Partida Rol por web

Asiento con la cabeza a las palabras de mis compañeros.

- Está decidido, entonces, buscaremos un grupo de mercaderes y nos uniremos a ellos. Disfrazaremos a la pequeña de zagal y así pasará desapercibido, con un poco de suerte se lo tomará como un juego. También pienso que deberíamos hacer las guardias por parejas, así será más difícil que nos durmamos. Si queréis, yo puedo hacer una cuando la noche esté avanzada, tengo experiencia en dormir al raso y sé que es más difícil despertarse con poco sueño que mantenerse despierto sin haber dormido.

Al caer la noche acampais junto a una docena de carretas, mercaderes y viajeros casuales alrededor de un gran fuego dispuesto en el centro del campamento. El ambiente es amigable y festivo, y los que han sido mas afortunados invitan a cenar a aquellos que no tienen qué llevarse a la boca. después de la cena y antes de que nadie se vaya a dormir, un alegre juglar con acento de Jhor levanta su laúd llamando la atención de todos. Nunca se puede perder la oportunidad de ganar unas monedas.

-¡Escuchad, viajeros, hombres de carreteras y caminos, escuchad la historia de Sedenya, la diosa roja!

El juglar se prepara, afina su instrumento y observa como solo los artistas callejeros saben hacerlo, cuales de los presentes están poniendose la mano en el bolsillo en busca de propinas. Y comienza su canción.

-Se dice que nació de padres mortales, con un cuerpo de carne y hueso...

...en una tierra plagada de guerras, hambre y desigualdad...

...donde las bestias campaban a sus anchas devorando hombres, mujeres y niños...

...y ella lideró a un ejército para unir a todos los pueblos del mundo...

...y terminó con las guerras y el hambre...

...para luchar contra el caos, enemigo de toda vida...

...y vencer, dominando a su mayor bestia...

...cabalgando sobre el monstruo carmesí llegó a Carmania...

...y toda la nobleza se inclinó ante el poder de la Diosa...

...montada en el murciélago invencible...

...sus gentes fueron liberadas del yugo...

...tras vencer la batalla de las Cuatro Flechas de Luz...

...y una vez derrotados los viejs dioses...

...ascendió a los cielos para brillar para siempre.

-¡Oh emperador, oh padishah, tu nos guias bajo su luz!

Desde el principio de los tiempos...

...Argenteus tu última reencarnación...

...traes la luz a nuestras gentes.

Satisfecho por la entonación conseguida, el juglar se quita el sombrero y se pasea ante los asistentes recogiendo monedas y presentes varios, hasta que llega frente a vosotros.

La niña se levanta y cuando le juglar se agacha ante ella, le escupe sonoramente en la cara.

-¡La diosa roja es el diablo que fornica con el caos! ¡Y el emperador rojo no es más que un borracho holgazán sediento de poder!

Todo el mundo se calla ante el ímpetu de la niña y el juglar os mira atentamente, esperando una explicación para tal comportamiento.

Agarro a la niñ@, y le tapo la boca, la tiro hacia atras recostandola en mi regazo y le digo mientras le guiño un ojo.

-Duerme un poquito majo, que es sólo una canción, luego a solas ya nos contarás todo lo demás.

Miro a Lorana y le replico.

-Mira lo que ha hecho otra vez tu hermano, ha vuelto a coger la botella de vino, y mira como se ha puesto. ahora tendremos que aguantar sus historias toda la noche, y ya verá mañana por la mañana el dolor de cabeza que tendrá.

Una ola de calor invade el cuerpo de Loranda cuando escucha a la niña. En su vida se ha puesto tan colorada. Sonriendo a pesar de las circunstancias, habla quitando importancia a lo sucedido. 

-Mi hermano se acostumbró al vino cuando era pequeño, de vez en cuando me despisto y coge la botella. La falta de comida es terrible, uno hace cualquier cosa por no sentir en el estomago ese vacío tan desagradable- sin parar de sonreir sigue hablando- Lamento lo sucedido, lo obligare a dormir un poco y no volverá a molestar. 

De espaldas a la gente mira a Kilder y sopla con disimulo. Mentalmente reza para que todo quede ahi y se traguen la mentira ideada por su compañero y apoyada por ella misma. Tendran que mantener a la niña oculta y decirle cuatro cosas si quieren llegar hasta su tierra sin problemas. 

