Partida Rol por web

Götterdämmerung

Heimdall

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02/10/2011, 04:38
Thrud Bjorndotter

El último recuerdo que tiene Thrud es de los empujones. ¡Quiso resistirse, joder, cómo quiso hacerlo! La habían agarrado desprevenida, con la atención dividida entre la puerta e Hilda, que no contestaba, que se mantenía demasiado quieta, a quien no podía acercarse para hacer entrar a la piscina porque, de hacerlo, la puerta que ya estaba siendo agujereada a la desesperada le quedaría fuera de tiro. ¡Y había luchado contra las manos que le habían empujado, había luchado a los gritos, en noruego, sí, pero con claras intenciones! ¡Quería quedarse! ¡Quedarse hasta el final, no huir de esa forma! ¡Quedarse como su padre se había quedado! Quizás en un futuro reconociera lo que había sucedido como un acto de sensatez y de fortuna, porque si las cargas estaban bien puestas, no había más que quedarse a explotar junto con los nazis, lo que no tenía honor alguno. Pero, si las cargas no lo estaban... habría que haberse quedado allí para luchar hasta el último aliento. Habría.

Padre...

Caer.

Aún antes del impacto, los ojos de Thrud que habían intentado buscar a Hilda, para abrazarla, para hacer algo o cualquier cosa de esas frente al temblor que le daría a su amiga lo desconocido y la posible muerte, habían acabado por darse cuenta que el paisaje no estaba hecho de agua. Pero ahora, aturdida y entumecida por el golpe repentino, no tenía demasiado espacio para pensar en lo que había visto. Apenas para incorporarse, tan rápido como se lo permitió el dolor de su cuerpo -y de su brazo, cuya herida sentía que se había resentido con lo que fuera que hubiese pasado-, y dispuso inmediatamente el arma. Desencajada, perdió valiosos segundos en dar una vuelta completa sobre su propio eje, al borde de la enajenación, antes de detenerse sin comprender nada.

Casi incluso dejó de sentir el violento tiritar de su cuerpo, casi olvidó a Hilda, casi ni vio a Gladstone. Sólo tenía ojos para el paisaje, para lo que había sucedido, porque... ¿dónde estaba...? Debía ser un túnel, evidentemente debía estar la salida por algún sitio, ah, ahí estaba la abertura, o al menos eso debía ser ese disco que... estaba... ... pero no... ... ... ¿cómo...?

La voz de Gladstone la sacó de su estupor, y se volvió rápidamente hacia él, para alcanzar a ver a Hilda antes de que la tapara con su abrigo. Avanzó un paso hacia ella, e inmediatamente se detuvo para verificar aquello... que ella estaba vestida. Pero, ¿qué...? El rostro de Thrud demostraba que la noruega estaba tan aturdida que no podía reaccionar. Pero acabó por hacerlo, colgándose el arma al hombro, para acercarse a Hilda y acabar de rodearla con el abrigo del inglés, y también con sus brazos, estrechándola contra su cuerpo y frotándola sentidamente. La aferró con fuerza y la hizo subir sus pies desnudos a sus propios zapatos, rompiendo así con el contacto de la piel y la nieve.

Vamos, Hilda. Frótate, gana un poco de calor. Vamos, Gladstone te cargará. Olvida el frío.

Y luego miró al inglés.

- ¿Qué ha pasado? ¿Cómo...? ¿Por qué ustedes están...? ¿El otro también, o...? ¿Pero cómo...?

Echó una mirada a su alrededor. Si se ubicaba, podría conducirlos...

Notas de juego

No lo avisé en abierto porque pensé que iba a estar más tranquila: pero estos días he estado casi OUT de postear porque se me han juntado veinte mil responsabilidades. Mis disculpas.

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03/10/2011, 20:02
Kristian Fiske

No toques nada... no toques nada...

Fiske se acerca despacio, intentando distinguir entre las pieles aquellas que, pese a la escarcha, puedan servirle para abrigar a los suyos. Tras el vistazo se dirige al arcon de madera sin poder alejar de sus ojos la vision del cilindro de piedra que es lo que realmente le llama la atencion sobremanera.

Una vez llega a este se agacha a su lado y lo toca con sumo cuidado hasta que sus dedos empujan levemente la tapa y sus ojos escudriñan su interior.

