Partida Rol por web

Hay una alta mujer en la habitación. En cuanto la puerta se abre, ella mira de reojo por un momento y luego regresa a lo que estaba haciendo: Estudiando una representación holográfica de una cadena genética, parecería.

-Doctora Mizuno, le traigo a las piloto.- Eiko intenta llamarle la atención, bajando un poco el tono de voz y sonriendo lo más amable que puede. No parece que sepa muy bien cómo se supone que deba tratar con esa mujer.

Tras unos momentos de silencio y contemplación durante los cuales casi parecería que les está ignorando, la mujer hace un gesto sobre el holograma y este se desvanece. Ella se gira al trío y les observa.

-Buenos días. No será necesaria vuestra presencia, pero podéis quedaros a observar.- se dirige a los dos asistentes 'de-facto' para luego mirar al trío y señalar a las camillas. -Os agradecería que tomaras asiento. Necesito tomar algunas muestras. No dolerá.

Con la única que cruza miradas por más de un instante es con Haruka, a quien le dedica una breve y minúscula sonrisa y asentimiento antes de regresar a su porte serio.

Me despido con la mano de mi padre y, con un susurro, le digo "Te quiero ¡Ánimo, sigue así!". Tras esto, voy a reunirme con los demás para ir al área médica.

La sala está llena de todo tipo de material y maquinaria médica, como un hospital en miniatura. Al menos esta sala está bien preparada, eso tengo que reconocerlo. Con quién nos encontramos allí es con la doctora Mizuno. Miro a Haruka y veo que hay un parecido razonable entre las dos, aunque una es "albina", con los ojos verdes, y la otra es castaña con los ojos pardos. Ante su frase, afirmo y me siento en la camilla, levantándome la manga de la camisa.

- Doctora, he leído mucho sobre usted. Es increíble como consiguió elaborar una respuesta al virus neuronal que amenazó Marte hace tantos años - la halago, intentando no sonar muy pedante.

El ambiente de la enfermería era de lo mas natural para Haruka, estaba tan acostumbrada a estos laboratorios como a su propia casa. Haruka estaba feliz de ver a su madre. Justo ahora se sentía como una niña que acaba de llegar de una excursión escolar y quiere contarle todo lo que paso a su madre. Pero, claro esta, su madre seguía siendo la misma de siempre.

- ¡Mas pruebas! ¿no estas feliz con todo lo que hiciste esta semana? ¡25 mama! ¡25 en una semana! ¡Ya rompiste tu record!

A pesar de sus quejas, Haruka obedeció sin poner mas quejas y se sentó en la camilla y le mostró su brazo. Cuando Haruka se levanto la chaqueta, una piel mas blanca que cualquier otra se asomo por debajo. Pero justo en el área de su articulación, había un pequeño cambio de color. Su piel era un poco mas oscura. Estaba claro que no era una mancha natural.

- Lo ves Se- Selenn. -Dijo en respuesta a cuando Selena elogió a su madre- ¡Mama es la mejor...! Aunque es una fanática de las jeringas ¡Ten cuidado!

Tendré que hablar con la cocina para que me dejen usarla

La ciencia y Vega tenían un pacto de no agresión. Ella dejaba que fuesen los profesionales los que se ocupasen de tratarla y ella no la cuestionaba sin motivo. Creía en la ciencia y en que era la solución a casi todos los problemas, pero no conocía nada más que aquello que tenía una utilidad práctica para ella. La única ciencia que alguna vez le había interesado de verdad era la astronomía, quizás porque era la profesión de su padre.  De modo que, al contrario que sus dos compañeras, no tenía nada con lo que alabar a la doctora... pero tampoco nada de lo que quejarse o que temer. Si la doctora tenía que hacer análisis, que los hiciese. Si estimaban que tenían que recibir una vacuna especial, la recibiría. Consciente de sus limitaciones en ese campo y de que en ese momento era un soldado, no se sentía con derecho a recelar. No por el momento.

—Encantada— dijo sentándose en la camilla. No se le escapó la mancha de Haruka, pero por educación no dijo nada. Aparentemente, era el témpano que se había mostrado desde un primer momento... pero no pudo evitar una sonrisilla al ver el orgullo de Haruka por su madre.

