Partida Rol por web

Douglas se retrotrae mentalmente a otro tiempo y a otro lugar: a las salas llenas de obreros que claman a gritos contra los patronos exigiendo sus derechos. Y sabe que no hay nada que más disfrute el poder que el caos entre sus enemigos. La rabia, la discordia y la violencia conducen a la confusión, a la división y a la traición a los intereses colectivos para perseguir objetivos egoístas y mezquinos.

Casi sin pensar avanza hasta la posición que ocupaba Jenny hace unos segundos. Le hace una señal a Drew de que va a tomar la palabra, luego mira a Josiah Newberry, a la señorita Hardin y a la señorita Millay indicándoles que cuenta con ellos y, sin más, comienza a hablar, con una voz sosegada al principio que va creciendo de tono a medida que reclama la atención de todo el mundo:

–Calma, amigos. Os pido un momento de calma a todos. ¡Tranquilizaos por un momento! POR LAS BARBAS DEL SANTO JOB, UN MOMENTO DE SILENCIO, ¡POR FAVOR! –exclama finalmente tratando de imponer su vozarrón y su corpulencia ante la masa agitada–. Ya han oído a nuestra guía: existen solamente dos opciones a elegir para poder continuar adelante. La primera –explica levantando bien alto el brazo derecho con el índice extendido–, atravesar el territorio de estos nativos, procurando no provocar su enfado y yendo siempre bien alerta. La segunda –continúa levantando el dedo medio–, dar un rodeo que supondrá un retraso de cinco días, racionamiento y la necesidad de emplear tiempo y esfuerzo en forrajeo. NO HAY MÁS. Podemos seguir vociferando nuestras opiniones hasta que regrese la señorita Doughan y entonces dejar que ella decida por todos nosotros o bien –hace una pausa para mirar a los ojos de la primera fila, que siempre suelen ser los más decididos a solucionar las cosas–… O bien recordamos que somos ciudadanos de los Estados Unidos de América, una nación fundada por hombres y mujeres valientes que plantaron cara a la tiranía de un rey para erigirse como una democracia libre y soberana y decidimos, por tanto, democráticamente y por mayoría simple, el camino que deberemos seguir.

¿Que dice ahora este loco de democracia? 

Ellen habría sido la primera entusiasmada con la idea de meterles algo de plomo entre pecho y espalda a esos pieles rojas si contara con un grupo de jinetes experimentados, pero la realidad es que arrastraban una pobre colección de carros lentos y algunos incluso medio desvencijados y muy capaces de perder una rueda por el camino

Da un paso al frente en dirección a Jochane

- Os voy a decir lo que va a pasar... vamos a darnos cuenta de que llevamos niños en esos carros, mujeres que no saben recargar un revolver y borrachos que no le acertarían a una mula ni a tres pasos... así que entraremos todos en razón y nos daremos un paseo para ver lo bonita que es la zona donde vamos a asentarnos. Nadie se muere por no comer en un par de días y me parece a mi que a las muy bravas incluso a Allister le parece mejor que reciba un tiro su vaca para darnos de comer que la idea de acabar sin cabellera... - mira a todos, barriendo con la mirada con lentitud - y si alguien se cree que puede cruzar y enfrentarse a lo que venga.... bueno, no tendrá problema en convencerme como es debido ¿no? Que tenga las pelotas de medirse conmigo - dice, apoyando la mano derecha en uno de sus revólveres.

[Música recomendada]

Drew mira hacia los lados cuando le pides permiso, incrédulo de que le hayas tenido en cuenta como juez de algo, y asiente con inseguridad. El grupo calla casi de inmediato en cuanto Doug pega los gritos y escuchan. Algunos con cara de extrañeza, como si eso de votar les sonase como una práctica de otro planeta; y otros mantienen la curiosidad por ver hasta dónde eres capaz de llegar con esto. Josiah asiente convencido de tu propuesta, mientras que el señor Jochane parece estar indeciso o directamente desinteresado. Entonces Ellen salta con su convincente argumentación, consiguiendo que todo el mundo se eche un paso atrás, salvo Josiah, que se mantiene decidido sobre la votación.

Desde atrás se va asomando la jeta del padre Russell, con un par de mujeres y hombres tras él, ataviados con sus ropas de  los domingos. Sin pedir palabra alguna, se coloca frente al grupo de cara a Doug.

Biblia de cuero en mano, empieza a hablar como dando misa.