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06/10/2011, 12:09
Director

Sí, en efecto, varias de esas pieles, quitada la escarcha, pueden serviros. Serán incómodas pero útiles. En cualquier caso, abres el arcón en busca de lo que su interior guarde. No sabes qué esperar, así que cualquier cosa te sorprende. Allí dentro hay una piedra de pedernal y algo de paja que se ha conservado lo bastante seca. A un lado hay algo que puede ser además, útil: un cuchillo de metal de aspecto tosco, con pomo de cuerno de reno y un pulido artesanal, como los que se ven en ferias y en las manos de algunos cazadores noruegos muy chapados a la antigua. De hecho, muy parecido a uno que has visto llevar a la propia Thrud. Solo que el de Thrud no tiene grabado este extraño símbolo: un cuerno, con una forma y aspecto que le hacen parecer un cuerno de llamada, como si el cuchillo hubiese pertenecido a un pregonero o algo similar. Madre mía, es como si esta cabaña llevase aquí en la montaña sin usar casi un siglo, de lo anticuado que parece todo. O quizá pertenezca a un trampero solitario y un poco chiflado, un tradicionalista como lo fue el propio padre de Thrud.

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06/10/2011, 12:19
Director

Para pasmo de Thrud, aún hay más sorpresas. ¡Su arma ha desaparecido! La busca unos segundos con la mirada por la nieve hasta darse cuenta de que otras piezas de equipo también han desaparecido con el salto, de momento la brújula y una cajita con balas. No hay tiempo para examinar más, pero se alivia un poco al comprobar que sí conserva su cuchillo de pomo de cuerno de alce, el que hizo para ella su propio padre.

Os levantáis y os ponéis en marcha en dirección a donde Fiske ha desaparecido, donde en efecto se adivina alguna construcción o refugio rocoso.  En ese momento os dais cuenta de que la nieve está empezando a cubrir un grupo de huellas en la nieve, huellas de botas que llegaron hace un rato aquí y se marcharon ladera abajo. Alguna será de Fiske, pero las demás deben ser.. ¿los alemanes? Las seguís hacia el edificio y antes ya de llegar a él podéis ver a vuestro alrededor montículos de nieve que señalan el lugar donde yacen restos de otras construcciones. Parece que en unos 200 metros a la redonda aquí había edificios que cayeron en algún momento de viejos. ¿Quizá todo esto era una granja?

Cuando llegáis por fin al edificio, veis que en realidad hay dos estructuras en pie. De una de ellas sólo se puede ver la base o quizá no era más que eso; es una estructura circular, similar a una torre pero probablemente no muy alta, a juzgar por los pocos restos, que sólo levantan un par de metros por otros dos de diámetro. Quizá sirviera como una atalaya de vigilancia o para realizar señales a otros pastores o cazadores de la zona. Parece antigua por su diseño.

Frente a esta torre, el único edificio en buen estado aparente: una cabaña rectangular, construida con el estilo tradicional noruego de las cabañas de caza, pero de muros de piedra en lugar de madera aunque con techo de madera y paja. Es rectangular y se levanta un metro sobre el suelo, pudiéndose acceder al interior por una pequeña escalera también de piedra. Las huellas que seguías pasan junto a la cabaña y la ignoran, alejándose de ella en dirección al exterior de las ruinas, cuesta abajo. Su ruta es clara y sin titubeos, como si supieran exactamente hacia dónde se dirigen. Sólo un par de botas, por su huella, las de Fiske, van hacia la cabaña y parece que ha subido las escaleras y entrado en ella.

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06/10/2011, 17:05
Kristian Fiske

Fiske ve al fin el cielo abierto. Con rapidez recoge el cuchillo y se lo deja a buen recaudo. El resto de lo que hay en el arcon le servira para hacer fuego...

Finalmente coge algunas de las pieles que pueda cargar, las sacude para sacudirlas la escarcha y el frio para volver a encaminarse a la tormenta y volver con sus compañeros esperando que aun no hayan muerto por el temporal.

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07/10/2011, 23:52
Director

La puerta de la cabaña se abre de repente, saliendo Fiske al exterior. ¡Albricias! En sus brazos lleva varias pieles, pieles de animal curtidas, parece ser. Como vosotros, Fiske va desarmado, aunque ahora cuelga del cinto de cuero de su traje de falso inglés un cuchilo de apariencia muy artesanal que no le habíais visto llevar antes.

Fiske os descubre allí, al pie de las escaleras de la cabaña, Gladstone y Hilda semidesnudos, apenas arropados con las prendas del alemán y Thrud vestida por completo también con el uniforme falso y también sin más armas que su cuchillo de pomo de cuerno de reno, que siempre había llevado consigo.

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08/10/2011, 19:18
Cabo Thomas E. Gladstone

-Vamos, Fiske, hay que hacer que entre en calor. Yo he hecho todo lo que he podido, pero es fácil llegar a la hipotermia aquí.

Recordó a compañeros suyos muertos de esa terrible manera. Congelados. Dicen que es una muerte dulce, pero a Gladstone ninguna muerte se le antoja así ahora. Y más con Hilda en sus brazos.

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09/10/2011, 22:36
Kristian Fiske

Fiske hizo entrar al grupo y repartio las pieles.

- Creo que por aqui hay algo para hacer fuego. Pasad y entraremos en calor.

