Partida Rol por web

Al llegar a Burgundia parece que te están esperando y te antienden en una amplia sala de mármol pulido, como si fuera excavada la sala en la roca viva y no se percibe donde acaba una pared y empieza el techo o el suelo. te recuerda vagamente a la sala de curación orca, pero es mucho más soberbia, como es de esperar de tu pueblo. Dentro de la sala hay tres figuras de pie. no hay nada en la sala. Nada de nada que no sean las tres figuras. los dos reyes enanos y el que reconoces como Krômdil El Viejo, el Mayor de tu órden.

És él el que habla.

Traéis un poderoso artefacto. Esa joya fue creada por el mismísimo Artífice, a petición de sus hijos... o eso dicen nuestros escritos... Hemos de comprobar ciertas cosas... procesos más allá de tu comprensión, hijo. Tanto tiempo esperando esto... Usamos la joya con precipitación y somos los causantes de mucho mal desde entonces, pero ahora podemos poner remedio a todo eso... Quizás...

Y con unos sencillos movimientos conjura una mano de mago para tomar la gema.

Os debemos mucho. He de reconocer cierto orgullo. No pensamos que esta gema tuviera más usos que el que se le dio, pero el Artífice, como es natural, tenía previsto lo ocurrido y tenía pensadas otras cosas para su creación.

Tu bastón se pone a hablar.

Glorin ha hecho mucho por la causa y por el regreso de nuestro Señor. De mi Padre. Llevo observándole mucho tiempo y es digno para conocer los secretos.

Dice con una voz segura que jamás le habías oído.

Tras esto, su voz se quiebra en lo que parecen sollozos.

Pero... Pero... El Enemigo me torturó...

Y para todos se hacen evidentes sus muestras de quemaduras y adornos de plata arrancados con saña.

Y sabe algo... Pocas cosas pudo sacarme... indicios... Pero el Enemigo sabe más de lo que parece. Y las piezas ya se han puesto en marcha. Glorin está preparado. Intuye pero no sabe. En su interior mora el Artífice.

Miro al bastón con una mirada mientras uso mi vínculo telepático con él Traidor! Como has podido ocultarme cosas después de tanto tiempo, deberían haberte sacado más piezas!!! pienso mientras aprieto con fuerza el bastón y pongo la mejor de mis sonrisas.

Contadme mastro. De que se trata? digo mientras me desenredo la barba con una mano de cuatro dedos.

Ya están desviando el tema de conversación, les importa una mierda el pueblo enano y menos yo y el Nuevo Mundo. Al menos es recíproco.

No aquí. No ahora. Mis palabras, que son las del Artífice no están hechas para no iniciados. Ni aunque sean los reyes de los enanos. Piensa en ello. Sé que nos ofreces la obra del Artifice con el corazón abierto, pero también intuyo necesidades...  Todo tiene su recompensa, y es hora de probar tu lealtad para saber de qué material estás forjado. Te puedo ofrecer acceso a nuestros secretos y a parte del poder del Artífice... O el oro que percibo que necesitas. El oro que crees que necesitas.

Tuya es la elección. Piénsalo con calma. Yo ya nada más tengo que decirte ahora. Y puedes quedarte con los reyes para tratar temas de reyes.

Se retira, pero antes de irse dice algo más, sin volverse.

Cuando hayas tomado tu decisión lo sabremos, y vendremos con lo que ansías...

En cuanto so quedáis los tres es Schilbung el que habla. parece que cuesta y su voz es atronadora y lenta como un alud que cae de una montaña.

Os hemos escuchado... Y es el momento. Irán guerreros a vuestra ciudad. Cuando llegue el momento sabrán qué es lo que les conviene apoyar.

Pero el rey Nibelung interviene.

No. No es el momento. Es el momento de demostrar sinceridad y de olvidar afrentas. Ya saben lo obvio. No hace falta tomarlos por imbeciles ni forzar algo que ha de ser un ejemplo de buena relación de vecinos. Aunque menos, los humanos son tan fértiles como los orcos. Les cuesta mucho menos reemplazar cada guerrero muerto. La guerra es nuestra perdición.

Le dice a su homólogo feo y cabrón.

No si ganamos.

Y nada queda claro. Al menos no de momento.

A lo último solamente puedo añadir Ganaremos y me agacho a modo de reverencia. El mundo ha cambiado mis reyes, es la guerra de los longevos contra los fértiles, es una cuestión puramente de supervivencia. En dos o tres de nuestras generaciones habrá tantos humanos y tantos orcos que los enanos no tendremos donde vivir. Si me permitís... tengo un contacto poderoso entre los elfos, Flor Gentil. Es una de sus líderes y está más que dispuesta a marchar con sus guerreras a la guerra.

