- Si quieres fiesta, tenemos un arma laser. Con un solo disparo, que se puede hacer apuntando con tiempo ... y apoyado en algo duro, como la esquina esta, le damos fijo, y con lo volátil de es combustible se montará una buena. Mostraba una sonrisa de niño travieso tramando alguna.
Me dejas la pistola, hago el disparo, te la paso y tu pistola en mano y yo el subfusil y vamos a tomar un piloto que nos haga de chofer. La mira con cariño y le pregunta: ¿Dudas?
Si: dudas por Jhon y Natzumi. Si tan solo tuvieramos una forma de comunicarnos con ellos...
Esperen, Phil va con ellos. Claro, Phil debe de tener algún transmisor, algo con lo que podamos comunicarnos. O mínimo deben de conocer su situación.
- Estoy completamente de acuerdo - Me escondo un poco más - Solo que también le preguntaremos al piloto por la ubicación o situación de Phil, así sabremos como están ellos.
No des jamás información al enemigo. Primera regla del prisionero.
- De eso ya nos enteraremos por otro lado. Y si por lo que sea, ya han conseguido algo y nosotros decimos algo, les fastidiaremos el escape. Tras unos instantes y un suspiro. Si decimos algo y están a medias, les perjudicaremos, por mucho que nos preocupemos por ellos. Esa preocupación los puede llegar a matar. Mejor que no.
- Cuando digas apunto y empezamos la fiesta.
Aun está latente la preocupación por ellos, pero en eso Realtlik tiene razón, podríamos acabar frustrando su escape en lugar de ayudar. Estamos ante un momento crucial. Me embarga la sensación de incertidumbre, pero sea lo que sea que pase algo es seguro: pronto todo habrá acabado, para bien o para mal.
Que dios nos ayude...
- Lista - Asiento, preparándome para lo que iba a pasar.
Ok. Ves junto a mi y dispara a todo el que quede a nuestras espaldas. La idea no es matarlos, sino que se asusten y se escuendan. Y si les dar ya no te preocupes por ellos. Ese esatará lamiendose la quemadura.
DJ, por nosotros dale. Si necesitas más detalles de como hacemos, di y vemos como solventar tus necesidades de información. Nosotros estamos peor aún por la incertidumbre de como saldrá todo.
Por suerte, Realtik consiguió aguantar hasta que tuvo un disparo claro....
Y apretó el gatillo.
El combustible comenzó a arder. Lo que iba a suceder inminentemente resultaba obvio para todos, incluso los que estaban cerca, que intentaron ponerse a salvo sin demasiado éxito.
La explosión fue tal, que era seguro que todo el mundo sabía que allí había sucedido algo. Y eso no era lo peor, sino que dejó ardiendo parte de la base.
La confusión era tal que los dejó sonados incluso a ellos, pese a esperarse lo que iba a ocurrir.
Podían decir que había salido bien... Aunque la cantidad de quemados y muertos iba ascendiendo conforme pasaban los segundos, a raiz de la explosión y de las quemaduras.
Puese en las manos de Verónica la pistola laser y salí disparado; y al que tenga los distintivos de piloto le intento ayudar, como si fuera un salvador que viene en su rescate. De paso, para asegurarse pregunta ¿Piloto? Si la respuesta es buena, le ayudo. Quiero que si sabe hacer volar a este bicho. Si no, tiro y al carajo. A buscar otro que si sepa.
Con el caos formado, el ruido y todo, los disparos sonarían atenuados, así que había salido la distracción mucho mejor de lo que se esperaba.
Se acabaron los sentimientos y pensamientos. Se terminó la espera. Ahora es el momento de acción. Ala, vamos.
- ¡Oh por dios!
