Partida Rol por web

ahhhhh!!! -que he hecho... -señor Hanscom! -Nathaly ve horrorizada el metal sobre el rostro de Mike, le ha salvado la vida... y ella solo pensaba en su dron.

en ese momento intenta ayudarlo a ponerlo a resguardo en la carabana, el metal le va salpicando, ni lo siente, la adrenalina lo es todo y cuando las cosas no podían ser peor, el resquebrajar de cielo, una sombras atraviesan el cielo a una velocidad inimaginable para su tamaño, es incapaz de saber de que se trata hasta verlos mediante los datos del dron.

unos ovnis persiguen el dron a 50mach ¿y disparan misiles? no lo entiende, pero no va a dejar que le derriben a su pájaro. pero como hacer eso, no es una nave que se pueda controlar, solo tiene unos micro correctores de orbita, que aun no pueden funcionar...

un fogonazo, la idea es clara, parece una locura, y sin duda afectara en la trayectoria final, pero si mueve la camara el centro de gravedad cambiará y eso no es gran cosa en un coche, pero en un vehículo tan ligero a casi la velocidad escape terrestre, supondrá una desviación con la que esquivar los proyectiles. solo hace falta introducir un movimiento no repetitivo en la posición de la cámara principal y capaz de compensarse, un senoidal multiplicado por jilter en el eje x y su coseno en el rotor deberían compensarse...

una pieza de metal le alcanza en la nuca, se queda bloqueda por unos segundos y ve que no puede levantarse, apenas puede mover el brazo de la tableta, pero necesita que alguien le lea las lecturas de las pantallas de la caravana, siente completa y absoluta desolación e intenta algo que nunca había hecho

la tensión es demasiado alta, con lagrimas por la cara, -señor Hanscom por favor, aviseme cuando el radar de proximidad indique una distancia inferior a 7km... no le pediré nada más

Apenas podía ver algo y el dolor me tenia algo atontado, no podía discutir con Nathaly en este momento, me senté en la caravana mirando los instrumento telemétricos esperando el momento indicado para darle la señal Ya casi... ya casi.. cada segundo parecia una eternidad y todo parecia moverse en camara lenta, finalmente llego el momento y grite con las pocas fuerzas que me quedaban AHORA! todo transcurrio muy lentamente pero al final la cara de alegría en su rostro me dijo todo lo que necesitaba saber!

Pero aun quedaba otro problema, aun estaba lloviendo metal liquido y estábamos en la linea de tiro, me sente en el lado del conductor y grite vamos sube ahora! todavía somos blanco facil para la lluvia y para lo que sea que disparo ese misil!

Cuando Nathaly se subio a la caravana acelere en dirección del rancho Si tienes señal en tu celular sera mejor que avises a alguien de lo que esta pasando, no quiero terminar como un accidente de un ejercicio militar!

La caravana traqueteaba por el camino, levantando polvo en la noche, hasta que llegaron al la casona del Rancho Red Mountain. A su alrededor, los campesinos y los dueños terminaban de afanarse para extinguir los últimos restos del fuego: vertían agua sobre los árboles y paredes, cubrían las cenizas y brasas con arena y rebuscaban posibles focos que llamaran la atenciónun mitad de la oscuridad de la noche.

Afortunadamente, sólo había una pared de madera ennegrecida que diera cuenta del incendio que podría haberse desatado: sería fácil de arreglar. De modo que allí se encontraron todos: Jennifer, Michael, Nathaly y James. Y ni imaginaban todo lo que llegarían a vivir juntos a partir de aquella extraña noche.

A pesar de no conocer a nadie y de no tener algún vinculo que me atase a aquellas personas, el sujeto alto y musculoso decide ayudar en lo que puede aun habiendo los peligros de aquella noche.

Ante la situación tan burda y el repentino cese de la tormenta de metralla, comenzó a cubrir las cenizas y mientras lo hacia se percato de que tenia destrozada la camisa, por lo que se la termino de quitar.
Observándola con pavor y algo confundido por no entender el hecho de estar quemada en sus bordes dijo –Pero qué diablos…- rápidamente trato de tocarse la espalda y sentía un leve ardor, no sabía que significaba eso, pero se imagino una fea quemadura.

Miro hacia donde los demás ocupados en sus asuntos, pero la intriga de lo que pasaba no le dejaba claro que había sucedido exactamente; dudó un momento, si irse a un hospital o seguir con esto –Esta pobre gente necesitara aun de ayuda- se interrumpió en sus adentros y volteo en dirección a donde yacía el vehículo rentado –Que digo!!! Si ni siquiera puedo valerme de mi mismo en este lugar- pensé, frotándome la cabeza y con una sonrisa algo irónica.

