¡Nos rendimos! Gritaron al unísono Flora y Fauna mientras alzaban las manos como signo de derrota.

Antonio respiró aliviado de comprobar que había conseguido acertar al caballo, deteniendo la huida de Flora y Fauna. Vio que Carla se aproximaba hasta las dos metahumanas caídas, apuntándoles con la espada láser que había podido crear. Por otro lado, Basilisco se estaba encargando ya de sanar a Terra, por lo que Chispazo decidió avanzar en dirección a Flora y Fauna, apuntándolas con su mano derecha, como si fuera a descargar un nuevo rayo sobre ellas.

-No os atacaremos a menos que hagáis algo estúpido intentando escapar de nuevo -indicó, dejando claro que no pretendían matarlas-. Tenéis a un compañero herido de gravedad, pero lo sanaremos. No tenemos nada contra vosotros. ¿Por qué queríais llevaros a Salcedo y a su mujer? ¿Quién os envía?

-Ten cuidado con lo que haces. Aún no he acabado el trabajo, y no quiero que estropees lo ya he hecho.-Le dijo a Terra, antes de dejarla para ir junto al que Cuchillo Jack había dejado fuera de combate, no sin dedicarle una mirada asesina a Chispazo. Una cosa era que coincidiera en que era una buena idea tener a más gente que interrogar. Otra cosa que le dijeran lo que tenía que hacer.

Sen acuclilló junto al tipo y puso su mano sobre él para ver si había algo que hacer y le arrancó el cuchillo sin demasiados miramientos. Tampoco es que pensara hacer demasiado. Evitar que se siguiera desangrando y quizás acelerar ligeramente la producción sanguínea para evitar que entrara en shock. Una cosa era evitar que muriera alguien que podía tener respuestas que necesitaban y otra restaurar a plena salud a alguien que acababa de atacarlos.

Y la situación se solucionó de forma positiva. Quizás no la mejor de las opciones, puesto que la amenaza del fin del mundo seguía pendiente, pero al menos ahora la vida de los presentes no pendía de un hilo y no corrían peligro inminente; por lo que al menos en un futuro cercano así como en el propio presente... Todo estaba bien.

-Bueno... ¡Ha sido un casi éxito! -Exclamó quitándose el polvo y la tierra de encima de su ropa- ¡A ver si a la próxima me dejáis a mi hacer lo mio!. Que ya veis cómo ha ocurrido si lo hacéis a vuestro "modo".

Por primera vez en mucho tiempo los poderes de Carla habían funcionado como ella quería, bueno, en realidad mucho mejor, había descubierto algo nuevo de sus poderes y aquello le brindaba un sin fin de posibilidades a la hora de crear cosas, si bien todo aquello del sable láser podía deberse al contacto continuado que había tenido con potencia, estaba seguro de que con la experiencia y el tiempo podría volver a hacerlo.

Ver a una chica volando en el aire, con una mochila propulsora a la espalda y un sable láser en una mano, era sin duda llamativo, y parecía sacado de una película, pero era real, muy real, y las dos mutantes que se encontraban delante de Carla así lo sintieron, pues de un rápido movimiento Carla había cortado una señal de trafico que tenia al lado y aquella peligrosa luz verde que podía cortar el metal como si fuera mantequilla, se encontraba a escasos centímetros las dos mutantes que les habían atacado.

-No estoy de buen humor, llevo una semana de mierda, os sugiero que empecéis a hablar antes de que la poca paciencia que me queda se agote.-En ese momento llego su compañero AJ e hizo las preguntas que hacia falta hacer, solo añadió una cosa.- y también ¿a donde se llevan vuestros amigos a Salcedo y su mujer?- Carla sabia que podrían descubrir la localización de salcedo fácilmente con Sacristan, pero no estaba de mas preguntarlo también.

Aquel desmayo la había sumido en un viaje muy extraño y angustioso del que despertó de golpe al recuperar la conciencia, sintiendo el fuerte dolor de las quemaduras y su cuerpo intentando regenerarlas. Sufrió un pequeño espasmo y se agarró fuertemente a algo, o alguien, tal vez se trataba de un brazo, abrió los ojos. 
Se quedó quieta, seguía aturdida, pero repasó mentalmente durante una fracción de segundo qué acababa de ocurrir, quéera lo último que recordaba y observó a Basilisco, agachada a su lado, era su brazo el que agarraba con fuerza. Fue encajando las piezas y finalmente entendió la situación. Parecía que se había convertido en costumbre terminar malparada y sin poder ser de utilidad al grupo, algo que cada vez le minaba más el ánimo.

