Partida Rol por web

Gaia Negra (+18)

En busca de Selene

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17/04/2019, 09:55
Vigía-del-Alma

Notas de juego

De acuerdo. Pues pienso en algo. No hace falta que me des réplica si estás por otras cosas. Yo me lo guiso, yo me lo como. Sólo quiero dramatizar el aprendizaje y el pacto para cuadrar el gasto de puntos. En un post lo arreglo.

Yo de ti tiraría adelante con la idea inicial. Si hay muchos PJs dados de baja y crees que los que quedan no podremos aguantar lo que nos viene encima, haz uso de "protecciones de guión", licencias y cosas así, hasta que la situación reclame un justo final, bien sea bueno o malo. En definitiva, que lo que importa es rolear.

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17/04/2019, 16:45
Vigía-del-Alma

Siguiendo las instrucciones de Sokhta, Vigía-del-Alma y el resto Feras supervivientes que habían acudido en ayuda de Selene se replegaron y evaluaron los daños en sus filas. Aunque por fin la situación estuviera controlada, algunos  engendros del Wym seguían campando a sus anchas por la superficie lunar y debían ser aniquilados cuanto antes para recuperar por completo el reino. El lobo mexicano se propuso para localizar heridos y sanarlos y, por ello, en compañía de Lunas-Gemelas y de dos voluntarios más, se encaminó hacia las inmediaciones del enorme cráter que había dejado el impacto de Anthelios.

Notas de juego

Voy escribiendo a ratos...

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04/05/2019, 20:04
Vigía-del-Alma

La devastación producida por el impacto de Anhelios cubría de humeante esterilidad hasta donde alcanzaba la vista. Aunque los ríos de lava se hubieran secado, todavía había algunas zonas del paisaje presas de las mortíferas llamas del Wyrm que aguerridos supervivientes insistían en sofocar. No obstante, pese a la desgracia reinante, la esperanza concedida por la reciente victoria hacía ver todo aquel desastre desde el optimismo. No todo estaba perdido.

Vigía-del-Alma avanzaba entre socavones y rocas carbonizadas con Lunas-Gemelas al hombro y acompañado de dos Garous supervivientes que, como el Uktena, se habían ofrecido para localizar heridos y auxiliarlos. Ninguno de los presentes hablaba. La atención de los Fera estaba puesta en cualquier movimiento o sonido que pudiera delatar la posición de algún compañero en necesidad. La travesía duró largo rato y, después de saldar con éxito el enfrentamiento con un puñado de perdiciones desorientadas, el grupo de rescate encontró al primer náufrago en aquel mar de destrucción.

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05/05/2019, 23:16
Vigía-del-Alma

Unos gemidos provenientes del interior de una gruta, probablemente oculta, antes del impacto de Anthelios, por el torrente de una cascada, alertaron al grupo de rescate. De un salto, los Garous se introdujeron en el cauce empedrado y seco del riachuelo y, tras cerciorarse de que los gimoteos provenían en aquella dirección, se escurrieron con cautela entre las piedras ennegrecidas que flanqueaban la entrada de la cueva.

Tras cruzar los oscura oquedad, los tres lobos esperaban notar en sus pieles el frescor particular que emana del interior de un accidente fluvial de tales características, pero sus epidermis lo único que recibieron fue una calidez similar a la que se respiraba en el exterior. El polvo y el hollín también había llegado hasta allí y su alta concentración hacía que, en ocasiones, produjera repentinos ataques de tos en los Garous. El grupo avanzó por la oscuridad durante largos minutos siguiendo la guía de Lunas-Gemelas, que recomendaba el mejor camino para alcanzar unos gemidos cada vez más claros, pero también más intermitentes.

Finalmente, al final de un largo y angosto pasillo, los lobos percibieron en la lejanía un resplandor tintineante que enmarcaba una estrecha hendidura en la roca. Decididos, con la urgencia de localizar cuanto antes al supuesto camarada herido, los lobos avanzaron hacia la luz, sin poder dejar de notar una paulatina subida de la temperatura ambiente que les hacía presentir lo peor a cada paso que daban.

