas. Curiosa, y para evitar cruzar miradas, se agachó y rozó el suelo con las yemas de los dedos, pero su intento fue en vano, pues se dio por sorpresa con él agarrándola nada mas ponerse en pie. - ¡Miron! - Casi le dio un vuelco al corazón, y su reacción sin embargo fue una sonrisa. 

 Una sonrisa contagiada de su entusiasmo al tenerlo frente a ella de esa forma, pero empezó a preocuparse en cuanto Miron formuló aquella pregunta. Si por algo la había tranquilizado la compañía de un mago a la hora de atravesar el Eluvian, era porque pensaba que podría controlar y comprender los asuntos mágicos mejor que ella. Que fuera él el que hacía las preguntas, era algo que no ayudaba. - Espera, ¿No lo sabes? ¿No estamos en el Velo, o algo así? - Sugirió lo que era para ella la única explicación de aquel extraño lugar, recordando las historias que había escuchado sobre el Velo.

 Siguió al inquieto Miron hasta que encontraron a Solas. Fue contemplando aquel enorme Eluvian que se apagaba cuando se percató del color casi único de cada uno de los que quedaban intactos. Pensó entonces en volver atrás para asegurarse de que podrían volver por donde habían venido, pero... Al menos no estaban solos. Solas era un mago poderoso, tal vez él pudiera ayudarlos si estaban en problemas.

 Apenas tuvo tiempo de contemplar aquel espejo cuando Miron se puso de nuevo en marcha, pero las estatuas de los lados del Eluvian no le pasaron desapercibidas. Si ese lugar era obra de sus antepasados, sin duda esas estatuas debían representar al Lobo Terrible y a Mythal... ¿Pero por qué se había apagado aquel espejo tan sobresaliente? ¿Y a quien había dejado Solas detrás? No pudo pararse a examinarlo por mucho que lo deseara, pues de nuevo tuvo que seguir a las prisas al entusiasmado mago, del que prefería no separarse, hacia Solas y aquellas extrañas personas.

  - ¡Miron! - Exclamó cuando de repente se puso en marcha y dio un par de zancadas hasta alcanzarle y seguir su ritmo. Si tratar mantener la calma le era difícil de por sí, se volvía imposible con un Miron tan emocionado.

Cargando editor
18/07/2015, 09:57
.Narrador.

A medida que se acercaban a Solas, y al pequeño grupo que ahora éste tenía casi delante, pudieron ver el aspecto de sus interlocutores. Iban todos vestidos de un modo extraño, como ya habían empezado a entrever antes, de una manera inusual en cualquier parte del mundo que conocían, o de cualquier estilo de gentes que hubieran llegado a Skyhold procedentes de todos los rincones, civilizados o no. ¡Y no portaban armas de ningún tipo! Eso, quizá, indicaba que eran muy poderosos...

...aunque no lo parecían en absoluto. Parecían desorientados, aunque el cuerpo yacente podía suponer que eran peligrosos, si es que ellos lo habían matado.

Aún estaban lejos cuando uno de ellos le gritó a Solas:

  - ¡Ey, perdona. ¿Eres amistoso? ¿Entiendes siquiera mi idioma? ¿Puedes decirnos cómo narices hemos llegado aquí y cómo narices eso puede matarnos?! - señaló al espejo mas cercano.

Visto más de cerca Solas tenía algo de inquietante. El bastón firmemente agarrado, casi imponente. Entrecerrados los ojos  miraba al grupo sin pizca de miedo.

Miró primero a la mujer, en silencio. Clavó entonces la mirada en el otro hombre, e hizo una inclinación de cabeza. Y después que el tercero gritó, una sonrisa torcida asomó a sus labios. Y asintió.

-Sí que te entiendo. Es a lo único que puedo responder. ¿Amistoso? Depende. Y... la pregunta que me haces yo te la devuelvo. ¿Quiénes sois, y cómo habéis llegado aquí? O eres muy astuto, o eres muy inocente. Así que no mientas, no juegues conmigo, te lo advierto...