La mujer le habló y ella intentó prestarle atención, aunque le costó un poco seguir el hilo de lo que decía pareció entenderla, la miró a los ojos directamente y pronunció con voz cansada:

- G-gracias.

Soltó a Basilisco e intentó, a pesar del dolor y el cansancio, incorporarse cuando esta se alejó  lo suficiente para no prestarle atención. No pudo evitar el quejido al hacerlo, pero necesitaba observar la situación a su alrededor que, por otro lado, no pintaba bien especialmente el hecho de que ni Salcedo ni parte del equipo de metahumanos se encontraba por ninguna parte. Al menos parecía que sí habían parado a unos cuantos, se quedó mirando atentamente a Chispazo y Carla, que se dirigían hacia el dúo caído. Al ver la espada láser de su compañera una pequeña sonrisa se asomó, aunque pronto se le borró al sentir el dolor de la piel tirante en su cara.

Fue entonces cuando le sobrevino uno de aquellos pensamientos intrusivos tan molestos y a la vez comunes en ella. ¿Le quedaría marca? A Rebeca nunca le había gustado dar explicaciones y aquello sería algo muy complicado de justificar.

Las heridas le escocían mientras curaban, pero cada vez menos, eventualmente aquello se convertiría en un hormigueo y terminaría por extinguirse, o eso esperaba. Cuando eso ocurriese se levantaría, de nuevo, para intentar colaborar.

Chamán llegó tras el llamamiento que habían hecho por el intercomunicador y se acercó a Rebeca para terminar de sanarle las heridas que el metahumano le había producido y que así se encontrase mucho mejor. Después miró a Fiebre que estaba siendo atendido por Basilisco y a lo lejos estaban AJ y Carla con las dos metahumanas.

Confuso les comunicó, Potencia y Sacristán, junto con Ofelia y Ulises se han marchado a la base. Les comunicó. Pero estos tres no pueden venir con nosotros. Les dijo. Sabéis lo peligrosos que pueden ser con Potencia al lado. Luego miró al rededor, unos cuantos curiosos se habían quedado mirando el espectáculo que habían dado en mitad de la zona de Nuevos Ministerios. Parecía que ninguno de ellos se había dado cuenta hasta ahora.

Apenas unos segundos después de que Chamán llegase, se empezó a escuchar el sonido de la policía. ¡Alguien los había llamado y la situación se había complicado en un momento!

Aún así, Flora y Fauna, que habían visto el mal estado en el que había quedado su compañero Fiebre, no dudaron ni un momento en irse de la lengua.

Nosotras no sabemos casi nada. Dijo Flora algo confusa. Solo trabajamos para un tipo que ni si quiera nos dijo su nombre verdadero. Se hacía llamar Vórtice. Dijo encogiéndo de hombros. Quien vino nos avisó de que Salcedo era un hombre muy importante para el futuro. Un futuro en el que nosotros obtendríamos un buen puesto si le ayudábamos. Salcedo era una pieza muy importante en sus planes y debíamos evitar que vosotros lo encontraseis.

Chamán les indicó que Potencia, Sacristán y los otros integrantes del grupo se habían marchado a la base y que ellos no podían llevarse consigo a Fauna, Flora y Fiebre, por lo peligroso que podía ser si tenían junto a ellos a Potencia. Además, aunque se habían rendido y no parecía que fueran a atacarles de nuevo, Chispazo no terminaba de fiarse de aquel trío.

-Creo que Miss Kross debería pensar en construir algunas celdas para metahumanos en nuestra base -dejó caer Antonio su sugerencia, aunque teniendo en cuenta que el mundo iba a acabarse en menos de una semana, era evidente que habría otras prioridades.

Flora les reveló que el nombre de quien les había contratado era Vórtice y que debían evitar que ellos lo encontrasen. A Antonio se le escapaba quién podría ser ese tal Vórtice ni cómo podía saber él también que Salcedo sería importante para el futuro. No se le ocurrían demasiadas opciones de cómo podía haber averiguado eso.

