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ASTRONOMÍA

El torreón de astronomía se encuentra al aire libre y digan lo que digan, de 10 a 12 de la noche es mal momento para hacer esa clase porque hace fresquito y cuando se adentren en el invierno, ahí casi que no podrán dar clase. El cielo está despejado y hace una noche perfecta para mirar las estrellas y estudiarlas.

Junto a la puerta que da acceso al torreón, se encuentra la profesora nueva con una mesita llena vasos con chocolate caliente y unas mantitas que va dando a los alumnos van entrando. Cuando ya están todos, se pone frente a ellos con una sonrisa.

-Bienvenidos a la clase de Astronomía. Siento que tenga que ser tan tarde, pero parece que los horarios son inamovibles y que permanecerán así. Por favor, sentaos en semicírculo. Presentaos y decide que es para vosotros la astronomía... no hace falta que me mintáis diciendo que es divertida, eh? Primero me presento yo... mi nombre es Margaret Shine y soy la nueva profesora de Astronomía tras el desafortunado accidente que sufrió el profesor Serpens el año pasado... espero que nos divirtamos todos juntos... a pesar de la asignatura que es.

Según termino de cenar, decido subir a clase, no vaya a ser que llegue tarde a una clase por segunda vez en el día. Cuando por fin estoy entrando en el torreón de Astronomía me doy cuenta de que soy el primero de mis compañeros en llegar y, para gran asombro mío, la profesora Shine me ofrece un vaso con chocolate caliente y una manta para no pasar frío, ya que el torreón no es que sea el sitio más cálido del mundo que digamos..

Qué extraño, no es normal que sea tan amable...Sobre todo si tenemos en cuenta cómo era el profesor Serpens el año pasado. Sería un cambio muy drástico, habrá que andarse con pies de plomo hasta que la calemos bien.

Mientras estoy divagando estas y otras cosas, me siento lentamente para que me de tiempo a dar una respuesta a qué es para mí la Astronomía.

Buenas noches, profesora Shine, soy Alan Grant, alumno de Hufflepuff. Pues la verdad, no tengo muy claro qué es la Astronomía. O sea sí, sé que es el estudio de las estrellas, planetas y constelaciones pero, el problema es que hasta ahora, con el profesor Serpens, nos hemos centrado nada más en esto. No le hemos dado ninguna utilidad práctica ni se nos ha explicado para qué sirve esta asignatura en nuestro mundo. Realmente, estoy esperando el momento de que este asunto cambie y no se limite, tan sólo, a aprender listas y listas de nombres extraños.

Tras dar mi más sincera respuesta, espero que la profesora sepa entenderme y que no lo entienda como una crítica a la Astronomía, sino al modo en que ésta nos ha sido impartida hasta el día de hoy.

"Una excusa para pillar un resfriado, una forma de perder horas de sueño,...." Lo cierto es que no se me ocurría ninguna respuesta que pudiese aportar algo útil. "¿Que les ha dado a todos los profesores por preguntarnos lo que significan para nosotros sus asignaturas?" Bostezo como si no hubiera mañana.

- Supongo que la Astronomía es el conocimiento de los nombres y movimientos de los cuerpos celestes, aunque sinceramente no se que relevancia puede tener para cualquier cosa que no sea la adivinación, para los horóscopos y la astrología. Aunque tampoco pensé nunca que fuera a ser algo peligroso... y ya ve lo que le paso al padre del prefecto de Slytherin.

Toma la manta que le ofrece la profesora, con una sonrisa totalmente incosciente. No esperaba ese gesto de la profesora, que parecía desprender esa dulzura a cada paso y a cada acto. Se acomoda en la posición que les indica a todos ellos, intentando encontrar la agradable temperatura que encontraban en el comedor y en el resto del castillo.

Nota como empieza a relajarse a medida que pasa el tiempo en la clase y hablan sus compañeros. No había sido un buen momento anteriormente, y esperaba que la cosa mejorase.

- Yo... soy Katie Smith. Y la Astronomía... es un misterio. Al menos para mí - empieza a decir, insegura - Parece tan inalcanzable para mí como las estrellas en el cielo... pero ya me he equivocado otras veces

Tras prometerle a Spencer lo que le dijo en la sala común, fueron juntos a clase.

Al quedarse al aire libre, siente un escalofrío que hace que se le ponga la carne de gallina; cuando la profesora le da la manta esboza una sonrisa de agradecimiento, que se ensancha al coger una taza de chocolate caliente. Esa clase mejoraba por momentos.

Se acomoda al lado de Spencer y se echa sobre los hombros la manta suave y cálida que les ha dado. Sopla su chocolate caliente y da pequeños sorbos a éste mientras escucha a sus compañeros, entonces se atreve ella a hablar.

