Parfemius, si quieres, escribe ya lo que haces durante tu turno de combate :)
¡Un saludo!
Parfemius vio cómo las certeras flechas de sus compañeros impactaban en el ojo azulado de la criatura y este parpadeaba, apagándose momentáneamente y haciéndola detenerse un breve instante. Esto confirmó los detalles que había recordado el mago, el cual lanzó una carcajada.
No obstante, era demasiado pronto para festejar nada. El constructo todavía estaba en funcionamiento y sus golpes eran un peligro mortal, como bien sabía Arbahin. Si Parfemius es el que hubiese recibido tales ataques, seguramente estaría moribundo... o muerto.
Mientras Linnet continuaba con su plan, el mago hizo lo propio con el suyo, intentando concentrar los ataques en el ojo brillante. Preparó un proyectil mágico al máximo de su capacidad y lo lanzó contra el monstruo, con la intención de que los dardos sortílegos impactaran en su fuente de energía.
Motivo: Dardo 1
Tirada: 1d4
Resultado: 4(+1)=5
Motivo: Dardo 2
Tirada: 1d4
Resultado: 1(+1)=2
Motivo: Dardo 3
Tirada: 1d4
Resultado: 1(+1)=2
Motivo: Dardo 4
Tirada: 1d4
Resultado: 2(+1)=3
Lanzo Proyectil Mágico empleando un espacio de Nivel 2 (y así tirar un dardo adicional). Querría lanzar los cuatro dardos contra el ojo, pero para este hechizo no necesito realizar tirada de ataque, así que no sé cómo se efectuaría. Si no es posible, pues que impacte al monstruo de la manera normal.
Cuatro dardos de brillante energía salen disparados de las puntas de los dedos del envejecido mago, impactando en el monstruoso constructo al que se están enfrentando.
Mientras tanto, el dracónido aprovecha a escapar del alcance de la criatura, después de haber comprobado lo devastadores que pueden llegar a ser los golpes de ésta.
Parfemius escribió:
Parfemius, lo que yo interpreto de la descripción del conjuro es que éste no te permite seleccionar la parte del cuerpo del objetivo en la que impactan los dardos. El mago simplemente los lanza y estos golpean donde pueden :)
¡Un saludo!
Constructo metálico descontrolado: 90, 87, 79, 75, 68, 56 puntos de golpe.
Arbahin: 25, 2 puntos de golpe.
¡Un saludo!
Cristal de extraña oscuridad: 15, 10, 9 puntos de golpe.
Daphne, es tu turno. ¿Qué deseas hacer?
La franja morada es para recordarme que entre las casillas j y las k está puesta la cuerda de Linnet :)
¡Un saludo!
Daphne, si quieres, puedes usar tu rasgo Oleada de acción para realizar dos ataques sólo durante este turno :)
Recuerda que si disparas al ojo de la criatura, en cada ataque sólo has de lanzar 1D20 :)
¡Un saludo!
—Más le vale que la "broma" que le va a hacer resulte, o es que acaso nunca escuchó que un tropezón no es caída? —comento mientras tenso el arco de nuevo —porque si eso lo hace caer realmente, no creo que le cueste mucho levantarse. La única diferencia será que estará más enojado.
—Yo prefiero hacer caso a las palabras del anciano tartamudo y romperle su punto débil, me parece una táctica más segura.
Apunto a su ojo y disparo nuevamente, rezando a mis dioses inventados no solo para que de en el blanco, sino también para que surta efecto.
Motivo: Ataque
Tirada: 1d20
Resultado: 17(+6)=23
Motivo: Daño
Tirada: 1d8
Resultado: 8(+4)=12
La joven guerrera, demostrando hacer uso de una magnífica puntería, consigue impactar nuevamente en el azulado ojo que parece dar vida al autómata. Éste se apaga durante un largo instante, paralizando a la enorme criatura. Entonces, con un leve parpadeo, el cristal vuelve a encenderse, devolviendo a la vida al monstruoso gorila.
Cristal de extraña oscuridad: 15, 10, 9, 3 puntos de golpe
Threkor, es tu turno. ¿Qué deseas hacer?
¡Un saludo!
3l monstruo caminaba inexorablemente hacia nosotros. Sólo esperaba poder hacerle suficiente daño como para que la estrategia de Linnet surtiera efecto.
De momento lo único que podíamos hacer Daphne y yo era herirle lo máximo posible.
Una nueva flecha en dirección al ojo azul voló esperando impactar.
Motivo: Ataque al ojo azul
Tirada: 1d20
Resultado: 18(+4)=22
Motivo: Daño
Tirada: 1d6
Resultado: 4(+2)=6
Una fuerte explosión, acompañada de un oscuro vapor*, tiene lugar cuando la flecha del semielfo impacta en el azulado ojo de la criatura. Ésta cae al suelo, inerte, mientras que la onda expansiva tira de bruces al dracónido. Aún así, el paladín no parece haber sufrido daño.
