Partida Rol por web

Duncan se apresuró y la abrió para todos los presentes tras asegurarse de que nadie más deambulaba por la zona. Y lo que se presentó delante del pequeño grupo de estudiantes resultó mágico.

El interior era extraño. No parecían encontrarse dentro de castillo pues daba la impresión, por el techo y las paredes, de que se encontraban en una cueva; no obstante, lejos de parecer incómoda, esta resultaba confortable. Una mesa redonda, tal y como la había imaginado Kyle, se hallaba en el centro de la estancia, con sillones confortables y cojines esperando. Además hacía calor gracias a un alto fuego controlado levitando a un metro de la mesa. En vez de velas había pequeñas esferas luminosas blancas que añadían a la estancia sensación de encontrarse en un lugar mágico, distinto de cualquier otro donde hubieran estado; además, en un pequeño rincón, de un color rojo intenso se hallaba algo nuevo que la última vez no se encontraba allí: Un inmenso ovillo de lana.

- Oliver.... - Comenzó a susurrar, cuando le preguntó Kaitlin. - ... ha decidido quedarse... en el pasillo. - Concluyó, no demasiado convencido, y negando con la cabeza. Lo cierto era que, algo mal, si se había tomado que lo dejara plantado. Se encogió de hombros cuando Kait le dijo que las cosas no le cuadraban. A él tampoco. Demasiadas.

- Estas diciendo de pasar... ¿tres veces por el pasillo pensando en lo mismo? - Pregunto a Duncan, interesado en comprender como funcionaba aquello. - ¿Qué hacemos? ¿No pensar mientras Kyle se pasea por el pasillo? Estaba emocionado, nervioso. Tenía ganas de ver aquello, se moría de ganas de ver cómo era aquella sala. Todo lo que podían necesitar. Desde materiales para pociones, pasando por un lugar donde guardar cosas, donde planear cosas o refugiarse.

Entonces, Kyle comenzó a explicar. - ¿Cómo... "La película de los Caballeros del Rey Arturo"? Una de esas películas muggle que había visto por la televisión. Aunque cuando habló de una guarida, la película que se le vino a la cabeza fue la del tipo que se viste de negro, con un murciélago en el pecho, que se dedica a zurrarle a todo el mundo.

Cuando la puerta apareció donde antes solo había pared, Leo abrió los ojos, sorprendido, y sacó las gafas de lectura, para volver a mirar la puerta. - La ostia - Soltó, con un evidente gesto de sorpresa. - La ostia dos veces - Repitió, entrando en aquella sala, mirando a su alrededor - Parece una mezcla entre los caballeros de la mesa redonda y Batman. - Comentó, mirando a Kyle, poniéndole la mano en el hombro. - Buen trab... - Miró el ovillo. Si... por fin... Has pensado en todo, eres un genio. - Palmeó un par de veces el hombro de Kyle, y se adelantó hasta el ovillo.

Leo estaba a maravillado, le pareció increíble, el lugar que parecía sacado de una de esas películas muggles, pero en Hogwarts. Y la guinda del pastel, el ovillo que llevaba buscando desde que llegó al colegio. - Este lugar es genial, es perfecto - comentó, mientras cogía el ovillo y caminaba por el lugar, investigándolo.

- Solo... una pregunta - Se giró hacia los artífices - ¿Desde fuera la puerta queda abierta? ¿O saben que estamos aquí dentro?

No me gustó el tono con el que Leo habló de la decisión de Oliver, sin embargo preferi dejarlo pasar y preguntarle más tarde por lo que había sucedido en el pasillo.

Escuché entonces atentamente a Kyle, asintiendo, con una sonrisilla en los labios que luchaba por aflorar. Aquello era tan emocionante que casi le costaba estarse quieta y callada y todo. ¡Por fin iban a entrar en la sala!

Por eso, en cuanto Kyle se puso a andar delante de la sala, Kait se concentró en él, siguiendolo con la mirada como si, si no lo hacía fuera a perderse lo más importante de su vida. Y, cuando la puerta se abrió delante de sus narices, abrio los ojos de par en par, dejando escapar una expresión de total y absoluta sorpresa- Joooooo-der. - dijo, incapaz de contenerse literalmente boquiabierta- Qué pasada. - añadio, con un aire entre fascinado y atónito, como si estuviera hipnotizada po lo que estaba sucediendo.