Hago una pausa alzando mi mano de cuatro dedos para advertir a los reyes Pero nunca ganaremos en batallas a campo abierto a pesar de que los humanos han perdido un gran ejército de mil hombres son muchos y fértiles. Debemos usar la magia y la astucia evitar tantas batallas como nos sean posibles. Usar otros métodos... como ya puse en práctica con los líderes de la orden del Dragón. Uno murió, sin derramar una sola gota de sangre enana. Os ruego que escuchéis mis consejos solamente deseo servir a Burgundia.

Tan pronto acabe de la reunión iré a buscar a Kromdil. El enano no me ha entendido, en ningún caso quería oro y así tengo intención de transmitírselo. Solamente quería oro para revivir al caballero humano, o un clérigo, se lo prometí.

Ambos reyes se miran, y casi al unísono asienten, para escuchar tu plan. Quieren saber qué quieres hacer con esos enanos que te pueden dar.

Me quedo sorprendido de que estén accediendo a escucharme, es más de lo que esperaba. Bueno... la idea es usarlos para defender el Nuevo Mundo es nuestro mayor lugar avanzado en la superficie, a pesar de que la ciudad que estoy construyendo es subterránea. Estoy seguro de que volverán a atacar igual que lo hicieron el año pasado. Dispongo solamente de unas pequeñas fortificaciones, 20 guerreros enanos e instalaciones para aguantar asedios. Aunque este año será ampliado no aguantaríamos un ataque masivo y por muchos enanos que vengan nunca habrá suficientes para resistir grandes batallas ahí... lo mejor sería un pequeño destacamento que ahuyente a pequeños ejércitos pero no sea una amenaza para llamar a grandes ejércitos enemigos. En Ilanil se establecerá un nuevo puesto donde probablemente estará la cura de la plaga así que es más que probable que todas las razas se encuentren ahí. El Rey de Nuevo Bastión me dio permiso para construir y organizar una Torre de Magia en el Nuevo Mundo. Propongo que usemos la torre para atraer comercio e influencia y que sobre Ilanil y la cura siempre esté la sombra del Nuevo Mundo, si pasa cualquier cosa estaremos cerca para intervenir. 

Camino un poco por la sala para estirar las piernas.

De los estudios e investigaciones que se lleven a cabo en la Torre de Magia la primera beneficiada sería Burgundia pues haría llegar cualquier avance aquí. Los magos escasean y además están separados, rara vez se organizan. Pues bien el primer lugar donde lo harán será en una extensión de Burgundia y al servicio de los enanos. Lo mejor será hacer que los humanos dependan de nosotros en la medida de lo posible y que los elfos nos esten agradecidos, de eso ya me encargaré yo no os preocupéis mis reyes. Tengo tres regalos que se ganarán su corazón blando. 

Llegado el momento ya me encargaré de hacer desaparecer a los líderes de nuestros enemigos con mi magia y otras artes más mundanas pero siempre evitando la guerra frontal. Aunque sabed que no me asusta y seguramente la ganaríamos también, somos enanos. acabo diciendo con orgullo.

El rey se mesa la barba, mientras el otro mira al infinito, con la mirada encendida, perdida en el vacío. Nibelung deja de mesarse la barba cuando acabas y asiente.

Sí... Los magos humanos son escasos, y los elfos no son muy queridos por los habitantes de Nuevo Bastión... Podemos sacar ventaja de ello... Ni los orcos ni los medianos son diestros en la magia... Quizás Krômdil puede... perscindir de alguno de sus hombres... O quizás algún mago ajeno al Artífice...

Parece complacido por tus palabras.

Niego antes las últimas palabras del Rey. Los enanos de nuestra orden que sigan haciendo su trabajo. Ya me encargaré de sacar talento de otros lados y ponerlo al servicio de Burgundia. Mientras seguiré construyendo un Nuevo Mundo... más que soldados necesitaré trabajadores cualificados. Si me dais la bendición real yo mismo lo buscaré mis reyes.

Va hablar Nibelung cuando Shilbung le interrumpe con su voz atronadora.

Habéis dicho un nombre. Flor Gentil. Líder de las Guardianas de la Luz.

Hace una corta pausa antes de continuar.