Ya estaban lo bastante cerca como para escucharles aunque no gritaran. No les habían visto aún, la bruma había enmascarado su llegada. Aunque Solas alzó una ceja e hizo un ligerísimo gesto que denotaba atención, probablemente él sí alerta.

El hombre miró pasmado un momento al elfo. Se rascó un momento el cogote e intentó responderle de la mejor manera posible.

- Bueno, a ver como lo explico... Estaba en mi ciudad y no se muy bien cómo, atravesé un espejo grande. - señaló a uno de los espejos - Pensaba que me caería y acabaría lleno de cristales pero aparecí aquí. A ellos les pasó algo parecido y al tipo muerto... - se encogió de hombros - Ni idea. Supongo que nunca lo sabremos. ¿Eres de este lugar o estás tan perdido como nosotros?

Cargando editor
18/07/2015, 10:34
Miron Lupeithai

Mientras avanzaban, Miron murmuró una respuesta a Aisha, aunque parecía más atento a lo que ocurría con Solas y el grupo extraño que había cerca.

- Esto no es el Velo. Estoy bastante seguro. Tú has conocido el Velo en tus sueños, seguramente, igual que yo, aunque quizá con menos consciencia.- se quedó en silencio unos instantes, mirando directamente a Solas y frunciendo el ceño.- Estamos aquí... físicamente. Esto no es el Velo.- repitió.

Cuando estuvieron cerca de los demás, el mago hizo un gesto para que la elfa se detuviera, pues se percató de que ellos no habían reparado aún en su presencia. Así, podrían escuchar lo que ocurriera desde una distancia segura y sorprender a los extranjeros desorientados si resultaban ser enemigos.

Cargando editor
18/07/2015, 15:44
Aisha Serthan

 Siguió a Miron hasta casi alcanzar a aquel grupo de extraños Shemlen, pero ocultándose aun tras la bruma. La respuesta del mago la dejó confundida. Si no estaban en el Velo, ¿Qué era ese lugar tan onírico?

 - Pero entonces... ¿Dónde estamos? En ninguno de mis viajes he visto nada así. - Susurra a medida que se van acercando.

 Se percató de la alerta de Solas, que prefirió comentar a su compañero antes de actuar. - Miron... Sabe que estamos aquí, o al menos que hay alguien más. Tal vez deberíamos mostrarnos antes de que piense que podemos ser hostiles - Sugirió mientras daba vueltas a la escena. Si esos shem habían llegado a través de otros Eluvians ¿Cuantos más seguirían funcionales? - Esos shemlen parecen inofensivos... - Añadió antes de volver a examinar sus ropas desde la distancia. - Creo - . 

Cargando editor
18/07/2015, 18:11
Miron Lupeithai

Miron escuchó a su compañera y meditó sus palabras, pues no había pensado en la posibilidad de que Solas ya supiera que estaban allí, aunque dada su fama podía creer perfectamente que siempre estuviera atento a todo. Aún así, el mago no se veía capaz de interrumpirle y aparecer de la nada. Miró a Aisha y asintió, haciéndole a la vez un gesto con la mano y una sonrisa discreta.

Como excusa para sí mismo, pensó que, si era una elfa dalishana la que salía de la bruma, Solas reaccionaría mejor. Aunque en realidad sólo temía dar el paso y revelarse, nada más.

Notas de juego

Miron no está asustado.

Cargando editor
18/07/2015, 19:54
Aisha Serthan

 Enarcó una ceja y torció la boca para mirar al mago. - ¿En serio? - Sonrió para si misma,  y sin decir nada más salió en primer lugar hacia ellos.

 Se dirigió lentamente hacia el grupo, y antes de pronunciar palabra miró hacia atrás para ver si Miron se quedaba donde estaba o iba tras ella.

 - Andaran atish’an, lethallin. - Saludó amistosa a Solas, pero aun manteniendo cierta distancia, sin saber muy bien cómo actuar. -Discúlpame si interrumpo, Solas, no era mi... Nuestra intención, pero, ¿Qué es este lugar? - Miró de reojo a los shem con ropajes extraños mientras esperaba a la reacción del elfo y a que Miron la alcanzara, con muchas más preguntas en su cabeza que por el momento se guardó para sí misma para no atosigar.