-Lo lamento, Haruka.- respondió la doctora mientras recogía tres viales y un dispositivo no mucho más alto que su palma. -Es parte de los protocolos. Necesito tomar muestras antes de que pilotéis para poder estudiar posibles efectos adversos.

El pinchazo casi no se siente, resultando más bien un cosquilleo. La mujer apoya el dispositivo contra una de las pacientes, le da a un botón y mantiene el dispositivo ahí algunos segundos. Tras eso, retira el dispositivo, reemplaza el vial y una pieza, y repite el proceso con la siguiente.

Mientras está en eso, la mujer asiente con suavidad a Selena. Le agradece los halagos con un simple -Muchas gracias.-,  y se concentra en su trabajo. Lo que siguen son varias pruebas y preguntas sencillas. Preguntas de dietas, preguntas sobre ejercicio físico... Nada fuera de lo normal. A Haruka en particular no le pregunta casi nada: Seguramente ya tenga las respuestas que necesita.

Las dos asistentes acaban optando por esperar fuera, yendo a buscar un café (o té o agua, o lo que hayan pedido las pilotos) para luego.

Durante el pequeño examen médico se presenta un hombre de aspecto desarreglado. Va con el mismo tipo de uniforme que todos los demás en la sala de comando, pero lleva bastantes botones sueltos y le haría falta un planchado. No está muy bien peinado, ni muy bien afeitado, ni nada: Parece que ha hecho lo mínimo para estar medianamente presentable... y no mucho más. Al menos parece ser higiénico.

Tras entrar, saluda con la mano de forma vaga.

-Buenos días. Así que... Selena, Haruka, Vega. ¿No? Un placer.

-Estooo... ¿Os veis con confianza?- el hombre pregunta y toma asiento en una camilla opuesta a ellos. Tiene pinta de no dormir muy bien. La doctora mira de reojo al hombre pero luego se concentra en lo suyo.

-Si tuvieseis que luchar ahora mismo, montaros en esos robots, ¿podríais? Y tú, Haruka, ¿crees que podrías contribuir de alguna manera, incluso si tu robot no ha llegado aún? ¿Podrías pilotar otra cosa y defenderte, o te tendrían que llevar y proteger hasta que llegue tu motroco de meta alienígena?

Haruka estaba mas que acostumbrada a las pruebas de su madre. Estaba tan acostumbrada a los pinchazos que ya ni los sentía. Sabia de memoria todas las preguntas y procedimientos e incluso sabia con antelación cuanto tiempo tardaría exactamente y cuales serian los resultados. Las pocas preguntas que le hizo su madre eran todas sobre cosas del día de hoy, ¿Como se habia sentido? ¿Algún síntoma de fatiga o malestar? Cosas así. Cuando terminaron su pruebas Haruka se sentó de nuevo en una de las camillas mientras esperaba a que atendieran a sus compañeras. Mientras esperaba, le entraron ganas de tomar algo, así que busco a Sugiyama y lo mando a buscar una bebida.

- Oye Sugi. -Dijo en cuanto lo vio- Traeme algo de beber… Agua o algo, pero eso si ¡Bajo en calorías!… Y que ni se te ocurra traer algo con sabor a sandia, pera o piña. Yo no tomo esas cosas.

Mientras esperaba a que terminaran las pruebas de su madre, Haruka se dedico a estar sentada en una de las camillas con las piernas, mientras pensaba en todo lo que estaba ocurriendo y en como seria su Seraphine. De vez en cuando mecía sus pies en el aire por un rato, y luego se cansaba y se quedaba quieta, pero siempre volvía a mecer sus pies al cabo de un rato.

Cuando el tipo con aura de haragán entro en la enfermería, Haruka creyó por un segundo que se trataba de Sugiyama quien traía su bebida, pero al ver a este nuevo personaje entrar, un sentimiento de decepción apareció dentro de ella y se molesto un poco con el por no ser Sugiyama con su bebida, y cuando noto la pequeña mirada de su madre hacia el hombre en cuestión, esa molestia se incremento un poquito mas. Si su madre lo veía así, era por algo. Pero cuando el tipo comenzó a hablar sobre cosas serias y relevantes, el lado “Serio” de Haruka tomo control de cerebro de la chica y toda la molestia que sentía hacia el hombre desapareció, y su mirada se torno seria de nuevo. Se paro firme y hablo con la frialdad y tono necesarios para la situación. Dejo de ser esa niña maleducada y arrogante, y paso a ser la soldado que era.