Notas de juego

Ya queda menos...

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06/05/2019, 16:31
Vigía-del-Alma

Vigía-del-Alma, Lunas-Gemelas en mano, fue el primero en atravesar la grieta al final del estrecho pasillo. Tras ella, una amplia caverna de techo alto y unos veinte metros de diámetro se abría en la roca como si una enorme bola de fuego hubiera dejado su forma tras fundir el mineral y desaparecer. El suelo había perdido su acostumbrado toque arenoso y ahora era compacto, pulido y tremendamente caliente. Las paredes, pese a ser sólidas, presentaban una sinuosidad en sus formas que recordaban la cera fundida de los cirios de las iglesias. Así mismo, su tacto también era sumamente cálido.

El Uktena avanzó unos pasos y, con suma estupefacción, localizó la fuente de luz que se filtraba por la hendidura y, por ende, el origen de los gimoteos. En lo alto de un bajo promontorio, rodeado por una grieta repleta de lo que parecía ser lava burbujeante, una figura antropomórfica se agitaba delante y atrás en un balbuceante trance. El Garou se aproximó unos pasos más hasta alcanzar una roca lo suficientemente grande para ocultarse y desde allí indicó a sus dos acompañantes que se acercaran con cautela.

“¡Esto huele a Wyrm que tira para atrás!” –dijo con indignación Rasmussen, un Fenris de, por su acento, clara ascendencia nórdica, mientras se colocaba junto al Theurge y olfateaba intensamente el aire.

Halima, la Caminante Silenciosa del grupo, se unió a la aseveración de su compañero sin denotar ningún tipo de sentimiento.

“En efecto, pero aquí hay algo más. Creo que el Wyrm tiene a alguien preso en esta cárcel de roca fundida.”

Vigía-del-Alma asintió si dejar de mirar a la figura gimiente.

“No nos queda otra opción que averiguar qué ocurre.”

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22/05/2019, 19:48
Vigía-del-Alma

Vigía-del-Alma salió de su escondite con la firme convicción de enfrentarse a aquel enviado del Wyrm. No obstante, Lunas-Gemelas alarmada le paró los pies.

"No seas temerario. No sabes a qué te enfrentas."

El Garou buscaba con la mirada el acceso menos comprometido a la cima del promontorio donde se encontraba la figuraba gimiente.

"Para saberlo, lo único que puedo hacer es enfrentarme a ello. ¿No crees?"

Las vara plateada temblaba en desacuerdo entre las garras del Crinos.

"No, no es necesario. Antes de delatar tu presencia y perder el beneficio de la sorpresa, puedes averiguar muchas cosas sobre tu enemigo. Y no me refiero a las cosas que percibes a través de tus sentidos mundanos."

El Theurge dudó y volvió a acuclillarse tras el parapeto de roca. Su silencio dio pie a Lunas-Gemelas para exponer su plan.

"Sin necesidad de aproximarme, soy capaz de conocer el estado del espíritu de allá arriba. Puedo leer en la energía que irradia si está furioso o sosegado, si está abatido o exultante, si está perdido o concentrado... Cualquier cosa que sepamos de él antes de lanzarnos a un más que probable ataque supone una ventaja."

Rasmussen y Halima miraban extrañados la inactividad del Uktena mientras este, ajeno a cuanto le rodeaba, se comunicaba telepáticamente con el arma de doble hoja.

"¿Y sabes lo mejor de todo? Que reúnes las condiciones adecuadas para aprender esta habilidad. Tan sólo debes poner la mente en blanco y permitirme, por un momento, tomar los mandos."

