Partida Rol por web

Buenos días haré con una reverencia
Poco es puedo decir que ya no le contará a Flor Gentil. Soy un simple comerciante que me he instalado recientemente por estas zonas y estaba investigando el ramal del río por sí encontraba alguna oportunidad de negocio. Sabía que estabais con hostilidades con Bastión y para que no hubiese problemas vine a pedir permiso desarmado con el fin de poder pasar y hablar. Por desgracia se me ha confundido con un espía y aquí estoy. Mi única opción es luchar a vuestro lado contra los mercenarios del Dragón para volver a conseguir mi libertad. Así que aunque no es de mi agrado así lo haré.

Flor Gentil parece a punto de escupir algo, pero Duro la detiene con un gesto mientras ríe con ganas.

Teníais razón Flor Gentil. No puede ser un espía... Miente muy mal. Y si es un comerciante es imposible que haya acumulado el oro para pagarlo con esa lengua de trapo...

jajajaj!!

Tras lo cual se pone serio.

Venga, sed sincero. No nos toméis por tontos. Sed sincero y haré lo que pueda por vos. Veréis que somos mejores de como nos pintan esos adoradores de Manos.

lLa verdad es que yo realmente había venido a comerciar con buenas intenciones pero no tengo intención de matar a nadie porque una elfa loca de ira me lo diga. Así que si me mandáis contra los caballeros del Dragón por muy mal que me caigan me girare contra vosotros y luchare por mi libertad, libertad que me habéis arrebatado sin justificación. escupirá en el suelo

Llegados a este punto decid que hacer conmigo pero no esperéis que me quede esperando sin hacer nada. En la medida de lo posible intentare escapar y si para ello tengo que matar a alguno de vosotros lo haré. No era lo que yo quería pero me estáis obligando. Así que adelante entrad en esta jaula y matadme si os atrevéis escoria elfa

Os lo dije!

Exclama Flor Gentil a Duro.

Es uno más de esos humanos obstinados y llenos de ira. Le doy una oportunidad de redención y decide revolcarse en su inmundicia. Si hubiéramos caído en sus palabras engañosas a saber qué nos habría vendido este espía. Comida envenenada o armas defectuosas. Alguna de esas tretas de humano traidor. Os digo que cada vez se parecen más a esos estúpidos orcos.

Duro parece decepcionado, sin atreverse a replicar.

Quería comerciar con el enemigo de su gente... Y en cambio no se atreve a levantar la mano contra ellos. O es un espía o un cobarde. 

Duro se masajea los ojos, preocupado.

Sea. Son vuestros prisioneros... Y vos, juglar de la órden del Malabarista? Qué tenéis que decir al respecto? Habéis estado muy callado...

Gran señor... Yo... Nosotros... Subimos con este hombre en su barco, sabiendo que quería conocer a la gente que vivía al lado del río, y nuestros caminos parecían coincidir. Tuvo a bien llevarnos con él y ha sido un buen hombre con nosotros. Queríamos saber más cosas sobre eso que se dice de los asentamientos humanos arrasados.

Cuando embarcamos no había guerra entre nuestros pueblos, y no sabíamos exactamente el alcance de este conflicto. Le aseguro que sólo somos una compañía de bardos que quiere ayudar a su gente... No somos gente de guerra... Somos gente de paz. No deseamos ningún mal a los elfos ni a nadie, buenas gentes.

Tras un intercambio de frases entre Flor Gentil y Duro parece que al final Flor accede a liberar a Parl y su gente. Él intenta interceder por ti pero ella se niega con vehemencia.

No. Ese descarado se quedará en su celda. No quiero a un humano con esa ira suelto por ahí. Y tened presente que si os dejo libre es por llevar a mujeres en vuestra compañía y que parecen contentas de estar en ella. Si no fuera así os aseguro que desearíais estar en el lugar de ese comerciante de pega.

Id...

Les dice a Parl y los suyos.

Una patrulla os escoltará hasta los límites de nuestras tierras y se os entregarán vuestras armas una vez allí.

En otras circunstancias seríais bienvenidos, bardos errantes, pero ahora no. Marchad en paz...

Añade Duro. Una vez se han ido y te has quedado a solas con Duro, te mira y añade:

En cuanto a vos... Cuando acabe esta guerra me aseguraré que seáis liberado. Es posible que esto sólo sea una confusión y que la ira nuble vuestro juicio... Pero no soy nadie para juzgaros... Sólo soy un guerrero. Mi Matriarca, o la Gran Señora serán las encargadas de decidir sobre vos. Ahora os recomiendo descansar y meditar sobre vuestros actos.

Y se marcha sin dejarte sitio a réplica, para no rezagarse mucho detrás de Flor.

Me moveré por la fortaleza buscando una forma de escapar. Buscare algunas zonas con objetos inflamables para lanzar conjuros de prender a distancia y crear una distracción para que así me sea más fácil. También mirare si hay prisioneros e intentar liberarlos.

Antes de irme intentare ver cuantas tropas son, etc

Poco después que te quedas solo sacas la ganzúa rota de debajo del colchón, la arreglas con tu hechizo de mending y vuelves a intentar abrir la cerradura.

Trasteas un poco y rápidamente oyes el familiar "clac" y la reja se abre sin un quejido. Avanzas por le pasillo y ves que las celdas están vacías.