- Si fuese una soldado cualquiera, lucharía hasta la muerte. Pero siendo una piloto en ese escenario, no lucharía. Según la información que me han dado, mi vida tiene un valor estratégico al ser la única compatible con el mecha en cuestión. Si no tengo la opción de luchar con mi maquina, poner mi vida en riesgo en una batalla como lo que seria un ataque sorpresa es una imprudencia que no voy a cometer. Aunque no me lo hallan dicho todavía, tengo entendido de que la vida de nosotras las piloto es una pieza que los humanos no podemos arriesgar a perder de esa forma. En una batalla como esa, daría prioridad a mi vida sobre todo hasta poder pilotar mi Mecha, una vez dentro de mi maquina, lucharía hasta la victoria o la muerte.

Haruka observaba al hombre a los ojos con una mirada seria, esperando por su respuesta. Sus palabras eran severas y su voz firme. Su respuesta probaba su fuerte sentido de la racionalidad y lo calculadora que era.

¿Eso serían jeringuillas modernas? No me atrevía a preguntar por si me tachan de cotilla. Aunque nunca había visto jeringuillas con esa forma, la verdad. Me pongo un trozo de algodón en la zona del pinchazo aunque apenas lo he notado, la verdad, y flexiono el brazo hacia adentro. No puedo evitar fijarme en la sonrisa que le lanza la doctora a HarukaHaruka. Se notaba que algo sentía la médico por la piloto. 

Se presenta entonces un hombre de aspecto descuidado. Parecía que trabajaba aquí. Y entonces nos hace una pregunta más bien... Extraña. 

¿Si nos vemos con confianza? 

Entonces en mi surge una duda ¿Estoy preparada para montar a FD-24? 

... 

... 

- Bueno, desde cierto punto de vista, sí. Yo sí tengo la confianza para subirme a ese robot y machacar culos extraterrestres - digo, con una gran sonrisa en el rostro. 

¿Segura? 

Vega fue aún más fría que sus compañeras, pero sorprendentemente no defendiéndose o explicando sus propias aptitudes, sino defendiendo a Haruka. Puede que no la gustase estar con críos, pero detestaba que se metiesen con ellos.  

—La pregunta es ¿podrías contribuir tú? Veo últimamente a mucha gente exigir rascacielos a quien no puede hacer una montaña de arena— Vega se frotó el brazo antes de bajarse la manga y ponerse en pie para acercarse al recién llegado. Vega era alta y no era precisamente una altura grácil y delicada, sino un cuerpo entrenado que le daba algo de presencia. No tenía porque responder a su pregunta, su curriculum hablaba por ella y aunque no lo hiciese, no tenía porque dar explicaciones. Y menos a alguien que ni siquiera se había presentado. —Si es algo hipotético tenemos más cosas que hacer. Si es literal, déjese de chorradas. 

La doctora Mizuno prosigue con sus procedimientos mientras el resto hablan con aquél recién llegado, cada una a su manera. El hombre, que parece tan solo unos pocos años más mayor que Vega, parece tomar las tres respuestas de igual forma: Asintiendo y pensando.

-Hmh. Bien. Eso quería escuchar.- concluye varios segundos de contemplación luego de que las tres hayan hablado. -No es un hipotético. Tened cuidado ahí fuera, ¿sí? Esto no puede acabar antes de que empecemos del todo. Puede que en las siguientes horas...

Antes de que puedan pedirle a aquél hombre que sea un poco más claro al hablar, suena una alarma en su brazalete. Él se incorpora y les hace un gesto para que le esperen un momento. Se aparta varios pasos y se lleva una mano al oído, donde tiene un único auricular inalámbrico. Tras escuchar un corto mensaje, el hombre responde: -... ¿En serio? ¿Ya? Han reaccionado más rápido de lo que esperaba... Alerta amarilla, despegue inminente.

En cuanto corta la comunicación empiezan a sonar alarmas. Una voz transmite un mensaje a lo largo de todas las instalaciones: "Alerta Amarilla: Movimiento enemigo detectado. Despegue inminente."