—¿Es que somos ahora acaso siervos de los impíos, como para ir escurriéndonos como lombrices, intentando no provocar la ira de esos desalmados? —sus seguidores asienten con convicción, y el padre mira a Drew— ¿Acaso hemos perdido el orden que Dios mismo impuso en este mundo? ¿Qué nos queda pues? ¿Morirnos de hambre en el camino? ¿Dejar que se nos suban a las barbas y acatar solo porque nos lo dicen? —Drew baja la cabeza con vergüenza, como si hubiera estado pensando en favor de Doug o Ellen. Otros de entre el grupo escuchan, mientras que otros como Josiah y el viejo Allister ni le miran— "Ten piedad de nosotros, oh Señor, ten piedad de nosotros, porque muy hartos estamos de desprecio. Harta en extremo está nuestra alma del escarnio de los que están en holgura, y del desprecio de los soberbios." — Salmos 123:3-4.

Después de la perorata del predicador, tan solo sus fieles seguidores parecen decididos a apoyarle. Drew se queda indeciso en el sitio, mientras echa miradas preocupadas en dirección a Ellen. El pastor mira con resentimiento al grupo que, con su silencio, confirman tener más miedo de Ellen que del mismísimo Dios. El viejo se vuelve y marcha en dirección a su caballo sin decir una palabra con su cohorte de fieles justo detrás, mientras lanzan miradas irascibles hacia Ellen, Doug y los demás.

—Supongo que... si bien se va a hacer más trabajoso... —dice Gideon Allister—. Podríamos seguir por el sur del río y no perder más el tiempo —se rasca la cabeza y mira hacia el suelo—. Agh, no sé... —echa una mirada hacia su carro, hacia Sarah, y tras unos segundos de reflexión, le hace un gesto con la mano para que se acerque.

—Yo sigo pensando que el señor Anderson tiene razón —dice Josiah de brazos cruzados, y añade—: Votemos.

—Ciertamente prefiero salvar mis pertenencias de cualquier percance, antes de arriesgarnos tontamente por salvar unos días —dice Jochane, retocándose el bigote.

Hay un ligero barullo, pero la mayoría acaba decidiéndose por aceptar la proposición de Ellen. En unos minutos, de charlas y silencios, Jenny aparece de detrás de un montículo a paso ligero. Se acerca al grupo y sin bajarse se refiere al grupo.

—Ya veo que no os habéis liado a tortas todavía; muy bien, muy bien. A ver, ¿qué se ha decidido? —No parece realmente interesada en un consenso, sino más bien que se pronuncien un par de voces diciendo lo que creen más óptimo. Y si coincidiese que opinan igual que ella, mejor que mejor.

Mira a Doug, quizá por ser al único que ha tomado enserio en esa reunión o al que le guarda algún respeto, mucho más que al predicador desde luego

- Tienes hijos Anderson... - murmura a media voz, sin terminar la frase ¿Y como carajos termina? 

En cuanto vuelve Jenny se da prisa en responderle

- ¡AL SUR! - cortante y clara, alzando la voz lo suficiente para que se escuche bien en los alrededores - cuanto antes mejor, no hay tiempo que perder... - dando por zanjado el asunto

Vuelve a subir a su caballo, estar sobre su montura no le impedía disparar contra los disidentes desde luego que no

Susan Allister era una mujer tranquila, quizás el haber estado al frente de varios negocios de cara al público le habían proporcionado una paciencia prolongada sobre acontecimientos de aquella naturaleza.  "Vete a ver lo que se está hablando allí" fue la manera en que me aconsejó que fuera hacia donde estaban los demás. Yo al principio dudé, pero pronto vi como Gideon me hacía señas para que me acercase, qué decir que, me sorprendió aquella unión mística que tenía el matrimonio, en apenas unos instantes ambos me había transmitido lo mismo. 

Me acerqué al grupo, a pesar que por los rostros de unos y otros, todo anticipaba que había discusión y que nada de lo que allí ocurría iba a ser una decisión buena para todos. Mi intención de preguntarle al reverendo sobre lo que acontecía se diluyó tras ver su cara de pocos amigos.

Llegué a la altura de Gideon Allister, que me contó brevemente el motivo de la discusión - entiendo, entonces podemos aumentar nuestro camino de manera más segura o bien acortarlo corriendo el riesgo de atravesar territorio indio - me surgieron unas cuantas dudas sobre qué le habrían dicho los indios a Jenny, al fin y al cabo, había intercambiado palabras con ellos.

- ¿Y si nos dividimos? - dado que no había unanimidad y los dos posicionamientos eran irreconciliables, antes que cargar con los malos humos, mejor que cada cual dirija su libertad por el camino que prefiere - los que quieran afrontar el paso corto que continúen el camino y aquellos que preferimos no correr riesgos, daremos un rodeo - con prisas o sin ellas, con más incertidumbre o menos, no me parecía descabellado mi plan - nos veríamos en Coldforge.

