Partida Rol por web

Después de terminar aquella mística incursión daría unos cuantos paso alejándome del altar buscando a mi hermano cayendo profundamente dormido con mi cuerpo en dirección al suelo siendo sujetado a pocos centímetros de suelo por mi hermano mayor quien soltaba un suspiro aliviado levantando mi cuerpo para colocarlo sobre su hombro, empezando a soltar suaves ronquidos colgando del hombro de mi hermano mayor y con este mucho mas tranquilo, escucho atentamente aquellas instrucciones que los sacerdotes estaban dando, con esas palabras repitiéndose en su mente mi hermano me cargaría tomando el camino de regreso hacia nuestra cabaña.

Una vez que ambos llegamos a casa mi hermano me puso en cama abrigándome mientras que yo permanecería durmiendo el mayor de la familia estaba melancólico pensando en todo lo que había ocurrido en ese día, mientras pensaba en aquellas palabras del sacerdote iba recogiendo del suelo aquellos juguetes, pinceles entre otros pedazos de tela que solía rasgar cuando la ropa se sentía demasiado ajustada.

Cuando los rayos del sol aparecieron en el cuelo mi hermano habría intentado despertarme por un bien momento estaba agotado tambaleándome molesto por los rayos del sol que golpeaban mis sensibles ojos -No quiero ir, me dieron hongos raros estoy seguro- Me negaba a volver a vivir toda esa situación del día anterior pero mi hermano me obligaría a prepararme, me hacia lavarme la cabeza y vestirme aunque quería dormir mucho mas el agua helada me dejaría bien despierto -No quiero ir, quiero dormir- Suspire terminando de arreglarme con mi ropa un poco mas libre pero no tan destrozada como la que tenia el día anterior.

En el momento de llegar con los demás mi cabeza seguía tambaleándose por el sueño que estaba volviendo a tener, en ese momento pude ver como había una gran multitud de gente reunidos mientras intentaba permanecer despierto sujetándome a la mano de mi hermano -Tenemos que irnos al templo, los demás deben estar allá- Solté un segundo bostezo soltando la mano de mi hermano para poder acelerar mucho mas el paso aun bastante agotado.

Después de terminar aquella mística incursión daría unos cuantos paso alejándome del altar buscando a mi hermano cayendo profundamente dormido con mi cuerpo en dirección al suelo siendo sujetado a pocos centímetros de suelo por mi hermano mayor quien soltaba un suspiro aliviado levantando mi cuerpo para colocarlo sobre su hombro, empezando a soltar suaves ronquidos colgando del hombro de mi hermano mayor y con este mucho mas tranquilo, escucho atentamente aquellas instrucciones que los sacerdotes estaban dando, con esas palabras repitiéndose en su mente mi hermano me cargaría tomando el camino de regreso hacia nuestra cabaña.

Una vez que ambos llegamos a casa mi hermano me puso en cama abrigándome mientras que yo permanecería durmiendo el mayor de la familia estaba melancólico pensando en todo lo que había ocurrido en ese día, mientras pensaba en aquellas palabras del sacerdote iba recogiendo del suelo aquellos juguetes, pinceles entre otros pedazos de tela que solía rasgar cuando la ropa se sentía demasiado ajustada.

Cuando los rayos del sol aparecieron en el cuelo mi hermano habría intentado despertarme por un bien momento estaba agotado tambaleándome molesto por los rayos del sol que golpeaban mis sensibles ojos -No quiero ir, me dieron hongos raros estoy seguro- Me negaba a volver a vivir toda esa situación del día anterior pero mi hermano me obligaría a prepararme, me hacia lavarme la cabeza y vestirme aunque quería dormir mucho mas el agua helada me dejaría bien despierto -No quiero ir, quiero dormir- Suspire terminando de arreglarme con mi ropa un poco mas libre pero no tan destrozada como la que tenia el día anterior.

En el momento de llegar con los demás mi cabeza seguía tambaleándose por el sueño que estaba volviendo a tener, en ese momento pude ver como había una gran multitud de gente reunidos mientras intentaba permanecer despierto sujetándome a la mano de mi hermano -Tenemos que irnos al templo, los demás deben estar allá- Solté un segundo bostezo soltando la mano de mi hermano para poder acelerar mucho mas el paso aun bastante agotado.

Poco a poco vais reuniendoos, conversando sobre la experiencia incluso con un sueño que si bien no recordais bien aun sentis que os queda por recordar lo mas importante de lo que paso en el ...

Poco vais llegando al templo, algunos con vuestros padres, y otros solos, o con uno de sus protegitores o de maneras que no llegaron a mi a el cuenta cuentos ... lo que si os puedo asegurar que aquella mañana la ciudad estava revuelta y la travesura de aquellos niños iba a ser un evento de gran importancia al menos en la vidas de ellos mismos .... 

Osbal os recibe en la pequeña capilla donde os ha citado con vuestras fal¡miliar, y de forma disimulada y con tranquilidad os quia hasta unos aposentos austeros pero con algo de comer y beber, panecillos parecidos a los que comisteis en el templo y algo de agua y leche.

- Sentaros por favor ... creo que tenemos mucho que conversar ... -

Osbal os invita cordialmente a que tomeis asiento, hay espacio para todos. La sala es subterrane, no hay ni ventanas pero si entra por un sistemas de lentes y espejos una gran luminosidad exterior. Salvo las sillas y la gran mesa no hay mas moviliario en la sala y junto a Osbal podeis ver a 4 sacerdotes sencillamente vestidos, mucho mas que ayer el dia de la ofrenda.

Cuando estais todos sentados Osbal parece que toma la palabra antes de que nadie pueda decir nada ...

- Chicos .... me gustara que me contarais que paso ayer ... no tengais miedo de nada ... ya que no vamos a enfadarnos ni nada de lo que nos contais ...- Dice con un rostro apacible y curioso, nada empresa en su rostro de enfado o mentira.
 

A pesar de las palabras del sacerdote, Ali está nerviosa, muy nerviosa. Los sueños nocturnos habían sido extraños, había despertado varias veces por la noche y cada vez que volvía a dormirse entraba un sueño en su cabeza. Solo el primero de todos, el de la diosa, había sido agradable. Los otros tenían que ver con sacerdotes y vecinos murmurando a sus espaldas que era una impostora, una migrantes que había tenido un favor de la diosa que no le correspondía.

Y ahora estaba allí, delante de un sacerdote con aspecto adusto e imponente, y se sentía amedrentada.

Cuando les pidieron que hablasen, Ali eludió el contacto visual y miró a los otros niños, ella no quería hablar, quería que otros llevasen la voz cantante.

Una vez que nos llevaron adentro mire aquellos panecillos llevándolos a mi boca mordiendo y masticando deseando tener algo de carne para acompañarlo, mientras estaba con la boca llena de aquellos panecillos tratando de tragarlo usando la leche, con la boca llena masticando empezaba a tragar con curiosidad -¿Por que están tan interesados en saber lo que paso?, yo aun siento que fue bastante irreal, estábamos en habitaciones llenas de objetos con altares y rompecabezas, la verdad fue muy divertido, pero solo éramos unos chicos jugando con nuestra imaginación, solo comíamos y jugábamos- Afirme mientras terminaba de comer mirando al sacerdote preguntándome cuando conseguiría algo de carne para prepararme un emparedado