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Fortunas perdidas

[ACTO 1 Capítulo 1 - Escena 4] Cenando con Escorpiones

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02/06/2021, 23:59
• Director de Juego •

ACTO 1
Capítulo 1 - Escena 4: Cenando con escorpiones

 

 

" En el sendero
        infinidad de flores
                 una amapola
"

 

El grupo de investigadores viajaron hacia el este siguiendo el mapa de Satsume, cogiendo la carretera hacia el norte y se desviaron por el desfiladero que llevaba hasta el recóndito valle de la familia Soshi.

Pronto banderas ajadas y con mástiles repletos de flechas anunciaron a los viajeros que estaban entrando en tierras escorpión.
El camino por el valle era solitario, el aire era frío y no parecía haber un alma en el trayecto, aun así, no podían dejar de tener la extraña sensación de ser observados.

Dejaron a un lado la inhóspita y abandonada aldea Hafuna que precede al Castillo. Podían notar como el suelo había sido pisoteado por centenares de personas, hundiendo en el fango todo atisbo de hierba.

Continuron el camino.

Era un día lúgubre. El sol estaba oculto por las nubes y los amplios caminos apenas eran tiras vacías de barro. Después de llegar a la cima de una colina despejada de hierba a causa del paso constante de tropas y refugiados, finalmente pudieron ver los muros grises de un castillo que se alzaba sobre un mar de gente.
 

[ACTO 1 - Capítulo 2 - Escena 1] Shiro no Soshi Refugiados_zps730ec281

Los refugiados se arremolinaban rápidamente alrededor de los caballos de los nobles, como una legión de andrajosos despojos, pidiendo a los samurai comida, agua o algo de limosna, ofreciendo a sus hijos, afirmando ser miembros de la casta samurái y con derecho a protección, pidiendo que se les hicieran siervos de la magistrada o gritando que era deber de los nobles salvar a los heimin. Los  recién llegados se veían completamente inundados de ruegos, hasta casi temer por su integridad de no ser porque los campesinos temían la espada de los samurai.

La escena resultaba muy incómoda. Muchos miraban con unos ojos de desesperación y temían que fueran capaces de saltarse las normas más básicas de estratos sociales para asaltarles y robarles todo cuanto llevaban...

Sin embargo, nadie osó tocarles... parece ser que ya vieron que los nobles no se andaban con medias tintas y los samurai escorpión debieron haber castigado a todo aquel heimin que se hubiese atrevido a tocar a los investigadores... pronto lo entendieron, esa gente no era mala: la mayoría ni siquiera sabían el motivo de la guerra, sólo sabían que estaban sufriendo sus consecuencias.

Megumi, Isshin y Mirai se percataron de una triste verdad, eran los únicos que podían conseguir que esa tierra volviera a su estado correcto en el Orden Celestial.

Avanzaron entre las tiendas improvisadas, los desprotegidos y los necesitados. Pudieron ver como había heridos, alojados en improvisadas tiendas donde algunos shugenjas trataban de ayudar sanando las heridas. También vieron muertos, cubiertos por esterillas, sábanas sucias y moscas, en la periferia del campo de refugiados...

La guardia de la casa Soshi mantenía una zona despejada alrededor del castillo de un par de centenares de metros de anchura, en la que los plebeyos temían adentrarse, al estar penado con la muerte. La guardia extendió el puente levadizo para los magistrados, levantó el rastrillo, y al otro lado les esperaba una mujer Escorpión elegantemente vestida, acompañada con algunos bushi.

[ACTO 1 - Capítulo 2 - Escena 1] Shiro no Soshi Refugiados2_zpsd7b708f4

Notas de juego

Nota del director:

Para describir bien la escena, me gustaría poner al pie de la letra una comparación que viene en el mismo módulo original y que me parece simplemente sublime. Es una buena manera de hacer que la gente entienda como está el escenario:

Imagina tu estadio de fútbol favorito, o un anfiteatro de conciertos, abarrotado por alrededor de diez mil personas felices, alborotadoras y bien alimentadas cuya mayor queja es el humo y el hecho de que un botellín de cerveza vale tres euros y medio. Ahora, sella las salidas y las ventanas con cemento para que nadie pueda marcharse. Masacra al equipo de fútbol o al grupo de música que iban a ver delante de ellos. Mírales correr. Mira qué pasa cuando se dan cuenta de que no hay salida. Vuelve dentro de diez días. Llegados a este punto, la comida se habrá agotado y todos los baños estarán colapsados. Lo que verás será un montón de gente perturbadoramente enfadada, desquiciada e intranquila. Y niños, hambrientos y llorando. Y padres desesperados que harán cualquier cosa por darles de comer. Y una turba dispuesta a despedazar a la primera persona que parezca que está acaparando o que venga de fuera. Como por ejemplo, alguien que venga con alimento. ¿eres capaz de imaginarlo? bien, pues esto es igual, solo que esta gente lleva ahí más de un mes, no diez días... Bienvenidos al campo de refugiados de Shiro no Soshi.

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03/06/2021, 00:17
Soshi Shinobu

Una mujer noble se adelantó con seguridad. Su rostro era calmado y hermoso, vestía un kimono de gran calidad con motivos florales que reflejaban los colores del clan de forma nada sutil. Debía tener más de 35 años, pero su belleza aun se conservaba y sus gestos estaban perfectamente calculados. Su voz, delicada y un poco más grave de lo esperable, invitaba a la calidez de su hogar...

[ACTO 1 - Capítulo 2 - Escena 1] Shiro no Soshi Escorpion_SoshiShinobu_zps3de28d76- Bienvenidos a nuestro hogar, Mirumoto-sama, os estábamos esperando, y tenemos todo pendiente para acomodaros en nuestro hogar, lejos de toda esta miseria y desgracia que ha traído la ambición de nuestros enemigo a los plebeyos del Emperador.

La dama hizo un gesto para que los criados ayudaran a desmontar a los agentes del Magistrado y les hizo un gesto amable a la Magistrada y sus asistentes para que la acompañaran hacia el castillo.

- Mi nombre es Soshi Shinobu, hija de Soshi Ranzo (antiguo Daimyo de la familia Soshi) y esposa de Soshi Bantaro, actual señor de los valles Ojatara y fiel servidor del Emperador.
Es para mi un honor poder tenerles en nuestra casa. Acompañadme dentro y podréis disfrutar de un merecido descanso. Yo misma organizaré un encuentro con mi esposo para solventar todas vuestras dudas.

A su lado, varios Bushi escorpión y un numero idéntico de shugenjas cuadraron de forma respetuosa y se inclinaron al paso de los caballos de la magistrada.
Al lado de Soshi Shinobu, caminaba un hombre atento con ropas livianas y un furoshiki repleto de pergaminos.

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03/06/2021, 00:23
• Director de Juego •

ACTO 1
Capítulo 1 - Escena 4: Cenando con escorpiones

 

 

" En el sendero
        infinidad de flores
                 una amapola
"

 

 

Tras descansar, asearse y vestirse con ropas limpias, los agentes de la magistrada fueron invitados a cenar en una sala privada de la familia Soshi, donde podrán conocer al misterioso Daimyo de la familia Soshi.

Los agentes del Campeón Esmeralda se encontraron por primera vez desde que se habían separado por la tarde en una sala acogedora de moderada amplitud, la mesa está preparada para ocho comensales, y estaba llena de platos suculentos recién cocinados. El olor de los deliciosos manjares despertaba el apetito de cualquiera.

En la sala, solamente el Karo del Castillo y Soshi Shinobu se encontraban inclinados de forma respetuosa.
 

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03/06/2021, 00:30
Soshi Shinobu

- Pasad, por favor, pasad y sentaros... ¿habéis encontrado acogedoras las habitaciones de nuestro castillo?

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04/06/2021, 10:41
Isawa Satoru

El Satoru que entró en la habitación parecía, en muchos aspectos, una persona diferente a la que había llegado al castillo, unas horas antes. Sus ropas de viaje habían desaparecido, sustituidas por una brillante indumentaria anaranjada cubierta por un haori carmesí en el que estaba bordado el emblema del clan del Fénix y el símbolo que lo identificaba como un Maestro del Aire Isawa.

La larga melena negra del hombre caía, pulcramente recogida, sobre su espalda, y aún brillaba por la humedad del baño.

Pero no era sólo su indumentaria, o peinado, lo que hacía parecer sutilmente diferente al shugenja. Todo su lenguaje corporal parecía decir que estaba mucho más relajado de lo que había estado al llegar a la fortaleza, algo que ayudaba a darle un aura de serenidad. Pero Kazuo no pudo evitar darse cuenta de que Satoru parecía estar también más ausente de lo normal, como si su atención estuviese más puesta en sus pensamientos que en el momento presente.