Cargando editor
18/07/2015, 23:50
Miron Lupeithai

Miron siguió a su compañera de cerca, apoyando su bastón en el suelo y mirando más a Solas que al grupo de gente que había allí. Por alguna razón, el cadáver no le llamó tanto la atención como tantas otras dudas que tenía: qué hacía el elfo allí, qué hacían los intrusos allí, y qué era allí. Escuchó las palabras de Aisha, intentando traducirlas en su mente con lo poco que había aprendido de la lengua élfica, y pudo deducir que se trataba de una salutación amistosa.

Cuando la elfa habló en plural, el mago se mostró y alzó discretamente la mano para saludar, aunque no sonrió ni hizo ninguna expresión amable. Estaba intrigado por la situación en general, así que no podía estar atento a su falta de práctica social ni remediarla en ese momento.

Cargando editor
19/07/2015, 00:04
.Narrador.

"¿Eres de este lugar o estás tan perdido como nosotros?"

La pregunta aún resonaba en el silencio, suspendida entre el hombre y el elfo, cuando una voluta de la bruma azulada indicó movimiento pasmosamente cerca.

El elfo ladeó la cabeza, sin dar señales de haberse sorprendido. Y sin dejar de mirar a su interlocutor. Sólo lo hizo cuando se escuchó la voz de una mujer, armoniosa y serena, hablando un lenguaje musical y desconocido que, sin embargo, comprendieron era el lenguaje del propio elfo.

   - Andaran atish’an, lethallin.

La que acababa de pronunciar esa frase apareció frente a ellos, hizo un gesto amistoso, y se detuvo a unos pasos. Era una elfa también, de proporciones menores a las del elfo, y con un estilizado arco a la espalda, así como un carcaj repleto de flechas. Detrás de ella empezó a sobresalir de la bruma otra forma. No se distinguía aún, pero parecía un hombre.

-Discúlpame si interrumpo, Solas, no era mi... Nuestra intención, pero, ¿Qué es este lugar? - Les miró de reojo, sobre todo al modo en que iban vestidos, mientras esperaba a la reacción del elfo y a que el hombre que la seguía la alcanzara, dando la sensación de tener muchas más preguntas en su cabeza que por el momento se guardó para sí misma.

El hombre se acercó y se situó junto a la elfa, alzando una mano en señal de saludo, aunque se mantuvo en silencio y con expresión grave y seria. Iba ataviado con una larga túnica y se apoyaba en un bastón parecido al del elfo al que ella había llamado Solas.

Notas de juego

Estáis todos juntos.

Cargando editor
19/07/2015, 00:18
Solas

-Aneth ara, lethallan.

Solas ahora sí se giró hacia los dos recién llegados, y el tono de su voz se suavizó notablemente al pronunciar la respuesta al saludo. Los ojos entrecerrados del elfo se achicaron aún más, observándoles.

-Te conozco, y a tí. Ambos habéis luchado contra Coripheus, os he visto en primera línea, servís a la Inquisición. Entonces... ¿Qué estáis haciendo... aquí...? -Se giró hacia los demás, y los señaló con un gesto de cabeza. -¿Venís con... ellos...?

La expresión de Solas era de extrañeza y desconcierto. Paseó la mirada de unos a otros, esperando una respuesta, cavilando.

Cargando editor
19/07/2015, 03:14
Aisha Serthan

 Aisha se relajó un momento cuando Solas le devolvió el saludo, pero su alivio duró poco, hasta que el elfo los miró de esa forma.

 - Así es. Yo soy Aisha, y él es Miron. - Se presenta, además de al hombre que la acompañaba.

 - Nosotros... Cruzamos el Eluvian de Skyhold. - Confesó con algo de recelo, temiendo poder llevarse una reprimenda por haberlo hecho. Prefería ser sincera y directa, mentir o evitar la pregunta no tendría sentido, ya que además no conocía ninguna otra forma de llegar ahí.

 - Hemos entrado los dos solos, no conozco a estos shem, y creo que él tampoco. - Miró de reojo a su compañero, buscando su aprobación. - No se por donde habrán entrado. - Terminó de hablar y miró al suelo, al cuerpo. - ¿Estamos seguros aquí? - Se preocupó, frunciendo el ceño.