Paso entonces a la sala, junto al resto. Ella no sabia de qué pelicula le estaban hablando. En más de una ocasion habia visto con Leo alguna que otra película muggle pero, en muchos casos, acababa durmiéndose sin querer y perdiéndose media película. Era parte de su encanto.

En cualquier caso a ella aquel lugar, comparaciones aparte, le pareció sensacional. El lugar más extraordinario que hubiera visto nunca-Qué maravilla.... Esto es... perfecto. Sencillamente perfecto... Eres un genio, Kyle... -dijo, repitiendo las palabras de Leo,  mirando a su alrededor. Y, cuando vio aquel enorme ovillo no pudo evitar reir, señalandoselo a Leo, divertida- ¡Leo! ¡Pruebalo, vamos! - exclamó, riendo.

Esperé impaciente mientras Kyle se paseaba de un lado a otro, exactamente igual que Leo y Kait, sin saber muy bien qué iba a pasar. Cuándo el profesor Longbottom nos evacuaba en primero nunca llegué a ver el proceso, sólo sabía que esa sala era 100% segura y que había algun tipo de encantamiento para hacerla aparecer. Nunca me habría imaginado que este era el modo.

Cuando la puerta finakmente apareció una sonrisa iluminó mi rostro y tiré de Duncan para entrar aún de la mano. El lugar era magnífico y parecía imposible que aún estuviésemos en el castillo de Hogwarts. Esta sala era increíble. 

- Guau... - conseguí decir mientras miraba todos los rincines del lugar, incluyendo el ovillo de lana. - del cuál seguía sin ser partícipe delchuste...- y realmente fascinada por la hoguera flotante, con las llamas perfectamente controladas para no causar ningún aaccidente.

- Así que si a partir de ahora pensamos en esta guarida mie tras pasamos por el pasillo tres veces, ¿aparecerá siempre? ¿Y la podemos usar cuándo queramos? - todo el mundo estaba fascinado y de un humor inmejorable, así que la idea que me rondaba desde hacía un rato atacó. No había mejor momento que ahora. - Chicos, cuándo propuse que incluyésemos a Carrie me tomásteis por loca, así que seguramente ahora me mandéis directamente a San Mungo... Pero creo que Deirdre sería un fichaje muy interesante y oportuno. - levanté las palmas de las manos en señal de paz para que me dejsane explicarme - Se que veis a Deirdre, bueno, casi cualquiera la ve como una especie de domenio en el cuerpo de una adolescente pelirroja... Pero no es así. Creo que, igual que Carrue, utiliza esa faceta de chica mala para protegerse porque tiene miedo de que le hagan daño. Kait, le importas más de lo que crees, y de un modo positivo, lo que pasa es que no sabe como demostrartelo... Y bueno, respecto al tema que debemos investigar, Deirdre tiene una mente tan distinta a la nuestra que puede ayudarnos y además estaba afectada por las cosas que están ocurriendo. - y tal vez es la oportunidad perfecta para que Kait y ella se entiendan finalmente. Ambas tienen un pequeño agujero que solo la otra puede llenar, estoy segura... - Así que...bueno, podéis mandarme a los medimagos o podéis sopesar mi sugerencia.

- Definitavemente te has vuelto loca, pero te quiero igual.- bromeó inicialmente Duncan.- Bueno, ahora en serio. No me parece una idea muy descabellada. Personalmente soy de la opinión de que con Carrie ya seríamos los justos y necesarios. Cuantas más personas guardan un secreto, más difícil es mantenerlo oculto y está claro que actuar sin llamar la atención es nuestra mejor arma; no obstante, Deirdre es la mejor amiga de Carrie y no me extrañaría nada que terminase enterándose de una manera o de otra. Probablemente si se lo preguntamos la podamos mantener más vigilada para que no se vaya de la lengua o la líe por ahí. ¿Qué opináis el resto?

Katherine ya le estaba esperando en el puente de madera, en la misma zona donde besó a Oliver por primera vez. En la misma zona donde se besaron mutuamente. Al verle acercarse no pudo evitar sonreírle. Tenía una viveza y una energía contagiosa.

- ¿Qué? No me habrás delatado, ¿verdad?