Vigía-del-Alma no tuvo tiempo a responder. De repente, su cuerpo fue invadido por una energía gélida que, ante la sorpresa de los otros Garous, le arrojó contra la pared de roca y lo dejó inconsciente sobre el suelo. Estos, alarmados, se aproximaron al Uktena con intención de auxiliarlo, pero algo paralizó sus cuerpos en el momento en que salieron del cobijo que les ofrecía la roca.

"Aunque Padre Anthelios haya sido derrotado en la superficie, aquí, en las profundidades, yo, Malava, la Llama Volcánica, soy la que reina. ¿Quiénes sois? ¿Cómo osáis entrar en mis dominios sin permiso?"

Una voz cavernosa resonó a sus espaldas. Los gemidos habían desaparecido.

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29/05/2019, 20:39
Vigía-del-Alma

Los ojos de Vigía-del-Alma se abrieron y liberaron un resplandor plateado que contrastaba con su acostumbrado mirar ambarino. Poco a poco se incorporó y cuando se hubo colocado frente a la fuente de aquellas presuntuosas palabras, habló con una voz vibrante y andrógina, parecida a la suya, pero como si su tono se hubiera visto mezclado con el de otra voz, una femenina, la de Lunas-Gemelas.

"Eres parte del veneno que Anthelios inoculó en las entrañas de Selene. Aunque el desastre se parara a tiempo y tu insignificancia no suponga ninguna amenaza para el reino lunar, tu mera presencia aquí es una ofensa y debes ser expulsada inmediatamente."

Ante el Uktena, un imponente Garou en forma de Crinos, de pelo chamuscado y humeante, le miraba con el fuego del odio en los ojos. Sus piernas y brazos, en los lugares donde el bello había caído, estaban cubiertos de ampollas rojizas que amenazaban con un estallido inminente. Su voz, al igual que la del Theurge, también era andrógina.

"¡Cómo osas, insolente! Haré que te tragues esas palabras y, cuando te venza, tu receptáculo me servirá al igual que este ridículo montón de pelo."

Una sonrisa provocativa se dibujó en el rostro del Uktena.

"Malava está nerviosa y ello nos beneficia. Alberga mucha ira, pero sabe que Anthelios ha sido expulsado y sin un líder se siente perdida. Por ello, ha poseído a ese Garou y está aquí escondida. No nos costará mandarla lejos, aunque tendremos que ir con cuidado si no queremos hacer daño a su esclavo."

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06/06/2019, 00:30
Vigía-del-Alma

El Garou de piel carbonizada se lanzó sin aviso sobre Vigía-del-Alma con las garras extendidas, pero un corto movimiento de cintura del Uktena fue suficiente para que, anteponiendo a Lunas-Gemelas, el repentino ataque fuera bloqueado. Ello consiguió que una brecha sanguinolenta se abriera en el palpitante antebrazo del lobo calcinado que, sin inmutarse, se preparó para una nueva acometida.

"Eso ha sido un error. No debemos dañar a su esclavo."

El combate prosiguió ante la mirada impotente del Fenris y la Caminante Silenciosa, que seguían inmovilizados por el poder ponzoñoso de Malava. Vigía-del-Alma encadenaba fintas y bloqueos gracias a la intervención de Lunas-Gemelas mientras que el lobo poseído no cesaba en su intento de conseguir herir de muerte a su adversario.

En muchas ocasiones, durante aquel agotador combate, el Theurge, guiado por la marcialidad de su ente amigo, tuvo la oportunidad de asestar un golpe mortal a su contrincante, pero la intención de no herir al huésped de Malava postergaba una y otra vez el final de la refriega. Lunas-Gemelas empezaba a notar el agotamiento físico de Vigía-del-Alma, cuando, aprovechando la soberbia de su enemigo, decidió arriesgarse y poner punto y final a la batalla. Tras dar un salto hacia atrás y salir del alcance de las zarpas del Garou, el espíritu lunar en boca del Uktena se dirigió desafiante a su enemigo.

