Partida Rol por web

Lo tengo.

- ¿Escocia o su whisky? - pregunto interesado - porque si es su tierra, quizás deberías plantearte rápido el ir a visitarla - antes de que se conviertan en ruinas como Los Angeles -

Luego dirigí mi mirada a Sabu

- Tranquilo, si eso es lo que quieres... no tardaras en tenerlo - 

Mi sonrisa se volvió algo mas tenue. 

  - ¿Escocia es un país? - pregunto extrañado moviendo rítmicamente el vaso de whisky. Tomo un sorbo y lo saboreo - Creía que era un pueblo de Massachusetts o algo así.

Sonrío.

- Pues hacen un whisky cojonudo. Ya decía yo, siempre me extrañó aquella película... ¿Braveheart? ¡Que tío el Mel!

Miro a Sabu negando con la cabeza.

- ¿Hay ganas de acción, eh? Eso puedo entenderlo, joder. A ver si nos ponemos en marcha.

Seattle... las alturas... caer... el aire cortando tus extremidades mientras el suelo se acerac a toda velocidad... el suelo salvador, que te convertirá en mancha en el asfalto y te liberará de esta vida que detestas...

Apenas sientes el golpe, pero algo falla. Como en una montaña rusa de voelcidad irreal, la caída da paso a la ascensión. Tu cabeza se levanta, tomando aire con fuerza. Estás sentada en una silla metálica. La habitación tiene luz tenue, pero puedes ver, entre arcadas y mareos, extraños agujeros en las paredes... ¿marcas de balas?

Hay unolor metálico en la estancia, que cuenta con una cama lujosa y un aparador. Sobre la mesita, hay un hombre que toquetea un ordenador portátil. El hombre se gira con una amplia sonrisa, en la que se puede apreciar un atisbo de locura.

- Buenos días, Carrie. ¿Te encuentras bien?

Se acerca a tí y te toma el pulso. Te encuentras débil pero, poco a poco, las fuerzas van volviendo a ti. Tienes puesto un vestido de noche gris con brillantes, de una talla algo superior a la tuya.

- Acompáñame, te estábamos esperando.

Sin dejar de mirarte, se encamina a la puerta. Casi involuntariamente, echas un vistazo bajo la silla. Hay una mancha de sangre seca, mezclada con otras cosas... tejidos... grasa... ¿Qué demonios ha pasado aquí?

Uno de los dos Billies, el que ha traído amablemente a Ryan hasta el balcón, habla unos segundos por teléfono y se acerca a Tom. Le dice algo al oído. Luego sale caminando por la puerta hacia el interior de la casa.

El Billy que trajo a Ryan, tras una breve conversación telefónica, se acerca y te dice unas palabras al oído.

- Jason ha sido informado. Ha ordenado la duplicación de Carrie. Voy a buscarla. En seguida podrás empezar.

Sin darte mucho tiempo a responder, sale por la puerta.

La caída me llena de gloria. Por fin todo acabará de una vez. Dolerá, pero será un infinitésimo de segundo y luego la nada. La tan ansiada nada.

Más el momento no llega. Siento el impacto ese infinitésimo de segundo, para luego volver atrás, como en un film que se pasa en reversa. Nuevamente asciendo y así me veo privada del descanso que tanto ansío, nuevamente...

La habitación me toma por sorpresa. ¿Como...? ¿qué fue...? El mareo me impide hacer foco y veo todo distorsionado. Mierda, ¡es peor que la resaca más grande que haya cogido alguna vez! Una arcada corta mi línea de pensamiento. Me agacho para vomitar pero mi estómago no tiene nada para devolver. Al incorporarme, reparo en toda la estancia en sí. El lujo, la decoración, las marcas en las paredes, el hombre sentado a la mesa.

Rayos, ¿qué está pasando aquí? Quiero preguntar pero aún no soy dueña de mi cuerpo. Sigo mirando y reparo en mi atuendo. ¿Qué es esto? ¿En qué clase de carnaval estoy metida? ¿por qué estoy yo aquí? Aaaarrrrhhhhhg, ¡maldito mareo! Cierro los ojos con fuerza y cuando los vuelvo a abrir el tipo de la portátil me mira y sonríe y su sonrisa me provoca escalofríos y me habla.

-¡¡¡No me toques hijo de puta!!!- le grito al tiempo que retiro mi mano violentamente... y la habitación vuelve a girar en todos los ejes posibles. Vuelvo a cerrar los ojos y me tomo la cabeza, al tiempo que oigo al extraño pedirle que lo acompañe. ¿Quienes son ellos? ¿por qué me esperan?

Vuelvo a abrir los ojos y veo que el tío no quita sus ojos de mí.
 

-Ok, vamos... pero no me pidas que camine muy rápido... aún no me siento bien.

Antes de levantarme de la silla observo la mancha de sangre debajo... y los tejidos... y la grasa... y... Una nueva arcada me sacude y me dobla en dos. Nuevamente, mi estómago no tiene ni bilis para largar, así que sólo queda un feo dolor en la garganta. Con los ojos llorosos me incorporo poco a poco y lo sigo.

Rayos... quiero largarme de aquí cuanto antes...