La doctora Mizuno reacciona con contenida sorpresa. -Acaban de llegar: No han recibido entrenamiento y aún no se han acabado las pruebas.

-No tenemos otra opción. Seguid la corriente, todo saldrá bien.

El hombre abandona la sala a paso apurado justo cuando los dos operadores irrumpen dentro, prácticamente corriendo.

Sugiyama está justo al lado. Carga una bandeja de plástico con las bebidas que traía para las piloto pero acaba por dejarlas sobre una camilla vacía.

-¡Voy directo a la sala de comando! Alice, ¿puedes llevarlas? ¡En cuanto me entere de lo que sucede, me pondré en contacto y os informaré de la situación!

-¡Pero, pero! ¿¡Cómo que despegue inminente!? ¡Ni hemos acabado el tour! ¡No hicimos las pruebas! Esto es una locura... Esto... ¡Seguidme, por aquí! ¡Os llevaré a la plataforma de despegue!-

Lo que sigue es una alocada carrera: Siempre y cuando no se hayan negado, Alice les guiaría por los pasillos en dirección a los elevadores.

El grupo desciende nuevamente a la planta inmediatamente superior al hangar. Está dividido en dos secciones: En una mitad hay robots de tamaño más o menos normal, y alguno que otro más grandote. Ninguno del tamaño de FD, pero los más altos están cerca de alcanzar a Takoyaki. Todos tienen un aspecto muy industrial, y son el tipo de máquinas que llevan usando los ejércitos desde hace al menos algunas décadas.

Hay mucha gente corriendo de lado a lado y poniendo todo a punto, especialmente en la segunda mitad: Allí es donde hay tres espacios dedicados a los Mechas que pilotarán Vega, Selena, y Haruka. El suelo se abre y poco a poco comienzan a ascender FD y Takoyaki para ocupar sus puestos. Miembros del equipo de ingeniería se ocupan de preparar los puentes de acceso, abrir la cabina, y preparar todo para un despegue.

La voz de Sugiyama suena por los comunicadores:

-¡Ya tengo algo de información! Las naves que traen a Seraphine desde Tierra han entrado al sub-espacio para iniciar su viaje hasta aquí... E inmediatamente después, nuestros sistemas de comunicación interplanetaria han fallado, y el enemigo ha comenzado a moverse. Creemos que están yendo a interceptar a Seraphine en el segundo Puerto Espacial, el que conecta Tierra con Marte.

-El número de fuerzas es reducido, y no hemos confirmado la presencia de ningún Mecha. Las proyecciones actuales indican que si todo va bien, podríamos llegar a Seraphine antes que ellos...

-... Pero aún sin Mechas enemigos, sin los nuestros no tenemos oportunidad de extraer a Seraphine, no sin cientos de muertes...- Alice termina la oración de Sugiyama. Suena muy, muy preocupada. De hecho, la misma expresión que tiene Alice está en todos los ingenieros y trabajadores que hay por la zona: Todos deben pensar de que es demasiado pronto; todos querrían unas horas, o quizás unos días, más para alistar todo.

El trío pasa frente a los puentes de acceso hacia FD y Takoyaki, aún siendo preparados. Siguen de largo y entran a una zona de vestuarios, donde hay tres trajes hechos a medida. Tienen el estilo que uno esperaría del genero: Son trajes algo holgados y de colores intensos y metálicos; en cuanto se colocan, un interruptor los vuelve ajustados al cuerpo. Los tres incluyen, entre sus varias funcionalidades, un sistema de soporte vital; también pueden desplegar cascos para subsistir en el espacio, de ser necesario. Todo tienen un diseño compacto y estilizado.

El aspecto visual en sí podría ser diferente para cada uno de los trajes: Después de todo, existe la posibilidad de que no hayan sido todos manufacturados por la misma compañía, sino que el trabajo de diseño y desarrollo haya sido distribuido de la misma manera que sucedió con FD, Takoyaki, y Seraphine.

-Las ordenes son que Haruka vaya montada en una de los otros dos mechas y que en cuanto recuperemos a Seraphine, se suba. Y que si algo sale mal, o el enemigo intercepta a Seraphine primero, o resulta que hay Mechas enemigos... Se emprenda una retirada inmediata.