           - Disculpen Jenny y Drew pero saben alguno de ustedes cuál es la tribu de esos indios y la lengua que hablan?    ¿O como pudieron comunicarse con ellos?  ¿Ustedes conocen bien ambos caminos y saben cuales son sus riesgos?  ¿Cuál de las opciones tomarían ustedes y por que? -   Pregunta Meave a la pareja de guías de la caravana antes de expresar su opinión al resto de los presentes para poder intervenir en la decisión final de alguna manera y con mayor información, evitando caer en confrontaciones todavía con ninguno de los presentes, entonces le ace una seña a su guardia para que esté atento a su alrededor para que no fueran tomdos por sorpresa, 

Jenny atiende a Ellen y asiente, pero todavía no se pone en marcha. Sarah comenta su parecer y algunos se quedan meditándolo, mientras otros empiezan ya a hacer el amago de retirarse. Sin embargo, Meave interviene con sus preguntas, lo que llama inmediatamente la atención de varios curiosos, y esperan que Jenny responda. El resto que se marchan se detienen y se quedan a escuchar. Drew mira a Jenny, como dejando que ella se ocupe, y esta le mira de vuelta con seriedad.

—A ver, aquellos eran una partida de scouts cheyenne, que venían amablemente a informarnos de que este es su territorio —se recuesta sobre su yegua— Nuestras únicas opciones son desafiarlos y esperar que no tengan los cojones de atacarnos, o bien dar tooooda la vuelta a medio Nebraska hasta llegar a la frontera. Esperando también por supuesto que no haya ningún otro problema parecido al entrar en Wyoming —se toma un momento y añade—: Si yo tuviera que decidir, yendo por mi cuenta, iría por su territorio. Haciendo la menor cantidad de fuegos posibles y viajando de noche. Pero estando como estamos, mejor prevenir que amanecer despellejados —sonríe burlesca— Aunque eso lo hacen más bien los Pies Negros, ahora que lo pienso...

Gideon levanta la mano y habla.

—Creo que la propuesta de la señorita Baxter tiene sentido. Considérenla también, por favor —Con las ideas algo más claras, algunos debaten en alto qué hacer.

Ellen resopló molesta sobre el caballo, su paciencia estaba llegando a su fin y empezaba a desear desenfundar sus revólveres y liarse a tiros

- Si nos dividimos, vaquera - dirigiéndose a Sarah - cualquier problema que encontremos en el camino nos dará por culo el doble... ¿lo entiendes? Menos revólveres para responder, menos manos para calzar la rueda de un carro... viajamos en caravana por algo maldita sea ¿no hay nadie con puta cabeza en esta caravana? ¿no lo ha dicho Jenny bastante claro? mejor prevenir que amanecer despellejados... eso ha dicho ¡VAMOS! ¡En marcha hacia el sur! ¿A que cojones estáis esperando? - espeta a los que han parado a mirar - ¡Venga! - espantando a la gente con un brusco movimiento de brazo como si de ganado se tratara, y es que a fin de cuentas muchas veces las personas eran tan estúpidas como un rebaño de ovejas cuando actuaban como grupo: igualito. 

- Ellen, ya estamos divididos - había claramente dos posiciones ahora mismo y dudo que eso cambiara por muchas palabras que nos intercambiáramos - unos consideran que están por encima de la voluntad de los indios, que ellos son tan valiosos para cruzar las tierras como los otros, mientras algunos consideramos que mejor no complicar las cosas y optar por el rodeo - por supuesto, podían seguir así hasta el fin del mundo pero dudaba que aquello tuviera otra solución que no fuera que cada cual escogiera su camino, al fin y al cabo, la caravana era un acuerdo de voluntades libres.

- Puede ocurrir que todos tomemos un mismo camino y a la mañana siguiente descubrir la ausencia de varias carretas o peor, que nos falten suministros - aunque perdiéramos la compañía de algunos, casi era preferible despojarse de los disidentes, al fin y al cabo, ir acompañada de personas que tienen una hostilidad podría resultar aún más peligroso que dejarlos ir por un camino equivocado - pero de todas maneras, Jenny es la guía, si ella decide un camino, dudo que los otros decidan avanzar sin guía.

