Partida Rol por web

La pared se abre formando una puerta por la que Alex y su hermana pueden pasar. La sala ha cambiado un poco desde la última vez que han estado en ella. Parece ser que Chris ha creado un lugar con varias mesas y estanterías y con una zona más despejada donde seguramente se puedan practicar hechizos.

Está sentada en una de las sillas, esperándoles.

Alex agarró a su hermana de la mano y echó a caminar hacia Chris con una sonrisa.

- Querida, bienvenida a la Sala de los Menesteres- comenzó el chico con voz radiante, visiblemente satisfecho de haber llegado allí por su propio pie-. ¿Te suena?- preguntó, sin saber muy bien cuantos conocimientos tenía la pequeña sobre la historia mágica- Chris, mi hermana, como bien sabes. ¿Tienes tú el Mapa del Merodeador o Clare?- volvió a preguntar, esta vez, obviamente, a la otra pelirroja, más que nada porque sería un método sencillo que no ponía en peligro a nadie a la hora de ver si Logan y Scarlet iban llegando.

Obvio era que ahí Alex hablaba con la lengua suelta. Desde luego, la diferencia de hablar ahí a hacerlo en el lago o el gran comedor era abismal.

-No, no puede ser... me estás diciendo que... - no acaba la frase porque se queda ensimismada mirándolo todo mientras va de un lado para otro. Y es que es una cotilla y, sobre todo, es de Ravenclaw así que todo lo que pueda dar conocimiento es bienvenido para ella.

Se acerca a las estanterías mientras mira los libros.

-Si aquí están todos los libros de los cursos e incluso más!

Saluda a Alex con la mano cuando entra en la sala de los menesteres.

-Ya era hora... llevo bastante esperando... que había dicho 5 minutos. El mapa lo necesita Clare para los asuntos que tu y yo sabemos... se metería en problemas si la encontrasen.

Deja que la hermana de Alex corretee por la biblioteca de la sala y se acerca a Alex.

-Y los demás?

- Te dije que tenías que venir conmigo. Espero que te merezca la pena- dijo el chico en voz alta, mirando a su hermana y señalándola con vaguedad mientras una sonrisa aflorada en sus labios, satisfecho porque aquello fuese del agrado de la pequeña. Conforme Chris habló, el chico se giró y se dispuso a responder sin mudar la expresión-. Perdona, querida, he venido tan pronto he podido. Tenía que avisar a Logan y Scarlet, y convencer a este trasto- su hermana, dicho de forma cariñosa por lo revoltosa que se ponía, como todas las chicas de su edad- para que viniese. Ya sabes, organizando las cosas sin tiempo- apuntó intentando suavizar las cosas, si bien en el fondo le sabía mal haber hecho esperar a la pelirroja. Cierto era por otro lado que para poder hacerlo pronto tenía que haber orquestado todo a la carrera-. No te preocupes, algo inventaré para ver cuando llegan los demás. Los elfos son lo primero- obviamente, no se molestó en maquillar sus palabras estando en esa sala-. Scarlet tiene que recoger un premio de pociones y viene en seguida, pero ha ido con su novio, así que vete a saber. Sobre Logan, ni idea. Si no aparecen- se ensombreció un poco de pronto, con un brote de seriedad- tendré en cuenta de qué pie cojean. Saben que es algo muy serio, por lo que, como me fallen, se la guardaré.

Aquella alternativa no auguraba nada bueno. Alex era muy buena persona para con sus amigos, pues lo daba todo por ellos, pero no estaba dispuesto a tolerar que no le tomasen en serio. Si les encerraban en el cuarto de baño sin ropa lo entendería, pero como hubiesen estado perdiendo el tiempo con cosas pactadas a posteriori de la cita con Alex, se lo tomaría como una ofensa. No le gustaba que jugasen con su tiempo, pues lo consideraba un bien muy preciado, y no estaba dispuesto a que lo ninguneasen. No se había ganado su reputación así.

-Seguro que no tardarán mucho... supongo que nunca te han dado motivos para desconfiar de ellos, así que confío en que vendrán.

Da palmaditas a una silla que hay a su lado. Al menos no hace falta que esté de pie mientras espera a que vengan los otros dos. Saca la lista para tenerla preparada para cuando vengan Scarlet y Logan.

-Espero que comencemos pronto con las actividades de este "club"... nos será útil saber todas las cosas que debemos saber y que no nos enseñan los profesores.

- Eso espero- dijo Alex, sentándose en la silla y recuperando su buen talante, confirmando todo lo dicho por su compañera-. Hay que decírselo todo a la revoltosa- apuntó señalando a su hermana, liada con los libros-. ¿Qué actividades tienes en mente para la orden?

Era una pregunta simple, y se imaginaba vagamente las respuestas, pero no estaba de más confirmarse las cosas. Sentía verdadera curiosidad por descubrir su futuro, todo sea dicho, y no quería esperar a las clases optativas para ello.

