Partida Rol por web

Las casas de Istar City, residencias, departamentos y demás de sus habitantes.

La limousina negra los deja delante de la casa de la pequeña Ana, bajan Maria y Edward, los otros dos se quedan en el auto que luego se dirige hacia la casa de Michael. La tercera casa la dejarán para después.

María es la que se presenta delante de una mujer de aspecto cansino, quien abre la puerta despacio. Por su expresión, se dan cuenta que es la madre de la niña. Mira primero a la bella vampira y luego nota al otro joven.

-¿Qué desean?- dice, parece que cada palabra la debe arrastrar. Sus ojos están rojos, de tanto llorar y tiene la tez incluso más pálida que un vampiro.

Es importante ganarse la confianza de esa mujer. La organización les ha dicho que se llama Marian y que Anna desapareció luego de recibir un tratamiento de quimioterapia, sufría de leucemia y estaba muy grave.

Alan y Eva bajan del vehículo en una zona bastante pobre, antes de golpear la puerta releen los datos que la Organización les ha pasado sobre Michael. Michael Stem estaba esperando un trasplante de corazón y estaba en su cama de hospital, durmiendo, antes de no saberse nada más de él, en la sección de terapia intensiva.

Saben que en esta vivienda vive su abuela, único familiar cercano. La casa tiene las ventanas medio rotas lo que hace que el frío se cuele entre los vidrios. La puerta aparece desvencijada. Eva está por golpear para hablar con la señora pero antes, entre ambos quieren saber la mejor manera de ganarse la confianza y, sobre todo, de no asustar o preocupar de más a esa pobre anciana.

Miro a la mujer con detenimiento y la sonrio levemente.

Buenas noches ¿Maria? somos de una agencia del gobierno que esta investigando la desaparicion de su hija asi como la de los otros niños digo mientras la miro a los ojos esperando no tener que usar mi poder en ella Nos gustaria que nos volviera a contar todo lo que ocurrio hasta su desaparicion tambien si alguien a parte de la policia o nosotros se ha interesado en ella ahora.

-Bien, vamos allá...- Eva sale del vehículo, haciendo gestos al conductor para que se aleje un poco de la casa. Resultaría demasiado sospechoso un coche cómo ese un barrio residencial tan normal.
-Probemos que tal, espero que la anciana sea un poco despistada. Tendrás que hacerte pasar por detective o algo así, no sé yo...- mira de arriba a abajo a su compañero no demasiado convencida, colocándole bien la ropa con un chasquido de lengua. Alan siempre ha sido un poco desastre, quizá pase factura ahora.

Se aparta apenas un par de metros de él y adopta la forma y vestuario de un agente de policía uniformado, de edad madura y expresión bonachona.
-¿Qué tal estoy?- pregunta con un tono de voz inusualmente grave en ella, colocándose bien la gorra antes de decidirse a llamar a la puerta.

-¿Quien podría vivir en un lugar así?- me pregunto mirando la siniestra casa por la ventanilla de mi compañera conduciendo a paso de tortuga hasta detenerme. Eva sale del vehículo y le hago un gesto afirmativo para aparcar el coche algo mas alejado.
Apago el motor, las luces y subo las ventanillas.

Me acerco a una de las ventanas rotas con las manos encima de los ojos para no ver mi reflejo y poder ver su interior. -Joder, ¿crees que tendrá café?..- Bromeo para girarme hacia Eva y dejar que me coloque la ropa con ese sonido tan característico que hace con la lengua. Termino de colocarme la pistola a mis espaldas entre la cintura y el borde del tejano. -Si cualquiera que me vea no se cree que soy un detective, te invito a comer mañana- La miro sacando la lengua mientras ella se va alejando para "disfrazarse".

-Wow, estás buenísimo. Ya no se a quien de los dos pedirle una cita, es broma- Carraspeo poniéndome serio, al menos lo intento.
-Espera.. acerco dos dedos a tu barbilla para inclinartela ligeramente hacia arriba y que tengas la cara recta.. da un aspecto mas masculino- te guiño el ojo y espero a que toques la puerta..