Sales con cuidado. Asomas la cabeza fuera, pues las celdas dan al patio de la fortaleza. El recinto es un hervidero. Hay muchas tropas. Claramente hay tropas de otros lugares y este sitio debe ser el punto de encuentro. Tropas acorazadas como Duro se mezclan con tropas más ligeras. Los sirvientes humanos se afanan arriba y abajo en sus quehaceres. Nadie parece reparar en ti... Al menos de momento. En el recinto debe de haber más de 200 elfos... Quizás 300.

A primera vista no ves nada inflamable. Bueno, sí que ves unos establos con varios caballos y un buen montón de forraje, aunque no hay puntos de luz cercanos. Tejados de paja de varios cubiertos que rodean el patio...

Lo que ves claro es que justamente ahora será más complicado. Quizás cuando se vayan sería más sencillo, pues está claro que van a partir en breve.

Buscare algún lugar donde sea fácil esconderse hasta q se vayan y luego me moveré.

Pasa un rato cuando sale un guardia, que llevaba tu comida, dando la alarma de tu huida. La fortaleza parece un hormiguero cabreado, con montones de elfos arriba y abajo buscándote.

Por fortuna has encontrado un buen escondite y aunque en varias ocasiones pasan soldados cerca de ti, no reparan en ti.

Llega la noche y la búsqueda cesa, aunque los hombres siguen en guardia.

Desde la puerta abierta ves que fuera han montado un campamento y estás seguro que a la mañana siguiente partirán y la fortaleza quedará con lo mínimo.

No ves a las Guardianas de la Luz por ninguna parte.

Hay la pequeña puerta secundaria que da sobre la empinada escalinata que baja por el risco hasta el río, o bien la puerta principal que da a la llanura que se extiende al norte y al sur. La llanura donde están acampados los elfos. La puerta principal crees que la pdorías flanquear sin problemas (siendo un 20 la tirada de sigilo te cuenta para esto) pero la secundaria es pequeña y está custodiada por un guardia elfo. Sólo es uno y lo podrías matar, pero eso sí que ya sería tu declaración irrefutable como espía.

Me esperare a que se vayan y quede la guardia mínima para escapar. Me gustaría avisar a la orden del dragón pero ellos van a caballo y nunca llegaría a tiempo.
Aprovechare cuando se hayan ido para ver si puede rapiñar algo, no habrá muchos guardias y debería ser "sencillo" moverse por el lugar.

Decides esperar para no jugártela... Parece ue últimamente manos te ha puesto a prueba más de lo necesario y no quieres darle razones para seguir haciéndolo. Te acurrucas en el escondrijo que has encontrado y durante la larga noche das cortas cabezadas. Tienes hambre y sed, pero el castillo está en alerta por tu huida y si te pillaran iba a ser algo peor que una celda limpia.

Llega el amanecer y el ajetreo te arranca de los arrullos de Manos. Tienes todo el cuerpo dolorido por la mala noche, pero al menos sigues "libre".

Una hora más tarde el castillo se ha quedado sumido en el silencio. Sales de tu posición y puedes ver que hay unos pocos guardias elfos en las almenas y numeroso servicio humano en sus labores, limpiando cagajones de caballo, cargando cubos de agua y otras tareas serviles similares.

Las puertas están cerradas y mínimamente vigiladas.

Me moveré durante el día. Primero iré a las cocinas y robare algo de comida. Luego investigare el lugar.

En aquellos lugares que sean importantes, rollo la capilla, habitaciones nobles, etc. Tirare un detectar puertas/compartimentos secretos.

Quiero acercarme a los calabozos y ver si tienen a alguien prisionero.

Consigues algo de comida sin dificultad, aunque hay bastantes sirvientes logras eludirlos. Tienes un pan recién horneado y un queso.
 Devoras con ansia una aprte de ello, y con lo que sobra podrías estirarlo un par de días.

En la fortaleza hay varios lugares de interés...

Ves una armería y en la torre del homenaje hay lo que crees que debe ser un pequeño templo y las habitaciones del señor del castillo.

Observando el castillo ves que no es muy antiguo, y que a pesar de ser de estilo humano tiene cierto aire refinado... Crees que ha sido edificado por elfos, inspirándose en diseños humanos. Jurarías que su función es de puesto de observación, para vigilar todo el valle que se extiende a su alrededor y controlar a posibles intrusos a mucha distancia.

Las habitaciones del señor están vacías... Son unas estancias limpias pero bastante sencillas, como si su ocupante no disfrutara de este lugar. Como si no deseara dormir aquí. No hay nada personal. Sólo lo básico. Una cama, un armario, un escritorio y una silla...

En el escritorio descubres una carta que está a punto de ser enviada.*

nada más de interés.

El pequeño templo tiene un bonsai de roble en medio del salón de piedra. La tierra que rodea el bonsai está cubierta de musgo y es un ambiente muy agradable. Se oye el canto del agua y el lugar genera mucha paz. El aire huele a bosque después de llover.

Nada más de interés.

La armería contiene una pequeña forja y en los armeros hay unas pocas armas élficas. Espadas, arcos, flechas, lanzas... Hay tres armaduras medias de escamas. No hay nadie en la armería y no está cerrada con llave.

nada más de interés.