-La hospitalidad de vuestro hogar es más de la que merecemos, Shinobu-sama. -Respondió con tranquilidad a la pregunta de su anfitriona, dedicando sendos saludos a ella y al Karo. -Pero sin duda ha resultado un placer tener la oportunidad de disfrutarla.

Aguardando al momento para tomar asiento, su mirada se desvió hacia el Ikoma, y sólo cuando se cruzaron sus miradas pareció salir de la bruma de sus pensamientos.

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05/06/2021, 11:57
Ikoma Kazuo

Ikoma Kazuo se presentó tal como Satoru lo había encontrado en la Ciudad de las Mentiras, con el mismo kimono de gala, el pelo limpio y recogido y, en definitiva, presentando una imagen que, a excepción de su barba, era la de un perfecto cortesano del Clan de Akodo. Sin embargo, al contrario que el Isawa, que se mostraba distraído, el omoidasu parecía más despierto que nunca, y cuando Shinobu habló él la miró con cierta intensidad. 

—Habláis con los hijos de un clan de ascetas y otro de guerreros —continuó él, con una sonrisa rebosante de esas que solo él, como bardo,  se podía permitir—. Creo que hablo por los dos cuando digo que preferimos mil veces la humildad y la sinceridad de Shiro no Soshi al más suntuoso de los castillos. 

Satoru pudo ver en sus palabras y acciones de su amigo que su actitud era de franca y su inclinación positiva, especialmente cuando se la comparaba con la formalidad con la que había tratado a la comitiva de la magistrada Shosuro Norie. 

Notas de juego

¿Podemos cuchichear Satoru y yo, o queda muy mal? 

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07/06/2021, 23:06
Mirumoto Megumi

Megumi dirigió a su caballo por el angosto camino con un nudo en el estómago. Podría haber visto las tripas escapar del vientre de un hombre sin pestañear pero ver a los niños, sufriendo penurias pasando hambre... era algo intolerable. 

Shiro no soshi era mas una fortaleza que una ciudad tal vez fuera más espléndida pero la magistrada tan solo tenia en su mente la miseria que había vislumbrado apenas unos momentos, no deseaba descansar ni comer. 

Soshi Shinobu-sama dijo haciendo una reverencia, mi nombre es Mirumoto Megumi, magistrada esmeralda. Disculpad que decline vuestro amable ofrecimiento pero necesito reunirme ya con mis investigadores. Por lo que puedo ver la situación es de extrema gravedad. Por supuesto debeis saber que Isawa-san es un shugenja excepcional espero que haya contribuido en curar a los heridos. 

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08/06/2021, 00:26
Soshi Shinobu

- Ante todo quiero pedirles disculpas por las atenciones deficientes de mi familia. Hemos perdido muchos hombres y muchos recursos, pero se les atenderá en cualquier necesidad. Nuestros criados se encargarán de asesorarles estar disponible para cualquier petición que tengan.

Los agentes fueron acompañados a sus habitaciones en el ala de invitados del Castillo.

- El maestro Isawa ha sido muy amable y se ha ofrecido a ayudar con las tareas de medicina. Más no os preocupéis, mis estudiantes están haciendo todo lo importante. Lo que esas pobres almas han perdido son sus hogares y sus vidas... eso no podemos sanarlo con magia. - Dijo con una tristeza casi percepctible.

Recorrieron parte del castillo y percibieron que los pasillos del lugar eran incómodamente oscuros, los contrafuertes de las ventanas eran muy opacos y las decoraciones de las cortinas muy tupidas y enrevesadas, haciendo que la débil luz del atardecer no penetrase apenas al interior de la vivienda.

Oportunas velas y lámparas iluminaban de forma débil las esquinas y cruces en los pasillos del castillo, provocando largas sombras que producían confusión y misterio. Obviamente, los guardias, sirvientes y demás habitantes del palacio, estaban más que acostumbrados a guiarse y vagar por el castillo en semejante penumbra.

En muchos rincones y recovecos, se podía ver de forma casi inapreciable guardias de la casa Soshi, muchos de ellos Shugenjas Soshi expertos en magia de Aire.