La buena perspectiva le permitió repasar de arriba a abajo varias veces el cuerpo y el rostro de Katherine conforme de acercaba a ella. Era perfecta. Necesitó estar a apenas dos metros de distancia para que una sonrisa apareciera en su rostro, como resuesta a la radiante expresión de la Gryffindor.

- Por supuesto que no, ¿por quién me tomas? - ¿Crees que son un sucio Gryffindor?, era lo que quería decir. Por supuesto, sabía que ella no se lo tomaría bien. Se limitó a inclinarse sobre ella y darle un suave beso. - Pero mantente al margen. Están paranoicos. Creen que la persona que ha robado el hurón está también detrás de los ataques. En realidad  - continuó, frunciendo el ceño pensativo - Dada mi extraña aparición y mi ausencia de argumentos, no me extrañaría que sus radares empezaran a enfocar hacia mi - Se encogió de hombros indiferente. No parecía preocuparle.

- Vaya, así que juegan a los detectives, ¿o algo así?- negó con la cabeza, como pensando que eran unos críos por intentar solventar los problemas por ellos mismos.- A ver si ahora también se van a pensar que tuve que ver con el veneno de anoche y todo. Será mejor mantenerme al margen, no vaya a ser... con el apellido que tengo todo es posible. Y si encima estás tú cerca...- ese último comentario lo hizo tras el beso de Oliver.- Eres demasiado malo para mí. ¿O será al revés? Quizás soy yo la mala influencia de los dos...

- Ahora con todo el mundo mirando... me da vergüenza - Confesó a Kaitlin, con ese enorme ovillo entre las manos. Se acercó a la mesa, tomando asiento en uno de los sillones, con intención de estrenar la sala.

- Estas loca. - contestó también Leo, sin poder contener su opinión, nada más escuchar lo de Deidre. - Aun tenemos que hablar con Carrie, y con Oliver - Sacó el nombre de Oliver también a relucir. Después de todo, era Premio Anual, y se había ganado la confianza de Leo a pesar de que ahora estuviera tan... raro.

- A ver... Quitando los asuntos personales... - Miró a Kyle, quien suponía que debería saber por dónde iban los tiros -  ...la idea es hacer un grupo reducido. Si ahora la gente comienza a ver a Deirdre con nosotros, no sé, creo que alguien sospechará algo. Ya viste como se quedó Oliver cuando nos vio hablando con los Slytherin. Ahora imagínate todo el colegio. - Cogió aire, negando con la cabeza.

- Deberíamos ir poco a poco. Sabemos que los que estamos aquí somos de total confianza, y vamos a probar suerte con Carrie. Cuando tengamos claro que Carrie colabora, pensaremos en Deidre. Además, antes de decírselo a Deidre, no sé, esta Cormac, Will, Peter, Liliana... ¿O no?

-Bueno, pues después volvemos si quieres los dos y la pruebas, ¿Si? - susurré a Leo, dedicándole un guiño divertido. Un guiño que desapareció de mi rostro, igual que mi sonrisa, en cuanto escuché el planteamiento de Eve.

Meter a Deirdre en el grupo. De todas las personas que había en el universo, de todas las posibles personas en las que se podía confiar, habia elegido a la unica persona en el mundo que se había propuesto, durante 17 años casi, amargarme sistemáticamente la vida. Y, para colmo, me habló como si yo no supiera lo que mi hermana me quería, o dejara de quererme.

Me quedé callada, en silencio, y seria, muy seria. Nadie mejor que yo sabía hasta qué punto podía colaborar Deirdre cuando era necesario. Lo habia demostrado el día de la pelea de Patrick. Pero eso no significaba que fuera de confianza, y que, por el camino, no intentara jodernos a todos. Lo cierto es que su actitud de este año me resultaba extraña y sospechosa a partes iguales, y no entendía por qué, de repente, parecía redimida y una hermana modelo, cuando se había tirado toda su vida buscando motivos para joderme sin motivo.

-Lo siento, yo no voy a opinar. - dije, finalmente, aunque mi cara lo decía todo- Si creéis que deberia estar en el grupo, que esté. Pero, Leo tiene razón en lo que ha dicho: la idea era hacer un pequeño grupo de confianza, no acabar compartiendo esto con todo el colegio. Si, por lo que sea, esto se acaba filtrando, estamos jodidos. Y McGonagall tambien. - añadi, con ese mismo aire grave y serio, negando sutilmente. Ya éramos cinco, mas Carrie, si aceptaba. Y antes de escoger a Deirdre, prefería mil veces que fuera Oliver quien se uniera al grupo. Al menos, no llamaría tanto la atención como Deirdre.