-Vórtice, ¿cómo era? ¿Podrías describirlo? -preguntó a Flora, y dirigió una mirada a Carla. Ella era la miembro más longeva del grupo, por lo que tal vez supiera quién podía ser ese Vórtice. No pasó por alto que la policía estaría pronto al llegar, por lo que añadió, dirigiéndose a sus compañeros-. Deberíamos marcharnos de aquí en cuanto podamos.

- G-gracias Chamán -dijo en voz baja en cuanto vio al hombre acercarse.

Su intención era esperar sentada a recuperarse por completo, pero en cuanto el hombre terminó de curarla, escuchó las sirenas y se levantó de golpe, alterada. Fue entonces cuando se percató de las personas que se habían agrupado alrededor y se echó el pelo delante de cara, aunque ya era demasiado tarde quizá para ello, se lamentaba de no haber llevado las gafas encima mientras se acercaba a toda prisa hacia sus compañeros.

Deberíamos marcharnos de aquí en cuanto podamos.

- Deberíamos marcharnos de aquí YA -dijo con preocupación-, no creo que cuele que estamos rodando una peli o algo así y es demasiado peligroso para todos que nos alcancen.   

Se quedó escuchando un momento e intentó adivinar por donde vendrían.

- Hay que salir de aquí, s-si os parece bien cogedlos y corred... V-voy a intentar bloquear la calle para que no puedan acercarse y luego os alcanzo.

Se separó a toda prisa de sus compañeros unos metros, intentando concentrarse en el asfalto de aquella avenida. 

-Cierto, será mejor que nos movamos antes de que lleguen-Y por el sonido de las sirenas, no había mucho tiempo antes de eso. Incluso si Terra bloqueaba la calle, sólo les daría algún tiempo más.-Cuanto antes vayamos otra vez tras Salcedo de nuevo, mejor.

La aparición del tal Vórtice tras Salcedo le preocupaba. No sólo sabía quien era, cuando se suponía que hasta el momento debería ser un humano normal sin nada de especial, sino que sabía que ellos estaban tras él. La cuestión era por qué.

-La habéis cagado bien! Salcedo es un mutante que no ha despertado sus poderes, pero si alguien logra que los despierte, se acabo, el planeta sera destruido y todos moriremos, si tenéis algún ser querido, id a verlo y despedíos, pues si no logramos detener a ese Vórtice, la muerte de vuestros seres queridos sera culpa vuestra.- Carla apago el sable láser.- Os han engañado, si tenéis alguna forma de contactar con vuestros compañeros hacedlo y advertirles, si no podéis decirnos nada mas y no podéis ayudar de ninguna forma, sera mejor que os largáis, nosotros intentamos salvar vidas, no eliminarlas, marchaos y abrazad a vuestros seres queridos.-Carla Miro a Chispazo.-no tenemos tiempo de un interrogatorio, dejemoslas con su conciencia, toca marcharse y reagruparse.

-Si, hay que largarse, pero hay necesidad de ocasionar mas daños, mejor alejarnos del lugar y mezclarnos entre la gente como personas normales, nos reagruparemos luego con ayuda de los móviles y comunicadores- estas palabras Carla las dijo por el comunicador para que llegaran a todos.

Vórtice es un tipo asiático, de pelo moreno liso, ojos negros, piel del color de la porcelana y de unos 30 años. Contó Fauna. Sin duda, nada que ver con la descripción de Dimensión. Aquel metahumano era otro muy distinto y que también parecía haber viajado en el tiempo.

Sí. eso fue lo que nos dijo Vórtice que diríais. Dijo Fauna. También nos contó que vuestra intervención cambiaría su futuro y que no se produciría el fin del mundo como pensabais. Nos prometió un mundo mejor para los metahumanos, una vida más sencilla donde serían los humanos los que nos temieran a nosotros y no al revés. Luego vio como sus enemigos parecían querer huir, Fauna se volvió a poner en pie y manifestó de nuevo un caballo delante de todos los ojos curiosos que les estaban vigilando y por segunda vez salieron huyendo dejando a Fiebre allí.