-Yo soy Scarlet Watson...de Ravenclaw.-mira al cielo estrellado y toma aire-Y la Astronomía me pa-parece interesante...aunque i-intimida mirar al ci-cielo y ver to-todos esos astros...te sientes di-diminuto...-vuelve a mirar a sus compañeros y sonríe tímidamente, sonrojándose-...Bueno, creo yo...

Da otro sorbo y se relame.

No del mejor humor había subido Madelain hasta el torreón de Astronomía. Ya era tarde y tenía mejores cosas que hacer que estar allí. Y estaba tan concentrada en ellas que se sorprendió al ver a la nueva profesora recibiéndolos; había olvidado el cambio de profesor. Y más aún se sorprendio ante la amabilidad de la profesora Shine, tanto como cuando los recibió con las mantas y el chocolate como cuando les dio la bienvenida.

Me pregunto cuánto le durará el carácter así. Seguramente solo hasta que los otros profesores la vayan contaminando de a poco...

Escuchó a sus compañeros hasta que fue su turno.

_Mi nombre es Madelain Garden. No tengo demasiado para agregar a lo que dijeron mis compañeros. La astronomía estudia los cuerpos celestes y sus movimientos. Y basicamente eso es lo que estuvimos viendo estos años.

Henri cogió la manta y el chocolate que le ofrecía la nueva profesora - pero si es joven, y guapa y amable - pensaba mientras la oía- no se quien ha hecho este año la selección de personal pero se merece un premio.

Soy Henri Hudson, la astronomía es...- decidió decir la verdad - es otra de las muchas asignaturas de este colegio que se me dan realmente mal, con sus mapas estelares,  cálculo de trayectorias y demás. La verdad es que nunca he conseguido entenderla.

Llego de nuevo el último a clase. No sé qué le pasaba a este colegio que las escaleras siempre me tenían manía. Y claro como teníamos la mitad de las clases en torreones y nuestra sala común estaba en la planta baja no había manera. Eso y que había estirado hasta el último momento antes de levantarme del sillón para ir allí. Lo de tener clase a las diez me daba demasiada pereza.

Entro por la puerta, y miro asombrado a la nueva profesora. ¿Qué habría pasado con Serpens? Bueno, la nueva parece simpática. Aunque lo mismo ha puesto alguna poción dentro del chocolate. No sería la primera vez que pasa algo así.
Con duda cojo la taza que me corresponde y una manta, y me dirijo a sentarme al lado de Henri.

- Yo soy Ashton Hughes, y si le soy sincero no veo las constelaciones. Es decir, veo los puntos en el cielo y sé más o menos dónde está cada una, pero nunca he sido capaz de ver la forma de Orión en la constelación. No sé si me explico… - ya que todo el mundo estaba siendo sincero yo también lo sería.

-Así que solo os hacían dibujar cartas astrales, trayectorias y esas cosas... que aburrido, no? Bueno, los centauros, criaturas que seguramente conoceréis, con capaces de predecir sucesos futuros gracias a las estrellas. Y son mucho mejores que nosotros, pues llevan cientos de años observando el cielo cambiante.

Se sienta frente a ellos con una manta sobre los hombros y un vaso de chocolate caliente del cual bebe un sorbo. Señala con la mano al firmamento.

-Hay estrellas y cuerpos celestes que solo aparecen para hacernos saber que grandes acontecimientos sucederán y eso lo saben los centauros pues siempre han aparecido esas estrellas cuando algo importante ha pasado.

Henri, asintió en silencio ante las palabras de la profesora y miró al cielo mientras empezaba a pensar que aquella clase iba a convertirse en adivinación solo que con más frío y sueño.

Mira el cielo mientras la profesora explica acerca de las muchas cosas que desconocían, por desdeñarlas como poco útiles y otras cosas. Podían haberse perdido tantas de ellas...

Baja la mirada y pregunta: ¿Y hay algún acontecimiento importante que nos señalen ahora las estrellas? ¿Comparten todo lo que saben los centauros, con los magos?

-Solo si demuestras ser digno de confianza, y aún así no todo. Pudiendo ver tu alma en tu carta astral pueden saber quién es de fiar y quién no. Si no que te lo diga...

Me callo al darme cuenta de que me estoy yendo de la lengua. Me arrebujo en mi manta y me acerco a Scarlet, en busca de calor.

- Hay cosas que tienen que ocurrir, el futuro no esta grabado en piedra, pero a veces evitar que una desgracia ocurra, conlleva que otras mas graves se desencadenen. Además los centauros son muy reservados. Pero esto no es una clase de Cuidado de Criaturas.

Sonrío a Kate. Me gustaba la curiosidad que esa chica parecía demostrar por todo, aunque parecía contenerse a sí misma constantemente.

Asiento a las palabras de la profesora mientras la imito tomando un sorbo de mi taza. No quería caerle mal por lo que no diría nada, además ella era mil veces mejor que el anterior profesor, pero si lo que íbamos a hacer era adivinación, ¿por qué no unían las dos clases y nos dejaban de chorradas? Y ya de paso, ¿por qué no elegían una sola manera de ver el futuro? Se suponía que todas funcionaban (o eso decían) así que en vez de ocupar el año con dos asignaturas y mil maneras diferentes de ver el futuro que eligieran una y no tendría que preocuparme de aprender todas.