       - Señorita Jenny por favor diganos si después de le pidieron los scouts Cheyene que tomaramos el otro camino después de indicarle que son sus territorios o ¿solo lo suponen ustedes?    ¿Yendo por el otro camino encontratemos recursos para sobrevivir durante el tiempo que perderemos para llegar a Colforge? -     Pregunta Meave a los líderes de la caravana antes de escuchar Ellen y al terminar de escucharla la apoya:

       - Concuerdo con usted ... señoririta en que no debemos dividirnos para nada ... ya sea cual sea la decisión que tomemos debemos hacerlas juntos!   Aun no estoy segura cual sea la mejor opción ... pero si ambos de nuestros guias estan de acuerdo en tomar el camino largo creo que deberiamos apoyarlos!   Pero si el camino alterno es tan complicado y peligroso .. tal vez debamos asumir el riesgo del camino mas corto! -     

—Se dan cuenta de lo que han provocado, ¿verdad? —interrumpe Doug con el gesto agriado—. Teníamos a todo el campamento aquí reunido para tomar una decisión en común, puesto que son nuestras vidas, ¡las de todos!, las que están en peligro. Daba igual el resultado del voto mayoritario; la responsabilidad de la elección de un camino u otro se habría repartido por igual. En cambio usted —señala a Jenny Doughan—, se ha marchado sin proporcionarnos toda la información necesaria para poder decidir lo adecuado y usted —se dirige hacia Ellen Hardin—, ha amenazado con sus armas a todo el mundo para que se cumpla su única voluntad, lo cual la sitúa a la altura del reverendo y sus sandeces evangélicas.

Hace una pausa y se endereza.

—Muy bien, ya que ustedes dos ya han decidido por todos, vayamos hacia el Sur, a ver qué pasa—mira a Sarah un instante—. Separarnos no es una opción razonable, señorita Baxter. Todos les obedeceremos porque usted conoce el camino hacia Coldforge (y por eso se le paga) y usted se cree que sus inexistentes cojones son la ley aquí. Ahora bien, en adelante todo lo que suceda será responsabilidad de ustedes dos y toda la caravana se encargará de recordárselo a ambas.

Dicho lo cual se gira sin preocuparse por dar la espalda a las dos mujeres armadas y comienza a marcharse hacia su carreta. Sin girarse dice en voz alta:

—Hardin, espero que sus cojones, sus revólveres y su sucia lengua se mantengan alejados de mi familia a partir de ahora.

Jenny se recompone en su yegua, viendo marchar a Douglas con una expresión neutra.

—Señoras, señores, hagan lo que crean. Personalmente, me desentiendo de sus decisiones y sus consecuencias. A mí ya me han pagado lo que me corresponde, y no pienso acabar mis días tirada en medio de una llanura con un cuervo sacándome los ojos —se abre los párpados del ojo derecho con una mano— Yo iré por el sur del río Plette hasta llegar a Wyoming, y nadie me hará cambiar de opinión —mira y escucha a Meave— Lo que les he dicho ya es lo que ha pasado: los indios llegaron, me comentaron sus inquietudes, dijeron que hiciera lo que creyera más correcto y se largaron. Y sobre lo de los recursos le puedo decir que ahí abajo no hay mucho que comer, a menos que se les de bien la caza o la pesca. Hay uapitíes a patadas, truchas bien gordas y a las malas unos killis quitan el hambre un rato. Eso sí, tengan cuidado al cruzar el río, que las lampreas son diez veces peores que las sanguijuelas —se ríe como si todo esto fuera cosa del día a día— ¡DREW! —el muchacho atiende inmediatamente a Jenny— Mira a ver cómo lo llevan ahí atrás e informa a todos de que nos vamos —Una vez dicho eso, Jenny se adelanta un poco, dejando distancia suficiente como para adivinar que se aleja de la caravana, pero con posibilidad de alcanzarla en poco tiempo.

Drew pega una buena cachetada a su caballo y va gritando por toda la caravana que ya es hora de irse.

—Increíble, realmente increíble —dice el señor Jochane— ¿Y esto es lo mejor que pudo conseguir Coldforge? ¿Una mandona inútil a la que le importa una mierda nuestra seguridad? —se sigue tocando insistentemente el bigote— Desde luego más les vale que nos monten una fiesta y nos estén dando las gracias hasta que se nos caigan las orejas, porque esto es inaudito —da media vuelta y se marcha a su carreta. 

Josiah baja la cabeza, aún de brazos cruzados y luego mira a Ellen y un par más antes de ir tras Jochane.

—Bueno... está claro que lo más lógico sería ir por un lugar seguro... —Gideon se gira a Sarah con gesto confuso— ¿Con cuál crees que tendríamos más posibilidades? —le pregunta mientras van de vuelta a su carro.