"Malava, enfrentémonos sin necesidad de carne. Las dos en esencia, tal y como fuimos creadas."

El Garou chamuscado titubeó.

"¿No me querrás hacer pensar que, en el fondo, necesitas más de lo que dices a ese - dijo Lunas-Gemelas con sorna -"ridículo montón de pelo"?

La trampa estaba tendida.

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13/06/2019, 20:06
Vigía-del-Alma

Las miradas de los dos Garous se clavaron desafiantes la una en la otra.

"Vigía-del-Alma, ¿eres merecedor de la gracia de Sokhta?"

El Uktena se disponía a preguntar a Lunas-Gemelas a qué se refería con esas palabras, cuando, de repente, sus ojos estallaron en un fulgor gris y de su aliento emergió una densa nube plateada que lo envolvió  y lo hizo levitar unos centímetros.

"No pienso seguir adelante si tú no abandonas también tu envoltura."

El lobo poseído chasqueó los dientes y sonrió con desdén.

"Como quieras, necia. No necesito ayuda para vencerte."

De repente, el cuerpo lleno de ampollas del Garou empezó a convulsionar hasta que, deshecho en un sinfín de temblores, se desplomó inconsciente con los ojos en blanco y las fauces grotescamente desencajadas. De ellas, empezó a desprenderse una sustancia anaranjada que, a medida que manaba de la boca del lobo, adquiría una viscosidad semejante al magma que, al precipitarse sobre la roca, horadó el suelo y creó un humeante charco de fuego líquido.

Poco a poco, del vertido candente empezó a emerger un ser abotagado de fuego y humo, de cuyas inciertas facciones se podía leer una mueca profundamente malévola. Del mismo modo, la nube plateada se condensó en un forma humanoide, esta más grácil y armónica, aunque sin rasgo alguno.

"Aquí me tienes, ridícula esclava plateada. ¡Acabaré contigo!"

El ser argénteo levitó rápidamente hacia un lado y, sin dificultad, esquivó el envite del demonio de fuego. No obstante, la embestida sí alcanzó a Vigía-del-Alma que se encontraba tras el espirítu de plata y, semi inconsciente, cayó al suelo con el pelaje humeante.

"¡Vigía-del-Alma, ahora es el momento! ¡Usa el don que te otorgó Sokhta!"

El Theurge levantó con dificultad la cabeza del suelo. Debido al fuerte impacto contra la roca, el Garou se sentía desorientado. Fue por ello que tardó algunos segundos en tomar plena consciencia de lo que estaba ocurriendo. El ser informe de lava trataba una y otra vez de alcanzar con sus lánguidos brazos de lava a una cada vez más agotada Lunas-Gemelas. Si todo seguía así, el espíritu de plata no podría mantener a raya al enemigo mucho tiempo más.

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15/06/2019, 20:38
Vigía-del-Alma

"¡Usa el don que te otorgó Sokhta!  ¡Usa el don que te otorgó Sokhta!"

La voz desesperada de Lunas-Gemelas retumbaba dolorosamente en la maltrecha mente del Garou que era incapaz de comprender lo que trataba de decirle su amiga. Todavía aturdido, el Uktena se alzó pesadamente y, apoyando su peso en la pared de roca de la caverna, observó horrorizado como, al fin, Malava acorralaba al espíritu de plata y lo cubría con su mortal abrazo de fuego. La tenaza flamígera desató un dolor atroz en el ente que, debido a la conexión espiritual que compartía con Vigía-del-Alma, hizo que ambos experimentaran el mismo sufrimiento indescriptible. Fruto de la necesidad irrevocable de detener aquel padecimiento, un grito desesperado se abrió paso en la garganta del Theurge.

"¡Para, para!"

Entonces, ante el desconcierto de los Garous presentes, el engendro del Wyrm abrió sin más sus apéndices y liberó a Lunas-Gemelas que, en cuanto se vio libre, huyó en busca del cobijo que le ofrecía el arma de doble hoja. Una expresión de estupefacción e ira se intuía en el rostro deformado de Malava.