- Lamento que no tengan tiempo para darse un baño caliente, la cena esatará dentro de poco y a mi esposo no le gusta esperar. Pero les ruego que no salgan fuera del castillo durante el resto de la noche. Los criados han preparado arias remesas de alimentos bajo mis ordenes y vamos a alimentar a los refugiados. No quiero un encuentro desagradable de mis invitados con esas pobres almas.

Si no tienen ninguna pregunta les veré en la cena.

La mujer se despidió con una inclinación de cabeza.

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08/06/2021, 23:51
• Director de Juego •

Notas de juego

 

¿Podemos cuchichear Satoru y yo, o queda muy mal? 

Podéis hablar en la anterior escena si deseáis, después de todo vuestras habitaciones están al lado. Pero si cuchicheáis en la sala, se os puede escuchar. Es una sala pequeña.  

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08/06/2021, 23:54
Soshi Shinobu

- Vuestras palabras son muy amables.

Nuestro Daimyo vendrá enseguida a cenar, más vuestra magistrada, Mirumoto Megumi, acaba de llegar. Se unirá a nocosotros en la cena. Una lástima que hayan llegado tan tarde... - dijo en tono bajo, no dejando muy claro el sentido de su lamento.              

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09/06/2021, 16:41
Isawa Satoru

La respuesta de Shinobu, con la noticia de la llegada de Megumi, terminó de hacer desaparecer los últimos restos del ensimismamiento de Satoru. De inmediato, los ojos del shugenja se entrecerraron ligeramente, mientras trataba de pensar en las consecuencias de ese hecho.

Lo primero que le hizo recelar fue el tiempo. Apenas habían pasado unas horas desde que habían alcanzado Shiro no Soshi, y Megumi ya los había alcanzado. Y además, al contrario que ellos, que habían avanzado simplemente a caballo, la comitiva de la magistrada viajaba con un carro, lo que los volvía aún más lentos.

Así que sólo quedaban dos opciones. O bien el campamento de las legiones imperiales estaba mucho más cerca de lo que habían previsto inicialmente… o algo los había obligado a dar media vuelta antes de llegar.

Sin embargo, fue la última frase de la Soshi la que resultó más sospechosa. No era la primera vez que lamentaba que Megumi no hubiera acudido a ellos en primer lugar, y tal vez únicamente sembraba el terreno para culpabilizar a la magistrada por algún tema bien preparado. Pero tal vez, y sólo tal vez, esa frase ocultara algo más.

-Una lástima que haya llegado tan pronto. -Musitó, tan tenue que sin duda parecía más algo dicho para sí mismo que para los demás. Además, si pretendía conseguir algo de Shiro no Soshi, lo ideal era mostrar ciertas desavenencias con Megumi. Algo que, por otro lado, no le resultaba tan difícil mostrar.

-Confío en que haya llegado a salvo con el resto de nuestros compañeros. -Añadió entonces, dirigiéndose directamente a Shinobu y cortando cualquier posible pregunta sobre lo anterior.

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10/06/2021, 22:29
Ikoma Kazuo

—Parece que Mirumoto-sama conoce a los kami mejor que vos, querido amigo —bromeó Kazuo. Después empezó a contar el número de asientos. Soshi Bantaro, su esposa Shinobu, Satoru y él hacían cuatro comensales. Megumi, Mirai e Isshin, un total de siete. Supuso, pues, que Shosuro Norie también los acompañaría.

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11/06/2021, 00:01
• Director de Juego •

La magistrada Mirumoto Megumi y los dos agentes Esmeralda llegaron hasta una sala acogedora de moderada amplitud donde solamente se encontraban por un lado el Karo del Castillo y la señora Soshi Shinobu, que se inclinaron de forma respetuosa; al otro lado estaban sentados Ikoma Kazuo e Isawa Satoru.

La mesa estaba preparada para algunos comensales más, y estaba llena de platos suculentos recién cocinados. El olor de los deliciosos manjares se presentaba realmente apetecible para los recién llegados

- Pasad, por favor, pasad y sentaros... - dijo el Karo - Lamentamos mucho que no hayan tenido tiempo de cambiarse ni de descansar, pero a nuestro Daimyo no le gusta que le hagan esperar.