Fueron Guardianas las que atacaron las caravanas entre nosotros y los humanos. Tuvimos que cambiar nuestras rutas. Muchas molestias. Y muertos. Espero que no estéis detrás de todo eso... De alguien sacaron nuestras rutas. Todas nuestras rutas. Eso sólo pudo ser cosa de un enano.

Y tras ello avanza un paso y te mira fijamente. Esperando una respuesta.

Enfrento la mirada del Rey enano como si fuera la de cualquier otro enano. También dicen que los elfos son los causantes de la plaga y hoy sabemos que no tienen nada que ver. Los ejércitos de orcos que viven en el castillo negro tienen poderosos líderes, una criatura clérigo, aberraciones y una maga poderosa. Así como un círculo de magos que su poder está mucho más avanzado que el mío. Con tales poderes no sería muy difícil hacer lo que habéis descrito.

Me rasco la barba un poco y vuelvo a la carga Además, decís que cayeron elfos? Podrían ser los fanáticos de manos usando a enanos para hacer su trabajo sucio. 

Acabaré esbozando una leve sonrisa para añadir No se si os estoy entendiendo mi Rey... estáis pidiéndome que acabe con Flor Gentil? Si esa es vuestra voluntad la cumpliré gustoso, no creáis que le tengo mucha estima. Es una elfa, no un enano.

Después de responderle mira al otro rey y gruñe, molesto.

¿Véis? Todo es confusión. Lo mejor sería acabar con todos. Conjuros, engaños... Mierda y más mierda. Montones de mierda. ¡Ojalá tuvieran todos un solo cuello para poder cortarlo de un solo tajo!

Y hace un gesto en el aire con su mano, para dar más énfasis.

Nibelung asiente y te mira.

Sí... Lo mejor sería matar a Flor Gentil. Algo público. Que se sepa que no se puede jugar con nuestro pueblo. Y ya que los elfos se desentienden de estos ataques y de las acciones de sus Guardianas no osarán entrometerse en esto...

Esa elfa es un peligro.

levanta la mano, como recordando algo que le has pedido antes.

Ah! Y sobre vuestra petición... Bien. Decidnos qué tenéis pensado y os daremos lo que pedís. ¿Herreros? ¿Canteros? Mineros? Nos encargaremos de ello...

Asiento a los reyes.

Aunque recordad que próximamente se hará un concilio en Ilanil para convertirlo el centro de la cura con el árbol. Si mis reyes han sufrido una afrenta de Flor Gentil porque no lo usan para sacar más partido? Los elfos son cobardes y no osarán entrar en otro conflicto, al contrario, os compensarán por la afrenta.

Los miro bien para inspeccionar sus gestos.

Conozco a otra líder elfa, Senda, que es el opuesto a Flor Gentil. Incluso tengo un token de amistad con su pueblo. Si queréis sacar tajada de este incidente os sugiero que habléis con ella mejor... tiene una especie de complejo de hermana mayor con Flor Gentil. Como veis conozco a todos nuestros enemigos.

Schilbung te mira como si fueses retrasado pero Nibelung asiente ante tus astutas palabras.

Nada más dicen y parece que dan por concluida la reunión.

Hago una reverencia y me retiro Hasta más ver, mis reyes...

Una vez haya salido de la sala de los reyes me iré de allí e iré a buscar a Kromdil por las instalaciones de nuestra orden. Deseo transmitirle a mi maestro mi voluntad sobre la recompensa, me ha interpretado mal. Quiero los secretos del artífice, no oro.

Vas al Gran Templo del Artífice y cuando te identificas y dices a qué vienes te hacen espera run rato y finalmente te guían hasta una estrecha obertura oscura. Allí te dejan solo. Bajas por estrechos pasillos largo rato, hasta que la piedra da paso a un entorno mecánico, de metal, cubierto de tuercas y engranajes, con un esordecedor sonido de los mecanismos girando. Toda la superficie está cubierta de piezas que conforman un enorme mecanismo, y tú estás en su interior.

Finalmente llegas hasta una puerta, o algo así. Una pared redonda, de metal, y al acercarte se abre como un iris.

Entras y ves eso, una enorme sala llena de piezas girando, sin motivo aparente, con un ruido ensordecedor. Y allí está Krômdil, que te mira, como sabiendo.

Bienvenido a la Sala de la Máquina... Aún estás a tiempo de cambiar de idea... No todos pueden ser capaces de aguantar la presencia del Artífice, aunque sea mediante su reflejo en esta sala... No serías el primero que accede aquí y muere después de hablar con Él. Lo que descubras aquí no será agradable, pero será la verdad.