Volteo nuevamente en dirección de los demás y camino directo a donde se encontraba la muchacha de cabello negro.

-Saludos, sé que no me he presentado y mis disculpas por eso, mi nombre es James- pare un momento, sentí un escalofrío y dije –crees que les quede algo para ponerme, como ver mi camisa esta vuelta un desastre y no tengo más en mi vehículo- dije estirando la misma y dejando ver el agujero que tenia.

-señor Hanscon, le llevare al rancho con la caravana, descanse, parece que lo que fuese que sucedió ha cesado ya.

arranco la caravana y conducinedo malamente, con alguna esquilas de metal humeando sobre el capo, me dirijo a al rancho. -señor Hanscom, lo que ha hecho, usted me ha salvado la vida,le debo una disculpa. yo solo... tuve miedo y me deje llevar, quería lanzar el dron y pensé que usted lo arruinaría todo... lo siento...

pero le llevaré al rancho y ahí le mirarán esa quemadura, usted relajese...

tras llegar al rancho veo que estan todos en movimeinto, parece que se ha producido un incendio, pero ya están acabando la labores de extinción. de repente un hombre musculoso me pregunta por ropa, tiene una extraña marca metálica como la del Mike. -disculpe no vivo aqui, debería preguntar a la señorita Sedler -mientras le indico quien es.

es en ese momento cuando me fijo en mi brazo, también tengo alguna marcas metálicas, no son como las de ellos, parece mas bien un  tejido de extraños circuitos que recorren mi brazo desde la palma de la mano hasta... -vaya si, ahí donde me sentí aquella punzada en mi nuca... esto es peor de lo que me temía...

Una vez la joven indica quien es la persona que vive en este rancho, James rápidamente la ubica y se dirige a ella para pedir ayuda. Mientras caminaba se le podía ver una espalda bien fornida de fuertes músculos, pero lo que más llamaba la atención a demás de sus tatuajes, era que tenía un metal aferrado en toda la columna y un poco de la espalda, dando la imagen de un ave en vuelo, vista desde arriba.

Al caminar, James sintió otro escalofrío –Que bien, me presento y ni siquiera su nombre me dice… Je… que mas podría pedir en una situación como esta… las cosas que digamos no están para ser gentiles- continuo caminando en dirección a la muchacha que vivía en este rancho, una vez llegado, se encontraba despaldas a ella, ella ocupada en sus asuntos.

-Um… Compermiso señorita, perdone la molestia… Mi nombre es James, por culpa de este incidente mi carro está atascado en una zanja y creo esta algo averiado, pero más que eso, quería ver si había algo de ropa que pueda darme ya que mi camisa se daño y hace un poco de frio aquí…- dijo de forma segura y sin dudar, pero no sabía si realmente había llamado la atención de la muchacha o si esta le había escuchado una sola palabra.

Con un suspiro de alivio Jennifer miro a su alrededor, el fuego estaba controlado, su padre a salvo. También Nathaly y Mike parecían estar bien, vio como Tracy corría en dirección a su novio que en ese momento bajaba de la caravana.Cuando bajo el pico de adrenalina en su sangre sintió todo el peso del estrés cayendo sobre sus hombros; y mil preguntas se agolparon en su cabeza...  Tardo en darse cuenta de que alguien le hablaba a ella. Se giro hacia James; su piel tostada por el sol estaba tiznada de hollín, su pelo rubio revuelto y tenia algunas quemaduras en su camisa de cuadros. Miro a James como sin oírle por un segundo, parpadeo y movió la cabeza como quien pretende concentrarse, todavía extrañada y confusa por lo bizarro de la situación.

-mmm si.... yo soy Jennifer Sedler...¿Se encuentra bien?, si me da unos segundos puedo buscarle algo...- dijo y comenzó a andar hacia la casa.

Entonces sintió algo extraño. Estaba descalza, después de subir a la azotea no había vuelto a ponerse los zapatos, lo recordó en aquel momento al ver sus botas de cuero tiradas en desorden al lado de la casa.... aun así sus pisadas se sentían extrañas. Miro sus pies que asomaban por las botas de sus vaqueros, sus dedos plateados brillaban con las pequeñas luces que había alrededor de la casa  y la luz que proyectaban los faros de la caravana. Levanto las perneras del pantalón y ahogo un grito de sorpresa. El metal cubría todo sus pies y media pantorrilla degradándose mientras subía sus piernas, casi llegando a sus rodillas solo se veían algunas motas dispersas de aquel metal

derrotada, cansada, sin fuerzas para ponerse a mirar el seguimiento de drone, con demasiado miedo para postear sobre la experiencia, ¿qué fue lo que le ataco? ¿era del gobierno? ¿bueno quizás sería mejor no llamar mucho la atención, al menos hasta aclarar algunas cosas.