Tras lo que decide regresar al arcon y separar la paja, el pedernal y el resto de cosas para ponerse a hacer un fuego en un lugar donde pudiese durar lo suficiente para que entren en calor.

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09/10/2011, 23:17
Director

Entráis todos en la cabaña a la vez que os ponéis unas pieles encima. No huelen muy bien, son viejas, perod e inmediato sentís un alivio, aún más cuando os refugiáis de la nieve en el interior.

La cabaña no es muy grande y desde la entrada se ve todo su interior de un solo vistazo. Hay un banco corrido de granito con asiento de madera que recorre dos de las cuatro paredes, permitiendo sentarse frente a una recia tabla de madera sobre cuatro patas. Hay ganchos de madera insertados en la pared con una piel de animal curtida cubierta de escarcha, aparentemente inservible. Bajo la mesa hay algo de madera, unos cuántos troncos y contra una de las paredes descansa un arcón de madera, sencillo y sin cerradura pero de buena talla. El tejado debe estar en buen estado, porque la cabaña está relativamente seca para la que está cayendo.

En una esquina está lo más interesante de la casa. Se trata de un cilindro de piedra de unos 130 centímetros de altura y 60 de diámetro, pegado a la pared. Su parte superior la cierra una tapa de piedra, circular, muy pulida, con una argolla hecha de cuerda de cuero para levantarla. Parece el único sitio adecuado para hacer un fuego, así que Fiske levanta la tapa, viendo que el cilindro está hueco y tiene dos salidas en el interior cerca de la tapa que van a la pared de piedra, como si fuesen dos tuberías que entrasen en el propio granito. Ahora que lo mira mejor, no parece diseñado para encender fuego en ella, sino que más bien parece que el fuego debiera ir bajo ella, en un hueco al efecto, y el cilindro sirviese para calentar algo en su interior, como si fuese una extraña olla.

 

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17/10/2011, 23:16
Director

La puerta de la cabaña se abre de pronto. A su entrada al aire frío le acompañan dos figuras. ¡Hunt y Murray! Los dos hombres, totalmente desnudos y renqueando por la paráisis del frío, con la piel de tono azulado, entran y casi se derrumban en el interior.

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18/10/2011, 11:08
Kristian Fiske

Fiske queda un momento desorientado pero rapidamente reacciona y decide hacer el fuego bajo el objeto, aunque sea sin nada en el interior, intentando asi calentar el ambiente lo maximo posible.

Cuando de repente irrumpen en la sala Fiske mira al resto del grupo:

- Seria mejor que limpiasen unas pieles y se las colocasen antes de que mueran de frio...

Se centra en que nazca el fuego y no se consuma que es lo mas importante por ahora.

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18/10/2011, 13:43
Cabo Thomas E. Gladstone

Thomas cogió las pieles con las que se estaba tapando y se las cedió a los otros.

-Estas están calientes. Os vendrán mejor.

Empezó a moverse por la sala para desentumecerse y calentar sus músculos. No había mucho espacio, pero serviría.
Cuando terminó, se agachó hacia Hilda, la levantó en brazos y la acomodó lo más cerca posible del fuego. Depositó un leve beso en su cabello e intentó que estuviese cómoda.

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18/10/2011, 22:55
Liam Murray

¡Di...di...di...os! ¡Essss...toy he... he...helado! Exclamó mientras le castañeaban los dientes y se arrebujaba en la piel que el cabo Gladstone le tendía. Dió un rápido vistazo a la sala tratando de hacer un recuento y deseo que Asleson estuviera bien y viniera tras ellos.

Se acercó tiritando de frío al lugar donde iban a hacer el fuego. Tenía muchas preguntas en la cabeza, y algunas maldiciones, pero los dientes aún le bailaban a un ritmo que no conseguía controlar del todo. Se frotaba el pecho con fuerza bajo la manta.

N..no os froteis los brazos... Les aconsejó tartamudeando involuntariamente por el frío. Fr..frotar el p...pecho...

Aguardó unos instantes a entrar en calor antes de volver a hablar, sabía que el calor se le podía escapar por la boca y necesitaba recobrar el aliento. Cuándo lo logró hacer miró al resto de nuevo. ¿Alguien tiene idea de donde está nuestra ropa?, y ¡demonios! ¿De donde habeis sacado esos uniformes y ese cuchillo tan raro? Dijo mirando a Fiske. Diablos, para una vez que me quedo desnudo con un par de chicas y me pierdo lo bueno...

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19/10/2011, 11:38
Cabo Thomas E. Gladstone

-Acércate al fuego, irlandés. Ahora nos vendría bien uno de esos licores infames que sueles trasegar. Son capaces de levantar muertos.

Se acercó a la puerta y se preparó para marcharse.