-Os aseguro que, seguramente, y  a pesar de todo, soy la persona que más quiere a mi hermana en este mundo. Pero eso no significa que crea que se puede confiar en ella. O, al menos, que confie en que su juicio, como de costumbre no sea total y absolutamente aleatorio. No sé, chicos... por muy triste que suene, me siento incapaz de poner la mano en el fuego por ella.

- No me quites el mérito, Lestrange - el comentario fue acompañado de una de sus mejores sonrisas. Atractiva y seductora, de esas que hacen que te pierdas con solo mirarlas. - Tranquila, eres hija de Slytherins pero estás en su casa. No pondrán sus sospechas sobre ti. Sobre todo, si siguen considerándome uno de ellos - durante un momento su última frase pareció tener doble sentido. Solo fue un momento, pues su cara se mantenía impertérrita.

Antes de que Katherine pudiese decir nada, Oliver acarició su antebrazo. - Sé que puede sonarte infantil, pero creo que nosotros también deberíamos investigar lo que está pasando. No me da buena espina y, como bien has dicho, somos los primeros que serán señalados. - Por un segundo apartó la vista de su compañera, perdiéndola en el horizonte.

Sonrío al ver el entusiasmo con el que acogen la sala que hasta hace unos momentos sólo estaba en mi mente. Cuando Leo me felicita por haber pensado hasta en el ovillo, me encojo de hombros  adopto una expresión extraña. No tengo ni idea de cómo ha llegado hasta ahí. Quizás nuestros pensamientos se entrecruzaron y todo lo que hay ante nuestros ojos es producto de todos nosotros. 

- Ya ves. Si es que el que vale, vale. - bromeo, en respuesta a ambos. 

Miro a Duncan, sin saber muy bien que responder cuando pregunta acerca de la puerta. 

- Pues...creo que una vez dentro, todo lo que queda en el exterior a ojos de los demás es una simple y desnuda pared. ¿No es así Duncan?

Mientras los demás siguen alucinando con las maravillas de la sala, me dedico a pasearme descubriendo e intentando retener en mi memoria cada pequeño detalle. La sala en la que estamos ahora es prácticamente idéntica a la que habíamos visitado hace menos de una hora con Duncan. Eso es algo que me fascina y no puedo dejar de preguntarme cómo es posible. ¿Existe algún mecanismo o hechizo por el que la sala retiene y almacena los pensamientos de aquellos que la requieren para ofrecerles siempre lo mismo?

Cuando el nombre de Deirdre retumba en las paredes de la caverna, centro toda mi atención en Eve.

- Primero Carrie y ahora Deirdre...Definitivamente se os ha ido la pinza. ¿No estaríamos condenando a la misión al fracaso? No sé...después de todo lo que os ha hecho- digo, refiriéndome especialmente a los Gryffindor.- yo ni me lo plantearía, vamos. - continuo, con tono firme aunque sin rastro de enfado. - Además, Leo tiene razón. ¿Qué pasa con Will y Peter? E incluso Cormac...se me ocurren un millón de personas más discretas y en las que se podría confiar más que en Deirdre. Quizás más adelante...- añado bajando algo la voz, que sin darme cuenta había ido subiendo más y más. 

- Era una idea...

No quise entrar más en el tema sobretodo porque veía que había ofendido a Kaitlin. No era mi intención, pero seguramente mis palabras  me habían traicinado. Tampoco quería decir nada sobre sus propuestas porqu no quería entrar en una discusión absurda que iba a perder, vista la situación. Yo también prefería pasar tiempo con Will y Peter que con Carrie y Deirdre, pero si de mi dependiese el meterles o no en el grupo no lo haría. La idea del grupo era unos estudiantes capacitados para investigar un intenyo de genocidio, tal cual. Peter y Will eran divertidos y buenos amigos pero no eran orecisamente los más discretos ni los más capaces. Y Liliana, au que parecía una chica muya agradable, no la conocía y era de quinto. Quieras o no eso la pone por debajo de las habilidades del resto ya que ni siquiera ha pasado los timos. Cormac y Laura era tan capaces como de confiaza, eso sí. Pero yo seguía pensando que Carrie y Deirdre eran mejor opción que los chicos. Vale, era raro que se nos viese con ellas pero... ¿No se suponía que esto iban a ser reuniones secretas? Nadie iba a vernos con ellas... Y a pesar de no ser las personas más agradables del grupo estaba segura de que se unirían a la causa y no lapregonarían a los cuatro vientos. Ellos no habían tenido la conversación que yo sí y era imposible explicarselo... Pero si preferían un ambiente amistoso en lugar de un grupo más efectivo... ¿Qué podía hacer yo?