Soshi Shinobu terminó de verte sake en varias copas y con una sonrisa lo depositó en una bandeja. Una criada acercó la bandeja y depositó una tazas enfrente de cada uno de los invitados.
El Karo, Soshi Yasamari inclinó la mano ofreciendo a los invitados que bebiesen el té.

Adelante, bebed... lo ha preparado la misma señora. Es bueno calentar el estómago para la cena.

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12/06/2021, 17:58
Ikoma Kazuo

Kazuo tardó un poco en reaccionar, pero al final se inclinó ante su superiora con la misma consideración con la que lo hicieron sus anfitriones.

—Mirumoto-sama. Kakita-sama. Akodo-sama —dijo, cuando ya estaba en pie nuevamente, saludando a cada uno de sus compañeros individualmente—. Permítanme que les presente a la esposa del daimyo Soshi Bantaro —y extendió las manos en la dirección de la dama a la que se refería—, Soshi Shinobu.

Y ya de vuelta en su sitio, con el te corriéndole gaznate abajo, preguntó con curiosidad sincera: 

—¿Habéis podido reuniros con el general Mirumoto Tsukaro, estimada magistrada? No os esperábamos tan pronto.

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13/06/2021, 22:21
• Director de Juego •

Casi como una respuesta a la pregunta de Kazuo, se abrió una puerta lateral. Allí estaba Soshi Isane, una hermosa doncella escorpión de rodillas abriendo la entrada a su señor. Como si de un caballo torpe se tratase, un hombre bastante bajo de estatura, un poco ancho y con poca agilidad entró en la habitación de forma tosca...

Todos los criados y samurai bajaron sus cabezas en señal de respeto al daimyo de la familia...

Soshi Bantaro era un hombre enjuto y torpe, miró a los invitados con aire de superioridad y se aclaró la garganta.

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13/06/2021, 22:25
Soshi Bantaro

- ¿Aun no está la comida?... Chhhttt.... Dije que me avisasen cuando ya estuviese lista la cena... maldita sea.

La doncella Soshi Isane entró en la habitación detrás de su señor Bantaro, se arrodilló de nuevo y cerró la puerta, luego se adelantó a su señor y dispuso el lugar más alto de la sala rodeado de cómodos cojines para satisfacer al Daimyo.

Soshi Bantaro caminó lentamente por la habitación sin dejar de mirar a los invitados, se sentó de forma pesada en su lugar, la doncella Isane fue a retirarse al lado de su señora pero Bantaro la cogió por el kimono de una forma totalmente grosera y casi rompiendo la tela, haciendo que se sentase a su lado y luego mirando las curvas de sus piernas de forma totalmente lasciva.

Como si aquella muestra de falta de etiqueta no fuese con él, Bantaro gritó a los criados por que estaba hambriento - ¡Tengo hambre maldita sea!... ¡traedme la comida! - y luego se dirigió a los investigadores.

Cogió una taza y la doncella la llenó rápidamente de té.

- Bien, bien... bien. O sea que estos son los magistrados que faltaban. Es un placer.
¿Puedo saber cuando van a terminar sus conclusiones para culpar a esos malditos folla-caballos que han masacrado a mis campesinos y han envenenado mi tierra
?

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13/06/2021, 22:29
Soshi Shinobu

La dama Shinobu carraspeó la voz y dirigó una mirada de preocupación hacia Ikoma Kazuo.

- Tendrán que disculpar a mi esposo... Estamos muy afectados por como la familia Iuchi ha abusado de tretas deshonorables para paliar nuestras defensas... lo que mi esposo ha querido decir es que estamos deseosos de saber que medidas se van a tomar contra los Unicornio por los horribles crímenes que han cometido

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14/06/2021, 12:45
Isawa Satoru

Cuando las puertas dejaron entrar al resto de la comitiva, Satoru los observó con un leve atisbo de sorpresa en sus ojos. El shugenja había abandonado sus ropas de viaje, y ahora llevaba un hermoso kimono con el símbolo de su clan, tejido en todos los colores del atardecer.

-Mirumoto-sama. -Saludó a continuación de Kazuo, inclinándose ante la magistrada, antes de dedicar un saludo un tanto más informal a los otros dos yorikis. -Akodo-san, Mirai-san. Me alegra que hayáis podido reuniros con nosotros en tan poco tiempo. Debéis de estar cansados.

Pero no hubo tiempo de que esa conversación se alargara, pues en ese momento el señor del castillo hizo acto de presencia.