La noticia fue como una patada en el estómago: desconcertante, paralizante y que dejaba un regusto amargo. Sin embargo, no había tiempo para lamentaciones, miedos o protestas; solo había tiempo para la acción. La piloto puso una mano en el hombro de Alice y sobre todo a la doctora antes de hablar, dirigiéndose a ella, Sugiyama y sobre todo a la doctora Mizuno.

—Está bien... Entrenásemos lo que entrenásemos siempre íbamos a pensar que era muy poco.— razonó intentando no encender más los ánimos antes de mirar hacía la puerta— Movámonos

El camino no era largo, pero las prisas y la tensión hacían parecer que el breve trayecto que habían recorrido antes fuese eterno, pero a la vez, no lo suficientemente largo como para ponerse al día de lo que tenían que hacer.

—¿Cuál de los dos mechas es más apto para llevar un pasajero y cual es el punto de acceso de Seraphine?— mientras caminaba, a paso ligero, Vega pidió información. No tenían demasiado tiempo para asimilarla, pero la poca que tuviesen disponible era vital— Necesitamos una imagen del mecha de Haruka para sa...

Las palabras se cortaron al ver a los ingenieros. No veía a Neil pero sabía que estaría aún más nervioso que ella y dándolo todo a pesar de la preocupación. Aquello no iba a ser fácil para nadie pero no podían pensar en ello. Pensar en esas cosas, involucrarse era lo que llevaba a errores. Tenía que encontrar la forma de... Vega sacudió la cabeza y continuó. 

—para saber como proceder... Y toda la información sobre como usar esos cacharros y si recibiremos apoyo y de que tipo. 

No me esperaba que nos llamasen tan pronto ¡Si a Haruka ni siquiera le habían traído su mecha! Pero la explicación de la misión deja claro lo que pasa. Estaban atacando al transporte del mecha de la chica. 

Malditos desgraciados. Quieren lo que es suyo. Sí que debe ser poderoso el dichoso mecha ¡Pues no se lo vamos a permitir! 

Dejo que Vega hable. Supuestamente, en Takoyaki hay más espacio. Total, es una bola, pero FD irá detrás, ya que es de apoyo. 

- Vega, prefiero que vayas tu delante. Yo la llevaré en FD. Es un mecha de apoyo, no está centrado en el combate. "Sabe" defenderse, pero prefiero que estés delante con Takoyaki abriendo camino conmigo detrás, siguiéndote los pasos - le pongo una mano en el brazo, suavemente - No te preocupes, no creas que te abandonaré. No me entrenaron para dejar atrás a soldados. 

Comentan entonces lo de las pérdidas de cientos de vidas. Miro alrededor. Todas estas vidas... Están en juego. 

No os fallaremos. Lo juro por todo lo sagrado. 

¿Que le pasa a este tipo? Pensó Haruka al ver la reacción de el hombre que las interrogo. Por otra parte, las respuestas de sus otras dos compañeras le llamo la atención. Ya que estaba en “modo serio” la reacción de Selena no le gusto, le parecía que su comentario le quitaba seriedad a una situación que requería, pero de entre todas las respuestas, la que mas la molestó fue la de Vega. “A alguien que no puede ni hacer una montaña de arena” era obvio que se refería a Haruka, y si Haruka odiaba algo era ser tratada como una niña. Aunque ella misma sabia que su comportamiento generaba esa impresión, aun así, detestaba con toda su alma ser subestimada o defendida solo por su inmadurez. Estaba a punto de quejarse con Vega, pero justo antes de que abriese la boca, la alarma sonó, Haruka entendió la situación de inmediato. Quien diría que aquel escenario que hasta hace segundos era hipotético se volvería realidad. Cuando el tipo les dijo que le siguieran la corriente no dudo en hacerlo. Al fina y al cabo, estaba segura de que no la mandarían al combate sin el Seraphine, así que lo mas sensato era quedarse con la persona de mayor rango, y, por el hecho de que al parecer fue este hombre el que declaro la alerta, el tipo misterioso era esa persona. Dispuesta a seguir a el grupo, Haruka comenzó a seguir al grupo hacia fuera de la enfermería, no sin antes detenerse un segundo para mirar a su madre y dedicarle una sonrisa mientras la tranquilizaba.

