Partida Rol por web

Te adelantas a los demás subiendo el primero, y dirigiéndote al primer cuarto que hay tras subir las escaleras a mano derecha. Lo abres y ves que este dormitorio está vacío, tan solo tiene un par de somieres de metal apoyados contra la pared. Es algo más pequeño que el dormitorio principal. Parece no haber sido usado desde hace mucho tiempo. No hay ni camas, ni mesitas, ni armarios.

Por el momento, Picahielos no parece esperar a nadie y sube rápidamente al piso superior. El voluminoso Juárez ayuda a Jack a ponerse en pie y le acompaña con cuidado hacia el piso superior, seguido de Updike y Ella. Tristán, como de costumbre, camina al lado de su dueña sin dejarla ni un instante.

Sentados a la mesa quedaron  Donna, Morton y Urder, en un más que incómodo silencio. El tiempo pasaba despacio, no veían el momento en que llegase el nuevo día.

-Bueno Jack, donde te dejo. Dice Juárez nada más llegar al pasillo donde se encuentran las habitaciones. Yo te llevo ha donde me digas, excepto en el caso de que me digas de volver a la carcel en ese caso como que no. Juárez se rie.

Las medicinas están en el cuarto de baño, acompáñeme, veremos a ver qué tenemos que puedan servirle - le dice Ella a Updike mientras se dirige al cuarto de baño, seguida por Tristán. - Los demás acomódense, si es necesario improvisaré algunos camastros, demen unos minutos. - Esta vez miraba a Picahielos, el cual se había dirigido a uno de los cuartos en desuso, donde poco podría descansar ahora mismo.

-Deme una manta y un colchón, no necesito más.- Dijo Picahielos de mala gana, esperando en la puerta del cuarto que ha elegido.

Te pediría que me saques de aquí, que nos larguemos esta misma noche aún con la puñetera tormenta. Dijo Jack con una media sonrisa.

Después, miró la cara sonriente del enorme hombre y se dió cuenta que era verdad que el hombretón podría sonreir.

Déjame dónde sea.

No pensaba dormir.

-Mira, pues si eso, te dejo en la primera habitación que veamos y yas ta, eso si, procura descansar, creo que te vendria bien. Le dice a Jack mientras se encuentran en el pasillo.

Juárez respira hondo y se le nota que esta bastante cansado pues ha sido un dia agotador y lleno de emociones no tan buenas.

-Con la panda de salvajes que se encuentran dando vueltas por la casa no se si dormire muy bien, la verdad.

Juárez ayuda a Jack a recostarse nuevamente en la cama del dormitorio principal, donde habían estado antes. Mientras tanto Picahielos examina el cuarto que está frente al baño.

Joven, si me acompaña al dormitorio del fondo, allí tenemos otra cama donde podrá descansar. En esa no tenemos colchón que podamos dejarle.

-Ok.- Dijo no muy convencido, parece que estaba dispuesto a registrarlo todo antes de irse a dormir. Como si hubiese una mina bajo el colchón.

Ella acompaña a Picahielos hasta la habitación de invitados, abriéndola y dando la luz para invitar al hombre a pasar dentro.

Es un cuarto algo pequeño que también parece no haber sido abierto en años. Este, al contrario que el anterior, sí está amueblado. Tiene una cama en el centro de la habitación, con dos pequeñas mesitas, una a cada lado. En un lateral hay un armario de madera con motivos idénticos a los que figuran en el cabecero de la cama y en las mesitas. En un rincón se encuentra un tocador, con un espejo ovalado, también con los mismos motivos tallados en el marco del mismo.

Lo que te llama la atención es justo lo que hay en el rincón contrario. En una esquina puedes ver un niño vestido con ropa india, sentado en el suelo ante una caja repleta de utensilios para limpiar calzado. El niño te mira en silencio sin moverse.

No te preocupes, yo tampoco dormiría con lo que se cuece a nuestro alrededor. Dijo el policia mientras se acostaba en la cama.

Pero después, se quedó callado, durante unos segundos.

Tío, hablando en plata... ¿no te parece más extraño el comportamiento de los "rehenes" que el de los captores? No sé, están demasiado tranquilos, como si supieran algo que nosotros no. ¿No has tenido esa sensación?

Si ahora que lo dices, es verdad, su actitud ha sido un poco rara por no decir bastante. En ningun momento se han alterado y eso que estan rodeados de expresidiarios bastante violentos. Es mas, nos han ayudado no diciendole nada a la policia, algo muy raro.

Tras un breve periodo de tiempo en silencio, Juárez lo rompe para decir:

Yo les habria dado alguna pista o hubiera dejado caer algo a la policia de que estamos secuestrados. Si, es todo un poco raro.

-¿Que demonios...?- Dice con los ojos como platos. -¿Otro muñeco?-

Los gritos de Picahielos, interrumpen vuestra pequeña conversación.

Qué sucede ahora? - escucháis preguntar a Donna que aparece por la escalera con la mirada fija al fondo del pasillo, donde se encuentra Picahielos.

Ella sonrie mientras observa la reacción del hombre. ¿No es genial? dice adentrándose en el cuarto tranquilamente. Es otra de las maravillas de mi marido - deja escapar un pequeño suspiro, realmente parece orgullosa de su esposo.

Esa voz parece la de Picahielos. Creo que voy a ver lo que le pasa, parece muy alterado. Juárez se acerca a la puerta de la habitaciíon. Vuelvo en un segundo.