Holaaa, hola. (ruido de puerta abriéndose, asoma una señora de edad que no ve muy bien. Primero nota al policía, transformado por Eva, y luego a su acompañante)

-¿Han sabido noticias de mi nieto? Por favor por favor pasen. ¿No es que...? ¿No me vienen a decir que... mi nieto está...?

(La señora los deja entrar a su muy humilde casa y se sienta en un sillón, sollozando. Olvida cerrar la puerta de entrada).

Entro y recorro la salita con la mirada, cerrando la puerta tras de mí, me apoyo sobre su marco cerrándola despacio.

Carraspeo al ver que Eva no toma las primeras palabras para romper el posible incomodo silencio -Tranquila sra. No se preocupe, nosotros estamos para encontrar a su hijo y le prometo que lo conseguiremos. Pero necesitamos cualquier dato para hallar con el.. Miro a Eva uniformada en un agente de policía para hacerle un gesto de inseguridad: una mueca de lástima hacia la anciana, yo le contaría toda la verdad.

Continuo hablando mientras aún permanezco de pie..-No la entretendremos mucho tiempo señora Nana, queríamos saber si podría ayudarnos con el secuestro de su nieto. ¿Cuando lo secuestraron, no había ningún familiar en la habitación de su nieto?-

Eva en la forma de ese policía bonachón y algo rechoncho, cierra la puerta, sin pestillos claro, y sigue a ambos hasta el comedor, ayudando a al señora a tomar asiento mientras le tiende un paquete de clínex cercano.
Se dispone a hacer las primeras preguntas pero por el momento Alan toma la iniciativa así que se sienta en otro sillón para ofrecer una posición igual a la de la anciana y no intimidarla, asintiendo a lo que dice su compañero para apoyarle.

-Sabemos que ya dió su declaración de los hechos pero quizá se le olvidó que pueda darnos más pistas acerca de por dónde empezar a buscar. Cálmese y tómese su tiempo para recordar y poder ayudarnos- le sonríe amablemente y espera expectante la respuesta de la anciana.

La mujer los escucha y parece serenarse, toma el cleenex y se lo pasa por los ojos, luego se vuelve a colocar las gafas. Toma un sorbo de aire antes de comenzar a hablar. Empieza despacio, como a alguien que las palabras pugnar por no salir de sus labios.

-No había nadie en la habitación de Michael cuando desapareció. Yo simplemente estaba en casa preparándome para el trabajo.

La mujer los mira y dice, casi en tono culpable:

-Limpio casas y bueno, como empiezo temprano... los doctores me dijeron que iba a estar vigilado, aunque era muy grave su estado.

La mujer apreta sus manos en una especie de tic nervioso.

-Todo empezó a ir mal desde que ese amigo le regalo, eso... Yo Dios me guarde- la mujer se persigna -no creo en muchas cosas pero cuando trajo ese objeto, yo le dije que no no me gustaba nada.

La mujer vuelve a llorar con mayor intensidad. Ambos pero no ella, al menos no parece, escuchan una voz, un susurro que dice:

"Ess mi territooriooo... aléjensseeee"-

Al abrir la puerta echo un vistazo rápido hacia el interior de la vivienda intentando ver o escuchar algo extraño. Dejo que María lleve la iniciativa, pocos humanos pueden resistirse a sus encantos y es realmente buena en el trato con nuestra antigua especie, incluso sin usar su habilidad.

Me limito a apartar el mi largo flequillo del rostro y mostrar una sonrisa procurando que se me marque el oyuelo de mi mejilla derecha asintiendo a lo que dice María.

Alan permanece de pie observando como su compañera la consuela, ayudándola a tomar asiento y tendiéndole un paquete de clinex.

-Me parece un tanto intrigante por que empieza tan temprano a limpiar las casas, si no recuerdo mal, la hora exacta fue las tres y treinta y tres. Pero a quien madruga Dios la ayuda. Lo solía decir mi abuelo...- Vuelvo a mi tono cómico, y cuando me doy cuenta de por que estamos realmente aquí me corrigo y tomo postura de un gran detective "Hollywoodesco".