- Luego hablaremos mama.

Haruka siguió con dificultad al grupo, no era sorpresa que su condición física fuese la peor del grupo. Cuando el grupo llego a los hangares, Haruka tardo unos cuantos segundos en alcanzarlos. Estaba totalmente sudada y jadeaba con fuerza, aun así, logro recuperar aliento suficiente como para escuchar claramente la situación. Los enemigos estaban intentando recuperar a Seraphine. Era lógico, seguro los aliens no querían que los humanos tocaran su tecnología. Cuando recibió sus ordenes, Haruka no dudo en entender. Recuperar a Seraphine era prioritario, y viendo la situación, usar vehículos transportarlo no era una buena opción para asegurarlo, y ya que ella es la única que puede pilotarlo, asegurar a Seraphine depende de ella.

Haruka decidió no perder tiempo a la hora de cambiarse. Lazaba lejos todas las prendas que se quitaba y no le importó donde cayeran. Cuando vio el traje no preguntó nada y se lo puso sin mas, cosa muy rara viniendo de ella. Normalmente es muy quisquillosa con su ropa. Mientras se cambiaba, aprovecho para pedir información a Sugiyama a través del intercomunicador.

- Sugi -Llamo a su asistente-, dame toda la información que hay sobre Seraphine y como pilotarlo ya.

-Takoyaki está mejor equipado para operaciones de rescate... Creo que será el más apropiado para llevar un pasajero.- responde Alice a la consulta de Vega. Inmediatamente después transmite la petición de Vega a Sugiyama: Les ayuda a cambiarse y les enseña cómo ajustar los trajes. ¡Dentro de todo son bastante cómodos! Son de última generación, ofreciendo protección, movilidad, y algunas otras herramientas útiles. Una vez ajustados, resultan más o menos ajustados al cuerpo.

Tras que se vistan, Alice les ofrece dos objetos a cada una: Un cinturón capaz de emitir un campo de fuerza personal y una pistola de energía estándar, dos piezas de equipo estándar para militares. El cinturón mismo tiene varios puntos de agarre magnético donde poder descansar el arma, y otros futuros objetos. -Espero no los necesitéis. Y... Esto es vuestro. Para activar los mechas.-. Alice recoge una caja de seguridad, la abre con su brazalete y les ofrece una llave a cada una, ambas acompañadas de un collar. Son algo pesadas: Una es amarilla, otra verde, otra azul; la primera se la da a Vega, la segunda a Haruka, y la tercera a Selena.

Posteriormente, el trío es guiado hacia los puentes de acceso de cada mecha: Haruka y Vega a uno, Selena al otro; el tercer puente está deshabitado. Conectado a los puentes están FD y Takoyaki, ambos con sus cabinas abiertas.

Mientras avanzan, Vega consigue ver a Neil llegar corriendo y sostenerse de una barandilla, buscando. Está en un puente de transito normal, algo más alto y a unos metros de distancia del cual transita ella. Cuando cruzan miradas, él se aferra con más fuerzas a la barandilla. Está asustado, sin duda, ¿pero quien no lo estaría? Tras dudar unos momentos y antes de que el trío acceda a los robots, alza la voz: -¡Te espero para la cena! ¿Vale? ¡No tardes mucho o tendrás que comer mi chili casero!-, y nervioso como está, se esfuerza por sonreír tras conferirle semejante amenaza. Hay muchos platos que se le dan bien a Neil... Ese, en particular, no es uno de ellos.

En otro rincón de esa misma sala se puede ver la enorme figura del jefe de ingeniería, Krauss: Está dirigiendo a otros ingenieros y miembros del equipo para preparar todo para el despegue. Entre los que manda está el amigo de la familia de Vega, Dopee, quien confiere un saludo sencillo.

En una plataforma de control algo más elevada y protegida con pantallas de cristal se encuentra el padre de Selena, apoyado en un bastón. No se ven más caras conocidas que aquellas.

El interior de FD está lleno de pantallas y trastos. No hay demasiado espacio habitable fuera de lo que es la cabina, pero en caso de emergencia quizás podría llevar a algún que otro pasajero. La cabina de pilotaje está repleta de controles, principalmente en forma de pantallas táctiles. Hay muchos medidores y opciones.

