Partida Rol por web

Escucho sus palabras y trato de mostrarme amable y sin reproches.

- Si la Orden de la Rosa esta actuando en contra de sus propios ideales y juramentos yo sere el primero en ponerle arreglo, pero si resulta ser un embuste o manipulacion me encargare de ajusticiar a sus culpables. -no uso amenaza alguna en mi tono, dejando claro que ni pienso que algo asi pueda venir de su parte o del propio Rey- Cumplire con lo que esperais de mi.

Hago un gesto caballeroso con la cabeza y me despido de el. Decidido a poner fin a todo esto y a sacar la autentica verdad. Ire a la Casa Capitular, y desde el propio Ser Escarcha hasta el mas bajo de los escuderos sera investigado. Desde la discrecion y confianza que me otorga mi rango de Mecenas y ex-Caballero.

Te despides del secretario y te dedicas a investigar con discreción el tema.

Pasas una semana con ello pero poco avanzas. Desde tu posición de mecenas y excaballero tampoco tienes muy accesible a ser Escarcha y aunque tienes alguna conversación con todos ellos no se muestran muy abiertos a hablar de sus otros mecenas o de nada que sea referente a contabilidad. No puedes saber si mienten o no pues no hablan de ello. Dicen que velan por el anonimato de sus benefactores. Se ha de evitar la vanidad y esas cosas.

Eso sí, te dicen que la órden agradece las donaciones y que sin ellas no sería posible mantener la orden. Gracias a las donaciones de gente rica y de testamentos a favor de la orden intentan dar una mejor vida a los vasallos que ahora les pertenecen.

Me levanto a la mañana tras una semana perdida, el tiempo ha pasado rapido sin conseguir nada, sin avanzar en esta investigacion que me provoca tanta repulsion. Dentro de mi solo espero y deseo que desde palacio esten equivocados con todo esto, porque sino..... no, no quiero pensar en ello.

Son demasiados rumores, tretas, verdades o mentiras para un humilde caballero como yo. ¿Que debo hacer ahora? ¿Infiltrarme como una rata en la que ha sido mi propia casa? ¿Espiar a mi propia familia?. No, tajantemente no. Puede que ya no tenga el rango de caballero pero sigo siendo un hombre de honor.

Desayuno bien y me preparo, colocandome mi armadura minuciosamente y tomando todas mis pertenencias. Salgo con paso decidido hacia el despacho de Ser Escarcha e irrumpo en él. He fallado a mis estrictos modales pero esto es algo que hay que afrontar aqui y ahora, de hombre a hombre, la burocracia sobra.

- Ser Escarcha, siento irrumpir asi en vuestro despacho pero debemos hablar ahora mismo. Es un asunto de vital importancia y no puedo esperar a que la diplomacia siga su lento curso. -me fijo si esta solo o no en el despacho, aun asi dire- Si alguna vez habeis sentido orgullo por este ex-caballero de vuestra orden me atendereis ahora Ser.

Entras en la casa capitular con tus pertenencias y aunque varios caballeros y escuderos te ven, no te detienen. Tu determinación y tu condición como caballero hasta hace muy poco hacen que no sepan como actuar. Vas hasta el despacho de ser Escarcha y entras con decisión, los guardias del pasillo, que no se lo esperaban gritan una queja y corren hacia ti.

Entras y ves que Ser Escarcha estaba con alguien, ambos se quedan en silencio ante tu irrupción y ser Escarcha te escucha con atención. Parece fastidiado con tu intrusión, pero no dice nada. Detiene con un gesto los guardias que iban a prenderte, parece que medita unos segundos tus palabras y despide con un ademán a todos los presentes.

Se pone en pie y avanza dos pasos hacia ti. Su expresión es imperturbable. No sabrías qué siente ahora mismo.

Bien... Decidme...

Asiento con la cabeza cuando decide echar a la gente y atenderme, cuando me habla con su mascara gelida en el rostro asiento de nuevo.

- Gracias por atenderme Ser Escarcha. -hago una leve pausa- El asunto del que os hablo es de vital importancia, ya que si es verdad os habeis labrado un enemigo demasiado poderoso ademas de mi propia persona, y si es falso resultara que ese enemigo demasiado poderoso ya ha empezado a destruiros.

Le hablo con respeto en todo momento, pero mi voz es firme y decidida al igual que mi mirada la cual no deja de escrutar los frios ojos de Ser Escarcha.