"¡¿Qué?! ¡¿Cómo puedes...?!"

La inmensa descarga de dolor sufrida hizo que Vigía-del-Alma recuperara por completo la conciencia y, aunque todavía acusando las heridas de la lucha, se incorporó totalmente y se dirigió cojeando hacia el ser de fuego. Lo que su mente empezaba a intuir respecto a lo que acababa de ocurrir fue ratificado por la voz de Halima, la Caminante Silenciosa, que, pese a seguir inmovilizada por el poder de Malava, no había perdido detalle de todo lo que había acontecido.

"¡Vigía-del-Arma, tienes el don de comandar a los espíritus! ¡Lo puedo sentir!"

A la mente del Uktena acudió inmediatamente el mágico momento en que Sokhta, después de la dura batalla contra Anthelios, le había ofrecido un beso y entonces supo que el don de la incarna estaba en él.

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17/06/2019, 17:10
Vigía-del-Alma

Los ojos ambarinos del Garou se fijaron en la desconcertada e iracunda criatura del Wyrm que seguía aturdida por el repentino cambio de tornas.

"¡Malava, te ordeno que liberes a mis compañeros!"

De repente, la fuerza invisible que retenía los movimientos del Fenris y de la Caminante Silenciosa se esfumaron y ambos cayeron al suelo agotados por la tensión del cautiverio. No obstante, no tardaron en recomponerse y situarse en guardia junto a su compañero que, desafiante, seguía manteniendo la mirada en Malava. Vigía-del-Alma se sentía fuerte y, con la seguridad del que se creé dueño de la situación, espetó al engendro de fuego.

"¡Ahora te ordeno que abandones este lugar y regreses al reino de Anthelios!"

Aquella palabras hicieron que el demonio quedara repentinamente en silencio y, por un momento, borró todo tipo de emoción de su rostro amalgamado. No fue hasta pasados unos segundos de incomprensión, cuando una creciente carcajada procedente de la boca deformada de Malava auguró lo peor al grupo de Garous.

"¡Inútil! ¡No tienes poder para expulsarme de aquí! ¡Os destruiré!"

El cuerpo deformado del demonio empezó a convulsionar, mientras sus apéndices se agitaban violentamente en todas direcciones. Un espeso humo empezó a brotar de sus pies y, como si fuera una enredadera infernal, empezó a trepar por su tembloroso cuerpo hasta que, en menos de un minuto, cubrió su superficie por completo.

"¡Vigía-del-Alma, es cierto! Puedes darle órdenes sencillas, pero no tienes el poder necesario para hacer que abandone nuestro reino en contra de su voluntad."

Las palabras de Lunas-Gemelas recorrieron frías la nuca de Vigía-del-Alma que observaba horrorizado como la nube de humo crecía a pasos agigantados. La fumarada alcanzaba ya varios metros de alto cuando, de repente, una implosión procedente de su centro disipó el corrupto vaho y dejó al descubierto el horror que hasta el momento había estado ocultando. Ante la mirada incrédula y espantada de los tres Feras se alzaba triunfante la gargantuesca montaña de fuego y roca fundida en la que se había transformado Malava.

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17/06/2019, 18:29
Vigía-del-Alma

Malava se deshacía en carcajadas de júbilo mientras avanzaba triunfante hacia el trío de Feras. Aunque pareciera imposible, tras la metamorfosis, el demonio había conseguido un aspecto todavía más deformado y alejado de la silueta humana que el que presentaba en su anterior forma. De hecho, su apareciera, que fluctuaba en convulsiones de fuego y lava a cada paso que daba, era totalmente bestial, incluso extraterrestre.