El estilo en general es bastante moderno y respeta la paleta de color exterior de FD al hacer uso de blancos y azules principalmente. Es un entorno de aspecto limpio, estéril.

Por otro lado, el interior de Takoyaki tiene un aspecto bastante más industrial, mecánico. Si bien está igual de limpio que FD, los colores más oscuros y el poco trabajo por cuidar la estética quizás no llegan a dar esa sensación. Hace más uso de medidores analógicos que pantallas digitales, aunque también cuenta con ellas.

Si bien Takoyaki es más pequeño que FD, la forma más redonda y el hecho de que sus funcionalidades no requieren de tantos generadores o dispositivos de tamaños considerables le da más espacio interior. Para operaciones de rescate, sin duda es el dispositivo adecuado. En cuanto a sus controles, nuevamente muestra una predilección hacia lo analógico.

¿Cómo será Seraphine por dentro...? Casi respondiendo a esa duda es que llegan a sus brazaletes las imágenes del objetivo, además de planos de las naves que lo están transportando, puntos de acceso, y cómo acceder a la cabina de pilotaje de Seraphine.

Sugiyama les contacta, apareciendo en una de las pantallas de cada robot en lugar de en los brazaletes.

-Datos enviados. Estamos preparando la secuencia de despegue, poneros cómodas. Agh, necesitáis instrucciones de cómo manejar esas cosas... Esto... ¡Un momento! ¿Doctor?-

Unos momentos después, Sugiyama es reemplazado por el padre de Selena.

-El medidor frente al asiento tiene una ranura para vuestra llave. ¡Indica el output del núcleo! Una vez encendido con la llave, ¡reaccionará a vuestra presencia y alimentará a la nave!

-Os guiaré paso a paso, ¡pero los núcleos deberían responder a vuestras intenciones! Tecnología fascinante, ¿verdad? ¡Pero espero os hagan más caso a vosotros que a los demás!

Eso no suena del todo bien. Nunca los han probado antes con pilotos compatibles. ¿Será que saldrá todo bien...?

Pronto sería hora de poner esas máquinas a la prueba. No solo no tendrían la oportunidad de que les enseñen qué hace cada botón, sino que el primer ejercicio podría llegar a ser una batalla real.

No se ve excesivamente complicado... Hay muchos botones y medidores y opciones, pero todos están claramente marcados. Los controles más básicos son bastante simplificados, recordando quizás más a un videojuego que a un avión o máquina de guerra. ¿Será que entre sus intenciones rellenarán la información faltante?

Asiento, de acuerdo con Alice. Las dimensiones de Takoyaki eran mayores. En su cabina podrían caber varias personas. Solo esperaba que no se expusieran mucho y acabaran... Y con una mirada que le lanzo a Vega se lo digo todo. Me pongo el traje y compruebo el cinto y la pistola de rayos.

Yo también espero no tener que usarla...

Al darme la llave, la observo de arriba abajo y la sopeso antes de colgármela al cuello. 

Con esto le daré vida a FD. Ya voy amiga-lata, ya voy.

No puedo evitar sonreír de medio lado ante la escena que está teniendo lugar entre Neil y Vega. Entonces, empiezo a echar de menos a alguien... Pero no puedo permitirme la autocompasión. Me abofeteo la cara ligeramente con las dos manos a la vez y avanzo hasta el puente de mando de FD, al cual entro.

Me quedo fascinada por la cantidad de controles y botones que hay en ese mecha. Pero en los entrenamientos me dijeron que sería más o menos así, así que mi sorpresa dura relativamente poco. Me sitúo en el asiento del piloto en el momento en el que surgen los hologramas de Sugiyama , tras este, el de mi padre.

-El medidor frente al asiento tiene una ranura para vuestra llave. ¡Indica el output del núcleo! Una vez encendido con la llave, ¡reaccionará a vuestra presencia y alimentará a la nave!

-Os guiaré paso a paso, ¡pero los núcleos deberían responder a vuestras intenciones! Tecnología fascinante, ¿verdad? ¡Pero espero os hagan más caso a vosotros que a los demás!

- ¡¿Cómo que deberían?! Ah... Claro, no teníais pilotos compatibles, ya. Bueno, aún así... Muchas gracias papá. Para cualquier duda acudiremos a ti ¿De acuerdo? - me pongo sensible y, sin saber si me podía ver o no, me llevo los dedos a los labios y los separo, para mandarle un beso a mi padre. Tras eso, mi rostro se vuelve serio.