-Dejadme el cuchillo, que voy a por los que faltan. Y me llevo unas pieles también, si no os importa. Si os acercais entre vosotros, más calor guardareis.

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19/10/2011, 11:44
Liam Murray

Calla, no me lo recuerdes... Lo que más le dolía era haber perdido la petaca, que era un viejo regalo de su padre. Al licor que había dentro le había dado buena cuenta, por lo que estaba vacia y no podría darles ni un trago de tenerla. Pero se lamentaba de su perdida.

Ojala pudieramos beber aunque sólo fuera una gota de whisky...

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20/10/2011, 09:03
Kristian Fiske

Fiske miro con recelo al cabo.

- El resto aun esta del otro lado? Si es asi mejor seria que fuesemos ambos y asi podremos llevar mas pieles e ir atentos. Si no han pasado no podemos traerles.

Fiske apenas toco el cuchillo ni cuando lo mencionaron; mantuvo una pose caliente cerca del fuego con las ropas del aleman y una piel encima.

- Ademas, en cuanto entremos en calor, he visto un rastro interesante hacia el sur que tendriamos que investigar para ver si podemos salir de aqui.

Las cargas detonaron? si es asi ya no podremos salir por donde entramos... eso es seguro.

Notas de juego

//voy a revisar lo de la direccion del rastro a ver si me he equivocado... ^^

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25/10/2011, 23:52
Director

Gladstone y Fiske se arman de valor y reunen todo el calor en sus cuerpos antes de salir de nuevo a la nieve. Primero vuelven sobre sus pasos hasta llegar al punto donde habéis "cruzado". Allí está el cadáver desnudo del alemán, que no pudo soportar el frío. Pero a su alrededor yace en muchos pedazos el portal, el disco de hielo que colgaba en el aire y que parece haber estallado en mil pedazos. Allí no hay nadie más; Asleson debe haber hecho detonar finalmente los explosivos del otro lado.

Decepcionados, vuelven sobre sus pasos e intentan seguir un trecho las huellas en la nieve. No hay caso; estas están siendo cubiertas por la nevada y pronto desaparecerán pero además es de noche y no lleváis más luz que la que refleja la luna en la nieve. Sería muy peligroso emprender el descenso de la ladera si no mejoran las condiciones o al menos sale el sol.

Vuelven a la cabaña media hora después de haber salido y os explican todo esto. Mientras, el fuego bajo ese cilindro parecido a una estufa ha aportado algo de calor a la sala, aunque todavía hace frío. Todos juntos lográis conservar mejor la temperatura y empezáis a salir del letargo.

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26/10/2011, 22:00
Cabo Thomas E. Gladstone

-Hasta la mañana no podremos salir de aquí. Ahora sería una verdadera locura ir a ciegas, poco protegidos, ladera abajo. Lo más probable es que muriésemos de frío antes de llegar a ningún lado. Es posible que mañana tengamos visita de los nazis, que seguro que nos saldrán a buscar.

Asleson...

La voz se le quebró al soldado. Era duro ver caer a tus compañeros así, sin poder defenderse, dando su vida para proteger a su batallón. En esta guerra suicida había perdido a muchos, pero parece ser que las cosas no habían acabado.

Era un tipo rudo, pero una lágrima se perfiló en su rostro.

-Creemos que Asleson no ha sobrevivido a la explosión. Se ha sacrificado por nosotros.

Con un gesto casi tierno, se quitó el abrigo y se lo echó por encima a Hilda. Con un gesto de cansancio se sentó a su lado, mateniendo la distancia socialmente estimada con la mujer.

-Liam, dame un cigarro.

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26/10/2011, 23:07
Liam Murray

Liam bajó la mirada cuándo mencionaron a Asleson, recordaba perfectamente los últimos momentos antes de saltar. Joder. Había sido un puto heore. Se sacrificó por ellos, y no tenía whisky para agradecerselo. Una por los compañeros caidos. Solían decir cuando un amigo moría en batalla y se derramaba un trago al suelo en su honor. No cabría duda de que lo haría en cuanto pudiera.

Liam levantó la mirada cuándo el cabo le pidió un cigarro y enarcó una ceja con escepticismo. No tengo ni los calzoncillos, cabo... Si tuviera un cigarro ya me lo habría fumado...

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28/10/2011, 10:49
Kristian Fiske

- La noche va a ser larga... si quieren yo puedo hacer la primera guardia.

Fiske se movio por la sala con su mezcla de ropas alemanas y pieles sobre el mientras intentaba volver a entrar en calor tras su escapada.

En su cabeza solo daba vueltas a las huellas que habia divisado al llegar a aquella estructura y la direccion que estas tomaban... aunque hubiesen desaparecido podrian seguirla intentando encontrar la "puerta de salida". No queria quedarse aqui para siempre... encima con tan agradable compañia...