-Había pensado en aprender hechizos importantes si queremos salir mas o menos ilesos de esto... sin saber defendernos, no podemos llegar muy lejos.

Mira la hora en un reloj que cuelga de la pared.

-Quizá es mejor que miremos a ver si hay alguien esperando.

- Y ni aún así- dijo el chico, temiendo que, como todo apuntaba, una panda de críos no fuesen capaces de plantar una resistencia significativa, ni de lejos, ante el señor tenebroso-. Ojalá me equivoque, y con más magia y aliados seamos capaces de algo, por pequeño que sea.

Suspiró, dándose la vuelta y caminando hacia la puerta. Sotek, al hombro, bufó, instando a su chico en la puesta a término de la idea.

- Tienes razón, voy a echar un vistazo- dijo al tiempo que abría la puerta, y, con extremo e inútil cuidado, asomaba la cabeza.

- Psh. Psh- chasqueó una voz a espaldas de Scarlet, mientras esta se deleitaba con los cuadros-. Deja de jugar, anda- era, inconfundiblemente la voz de Alex, seguida de un maullido.

El chico, con media cabeza asomado al borde de una puerta que antes posiblemente no hubiese estado ahí, si bien era posible haberla pasado por alto, llamaba a Scarlet.

- Anda, pasa. Que nos van a pillar, pecosa- instó el chico, sacando su rosada para apremiarla. En cualquier momento podía aparecer alguien, y eso era de todo menos deseable.

Se le notaba juguetón, pues estaba más que contento. Pero, por otro lado, no cesaba en su cautela, pues estar asomado al borde de aquella sala no era en absoluto una buena idea.

Scarlet se gira sobresaltada ante la llamada. Ve a Alex asomado a una puerta que juraría que nunca ha estado ahí.

-Pe-pe-pero ¡Alex! ¿Cuánto llevas ahí?-dice sobresaltada.

 El chico nunca la metería en un sitio peligroso, así que se acercó con paso confiado, mirando a todos lados para asegurarse de que nadie miraba y entra con paso sigiloso.

Alex cerró la puerta a toda velocidad tras él, empujando el aire por necesidad. Tras el sonido, la habitación quedó más que revelada. Un reloj colgada de una pared, y había por ahí, varias mesas y estanterías. Chris estaba sentada sobre una de las sillas, y su hermana, Martha, ojeaba los volúmenes de una de las estanterías. Y aún así, había una zona despejada en aquel lugar.

- Menos del que quisiese- confesó el chico, refiriéndose a la Sala de los Menesteres y no a su espionaje a Scarlet-. Bienvenida a la Sala de los Menesteres, querida- añadió, extendiendo las manos como si intentase abarcar toda la sala-. Y... bienvenida a la nueva Orden del Fénix- se acercó un par de pasos, sonriendo de oreja a oreja, radiante de alegría-. Estamos reclutando gente de fiar, obviamente- y, acercándose aún más, volvió a pegarse al oído de la chica-. ¿Y cómo no pensar en ti la primera? Felicidades, aquí tienes mi solución para lo que me dijiste en el carruaje.

Y con esas, la abrazó.

Sus ojos se abrieron como platos al entrar...estaba en la legendaria Sala de los Menesteres. Durante sus primeros años allí, la buscaba, pero nunca apareció...Así que llegó a pensar que era una falsa leyenda...Pero no. Era tan real como ella.

Scarlet no se lo creía. Le parecía una especie de sueño...¿La nueva Orden el Fénix? ¿Ellos? Pero...¿y si les pillaban los profesores? ¿y si les pillaba el mismísimo Voldemort? 

No. No podía dejarse llevar por esos pensamientos. Sacudió la cabeza con decisión. Debía ser valiente, como su padre. Es lo que él hubiese querido, su madre también. Debía ser fuerte y valiente por ellos dos.

Sin poder evitarlo comenzó a llorar de la emoción en el hombro de su amigo. Llevaba meses sin creer encontrar una respuesta, viviendo sola, sin nada ni nadie a quien aferrarse. Era su primer día en Hogwarts, 2 de Septiembre, pensaba que no sobreviviría a ese día...Pero ahí estaba, en la Sala de los Menesteres, dispuesta a luchar por lo que creía y por volver a ver a sus padres.

No le hacía falta la poción que llevaba en la mochila, ese ya era uno de los días más felices de su vida.

-Muchas gracias, Alex, de verdad. Eres el mejor-le dijo al oído.

Feliz cumpleaños, papá.