Allá vamos, cerdos invasores.

Cuando Haruka agarro el cinturón y el arma que Alice le dio, Haruka no les dio mucha importancia y puso todo donde iba, ya sabia que eran esas cosas y como usarlas, aunque nunca las habia usado de verdad. Entre las cosas que estudió del ejercito estaba el equipamiento básico como ese, así que sabia bien su funcionamiento. Lo que si llamo la atención de Haruka fue la llave del mecha, cuando la agarro se quedo mirándola por un par de segundos, el color y la forma eran interesantes. Pero no era el momento para fijarse en eso. Cuando Alice termina de entregar las llaves, el grupo salió corriendo de nuevo hacia la plataforma de despegue, y otra vez, Haruka iba atrás de todo el grupo corriendo con dificultad.

Cuando llegaron al puesto de acceso, Haruka no se detuvo a mirar hacia ninguna parte y entro directamente en la cabina de Takoyaki. En parte porque estaba concentrada en lo que esta haciendo, pero también era porque sabia que por mas que buscara, su madre no estaría allí.

Una vez dentro fue que pudo recuperar el aliento. Otra vez respiraba con fuerza y esta vez aprovecho para tirarse al el suelo mientras Vega arrancaba la maquina. Haruka no habia corrido tanto dese hace años. Cuando llego la foto de Seraphine Haruka la miro detenidamente, así que ese era su mecha. Su pensamiento fue interrumpido por la comunicación de Sugiyama y el Doctor quienes les estaban explicando a Vega como manejar su bola de metal. Haruka imaginó que parte del procedimiento de manejar esta cosa seria parecido, si no igual, al de Seraphine, así que prestó atención a la explicación.

Haruka no se ha dado cuenta todavía, pero dentro de ella todavía queda rastro de esa emoción infantil que ha tenido durante todo el día, pero, aunque justo ahora está bajo control, esa emoción es la fuerte emoción que sienten las personas al cumplir sus sueños, pues justo en este momento, el sueño de Haruka de convertirse en una soldado se esta haciendo realidad.

- Muy bien Vega, -Dijo cuando el doctor termino su explicación- ¡Vamos allá!

Ah, ¿pero te entrenaron?

—No te preocupes— respondió Vega a Selena, dando a entender que confiaba en ella, aunque en realidad le era indiferente. Si Selena la protegía, mejor, si no lo hacía conseguiría igualmente su objetivo. La mujer continuó caminando inexpresiva hasta que su marido salió a la pasarela animándola y consiguiendo que se pusiese como un pimiento rojo... y con una sonrisa bobalicona en la cara. Estaba claro que su familia era su debilidad. Una vez dentro del robot, Vega contempló los planos de Seraphine absorta. Seraphine era lo bastante grande como para que takoyaki pudiese agarrase a él como un koala, en el peor de los casos. 

—Ahora mis...espera— Cuando levantó la cabeza, se dio cuenta de algo que no la gustó. ¡¡Solo había un asiento!! Se suponía que Takoyaki podía llevar pasajeros, pero de nada servía si no había tan siquiera un cinturón de seguridad para ellos. Tan solo un par de barras a las que Haruka tendría que agarrarse... Suponía que el giroscopio mantuviese la posición correcta todo el tiempo, pero incluso si así era, era demasiado riesgo. Recordándose que no habían tenido tiempo de adaptarlo a situaciones así, cogió aire y habló a través del comunicador

—Takoyaki en orden. Veo que no ha dado tiempo de adoptar medidas de seguridad para pasajeros extra. Supongo que el giroscopio vaya bien, pero aún así...—Vega miró a Haruka y, después de introducir la llave se levantó, tratando de no pensar en ningún movimiento e invitó a la muchacha a sentarse en su asiento mientras se agarraba a una de las barras. Pilotaría, pero lo haría de pie. En realidad, aunque Vega no lo sabía, el giroscopio era solo para el asiento al que también había que acostumbrarse... aunque eso era algo que descubrían muy pronto.

—Mejor ve sentada. Saldrás más rápido y habrá menos riesgo