¿A qué se debe tanto secretismo?.- Miré con tono curioso a Tom

- Un país, una región... una ciudad... ni idea, pero en algún lado harán tu whisky. Y si quieres ir a verlo... tendrás que darte prisa- 

Se me acerca Billy y le asiento, quedando conforme. Aunque ¿tenia otra opción?.

- En breve comenzare a explicaros de que va todo esto, ya tenemos a Carrie con nosotros - mas o menos- pego un trago importante a mi copa y doy unos pasos sin dirección aparente, solo una necesidad por estar en movimiento.  

Miro durante unos momentos a Tom, intentando olvidar como se llama.

- ¿Noticias?

El hombre te acompaña por los pasillos de una lujosa casa. Te recuerda a las mansiones que ves en la tele, las de los realitys de casas de millonarios en Los Ángeles. El aire es ligeramente húmedo y la temperatura agradable.

Subís una amplia escalera. Te vas sintiendo cada vez mejor. Bajo tus pies descalzos, la alfombra de espeso pelo anaranjado te acaricia... casi te lame. No puedes evitar fijarte en la puerta de entrada, forzada, entreabierta. Tras ella, ves la sombra de un hombre armado, posiblemente un vigilante. En las paredes ves más agujeros de bala y, esparcidas por distintos lugares, manchas de sangre.

Llegáis al piso superior. El hombre se detiene junto a la barandilla y te encara, con una sonrisa más comprensiva y humana que la que mostraba un rato antes.

- Bien, Carrie. Perdona las prisas. Soy Billy, y estoy aquí para ayudarte. Están pasando muchas cosas, cosas de una magnitud difícil de imaginar... ahora mismo, mi amigo Tom te explicará en detalle todo lo que estás viviendo. Hay más como tu, gente que ha vivido experiencias extrañas, cercanas a la muerte, y ha sobrevivido. Están sometidos a mucha presión, y sus reacciones pueden ser algo imprevisibles... por favor, se paciente. - Parece pensar un momento. Duda. Habla. - Hay algo que puede incomodarte un poco... No soy único... quiero decir... Puede que veas a más hombres... idénticos a mi... todos somos reales. No te asustes si ves a más Billies por ahí. Todos queremos ayudarte. Somos parte de la misma familia. Como ahora eres parte tu. No espero que lo entiendas todavía. Te lo digo sólo para ahorrarte sustos. ¿Comprendes?

Mientras termina de hablar, sigue caminando hacia una cristalera que lleva a un amplio balcón soleado. Ahí puedes ver a cuatro hombres sentados, tomando copas. Hay otro más, idéntico a Billy, apoyado en la barandilla.

Al poco de salir, el segundo Billy vuelve a entrar, acompañado por Carrie Brixton. Parece algo aturdida. Lleva puesto un traje de noche gris con brillantes y está descalza. Billy coge una silla y ayuda a Carrie a sentarse.

En el balcón estáis Robert Banks, Sabu, Tom, RYan y Carrie Brixton sentados. Hay un Billy apoyado en la barandilla, mirando fijamente las ruinas de Los Ángeles. El otro Billy, tras ayudar a sentarse a Carrie, entra de nuevo en la casa.

Miro a carrie con una sonrisa en la cara y me levanto y me acerco a ella como dando un paseo. La miro fijamente a los ojos y le sujeto la barbilla, dicíendo:

¡Vaya, vaya! veo que no te das nunca por vencida, ¿Cuándo reconocerás que estás "obligada" a cooperar?

En mis palabras se podía notar un tono de ironía.

No estaría mal torturarla un poco para que sufra, y así se lo piense la proxima vez de escaparse, ¿No creeis?

Me estaba volviendo malvado, ser malvado me llenaba de vida pero al mismo tiempo me asustaba.

Le suelto bruscamente la barbilla a Carrie y espero una respuesta

Cada vez más me da la sensación de estar formando parte de un sueño. Todo parece un gran escenario, nada se ve totalmente real. No sé si es por el lujo, o por los discordantes agujeros, pero me da la impresión de que algo no marcha bien aquí. El dolor fue real, aunque ahora esté desapareciendo. La sensación de calor en la piel, la suavidad de la alfombra... todo eso no puede ser producto de mi imaginación.

Sigo al hombre extraño recorriendo lo que parece ser una gran mansión. ¿Dónde estoy? ¿Cómo es que llegué aquí y no lo recuerdo? ¿Será que morí al fin y esto es lo que hay a continuación? El tipo se gira y me habla, pero no es hasta que llego a la estancia que comprendo del todo sus palabras. -¿Una familia?- murmuro por lo bajo. La palabra familia me llena de inquietud. ¿Quién soy en realidad? ¿Por qué no recuerdo nada de lo anterior?. Asiento cuando termina de hablarme pues no se que decir. Tengo una lista enorme de preguntas pero parece que el tal Tom se encargará de resolver mis dudas... eso espero.

Llegamos y veo a cuatro hombres totalmente desconocidos para mí y un segundo Billy, como ya me había advertido mi guía. Me paro en seco un segundo y luego avanzo tras él. Es un sueño, me repito, es un sueño.