Probablemente, ninguno de los presentes esperaba el espectáculo que Soshi Bantaro les reservaba. Los ojos de Satoru se abrieron de par en par por la sorpresa cuando el daimio comenzó a comportarse con unos modales capaces de abochornar a un bushi Hida, pero fue el momento en el que Bantaro estuvo a punto de rasgar el kimono de su doncella el que hizo que su espalda se envarara de pronto y sus ojos se entrecerraran peligrosamente.

El shugenja respiró profundamente un par de veces tratando de calmarse, mientras el señor del castillo continuaba con su exhibición, y finalmente pareció conseguir cierta tranquilidad en las palabras de Shinobu, que parecieron un oasis de cordura tras el desierto de la locura… aunque hubieran dicho lo mismo en última instancia.

-Nuestro trabajo acaba de comenzar, Soshi-sama. -Intervino finalmente, pero sin que quedara completamente claro si se estaba dirigiendo al daimio o a su esposa. -Pero como pudimos asegurar al llegar, tened por seguro que emplearemos todos nuestros recursos para que los culpables de los crímenes sean descubiertos y se haga justicia.

-Mirumoto-sama podrá daros más detalles, claro está. -Añadió, haciendo un gesto hacia Megumi para dejar el peso de la conversación en manos de la persona que, en última instancia, tendría la palabra acerca del veredicto.

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15/06/2021, 22:42
Akodo Isshin

Isshin recorrió los pasillos oscuros y angostos que serpenteaban el castillo hasta llegar a su destino. Una sala grande e iluminada una agradable mejora. 

Sus compañeros ya se encontraban en la sala, se encontraban perfectamente presentables, aseados y vestidos para la ocasión, a diferencia de él, sus ropas se encontraban arrugadas y polvorientas.

En cuanto a su aspecto, era el de un hombre que había ido a caballo durante todo el día, que era justo lo que había hecho. algunos pelos habían abandonado la formación de su moño, quedándose enganchados en la frente por el sudor. El mismo que impregnaba sus ropas junto al olor de su montura.

Poco podía hacer ahora por su aspecto, uno debía ser realista con este tipo de cosas y aceptar cuando una batalla estaba perdida. 

Miró la mesa abundantemente servida no pudo evitar recordar que no había comido nada desde el desayuno.

Los gritos del señor, inundaron la sala cuando hizo acto de presencia, Isshin endureció la mirada al ver al daymo, era un hombre vulgar y lascivo, o era alguna treta para que bajarán la guardia. Era irrelevante, era el señor de estas tierras y era un invitado en su castillo, debía guardarle el debido respeto.

Respiro hondo y se sentó junto a lo demás, dispuesto al menos a disfrutar de la comida, dado que de la compañía no sería tan fácil. Si la actitud del Daymo se trataba de una charada, Soshi Bantaro estaba entregado a su papel.

Los miembros del clan Unicornio eran unos salvajes incivilizados, que habían olvidado sus raíces, pero llamarlos follacaballos estaba fuera de lugar.

Clavo su mirada al Daymo intentando disimular el desprecio que sentía por él.

- La justicia del hijo de los cielos caerá sobre el culpable de estos horribles crímenes - 

Desvío su mirada hacia la esposa del Daymo e inclinó la cabeza, fuera quien fuera.

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20/06/2021, 23:10
Mirumoto Megumi

La magistrada Mirumoto estaba cansada tras el viaje. La desolación que había contemplado a las afueras del castillo era abrumadora, esto no se reducía a unos incidentes aislados, pero aún así no iba a demostrar ninguna emoción. Hizo una reverencia a los presentes al sentarse y agradeció el té que le sirvió la criada.

Antes de que pudiera contestar al león entró en la sala el daymio, Megumi dejó suavemente la taza de té en la mesa y miró incrédula al torpe escorpión pero no dijo nada, se limitó a sonreír a su esposa. 

Carraspeó y decidió contestar al Ikoma. 

Llegamos a la aldea de las hojas enterradas, allí estaban en general Mirumoto Tsukaru, pero no solo el, debo informaros que el ejército león ya se encuentra allí. Akodo Kenjiro acababa de llegar. 

Volvió a tomar la taza de té. 

Disponemos de tres días para emitir un juicio por lo que mañana deberemos partir de Shiro no Soshi.