—Señora, creo que no vamos a sacar mucho más de aquí —susurra Rubbens a Meave—. Sea lo que sea, haremos lo que usted diga —añade mientras van de camino a la carreta.

La familia Anderson ve llegar a su padre con los nervios desatados. Nada más sentarse, Molly le pone una mano en el rostro y le mira con expresión de preocupación, pero demostrándole sin necesidad de hablar lo que le quiere y apoya en este momento. Rebecca y Samuel esperan sentados detrás, mirando a lo que queda a la trasera del carro: las vastas extensiones de llanura y las grises nubes que empiezan a cubrir poco a poco el cielo.

El grupo se termina de dispersar y cada quien se dirige a su carro. Algunos más convencidos, otros aún indecisos, pero todos empiezan a prepararse para salir de un momento a otro.

Con el ultimatum de Jenny y todo lo que habéis visto y oído, ¿qué camino elegiréis? ¿El de Jenny, o por el contrario atravesaréis territorio cheyenne?

Pese a lo acalorado de la discusión Ellen se marchaba de allí con la sensación de "haberse salido con la suya", claro que habría que ver cuanto se alegraba de eso en los próximos días. Se libraban de un peligro seguro a cambio de una incertidumbre de 5 días y las malas pulgas de algunos compañeros... sin duda lo último era lo peor.

- No se preocupe Anderson, se que me habla su orgullo, no se lo tendré en cuenta cuando necesite que ponga mi revolver entre un forajido con ganas de hembra y su hija... - le respondió en el mismo tono de voz que él había utilizado esperando una de esas previsibles respuestas de macho como que el ya tenía su propio revolver, que se bastaba solo para proteger a su familia y todo eso - hombres... - murmuró para si

Se percató de que tenía a Meave y a su matón a unos pocos pasos, así que aprovechó para saciar su curiosidad. Los suministros eran limitados al fin y al cabo, pero la demanda... 4 días más eran 4 días más

- ¿A cuanto acaba de subir el vaso de whisky, Meave? - después de todo, si alguien llevaba un cargamento de alcohol suficiente era la del salón: seguro.

Casi sin esperar la respuesta de la mulata apretó las rodillas contra su montura para que iniciara la marcha hacia el carro de la viuda.

         - ¿El precio del alcohol?   Si ha subido como el precio de una agradable compañía siempre dependera de la seguridad que podamos mantener durante el camino hacia Colforge estimada señorita Hardin!   De manera que por desgracia es posible que el valor de dicha seguridad tambien ha subido en su favor!   Pero todo negocio puede ser peligroso, así que le pido escuche mi humilde consejo y no confie tanto solo en su habilidad con el arma ... trate de buscar quien le cubra la espalda pronto porque me preocupa un poco que algunos otros menos sinceros que el señor Anderson les haya caido mal su anterior actitud! -     Responde la señora Millay a la intimidante pistolera con sutil desdén después de ser testiga del caos generado por los colonos ante el par de simples alternativas que tenían de frente y aunque creia poder persuadirlos de elegir otro camino ella misma tampoco estaba segura que fuese mejor; tras haber entendido la insinuación que podían tener las palabras ácidas de Ellen, reconocía sinceramente el valor de su determinación, necesaria para continuar viviendo con la profesión que había elegido entre tantos hombres, como ella misma lo hacía ahora, así que desistió de decirle algo mas y se giró entonces hacia Sarah Baxter antes de que ella también partiera y le sonrió haciendo una seña al señor Rubbens de que la esperase un poco más

- Todos tenemos un propósito... yo simplemente acepto el mío - dijo, como única respuesta a Meave. La mujer parecía lo suficientemente inteligente para poder interpretar correctamente esa frase. Luego ya se aleja demasiado como para continuar la conversación. 

De vuelta al carro Ellen pretendía fijarse en las miradas que le dirigían, intentar valorar a quien debía vigilar más que a otros, pero nunca fue especialmente buena con eso...

Ya de vuelta en el carruaje informa a la viuda

- Daremos un rodeo por el sur, algunos locos pretendían cruzar el territorio cheyenne con todos estos carros pero creo que les hemos disuadido....bastante. Jenny, la guía, esta de acuerdo con lo del rodeo... así que... - con eso quedaba el asunto zanjado - la parte mala - claro, siempre hay parte mala - es que el viaje va a durar 4 días más de lo previsto, tardaremos 5 jornadas en llegar a Coldforge y habrá que racionar las provisiones. He cerrado un trato con la vaquera de los Allister, si cumple - poniéndolo en duda - tendríamos media jarra de leche al dia para los niños.