Partida Rol por web

¡Atended, despreciables perros terriano-s! ¡Vuestra **ciudad es ahora el legítimo botín del azote de las rutas espaciales, el Kapitán Krak - En!

Arrrr, me apuesto lo que sea a que sacaré un alto precio por vosotros en el mercado interestelar. Si valoráis vuestras miserables vidas, haréis lo que os diga, porque si me dais cualquier problema, ¡Arrrrr! Os haré pasear por la tabla... ¡En el vacío del espacio!

A pesar del rídiculo acento pirata típico de Hollywood, parece que la amenaza del Kapitán es bastante seria. Los héroes que sintonicen cualquiera de los canales de noticias locales oirán comunicados por parte de las autoridades de Freedom City que recomiendan a los ciudadanos que permanezcan en calma y dentro de sus casas, si es posible.

También se enteran de que los héroes de la ciudad se han ausentado de Freedom City por diversas emergencias en otras zonas. Es probable que se encuentren regresando en estos momentos, pero la comunicación a través de la cúpula de energía es imposible, y no parece existir tampoco forma de atravesarla. Por el momento parece que estáis solos.

Qué interesante. ¿Y qué nos pedirá ese calamar con patas? pensó Jaime en voz alta. Miró a los compañeros que estaban a su lado. ¿Qué hacemos? Supongo que tendremos que encargarnos nosotros. ¿Alguna idea?

-¿Ir y patearle el culo? -ideas básicas para un chico básico- Pero antes habrá que llegar hasta cubierta, tenemos que subir a lo alto de los edificios esos y pasar por los cables, supongo -añadió el grandote encongiéndose de hombros, como si lo que había planteado fuera una verdad ineludible. De hecho, lo era, a menos que alguno de los presentes pudiera volar, teleportar o conseguirles un medio de transporte volador efectivo para llegar hasta allí.

Tras escuchar esa horrible voz, Ikari se preguntó:

¿Miserables vidas?, será la suya, que no puede evitar ese olor corporal.

Ella siguió sin inmutarse, estaba alerta, pero no parecía que ese ser fuera a provocar un cambio en su actitud.

Incredula nate la situacion, Fran tiene que parpadear varias veces para terminar de creer lo que esta viendo, y asegurarse que no es una alucinacion.- Esta atacando la ciudad un barco pirata... volante... con el hermano de Davy Jones de esa pelicula americana tan ridicula!?- Otro en su situacion se habria reido a carcajadas de semejante escena, pero Para bien o mal el sentido del humor de Fran estaba un poco oxidado.

Estudiando con calma la situacion, decidio que ya que las amenazas del pulpo eran bastante reales, probablemente tendria que actuar en consecuencia. Solo confiaba en que los pulpos humanoides alienigenas tuvieran sus organos vitales en zonas similares a un humano normal. Pagaria por poner en peligro su nuevo hogar.

- Yo no puedo volar, pero puedo haceros subir con mi telequinesis. Ya me las ingeniare, no se me da mal subir a sitios altos.- Comento a los otros mutantes, que como yo tenian ganas de darle su merecido a aquel cretino.

Levantó la mirada hacia esta criatura que estaba en un barco flotante, sacudiendo un poco la cabeza para confirmar que era verdad lo que estaba pasando.
- Supongo que si hay gente que puede derretir paredes, esto debe de tratarse de algo normal en esta ciudad- murmuró, mientras escuchaba los comentarios de sus compañeros.
- Adhiero con vos en eso de ir a patearle el culo. ¿ Qué tanto peso podés levantar? Y, más importante, ¿qué tan buena es tu puntería? - le preguntó a Ulrich mientras trataba de calcular la distancia que había desde su ubicación hasta el barco. Detenerse a evaluar la situación nunca había sido el fuerte de John, menos cuando hay amenazas de por medio, y este no le parecía un buen momento para empezar.

- Aunque, telekinesis suena menos arriesgado y más preciso - dijo esbozando una sonrisa, al dar un par de pasos hacia adelante.

-Yo, bueno, dejaron de permitirme competir en lanzamiento de peso o jabalina cuando empecé a superar la longitud total de las instalaciones... Supongo que a una persona la podría lanzar unos 40 ó 50 metros. Más si es ligera, pero el cómo llegue ya será otra cosa -se disculpó el gigantón mientras se frotaba el pelo de la parte de atrás de la cabeza, sintiéndose un poco incómodo revelando ese tipo de cosas.