- Fuí a pedir audiencia con el Rey, como ya sabeis busco el reconocimiento de todos los Reyes de Gallantia para mi nueva orden. Me entreviste con su secretario y este al saber de que gozo de la confianza de mis ex-compañeros de la orden me fue franco. -hago una pausa y por fin suelto por mi boca lo que tanto me cuesta decir y de creer- Me informaron que la Orden de la Rosa está metida en asuntos turbios,cosas que no creería dado que soy alguien de recto proceder. Estáis acumulando mucho poder y creen que teneis socios y mecenas, poco recomendables. Quizás actúais por desconocimiento o por mala fe, eso no lo saben, pero en cualquier caso quieren limpiar la orden de las malas hierbas y para eso me han reclutado a cambio de la audiencia y reconocimiento del Rey, y tropas. Pero me conoceis bien Ser Escarcha, no lo hago por recompensa alguna lo hago porque aun amo esta Orden de Caballeria, y en vez de robar vuestro libro de contabilidad donde han de figurar esos malos mecenas que os estan llevando a hacer cosas en contra de los ideales de la orden estoy aqui delante vuestro contandoos esto.

De nuevo hago una pausa mirandole fijamente a los ojos, y en un tono que no deja lugar a replica, solo la del acero le digo:

- Asi que porfavor Ser Escarcha, enseñadme ahora mismo ese libro y demostradme que se equivocan. Contadme toda la verdad y sere el primero en ayudaros a demostrar la inocencia de la Orden y a destapar las mentiras que estan arrojando contra vuestra. Pero si no me lo enseñais..... estareis dandole la razon y no tendre mas remedio que actuar por el bien de la Orden de la Rosa por la cual he sangrado tantas veces y siempre llevare en mi corazon.

Te escucha, y a medida que hablas se fruncen sus labios hasta ser una linea muy fina, blancos como la leche, por la tensión. Sus pupilas tiemblan con la ira que pugna por salir. ya has acabado cuando él sigue en silencio, mirándote como si fuera una estatua de sal. Casi parece que no sea humano... O elfo en su caso. En ese estado te parece un ser viejo, muy viejo, y despierta sensaciones similares a las que te despertó Syranel. Es como estar ante un roble milenario.

No tendré más remedio que que actuar por el bien de la orden...

Repite en un susurro frío e impersonal, como si no estuvieras allí. No deja de mirarte, con su expresión, como si mirara a una hormiga.

Dejáis la orden, la orden que tanto decís amar y al poco venís exigiendo nuestro libro de contabilidad para curiosear en él... Extraña forma tenéis de luchar por la paz y por unir nuestras razas... Venir a mi despacho y amenazarme...

Se vuelve de espaldas a ti, se dirige a una estantería de madera muy recia, cerrada con unas puertas que parecen de bronce pulido. Saca una llave de su pecho y lo abre. Dentro hay una serie d elibros alineados, todos con un lomo de cuero granate. Saca uno de los tomos y lo tiende sobre la mesa, generando un gran ¡Blam! que demuestra el enfado de ser Escarcha.

Aquí lo tenéis. Miradlo a placer... ser. No sois más que un títere en manos de vuestros gobernantes. Qué lástima... ¿Qué os han prometido a cambio de esto? Reconocimiento... Si no supiera de vuestra integridad ahora mismo no estaría haciendo esto, os lo aseguro.

Me mantengo mirando a Ser Escarcha mientras guarda silencio, cuando veo la expresion que me recuerda a Syranel empiezo a pensar que voy a tener que cruzar la espada con un gran caballero que muy seguro me supera en experiencia y destreza, aunque no siento temor mi mente viaja de nuevo a Largamirada, si muero aqui no volvere a verla...

Cuando me reprocha le contesto:

- Amo la Orden de la Rosa y es por ello que actuo de cara ante semejantes acusaciones, porque dentro de mi guardo la esperanza que la culpa sea mia y todo haya sido un engaño para ponerme en vuestra contra Ser Escarcha.

Decido no añadir nada mas y veo como se gira y empieza a abrir la estanteria. Cuando lanza el libro encima la mesa demostrando su enfado intento no sobresaltarme y sigo mirandolo del mismo modo, con absoluta seriedad.