Y luego estaba Oliver. Hace unos mese no habría dudado en que tenía que ser el primero al que preguntar, pero ahora... No solo estaba tremendamente raro y borde, sino que bueno... Le había hcho eso a Deirdre. ¿Quién hace eso y luego puede llamarse persona de confianza? Si traicionas a la persona que quieres de una manera tan ruín, ¿Por qué no hacerlo con un grupo e personas a las que no tienes en tanta estima?

- Creo que es la hora de comer y tengo que adaptar los nuevos horarios de los prefectos. Por cierto, necesito los vuestros. - dije a Leo y Kait antes de levantarme y encaminarme a la puerta, aunque hubiese preferido quedarme en una sala tan alucinante como esta.

- Los.... horarios. - ¿Dónde dejé los horarios? Leo miró a Kaitlin, esperando que ella hubiera guardado los horarios en algún lado, o recordara donde había dejado los suyos. - Eh....... no te preocupes, a la hora de cenar te los llevo - Vamos, a Leo se le notaba a la legua que no tenía ni idea donde estaban sus horarios. Era parte de su encanto.

- Oye, que digo yo... ¿Y aquí no podemos salir e imaginar un buffet o algo? ¿Podemos sacar las cosas de aquí dentro las cosas que aquí se crean? - Palmeó un par de veces el ovillo. Tenía un montón de dudas sobre aquel lugar, y quería resolverlos antes de ponerse en pie e ir a comer. - Y.......... ¿Desde cuándo estáis juntos? Señaló primero a Eve y luego a Duncan. Puestos a preguntar...

- Oye, pues a lo mejor sí podemos.- contesto cerrando los ojos con fuerza e imaginando una fuente de pastel de carne apareciendo junto al ovillo de lana. El funcionamiento de la sala sigue fascinándome y me propongo pasarme por la biblioteca más tarde para averiguar más cosas sobre ella y de paso hacer honor a mi casa, que se supone que es la de la gente inteligente y estudiosa. 

Abro los ojos y lo único que sigue estando sobre la mesa es el ovillo. A lo mejor hay que imaginárselo todo antes de entrar en la sala y una vez dentro ya da igual lo que imagines, porque no va a aparecer..., pienso. Cojo el ovillo y jugueteo con el extremo de hilo suelto, pensativo. 

- Por cierto...¿para qué querías el ovillo?- Al principio había creído que era para Bikkel, el gato de Eve. Pero el extraño intercambio de palabras referentes al ovillo entre Leo y Kaitlin me había hecho sospechar que el destinatario era un felino mucho mayor...

Mientras Leo buscaba justificación a su despiste, yo comencé a buscar en mi bolsa, sacando uno de mis cuardernos, con algunas hojas sueltas en su interior. Y, mientras hablabamos, tendí aquellas dos hojas, la mia y la de Leo, a Eve, con una media sonrisa- No te preocupes cariño, siempre llevo una copia de tu horario encima... para no volverme loca... -añadi, encogiendome de hombros, con una media sonrisa.

Dejé el tema de Deirdre de momento. Ya hablaria despues con Eve y le expondria tranquilamente mis motivos. Entretanto, la idea de Leo de desear un buffet me pareció maravillosa- Si, chicos, deberíamos comer... Y, de paso, poner cosas en claro y pensar qué vamos a hacer... Y cómo vamos a hacerlo.

Y, cuando iba a añadir algo mas, Leo preguntó a Eve y a Duncan que cuánto tiempo llevaban juntos. Y entonces mi atención se centró en ellos: aunque intentara disimularlo, yo también queria saber más de todo aquello. Y, cuando Kyle pregunto por el ovillo, acabe por sonreir, negando, mirando a Leo- Que te lo cuente él...- dijo, divertida, alzando ambas cejas.