Me faltó poco para gritar de la impresión cuando las llamas comenzaron a devorar todo. Es necesario que Realtlik comienze a correr para que vuelva a reaccionar. Con el corazón recordando de nuevo como palpitar, y haciéndolo con fuerza, es que de un salto escapo de mi escondite con todo y la pistola que Realtlik acaba de poner en mis manos. Veo que se acerca a alguien, y por un momento pienso que para ayudarlo, cuando noto que acaba de preguntar si es un piloto. Y vaya que lo necesitamos.
Mientras él busca a un piloto corro hacia la nave más cercana, intentando asegurarme de que podremos abordarla, y más aun, con la pistola en posición para defenderla. Esta puede ser nuestra única oportunidad.
El hombre titubea, mientras intenta responder algo... Por fortuna pudo al menos lo básico.
-Y..Yo... Si.. Pe.. Pero..
Claro, no estaban esperando que dos personas a punta de pistola armaran aquello en un hangar y le tocara justo a él estar delante de aquellos terroristas. Cualquiera se hubiese asustado.
Mientras tanto, Verónica consiguió llegar hasta una de las naves intactas por el fuego. El problema era que el fuel de los reactores llegaría en algún momento a otras naves, y con ello, se produciría un bonito espectáculo de luces y colores....
No parecía que nadie se acercase a ellos: Nadie era tan estúpido como para preocuparse ahora de si estaban o no tomando una nave... Estaban mas ocupados intentando salvar sus vidas.
El caos no puede ser más propicio. Todos están demasiado ocupados, es el momento perfecto, si escapamos nadie nos detendrá.
Me acerco de nuevo a Realtlik, escuchando las palabras de aquel hombre. Está demasiado asustado como para reaccionar, esto lo hace aun mejor. Observo a todos lados, pistola en mano, apuntando de cualquier manera a aquel sujeto por si acaso intentara hacer algo.
Al girar mi cabeza también vuelven a girar mis pensamientos hacia Jhon y Natzumi. Pueden estar muertos, es cierto, pero también pueden estar vivos. Desesperados, luchando también por salir.
¡Tengo que hacer algo!
Esculco rápidamente sus bolsillos, buscando un transmisor o lo que sea que me pudiera permitir contactar a Jhon o Natzumi a travéz de Phil.
Con toda la fuerza que la deseperación le proporcionaba y la adrenalina de montar un Castillo de Fuegos Pirotécnicos dio de por si, sufiente como para arrastrar al pobre desgraciado. - Pon esto en marcha y sácanos del incendio. Era extraño, pero parecía que había convertido a su rehén, en algo diferente. En un salvador que tenía el privilegio de poner a buen recaudo tres vidas, entre ellas la suya propia, y que además, libraría de las llamas a esta aeronave. Era un buen momento para que no se percatase de su situación. De que realmente su vida dependía de las decisiones de la pareja. Azuzarle con el subfusil en las costillas sería un buen incentivo y un magnífico recordatorio de que hiciera lo que se le ordenaba y para que no olvidase su nueva situación. La de prisionero. Para acentuar más todo lo anterior, lo acompañó un ¡YA! Que posiblemente estubiera cargado de ira. Intentaba apaciguar el monstruo que Phil había tenido que sufrir, pero no tendría remordimiento alguno en dejar escapar esta bestia, en pro de lo que necesitaban. De lo que querían.
Escapar.
El piloto subió a la nave como buenamente pudo. Si, tenía una radio, pero probablemente ninguna de ellas tenía conexión con Phil, puesto que este no llevaba comunicador... Si lo hubiese llevado, lo hubiera llevado uno de los guardias que lo escoltaban. No el.
Entraron en la nave. El piloto se sentó, nervioso: No sabía si estaba mas nervioso por que pareciese que todo iba a explotar, o porque estaban apuntándole con un arma, para que al más mínimo movimiento, le volasen los sesos.
Conectó varias palancas, y mientras la nave hacía un zumbido, las compuertas se abrieron, dejando paso a una vista de aquella ciudad... Una vista de la libertad.
Continuamos en el Capítulo 2