- Agradezco que confieis en mi y hagais esto Ser Escarcha, y no hay nada que desee mas que revisar este libro y ver por mis propios ojos que todo era un embuste. -hago una pausa y abro la portada del libro, levanto la vista y le digo de corazon- Y tened claro que a mi no se me puede comprar, ni con reconocimiento, riquezas, caballeros... nada.

Es entonces cuando empiezo a pasar paginas y enfrascarme en el libro de cuentas. Mirando que hay de verdad en todo lo que me ha dicho el secretario.

Miras el libro y ves muchas entradas... Muchas... Páginas y páginas de donantes... Los hay pequeños y modestos, otros no tanto... Te llevará un rato mirarlo, pues tampoco estás acostumbrado a estas cosas (no tienes profesión contable, senescal o algo similar) por lo que tendrías que estar un buen rato fisgoneando, y no sabes si ser Escarcha va a aguantar tanto rato esta especie de interrogatorio sin razón.

Me enfrascare en la lectura y tratare de memorizar los donantes mas importantes. Aun asi le pedire a Ser Escarcha que sea paciente porfavor. Que solo soy un humilde caballero y no un contable.

Le pides paciencia, vas pasando las páginas y te das cuenta que no es tan sencillo, pues hay donantes donde consta elque hace entrega del dinero, pero que lo hace en representación de otros, y notodas la sentradas son dinero. Las hay que son propiedades, privilegios...

Notar la mirada gélida de ser Escarcha fija en ti no te ayuda en tu búsqueda y ha pasado un rato cuando la voz de ser Escarcha resuena muy seria.

Ya es suficiente, muchacho. Tengo muchos asuntos que atender y ni vos, y ni tan siquiera el Rey tiene derecho a fisgonear en los asuntos de la órden. Marcháos. Podéis informar a vuestro rey de lo que habéis visto aquí...

La ardua tarea de contable no esta hecha para mi esta claro que mi habilidad es con la espada y la palabra. Por mucha paciencia que pida a Ser Escarcha esta claro que esta se ha acabado tan pronto como he entrado por la puerta acusandole.

Dinero, propiedades, privilegios, personas en representacion de otras personas.... demonios, no entiendo nada ni saco nada en claro, solo que no veo nada extraño y que el enfado y orgullo herido de Ser Escarcha son suficientes para mi, son suficiente para darle por inocente a el y la Orden de la Rosa. Y de no ser asi.... me habre equivocado de nuevo. Un hombre ha de saber asumir riesgos y hacerse responsable tanto de sus logros como errores.

- Os pido mis mas sinceras disculpas Ser Escarcha, aunque no soy contable no he visto nada extraño o fuera de lugar aqui. Por una parte me alivia, pues como os dije antes lo ultimo que deseaba es que semejantes acusaciones fuesen ciertas porque aun amo esta orden. Por otra parte me averguenza haber sido engañado y haberos faltado al respeto y es por ello que aceptare cualquier castigo o represalia que encontreis oportuna Ser Escarcha. Y por ultimo, si el secretario y el Rey estan haciendo estas acusaciones.... conseguiran convencer a alguien de robar el libro y perjudicar a la orden que es lo que me habian pedido a mi y no he hecho. ¿Como creeis que deberiamos afrontar esto? La Orden de la Rosa tiene un gran enemigo en el Rey y sus subditos ya que os acusan de cosas graves, pero recordad que yo siempre sere vuestro aliado y ellos no saben que he os he dicho todo esto, solo esperan que vuelva con el libro robado y les de mi informe.

Te va escuchando con cierto disgusto, aunque ante tus últimas palabras se le esboza una ligera sonrisa que se esfuerza por ocultar. Cuando acabas recupera su compostura y vuelve su máscara gélida.

Todos tenemos enemigos... Y el valor de nuestros enemigos nos ha de servir para medirnos y saber que hacemos lo correcto. Tener enemigos poderosos nos demuestra que estamos haciendo lo correcto...

Recoge el libro y lo guarda. Vuelve a cerrar el armario y se vuelve hacia ti.

El Rey está celoso de nuestro poder. Hacemos el bien que ellos deberían hacer y no hacen y nos tienen miedo. Miedo de que acabemos por ocupar su lugar... Marchaos. La Orden de la Rosa no se valdrá de subterfugios. El Bien prevalecerá.

Parece que va a decir algo más, se pone algo melancólico pero calla.

Marchaos.