Cargando editor
19/07/2015, 03:35
Jacob

Vale, tal  vez aún estaba demasiado acojonado para soltar palabra alguna, pero aquella elfa y el hombre que tenía un bastón similar al del elfo que habían llamado Solas me tomaron completamente desprevenido, la situación era bastante extraña y desfavorable, todos ellos estaban armados, aunque fuesen simplemente palos eran considerados armas y la mujer tenía un arco que muy posiblemente sabía usar mejor que bien, decidí mantener un bajo perfil y solo intervenir si era necesario, al parecer Eva hacía exactamente lo mismo -Vaya, parece que está convirtiendose en un peculiar punto de encuentro...- le susurre a Eva para intentar disipar un poco la tensión de la situación, a final de cuentas era ella quien había revisado el cadáver, una experiencia que seguramente debió haber sido cuando menos, desagradable

Cargando editor
19/07/2015, 10:04
Eva Vogel

En aquel momento me sentí exactamente igual que cuando vas a una tienda en la que los dueños son extranjeros, hindús o así, de esos que hay tanto en mi país y comienzan a hablar entre ellos de manera que te pueden estar llamando " gilipollas " y no te enteras.

- Me encanta. - Pensé no sin cierta ironía.

Habíamos aterrizado en el país de los elfos. Aún no descartaba del todo el hecho de que me hubiera caído en el baño del gimnasio, me hubiera golpeado la cabeza y ahora lo estuviera flipando en colores.

- En vez de ver elfos podía ver caballeros de brillante armadura... - Al menos sería más agradable para la vista o para la imaginación...

Asentí a las palabras de Jacob.

- Seguro que dentro de poco empieza una fiesta como siga llegando gente. - Murmuré en bajo sin querer interrumpir la charla.

Cargando editor
19/07/2015, 11:05
Miron Lupeithai

Saludos, Solas.- dijo Miron con una queda sonrisa en su rostro.- No venimos con ellos, no. Además, a juzgar por su apariencia, parecen ser extranjeros.- hablaba como si los objetos de la conversación no estuvieran allí, aunque mirándolos de vez en cuando.- Este tipo de ropa no parece propia de Ferelden. Tampoco Orlais, ni las Marcas Libres, ni Nevarra. Dudo que sean de Antiva o de Rivain...- parecía hablar para sí mismo, estudiando en voz alta todas las posibilidades.- Me atrevería a decir que ni siquiera los Qunari o los ciudadanos de Tevinter visten de esta forma.

Se acercó unos pasos hacia el grupo y los repasó de arriba abajo, frunciendo el ceño y frustrado por no poder dar una respuesta a una duda tan simple.

- ¿De dónde sois vosotros, exactamente?- preguntó con escepticismo.

Cargando editor
20/07/2015, 01:36
Solas

Solas simplemente asintió, y si la confesión de Aisha le había sorprendido, o disgustado, no lo demostró. Por otro lado, era evidente que para llegar al Cruce de Caminos había que atravesar un Eluvian. Y el de Skyhold lo tenían a mano los dos guerreros. Sólo frunció ligeramente el ceño por lo que representaba: Si ellos lo habían atravesado es que estaba activado, no tenían poder suficiente para activarlo por sí mismos. Entonces... ¿dónde estaba Morrigan?

Pero tanto como eso, o más, le preocupaba ese nuevo hecho completamente inusual: desconocidos. Atravesando un Eluvian, y, estaba claro, sin poder para ello. ¿O estaba mintiendo el hombre que había hablado, el único de los tres que lo había hecho abiertamente por ahora...? Porque los susurros no suponían respuestas.

Por tanto, volvió a asentir a la pregunta de Miron, y añadió con voz calmada pero imperativa:

-Sí. Exactamente. Decidnos vuestros nombres, y vuestra procedencia. Entiendo que los tres... cuatro, habéis cruzado el Eluvian desde vuestra ciudad, según dices. Pero, ¿qué ciudad es esa? Vais extrañamente vestidos, y no portáis armas. ¿Por qué? Y qué o quién activó ése Eluvian?