En fin… seguía siendo mil veces mejor que Serpens, y con algo de suerte no tendríamos que copiar mapas astrales y yo no tendría que inventármelos como si los estuviera viendo.

Scarlet también escucha a la profesora mientras trata de beberse el chocolate caliente lentamente, no quería llegar al final de la clase sin la bebida... ¿No podía darles té? Eso se lo bebería más lentamente... pero el chocolate le costaba demasiado.

Sonrió cuando Spencer se acercó a ella y ella también se acercó unos centímetros a él. Se recolocó la manta sobre los hombros y escuchó atentamente todo lo que decian. La clase le estaba pareciendo bastante interesante, todos hablando por la noche, bajo las estrellas, con una buena manta y un rico chocolate. Aunque ella no interviniese debido a su timidez, le gustaba escuchar a la gente hablar entre ellos de forma relajada y tranquila.

Miró al cielo y se quedó observando las estrellas, preguntándose si la profesora vería algún presagio o algún acontecimiento importante.

La materia no me gustaba particularmente, pero al escuchar a la profesora despertaron en mi esperanzas de que este año fuera más llevadera que los anteriores. Ver cosas nuevas ya era una novedad, y además que claramente su trato era mucho más ameno. Que hablara bien de los centauros era otra novedad.

_Sumando a la pregunta de la Srita. Smith de si las estrellas están señalando algo importante ahora, ¿cuándo fue la última vez que señalaron algo importante, que sepamos nosotros al menos?

-Es Sta Shine no Smith. Por cierto, no creáis que esto es otra clase de adivinación. Lo que vamos a calcular son ciclos estelares y el hecho real de porque aparecen en el firmamento cada cierto tiempo. No vamos a adivinar lo que el futuro nos depara.

Señala al cielo mientras mira a los alumnos que están sentados frente a ella.

-Bien, comencemos por saber que estrellas reconocéis sin tener un telescopio - le da a cada alumno una carta celeste con varios puntos sobre ella -. Escribid el nombre de las estrellas que sepáis. La carta celeste está dibujada para esta misma hora.

Ya sabía yo que por muy maja que fuera la profesora de Astronomía no me iba a librar de esto. - Henri sacó la pluma mientras miraba aquella carta sin entendar absolutamente nada de lo que en ella había.

Miró al cielo esperando recordar algo de lo que Serpens había intentado enseñarle los anteriores cursos pero estaba claro que no había aprendido absolutamente nada

¿Esto es la osa mayor? ¿O es la menor? No se... Estas cuatro son el carro...no, son Orión - la clase pasaba mientras Henri miraba el cielo y la carta que tenía delante, pero sin escribir practicamente nada.

Antes lo digo y antes pasa lo contrario. Ya sabía yo que no íbamos a pasar la clase debatiendo y bebiendo chocolate. Ni sería algo como adivinación. Nos tocaba copiar de nuevo.

Haciendo caso a la profesora saco pergamino y pluma y comienzo a escribir todas las que veo y de las que me acuerdo. Ahí está Andrómeda, no, pero esa no vale, eso es una galaxia, y ahí Ofiuco. Al lado Leo, formado por Regulus, Denebola, Zosma, Algeiba y Ras y Cáncer, por Altarf y Asellus. Y a la derecha Casiopea… y Orión con el cinturón que estaba formado por betelgeuse, Rigel y Bellatriz, los carros y Libra, mira, mi signo del zodiaco. – pienso según comienzo a transcribirlos, poniendo las constelaciones y luego las estrellas que las forman, y que me acuerdo.

Esperaba que fueran suficientes. Pasaba de tener más castigos.

Cuando llevo ya unos cuantos me doy cuenta de que Henri está en blanco. Se había bloqueado. Mierda, tenía que ayudarle.

Como quien no quiere la cosa saco otro pergamino, y en paralelo, comienzo a escribir estrellas diferentes. Parecía que me había venido la inspiración, para luego pasarle el papel y que él las apuntara en su hoja. Si no eran las mismas no parecería que nos habíamos copiado y la profesora no se daría cuenta, con algo de suerte.

Scarlet asiente y comienza a hacer lo que la profesora manda.

Mira al cielo y de vez en cuando  baja la mirada para anotar las estrellas y constelaciones que detecta, que no son pocas. Le gustaba mirar las estrellas, así que no le resultaba un trabajo tedioso, todo lo contrario.

En poco tiempo, la carta de Scarlet está llena de anotaciones, todas escritas con su caligrafía pulcra y clara. Aunque llega un punto en el que no reconoce ninguna más, pero se queda mirando el cielo estrellado, simplemente por placer y por si conseguía distinguir alguna más.