El combate ha finalizado. ¡Enhorabuena!
Os dejo que narréis normalmente y en mi siguiente post continúo con la historia.
*El vapor se disipa segundos después de haber aparecido, así que haced como que ya no está.
¡Un saludo!
Tus incuestionables conocimientos sobre el plano de la energía negativa te hacen identificar el extraño vapor como energía necrótica.
¡Un saludo!
Buen trabajo
Hablo desde el tejado hacia el grupo. Me acerco a la posición de Daphne.
Hemos tenido buena puntería con el engendro metálico ese. Hacemos un buen equipo
Me acerco al borde del edificio y me dirijo a mis compañeros del suelo.
¿Alguien puede ir a ver si tiene alguna marca o algo que nos diga el origen de esa cosa?
Escucho una fuerte explosión y me asomo primero sin salir del todo, aguardo unos segundos hasta ver que realmente no se mueve y tras guardar el cordel con el pitón de nuevo en su sitio me acerco para recuperar la cuerda.
- ¿Estas bien? pregunto a Arbahin pasando por su lado y propinándole una palmada amistosa. - No había visto nunca nada igual.
Hago un gesto a Threkor con la mano mientras grito para que me escuche bien, - YA VA, YA VA... un segundo. Este gigante va a pagarnos una buena comilona, no se cuanto nos den por esa gema de la cabeza, pero seguro que suficiente para comer y dormir decentemente un par de días.
Corro al otro extremo de la cuerda y deshago el nudo liberando finalmente la cuerda y guardándola. Para sacar después una de mis dagas y dándole un par de vueltas, comenzar a acercarme al constructo para arrancarle la gema con ayuda de la daga.
- Ya lo creo que si, comida y bebida para todos, cortesía del gorila mecánico. Sonrío pensando en la barriga rellena y en una cama bien mullida.
Se había posicionado para esperar a la bestia mecánica, esperando que le diera tiempo a hacer algo si el plan de Linnet no funcionaba. Pero dos certeras flechas dieron de lleno en el ojo de la cosa, asombrándole la pericia de sus compañeros. Sonrió al ver que la cosa parecía quedarse quieta unos segundos luego del ataque, pero no esperaba esa explosión. Cayó al suelo pesadamente, costándole un poco levantarse.
-Una cicatriz más- dijo simplemente escupiendo sangre y limpiando el resto con su mano. Lo cierto es que era un ser muy fuerte y de no ser por Parfemius nunca habrían logrado derrotarlo tan fácilmente, al menos no a los golpes-. Hicieron un gran trabajo- apoyó una mano en su pecho, concentrándose ligeramente, para curarse en parte. No quería estar débil en caso de recibir algún otro ataque.
Se acercó detrás de Linnet, temiendo que esa cosa reviva o lo que sea que hiciera. Alzó el morro al aire pensativo.
-Alguien tuvo que haberlo enviado- algo que ya sospechaba pero no había tenido tiempo de exponerlo. No entendía que motivos podrían tener para hacer eso. Buscó en el cuerpo del constructo alguna marca o símbolo, cualquier cosa que les diera una pista.
Uso 10 de mi reserva de imposición de manos para curarme. Y eso si entendí bien luego de leerlo varias veces-
—O pudo haber escapado —agrego mientras desciendo del techo deslizándome por una columna de madera hasta llegar al suelo —un mamotreto como este debe de ser difícil de controlar.
Acto seguido me dirijo hasta el susodicho inerte para escarvar entre sus restos, muy posiblemente encuentre algo de valor por aquí, y preferiría hacerlo antes de pueda aparecer otro, o vaya yo a saber qué. Sí, soy bastante pesimista a veces.
—De todos modos, creo que por ahora estará todo tranquilo. Volvemos a la taberna?
Ese vapor... sí... eso es...-pensó el mago mientras entornaba los ojos fijándose en la nube oscura que había surgido del constructo tan pronto se derrumbó.
Apoyándose en su cayado, Parfemius fue avanzando y murmurando en voz baja.
-Mmmm... Os-os-oscuridad, muerte, po-po-polvo, dolor, ce-ce-ceniza... esto no es bueno.
Cuando llegó al monstruo mecánico, hizo lo propio que varios de sus compañeros y se puso a observarlo detenidamente. Tenia especial interés en la gema que ejercía de fuente de alimentación, la zona alrededor de la misma y seguidamente cualquier cosa que le llamara la atención y que no hubiese sido destruida por la explosión.
-Ese hu-hu-humo que visteis... no era simple hu-hu-humo... era energía negativa. Ne-ne-necrótica. La conozco bien. Creedme. No sé qui-qui-quien estará detrás de todo esto, pero se-se-seguramente sea un loco o un in-in-inconsciente...
...como yo lo fui...