Lo cierto es que yo puedo volar, pero me sigue faltando apoyo en las alturas, no creo que pueda encargarme yo sólo, dudo que ese Kapitán haya venido sin tripulación. Puedo intentar acercarme y buscar puntos débiles del barco para hacerlo descender, pero no prometo nada.- empezó a elevarse y añadió a la telépata- Si te hago señas, léeme la mente para que les comentes lo que sé. luego se giró hacia Dorian.- Yo probaría mejor subiendo a los edificios donde parece que está atracando, desde ahí arriba, puede que os pueda lanzar algún cabo u os pueda subir yo, aunque nunca he transportado a nadie.

Y dicho esto, se echó a volar, tratando de ocultarse entre los edificios del Pyramid Plaza y manteniéndose pegado a ellos, por si acaso el barco pudiera tener un inhibidor de poderes, para poder agarrarse a algo y no convertirse en puré de mutante.

No podemos ir de uno en uno. Si nos superan, iremos cayendo como moscas. Así que tenemos que pensar la manera de subir varios...

Si no, a las malas, si Ulrich y Francesca combinan sus poderes, el lanzamiento de personas será más certero.

La nave espacial pirata se encuentra amarrada en lo alto del Pyramid Plaza, un trío de edificios de 90 pisos, cada uno en el distrito financiero del centro de la ciudad. Diez piratas de la tripulación se han colocado en el tejado de la torre más cercana para vigilar que ningún intruso se acerque desde el interior del edificio.

Y en cuanto Impulso comienza a volar para tratar de acercase, los piratas le descubren y apuntan con sus cañones. Al ver que el mutante sólo, no parece una amenaza seria aún no disparan.

Pero sea cuál sea la decisión que vayan a tomar, deberá ser cuanto antes, pues no parece que aquellos segundos vayan a durar demasiado...

-Vamos al edificio ese -dijo Ulrich apuntando con su dedazo índice al edificio más cercano de los del Pyramid Plaza- y subamos a la azotea. Desde allí estaremos más cerca y será más fácil, hagamos lo que hagamos. Podemos discutir un plan de ataque en el ascensor.

Básico, sí, pero era algo por donde empezar. Y no disponían de mucho tiempo antes de que los piratas comenzasen a hacer lo que quisiera que venían a hacer, fueran ciertas o no sus palabras.

El enorme muchachote comenzó un trotecillo y miró hacia atrás, para ver si sus compañeros le seguían.

Me parece buena idea reconoció Jaime a la idea de Ulrich. Vamos, cuanto menos tiempo perdamos mejor y, sin esperar a los demás, corrió detrás del gigante.
 

Ulrich habia tenido una idea parecida a la que Francesca habia estado pensando, por lo que no habia terminado este de hablar cuando la joven ya estaba corriendo hacia el edificio. Con su telepatia comunico a los demas sus intenciones para que lo supiesen.- "Me adelantare y les avisare de lo que vea. Dudo que alguno de esos seres me vea venir"

En cuanto estuvo cerca del edificio Fran comenzo a moverse como le habian entrenado, rapida y sutil, ser un borron en la vista de los demas. Podia acercarse a su objetivo lo suficiente como para arrancarle un pelo, y que este no se enterara hasta que notara el dolor.

* Simplemente, genial. Después me dicen a mi impulsivo... *, se dijo a sí mismo mientras en vano trató de frenar a sus compañeros para tratar de comentarles la situación. 

Su instinto le decía que no tenía oportunidad contra estas criaturas. Levantó la mirada y vio como Ulrich, Jaime y Francesca se dirigían al edificio; miró hacia el otro lado y vio como una serie de cañones apuntaba a Impulso, que era con quien él había compartido más tiempo. Si bien todavía no habían disparado era claro que lo tenían en la mira, y ante cualquier movimiento brusco se transformaria en una suerte de tiro al blanco. Y no iba a permitir que esto pasara.

"- Tengan mucho cuidado; desconozco el límite de sus habilidades, pero mi instinto dice que estas criaturas están por sobre nuestra categoria. Eso no quiere decir que me vaya a quedar de brazos cruzados, simplemente tengan cuidado. Uds. avancen, yo los distraigo. "- respondió a esa voz en su cabeza, que ahora sabía era de una de sus compañeros, esperando que todos recibieran el mensaje. No tenía muy en claro como era esto de la telepatía, pero empezaba a incomodarlo un poco. 

* Esto me va a doler, y mucho. * - Hey vos, calamar superdesarrollado. Si, a vos te habló. ¿ Qué carajo te crees que estás haciendo ? comenzó a gritarle al capitán mientras se acercaba hacia la ubicación de Impulso. 

Ikari no hizo ademán de seguirles, sino todo lo contrario.

Se marchó hacia donde se encontraba su habitación, quería estar fuera de todo estrés. Lamentaba que pudieran pensar que no obrara de la manera que el resto, pero debería tener más motivos directos como para tener que intervenir.

Con un leve movimiento de cabeza hacia todos, se fue.