Miro alternativamente a los enfadados mercaderes y a mi compañeros cuando se retiran del hoguera me dirijo a ellos sin dejar de lazar miradas furtivas a los comerciantes

-Esto no me gusta, esta gente suele ser rencorosa ademas si algun guardia se acerca seguro que le cuentan lo sucedido y vendran a por nosotros

Empiezo a intentarponer en orden los pensamientos mientras vigilo que ninguno de los comerciantes intente una represalia contra la ñiña

-Creo que deberiamos alejarnos no me fio de los otros mercaderes-giro mi vista y me dirijo a la ñiña-y en cuanto a ti me da igual lo noble que sea tu linaje mas te vale estarte calladita si no quieres que nos metamos en lios

Superado por la situación, me hundo en mi sitio junto a la hoguera y me pongo la capucha intentando pasar desapercibido. Como ese demonio de cría vuelva a hablar, a mis antepasados pongo por testigos de que me levanto y le cruzo la cara para que todos vean que somos unos piadosos seguidores de Sedenya.

Parece ser que vuestras explicaciones son convincentes, y arrancan una sonora carcajada al juglar, provocando la risa de comerciantes y viajeros.

-Vigilad a esta pequeña fiera- Dice el juglar con su voz melodiosa. -Y alejadla de cualquier ciudadano lunar o podría tener problemas.

El juglar sigue un rato con su broma y el ambiente se calma hasta que es la hora de acostarse. Lentamente las voces se van apagando y solo queda el sonido del fuego y de aquellos que permanecen despiertos guardando sus cargas.

A la mañana siguiente seguís con vuestro camino sin más incidentes, viajando siempre hacia el sur. Vuestros compañeros de viaje van desapareciendo en pequeñas aldeas y caminos secundarios y cada vez sois menos. Pronto cruzais la frontera de Bindle a Worion y en pocos dias, os quedais solos en el camino. A partir de este punto, la presencia de guardias es nula y los encuentros con caballeros o nobles algo anecdótico. Finalmente, a medida que os vais acercando a las montañas del sur, comenzais a divisar las enormes torres de vigilancia y la gran muralla que separa las tierras civilizadas de la zona salvaje. Ahrrya parece cada vez más confiada y menos asustada. la proximidad de su tierra la hace actuar de forma mas orgullosa y ansiosa, aunque no tiene ni idea de cómo podreis llegar allí.

Las enormes torres salpican las montañas, siempre a vista unas de otras, y entre ellas se alzan unos muros de más de diez metros de altura por cinco de grosor, los cuales nadie sabe quién ni como los cunstruyeron. A partir de este punto el camino se divide en dos: El ramal izquierdo, el más ancho se dirige directamente a la capital de Worion, una enorme ciudad construida en la misma muralla y que tiene acceso a ambos lados de la misma. El izquierdo conduce a un pueblo de pequeño tamaño, que se asienta a la sombra de la muralla.

Bajo del carro y me estiro un poco, miro los dos carteles, y les digo a mis compañeros.

-Vaya, dos caminitos. ¿cuál será mejor?, yo casi que preferiria ir al pueblecito, y allí intentar conseguir información sobre los caminos, brechas, atajos y la ciudad, creo que daremos menos el cante, ya que parecemos un poco de pueblo, y la niña nos la puede liar otra vez.

Pienso lo mismo aun no me siento seguro del todo y no hay nada que prefiera menos que meterme en esa ciudad infestada de soldados que podrian descubrirnos, ademas esta murallas es muy antigua seguro que hay trozos en ruinas por los que pasar.

-Yo tambien voto por ir al pueblo, no es seguro ir con la ñiña a la ciudad ademas seguro que los aldeanos conocen algun lugar por el que traspasar la muralla sin llamar la atencion

Miro a la niña, pensativo.

- Está bien, me parece mejor intentarlo en el pueblo, pero hay que ir con mucho cuidado a la hora de preguntar. Pueden tomarnos por bandidos o contrabandistas y alertar a las autoridades. O encontrarnos nosotros con bandidos y contrabandistas que pretendan engañarnos y robarnos.

Me acerco a la cría y le sonrío.

- ¿Tú no sabrás por dónde cruzar, verdad pequeña? Pasaste escondida en el carro de un comerciante ¿no? -me levanto y me giro hacia los demás- Muy a malas podemos intentar lo mismo, aunque esta vez estarán alertados... no, mejor probemos primero a encontrar un guía en el pueblo.

-Vayamos al pueblo entonces. Yo también pienso que en la ciudad llamaremos mas la atención. 

Echo una mirada a la niña y me quedo pensativa. Debe haber una razón importante para que la busquen aun incluso fuera de la feria.