Dos enormes brazos eran arrastrados por el suelo de roca a medida que el demonio caminaba, dejando tras de sí un rastro de humeante roca carbonizada. Unas piernas rechonchas, pero robustas, aguantaban el enorme peso del gigante y, aunque no le confirieran agilidad de movimiento, la tremenda energía que liberaban a cada paso hacía temblar la caverna. La cabeza de la criatura, de forma ovoide, ardía en llamas rojas y negras y en su rostro, pese a presentar la misma amorfía que el resto de cuerpo, se podía leer claramente la expresión de la más pura maldad.

"Aunque me ordenes una y otra vez que me detenga, jamás abandonaré este reino. ¡Seguiré aquí, emponzoñando esta tierra y haciendo grande a Anthelios hasta el fin de los días!"

Dejándose llevar por el éxtasis de su discurso, Malava alzó uno de sus descomunales brazos de gorila y lo dirigió hacia Vigía-del-Alma. Este, todavía consternado por la transformación del horror en llamas, no reaccionó a tiempo y fue alcanzado por el tremendo impacto, que lo estampó contra la pared de la cueva y lo hundió en una montaña de cascotes.

Aquello fue más que suficiente para que Rasmussen y Halima descubrieran garras y colmillos y se lanzaran al ataque, pero, aunque fueran dos hábiles luchadores, no tuvieron nada que hacer contra la extrema fuerza bruta de la gigantesca Malava que, soportando sin problemas los envites de los Feras, acabó también por hundir entre piedras a sus dos contrincantes.

Con atronador paso, el engendro del Wyrm se aproximó al entumecido cuerpo del Fenris y extendió uno de sus flamígeros brazos hacía él. Lo agarró por el torso y, entre los gritos de dolor de su víctima, lo colocó frente a su horrorosa cara.

"Va siendo hora de concluir. Veamos a qué sabe vuestra carne."

Malava aproximaba peligrosamente a Rasmussen hacia sus fauces abiertas cuando, de repente, la temblorosa voz de Vigía-del-Alma resonó en la oquedad de la cueva. Cubierto de polvo y pelo quemado, semi incorporado de su lecho de rocas, el Uktena miraba a la sirvienta de Anthelios con unos ojos cansados, pero inyectados en rabia.

"De...detente..."

El brazo del gigante se detuvo, pero, lejos de estar frustrada, Malava lanzó una risotada.

"Lo único que consigues con esto en retrasar el fin de vuestras patéticas existencias. ¡Es que no te das cuenta! ¡No puedes expulsarme! ¡No hay nada que puedas hacer!"

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20/06/2019, 16:09
Vigía-del-Alma

Las garras flamígeras del espíritu del Wyrm se abrieron y el cuerpo humeante y laxo de Rasmussen cayó aparatosamente contra el suelo de roca. Halima, cuyo estado físico no era mucho mejor que el de sus compañeros, se sacudió trabajosamente las piedras desprendidas que la cubrían y se arrastró entre quejidos hacia el Fenris. Cuando hubo alcanzando al Garou, agotada por el tremendo esfuerzo que acababa de hacer, se encaramó a su gran camarada y, con la intención de salvaguardarlo de cualquier posible envite venidero por parte del demonio, lo cubrió con su propio cuerpo.

A pocos metros de allí, Vigía-del-Alma, desafiante, seguía manteniendo la mirada a una Malava cada vez más segura de la victoria. Pese a ser consciente de la comprometida situación en la que se encontraban, el Uktena no se resistía a claudicar y a bajar la cabeza ante aquel hediondo ser de llamas.

"Insolencia será lo último que reflejen tus ojos, lobo. ¡Desiste! ¡Ni tú ni los tuyos podéis hacer nada contra mi!"

Entonces, de repente, cuando Malava se disponía a descargar un pisotón sobre Halima y Rasmussen que supondría, sin lugar a dudas, el fin de las existencias de los dos guerreros, algo se agitó en un segundo plano.

"Quizás ellos no puedan expulsarte, pero yo sí."