- Ya sabes cómo va esto. Tú me pides una estrella y yo te traigo el firmamento entero- susurró, replegando las lágrimas con el pulgar. Entonces, mientras aflojaba el abrazo y dejaba que la chica se desahogase a su ritmo, ladeó la cabeza, normalizando la situación- Bueno, Chris- comenzó de nuevo dirigiéndose a la pelirroja de mayor edad, como si, en efecto, un abrazo entre dos amigos fuese lo más normal del mundo-, parece que tenemos a una nueva miembro en el equipo. A ver esa hoja mágica de firmas, querida- y con esas miró, un poco más allá, buscando con los ojos a su hermana y dirigiéndose hacia ella-. Tú, empollona, ¿has escuchado?- su tono era, como siempre, el de un hermano haciendo rabiar a su pequeñaja. Sus labios y su sonrisa decían una cosa, pero sus manos, posadas con suavidad sobre la espalda de Scarlet, y otra, y sus pies, congelados, una tercera muy distinta. Era obvio que Alex cambiaba mucho según con quién interactuaba, y que no tenía reparo alguno en hacer el papel de camaleón según conveniese. Todos aquellos comportamientos seguían siendo propios de Alex, pero verlos todos juntos en tan poco tiempo era algo bastante atípico.

Chris saca el papel con la lista y lo deja encima de la mesa. Coge un frasco de tinta y una pluma totalmente nueva y los deja junto al papel y espera a que las dos nuevas chicas firmen con su nombre

-Eh! No me habías dicho nada de un contrato! - dice Martha que se acerca a su hermano y se cruza de brazos.

No parece que la chica esté muy enfadada por tener que firmar... está más emocionada que enfadada.

Scarlet se seca las lágrimas y firma rápidamente.

Mira a Alex con una sonrisa radiante. 

-Listo, ya fi-firmé.

Y la lista de "Cosas que le debe Scarlet a Alex" se alarga muchísimo más. Si no fuese por el chico...seguramente seguiría siendo una empollona de Ravenclaw a la que nadie miraba a no ser que fuese para meterse con ella.  

Le dedicó al chico una mirada de infinita gratitud y se volvió a colocar a su lado. 

Ya habían firmado Chris, y su prima Clare, y Alex. Curiosamente, la huella de Sotek también estaba impresa bajo el nombre del chico. El felino, todo sea dicho, aprovechando la nueva posición que habían adoptado Alex y Scarlet, pasó del hombro del chico al de ella, acurrucándose de forma inestable en su hombro al tiempo que le frotaba el cuello. Lo hacía por una razón sencilla. Cuando alguien lloraba, lo hacía porque estaba muy triste o muy contento. Daba igual la razón de Scarlet, porque Sotek podía aprovecharlas por igual para intentar granjearse un poco más de notoriedad en el futuro, que a fin de cuentas era lo único que le importaba. Era un estratega.

- Tranquila, es para que tengamos la boca cerrada- aclaró el chico a su hermana, aparentemente ajeno al resto de sucesos, si bien le había encantado el gesto de Scarlet-. Bueno, sólo falta Logan. Clare está hablando con los elfos, y con suerte iré a echarles un ojo. Su apoyo, de tenerlo, será importante- se sentó sobre una mesa, dejando colgar los pies mientras ponía las manos sobre las piernas- Lo que no sé es en quien demonios confiar más. Ya lo he hablado antes con Chris, que es a fin de cuentas la que maneja todo este cotarro, pero a mí me gustaría saber vuestra opinión antes de hablar- seguía dirigiéndose a las dos nuevas miembras, por supuesto, y al parecer, quedaba confirmado que a Alex se le daba relativamente bien centrarse cuando le convenía. Al menos en apariencia.

Alex se levantó del asiento y echó a andar hacia la puerta.

- Sigo interesado en que digáis lo que pensáis al respecto, porque necesitaremos gente de confianza para esta empresa, pero voy a echar un vistazo a ver si ha llegado el chico- Logan, por supuesto. La realidad era que no esperaba que estuviese ya, porque el chico había demostrado ser bastante impuntual y descuidado para algunas cosas, pero tampoco quería tenerlo esperando. El problema era que, sin el mapa, sacar la cabeza de la sala era bastante peligroso.

Finalmente, alcanzó la puerta de la sala de los menesteres y la abrió, sacando la cabeza por el otro lado.

- Eh, eh- dijo la cabeza de Alex al borde de una puerta que, antes, no parecía haber estado ahí, ya fuese por despiste o por la magia del castillo-, pasa, chaval- añadió mirando a Logan y haciéndole un gesto para que entrase-, y rápido, que si nos pillan se nos caerá algo más que el pelo.

Y con esas, metió la cabeza dentro, abriendo la puerta de par en par para que pasase el chico. A Alex le gustaba la ilegalidad dentro del castillo, sí, pero no le hacía ninguna ilusión que El Basilisco o cualquier otro profesor acabase reservándole un destino bastante cruel por haber encontrado aquella sala, de ahí tanta prisa.