Terra había hecho una grieta en uno de los lados de la amplia avenida de La Castellana, una de las arterias principales de Madrid y eso les dio algo más de tiempo a Superhéroes Inc. para huir.

Tan solo quedaba unos segundos para decidir si Fiebre se quedaría allí y sería detenido por la policía, o si se lo llevarían consigo con el riesgo que supondría cuando recuperase la consciencia.

Antonio escuchó a Fauna y no le sorprendió la promesa que tal Vórtice le había hecho a ella y a sus compañeros. Imaginaba que muchos metahumanos habrían accedido a trabajar para Vórtice si les hubiera prometido un mejor mundo para los metas. Sin embargo, el hecho de que en ese mundo los humanos temieran a quienes tenían poderes le decía a AJ que aquel Vórtice no era alguien de fiar.

Si tenía la oportunidad, Chispazo intentaría que ese mundo que Vórtice intentaba crear no se produjese, pues si bien sería un mejor mundo para los metahumanos, el joven sabía que muchos humanos inocentes sufrirían.

-Creo que debemos llevárnoslo -dijo Antonio, señalando a Fiebre, pues sabía que si lo dejaban allí solo, la policía lo arrestaría-. Sé que tenemos órdenes y tampoco es que me fíe de él, pero no voy a dejarlo tirado. Además, siempre podemos interrogarlo.

El heavy se aproximó al cuerpo inconsciente de Fiebre y decidió echárselo sobre los hombros, cargando con él mientras se abría paso hacia la grieta que había abierto Rebeca.

La cosa estaba siendo ligeramente mal, por lo que el joven echó un vistazo a aquellos que al parecer tan solo querían un mundo mejor, mundo que, por otro lado, si las predicciones que le habían contado a ellos eran ciertas, no era más que una mera mentira. Una mentira en donde solo el más fuerte sobreviviría... y el no era el más fuerte... ni de lejos.

-Si me permitís ayudar... -Comentó alzando la voz- Creo poder echaros una mano a eso de pasar desapercibidos... ¿Que tal si somos unos ancianos y sus cuidadores?. Sí, creo que eso podría valer...

Pocas veces Speculum había usado sus poderes, pues eran cosas que tan solo venían bien en momentos muy puntuales, momentos que, por otro lado, tenían que ser secretos, puesto que si todo el mundo conociera sus verdaderas cualidades, no tendría sentido alguno... o efectos. Sea como sea, el joven se concentró para hacer su plan realidad.

Convertir a los secuestrados en ancianos normales y corrientes, mientras que el resto en tan solo unos respetables cuidadores de ancianos que, desgraciadamente, se habían topado de bruces con una lucha de metahumanos. ¿Lo lograría?. Este esperaba que sí, puesto que si no lo hacía, más les valían correr.

"Una vida más sencilla donde serían los humanos los que nos temieran a nosotros y no al revés..."

A Terra no le hicieron gracia lo que implicaban aquellas palabras. Implicaban sumisión por parte de unos y poder para otros, demasiado poder, en su opinión. Tenía un carácter complicado y no acostumbraba a saber exactamente lo que quería, en realidad, pero sí sabía que una parte importante de ella sólo quería dejar de tener miedo a todo y que la dejasen vivir tranquila conforme era, no una demostración de poder que invirtiese los roles por completo. No quería que le tuviesen miedo.

Terminó de formar la grieta con algo de preocupación, aquello iba a liar una buena en la ciudad, pero no era el momento de arrepentirse, pues sabía de sobra que les daría algo de tiempo. Se giró y echó a correr en dirección a sus compañeros, sintió alivio al comprobar que no iban a dejar tirado a aquel metahumano.

- T-tienes razón, -le dijo a Chispazo- si lo coge la policía va a ser peor para todos, es mejor que nos lo llevemos, vamos.

Speculum-Si me permitís ayudar... Creo poder echaros una mano a eso de pasar desapercibidos... ¿Que tal si somos unos ancianos y sus cuidadores?. Sí, creo que eso podría valer...

Iba a emprender la marcha de nuevo cuando Speculum habló, se giró hacia él mirándolo incrédula y se encogió de hombros.

- Me parece bien, p-pero vamos a escondernos un poco, e-estamos a vista de todo el mundo. 