El elfo les miraba alternativamente, pasando de uno a otro, y a la mujer. Echó alguna mirada al cuerpo en el suelo, aunque el aspecto que ofrecía después de que lo hubieran dejado bocarriba no daba lugar a dudas de que el hombre estaba muerto.

Su postura era la de un hombre alerta, que no comprende, y al que no le gusta nada no comprender.

Cargando editor
20/07/2015, 15:08
Ricky Jackson

Arqueó una ceja. Esto cada vez era más alucinante. No sólo veía un par de elfos sino que les acompañaba un tipo con bastón. Al menos parecían amistosos y no se empezaría una pelea. O eso esperaba...

- Bueno, está claro que no somos de ningún lugar que habéis nombrado, suponiendo que sea algún sitio, Ferenoseque y bueno, el resto de nombres que no me suenan de nada. - se rascó el cogote y miró hacia arriba, como pensando a ver como le explicaba a esa gente extraña de dónde habían venido.

Hasta dónde yo sé nosotros venimos de la Tierra - en cuanto lo dijo le sonó absurdo hasta a él mismo, como cuando te imaginas que llegan extraterrestres y les tienes que explicar las cosas para que no te maten o te invadan - Yo en concreto soy de Londres, la señorita es de Los Ángeles y mi otro compañero es de Canadá. ¿Vosotros de dónde sois, exactamente? Vamos un poco perdidos...

Preguntó por cortesía, pues visto que ya no se había quedado con cuatro palabras que no entendía, si le empezaban a decir ciudades o países que no conocía seguramente no lo retendría en su memoria. A base de escucharlas muchas veces... quien sabe. 

Sonrió amistosamente, si les caían mal, ellos llevaban armas y en nuestro bando, bueno... supongo que podían correr mucho. 

Cargando editor
21/07/2015, 10:51
Eva Vogel

El elfo calvo no parecía demasiado contento con nosotros. No sabía qué le pasaba o por qué nos miraba con tanta desconfianza, aunque imaginaba que era porque allí no pegábamos ni con cola.

- ¿ Qué le pasa a mi ropa?

Miré hacia mi cuerpo y llevaba las mallas que me llegaban hasta medio gemelo totalmente ceñidas al cuerpo, unas zapatillas deportivas en los pies, y un top en la parte de arriba que tapaba hasta medio estómago más o menos.

- Apff qué pintas tengo! - Pensé al ver aquello. De todas maneras era normal, todo aquello me había pillado en el gimnasio.

Ricky les explicó de dónde veníamos.

- Donde yo vivo hay que tener licencia para llevar armas... - Aunque bueno, tampoco era demasiado difícil hacerse con una. - De todas formas, de donde venimos la gente no se va peleando por cualquier esquina.

Al decir aquello tan raro puse cara de circunstancia.

- ¿ Qué es un Eluvian?

Cargando editor
21/07/2015, 16:04
Aisha Serthan

 Aisha levantó una ceja mientras veía como los extranjeros se susurraban cosas entre sí, y mantuvo esa expresión de incertidumbre, con los brazos cruzados, hasta que recibieron sus respuestas.

 Se confundió más aun cuando el hombre nombró los lugares de los que venían. - ¿Cómo que vienen de la Tierra? ¿Está aludiendo a la naturaleza? ¿O es el nombre de algún lugar? -

 - ¿Y eso... Donde está? He recorrido gran parte de Thedas con mi clan, y en la vida había oído de la existencia de esos lugares. - Comenta entrecerrando un poco los ojos, entre extrañada e incrédula, como si no terminara de creerles.  

 - ¿Es que pertenecéis al Círculo, o a la Capilla? - Pregunta a la mujer cuando habla de las armas, antes de responder a la suya.

 - Un Eluvian es un portal mágico con aspecto de espejo, creado por nuestros ancestros. - Resumió, mirando a Solas de reojo. - La gran mayoría se han perdido, o están rotos, y los que quedan dejaron de funcionar hace muchísimos años. - Miró uno de los espejos, y luego al grupo de nuevo. - Bueno, se supone...