Sorprendido, Vigía-del-Alma alzó la cabeza desde el montón de cascotes en el que yacía y miró a sus espaldas. Entre las gigantescas sombras proyectadas por la silueta candente de Malava, el Garou que minutos antes había estado preso por la voluntad del demonio ahora llamaba la atención de su captora con determinación. Ya no era el pelele cubierto de yagas contra el que Vigía-del-Alma se había enfrentado. Ahora, bajo su maltrecho cuerpo, una poderosa esencia palpitaba y luchaba por brotar fuera.

"Tú..."

Sin dar tiempo de reacción al demonio, el Garou empezó a entonar un cántico que, acompañado por los gestos acompasados de sus brazos, desembocó en un torrente de energía blanca que, desde las palmas de sus manos, se proyectó contra la desprevenida Malava que, al sentir el impacto en su piel ígnea, empezó a retorcerse de dolor.

"¡Malava, yo te ordeno que abandones este lugar!"

Con estas palabras, el engendro del Wyrm empezó a convulsionar salvajemente, ensartado por aquel rayo de refulgente energía. El incendio de su piel se desencadenó con una fuerza atroz y, durante unos instantes, iluminó la totalidad de la gruta con las llamas del mismísimo infierno. Entonces, pasados unos minutos en los que el aire ardía en las pieles de los Fera, poco a poco, el fuego fue perdiendo intensidad y, entre los gritos de afligimiento e ira de Malava, el cuerpo del demonio empezó a desintegrarse en negras cenizas que, antes de llegar al suelo, se consumían en el aire.

"Esto no acaba así. Padre Anthelios os destruirá. Él os des..."

Antes de que Malava concluyera sus palabras, su inmenso cuerpo acabó reducido por completo a polvo y, como si su encuentro hubiera sido fruto del recuerdo de una terrible pesadilla, en el interior de la caverna no quedó ningún rastro de su presencia.

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08/07/2019, 17:19
Vigía-del-Alma

Equinocio-Gris, guía espiritual de los casi extintos Evanescentes de Little Rock, fue el primero, junto a un puñado más de voluntarios, en acudir al auxilio de Sokhta cuando el debilitado reino de Selene, tras recibir el impacto de la Garra de Rorg, estaba siendo abordado por las hordas del Wyrm. Su mente fría fue decisiva en muchos altercados que tuvieron lugar entonces y, aunque nunca consiguiera una victoria rotunda ante el enemigo, gracias a su resolución fue posible contener el avance de la corrupción. No obstante, el desgaste de una lucha sin fin y la desesperación con la que el Theurge y sus compañeros no tenían más remedio que convivir día a día acabó haciendo mella en su ánimo y, tras la violenta irrupción de Anthelios en el conflicto, la supuesta firmeza de su alma acabó al fin hecha pedazos.

Gracias a esto, Malava, uno de los espíritus menores que acompañaron a Anthelios en su ataque contra Selene, logró doblegar la voluntad del Wendigo e introducirse en su cuerpo con la intención de propagar la corrupción con mayor facilidad entre el enemigo. Cuando su patrón demoniaco al fin cayó ante los pies de Sokhta, la monstruosidad de fuego, atemorizada al verse sola en territorio hostil, huyó a las profundidades de Selene y, mientras aguardaba a que su Padre enviara refuerzos, optó por descargar toda su frustración torturando el cuerpo y el alma del desdichado Theurge.

La esencia de Equinocio-Gris no habría tardado mucho en extinguirse si Vigía-del-Alma, Lunas-Gemelas, Rasmussen y Halima no hubieran acudido en su ayuda. Y por ello, el Wendigo, después de ponerse a salvo lejos de la gruta y explicar su historia, juró a sus salvadores que en el último de Little Rock siempre tendrían un brazo junto al que luchar, un hombro sobre el que llorar y una boca con la que conversar y que su gratitud hacia ellos es y sería eterna.

Notas de juego

Y se acabó.