Me detuve para coger los horarios que Kait me tendía y los guardé entre mis cosas. La idea del buffet parecía teresante pero yo no iba a quedarme en caso de que lo hiciesen. No sólo por razones que a ellos le podían parecer estúpidas ( el hecho de aprovecharnos de manera frívola de una sala como esta, ue se nos había confiado para cosas mucho más serias; mis obligaciones de prefecta, las cuales tenía un poco olvidadas si era sincera...) sino también porque tenía la cabeza como un bombo y necesitaba un poco de tiempo. En unas horas me había vuelto confidente de un montón de secretos y había ofendido a mi mejor amiga por no airear nada en público. Y encima ahora sacaba el tem a de Duncan, haciéndome sentir fatal por no haber sacado el tema antes yo misma.

- El día que entré en el equipo, cuándo me pidió que fuéramos al baile juntos. Por la tarde me pidió que le ayudase con un conjur y bueno - me sonrojé y miré de reojo a Duncan mientras sonreía con timidez - pasó, y eso... - no era un tema del que fuese a hablar con pelos y señales delante de todos. Quería poner a Kait al corriente de cada palabra y gesto, pero no era capaz de hacerlo si no era a solas. Suponía que precisamente por no encontrarnos nunca a solas este ultimo mes no se lo había contado. - Bueno, chicos, en serio. Yo voy tirando para poder terminar con esto antes de ir al comedor. Nos vemos allí. - iré a Duncan de reojo por un instante, pues él si quería acmpañarme era bienvenido, pero 3 son multitud...

"Sólo él o sólo Kait, pero no creo que ahora prefiera venir conmigo a quedarse aquí con los chicos."

Katherine permaneció más concentrada y seria ante el último comentario de Oliver. Sopesó la propuesta unos segundos mientras jugaba con las puntas de su pelo mientras sentía el tacto de los dedos de Oliver en su antebrazo.

- Solos tú y yo, ¿eh? Bueno, creo que hacemos buen equipo la verdad. Pero nada más nosotros. Ni siquiera Bonnie. No quiero que nadie más se inmiscuya en estas cosas. Ni Slytherins que me miran mal ni Gryffindors que te miran mal. ¿De acuerdo? Y en tal caso, ¿por dónde empezamos?

La respuesta de Katherine pareció agradar al slytherin, que sonrió al instante.

- Solos tú y yo, te lo prometo- confirmó, con un seguro aunque delicado cabeceo. Durante unos segundos más continuó acariciando la piel de su acompañante. Cuando pareció considerar suficiente, la introdujo de nuevo en el bolsillo de su túnica. - Tenemos que averiguar qué intereses podría haber en la adulteración de la bebida de la fiesta. Quizá fuese solo un ataque o, quizá.... sea algo más. ¿Qué tal una táctica de distracción para no despertar sospechas? - conforme hablaba sus ojos se entrecerraban, intentando visualizar la situación. Las pequeñas marcas que se formaban en los laterales de sus párpados le daban un aire intelectual. - Detectar los menos afectados por el veneno podría ser un camino. A no ser que cuentes con una opción mejor... - Tras su intervención guardó silencio, esperando a que la gryffindor tomara la palabra.

- ¿Táctica de distracción? ¿Con qué fin?- Katherine no entendía el por qué iba a tratarse de una táctica de distracción.- Está claro que los ataques no han sido una broma y que quien lo haya hecho debe formar parte de algún grupo, pero los mortífagos son escasos fuera ya, ¿no? Y de todas maneras me cuesta creer que alguien haya podido internarse en el colegio.- opinó antes de que Oliver comentase lo de buscar a los menos afectados por el veneno.- Si siguiéramos esa táctica probablemente deberíamos apuntar a nosotros mismos.- Algo pareció pensar la chica pues se quedó parada, en silencio, durante un corto periodo en el que alguna idea pasó por su cabeza, mirando a Oliver; si bien luego sacudió la cabeza antes de continuar.- Me refiero a que ninguno de los dos hemos sido de los más afectados por el veneno. Pero si quieres... bueno, podemos investigar quienes han sido los que menos bebieron ayer. Creo que podría encargarme de ello aunque sea una tarea difícil.