-Ejem, no importa- Carraspeo recorriendo la salita con cortos pasos ya que me parece oír algo..-¿Habéis notado eso?...- Pregunto mirando principalmente a los ojos de Eva transformada.
Empiezo a ponerme nervioso, aquí dentro hay algo que no me gusta. -Cálmese señora, no llore.. Me acerco a ella para abarcarla con uno de mis brazos.. de que objeto está hablando ¿podría enseñárnoslo?. Solo será un vistazo..-

Eva escucha la voz, pero cuando Alan pregunta en voz alta y la mira lo que obtiene es una mirada fulminante acompañada de un ceño fruncido, dejando bien claro que no se le ocurra volver a hacer mención a ello. Al menos no con esa mujer delante, suficientemente asustada está ella sola como para encima aturdirla más...

-Necesitaríamos saber de qué objeto se trata y quién se lo dio. Hay que investigar todas las posibilidades...- "Y esta parece una pista muy evidente" piensa Eva inevitablemente, arqueando una de sus cejas apenas un instante mientras intenta escuchar nuevamente esa voz que acaba de reclamar su territorio.

La mujer los hace pasar, pese a la hora, está vestida como si nunca se hubiera ido a dormir. Los invita a sentarse y luego ella empieza a hablar, sin sentarse, camina nerviosa por la sala principal y dice:

-Ana estaba enferma, no... antes, no todo el tiempo. Era una niña sana- saca un encendedor y prende un cigarrillo, las manos le tiemblan, lo enciende y da una profunda calada, luego sigue- hace unos meses se empezó a enfermar y, los doctores dijeron que... no había tratamiento posible, la leucemia era fatal, me dijeron que iba a morir.

La mujer se calla:

-Sólo quería estar antes de.. que... uds. saben. Siempre fue una niña sana, no tenía sentido cómo paso todo, de golpe, síntomas incoherentes hasta que apareció esa enfermerdad.. y después me dicen que se va a morir. ¿Saben lo que a una madre le hace eso? Y ahora me dicen que se la llevaron... y ni voy a tener la oportunidad de decirle adiós.

La mujer se queda callada.

En ese momento los dos sentís como la temperatura de la habitación baja unos grados así como una voz, que por lo visto sólo uds escuchan.

-No puedenn evitar que renazzcaaa, jajajaja, no hay naaadaaa que hacerrr... fueraaa de mi ciudaaad.

Es una voz siseante y oscura.

Aunque cada uno se concentra en obtener más información de aquella voz, ninguno tiene éxito. La señora ha ido, mientras tanto a buscar el objeto del que le han preguntado. Vuelve despacio, con una caja entre las manos, es negra y está cerrada con una cinta roja.

La mujer la abre delante de uds. mientras dice:

-Se lo había regalado un compañero, Samuel que lo había encontrado delante de su casa pero como la madre es ultra religiosa, le obligó al chico a deshacerse de él. Ojalá yo hubiese echo lo mismo. Respecto al comentario de su amigo, de que trabajo temprano... es cierto, empiezo a trabajar a las cinco y treinta y me queda lejos, por eso me levanto temprano, lamento ser pobre, ¿sabe?

Dejan de prestar atención a las explicaciones de la señora cuando ambos miran al objeto, recuerdan el número del que habló Ledwig y ahora las cosas parecen ser todavía más serias que hace un momento.

Escucho atentamente tomando notas mentales de todo lo que ha dicho, agacha la cabeza y se queda callada fumando si cigarrillo.

El ambiente cambia de repente, giro la cabeza lentamente hacia María para ver si ella tambien lo ha notado...

-No puedenn evitar que renazzcaaa, jajajaja, no hay naaadaaa que hacerrr... fueraaa de mi ciudaaad.

La mujer parece que no se ha dado cuenta, vuelvo a mirar a María...

- Has escuchado eso?