En un principio Carla había pensado en salir de allí volando con la mochila propulsora, pero pensó que ir volando llamaría demasiado la atención, además era mejor ahorrar energía, así que dejo desaparecer su mochila propulsora, e ir a pie.

Carla no tardo tampoco en dejar desaparecer su sable laser, aunque le costo algo mas, invocar aquella arma le había mostrado un sin fin de nuevas posibilidades para sus poderes, y era una muestra de lo que podría llegar a hacer en el futuro, si había futuro.- puedo si queréis intentar hacer una silla de ruedas para llevar al herido sin llamar tanto la atención.

Un metahumano del futuro. Eso contestaba a la pregunta de cómo tenía la información que tenía. Ahora faltaba por saber cuánto sabía de lo que iban a hacer a partir de ahora. ¿Podían adelantarse a él?¿Y cómo de sincero había sido con la gente que había contratado?

Preguntas que iban a tener que esperar a que no estuvieran en medio de una calle que habían destrozado con sus poderes durante una macrolucha entre metahumanos y en el sitio al que iba a llegar la policía de un momento a otro.

-Lo de cambiar de forma es buena idea. Lo de la silla de ruedas también. Y definivamente, lo de salir de aquí ya.

Lo que hizo Speculum fue justo lo que necesitaron para poder escapar de allí. 

Se habían quedado sin medio de transporte y llegar desde Nuevos Ministerios a Las Rozas iba a ser una tarea imposible si iban con una persona inconsciente y con aquellas pintas. Por suerte, el metahumano cambió la apariencia de todos los presentes y la silla de ruedas de Carla sirvió para que la ilusión fuese aún más convincente.

Apenas una hora más tarde, el grupo estaba de nuevo en la base de Superhéroes Inc. Los esbirros de Salcedo no la conocían. Pero se trataba de una simple nave en un polígono industrial con capacidad suficiente para alojar a Superhéroes Inc. al completo.

En cualquier caso, nadie se preocupó de enseñarles todo el complejo, quizá había algunos secretos que preferían no compartir con ciertos individuos de dudosa moral.

Se habían salvado de la policía y de aquellos metahumanos. Pero habían generado más odio aún hacia los de su clase, pues la grieta y el combate había generado muchos destrozos que costarían miles de euros arreglar. Desde luego que la opinión sobre los metahumanos no había mejorado en absoluto.

Ahora tocaba descansar y recuperar energías. Mañana tocaría trazar un plan sobre qué hacer con Fiebre que aún seguía inconsciente y sobre cómo recuperar a Salcedo que se lo habían llevado aquel grupo de inesperados rivales.

Viernes, 11 de julio del 2025.
Soleado, temperatura 25ºC
Hora Local: 20.25; 

Día de la fusión: 17 de julio del 2025 a las 19.00h
Quedan: 5 días y 22 horas 35 minutos

Basilisco miró alrededor evaluando lo que veía y casi se sintió decepcionada. En cierta forma había esperado una mansión con acceso a una base secreta en el subsuelo cuando tiras de cierto libro en la librería, hologramas azulados semitransparentes y vitrinas con trofeos de los villanos que habían derrotado. Resultaba prosaicamente práctico. No es que realmente pudiese quejarse, personalmente prefería la sustancia sobre el estilo, incluso si algunas veces tenía que hacer concesiones por cuestiones de marketing.

-Imagino que no vais a darnos un tour por las instalaciones, y si no vamos a hacer nada más hoy, nos veremos mañana a primera hora.-No tenía mucho interés en pasar la noche bajo su vigilancia.-Aunque teniendo en cuenta que Vórtice conoce vuestra existencia y ya ha interferido en vuestros planes, yo no me fiaría mucho de que no conozca también este sitio. Y quizás más cosas. No sabemos si su información proviene sólo del futuro, o tiene fuentes actuales. Si yo fuese Vórtice y supiese de quienes tenía que preocuparme, lo primero que haría sería poner micrófonos e intentar ganar acceso a vuestra red. O quizás infiltrar a alguien. Pero yo no juego limpio.

Se puso la cazadora, aunque sin abrochársela. Prefería no llevarla en la mano para tener las manos libres, pero hacía calor.

-¿Qué vais a hacer los demás?