de repente se siente llena de nuevas energías y sentada en los escalones que dan del zaguán del rancho empieza a observar las grabaciones y todos los datos recibidos cuando fue atacado el dron, quizás algunas aplicaciones para eliminar ruido y limpiar datos e imágen ayude...

esta manejando su tableta cuando, se percata de que no esta tocando nada simplemente en la pantalla se muesta lo que ella quería como si la maquina respondiese a su voluntad, se sorprende e intenta volver a hacerlo, -¡ha vuelto a suceder! -maldición me debo estar volviendo loca, como una regadera, será mejor que me calle...

un señor me habla, -¿qué ha vuelto a suceder niñita? -eh... nada señor -es el dueño del rancho - niña, no es momento para jugar con esos cachivaches, entra dentro y ahora comeremos algo que eso nos vendrá bien a todos. 

parece que el señor Sedler, nos invita a todos a comer algo, después de las labores de extinción de la llamas, el se pone a preparar un desayuno ranchero, para un vaquero esa ya es buena hora para despertarse. derrepente un grupo heterogeneo de gente nos juntamos en una amplia mesa. aunque muchos han ido a dormir ahí esta la señora Sedler, el profesor Hanscon, el tipo musculoso de antes, otro tipo grande que me mira raro, me está poniendo nervioso, no aparta la mirada de mi... y yo.

ANTES DE CENAR

Al ver a la joven que lo atendía, le dio un poco de gracia el hecho de lo distraída que estaba, además de lo confusa que se veía por toda esta situación –Quien la culparía- pensó con una leve sonrisa en su rostro.

Al terminar la épica búsqueda, para encontrar algo que le sirviese, tuvo que conformarse con un abrigo que le quedaba bastante ajustado y algo corto de mangas, pero poco le importo a James, sabía que ya no moriría de frio.

-Muchas gracias señorita, ha sido muy amable- dijo a Jennifer, pero parecía este estar algo distraído por el comportamiento de los demás, parecía que estaban organizando la mesa –La cena ya esta lista, señorita primero usted- dije sin prestar atención a que pude intuir y entender dicho acto por que escuchaba desde lejos los pasos y las conversaciones.

-Al parecer su padre ha invitado a todos a comer- sugerí, sin aun caer en cuenta, segundos después se veía a uno de los que estaba en la casa ir en dirección a nosotros y avisarnos de que en minutos cenaríamos.

EN LA CENA

Todos sentados en la mesa, y algunos en otros sitios estaban esperando la cena, mientras, algunos hacían conversaciones sobre distintos tópicos, otros se conocían o presentaban, mientras James se encontraba inmerso en sus preocupaciones, los entrenamientos y en una pelea que se daría en el pueblo dentro de dos semanas.

Escucho algunos comentarios de un experimento, otros relacionados al incidente y otro sobre los metales que habían caído en distintas partes de su cuerpo, todo le era indiferente, por alguna razón, este no tenía ningún interés en las conversaciones, trataba de parecer interesado en algunos casos.

Solo esperaba ver como conseguía ayuda de todos los que pudieran, para sacar el vehículo de la zanja y ver si se ponía en camino lo más rápido posible. Luego un pensamiento surcó todo su cerebro –Mierda- pensó, mientras ponía cara de sorprendido, recordó que mañana por la mañana tendría una entrevista con una reportera donde se comentaría su incuestionable éxito en la MMA.

Gracias Nathaly  le respondo a la joven, cuando por fin salimos de la linea de tiro, me sente en el asiento del conductor y cerre los ojos, que se habian irritado todo. Cuando por fin bajo la adrenalina, aparecieron las nauseas, los mareos y la jaqueca.

El corto viaje al rancho me habia parecido una silenciosa tortura, ya que no queria alterar aun mas a la adolescente a mi lado, pero no fue nada comparada con el tormento de entrar a la cabaña y ver todas las luces! Cuando mi novia se acerca a mi y me mira de arriba a bajo le sonrio No creas que he fumado algo, nos sorprendio una lluvia muy extraña y cuando me quise dar cuenta: Zas, en toda la cara! Estoy bien pero necesito sentarme un rato y ponerme un trapo mojado en el rostro, se buena y consegime uno le doy un tierno beso y me desplomo en un sofa o sillon maldita sea como duele.

Cuando alguien grita que ya esta la cena abro los ojos, veo el entorno pero aun me duele tanta luz en el ambiente, Me haces un favor Nathaly? Puedes traerme mi mochila de la caravana cuando por fin tengo mis cosas, saco unas gafas negras y me las pongo no es lo mejor pero bueno... Perdon por los lentes en la cena pero quede algo fotosensible por el accidente, por cierto, alguien vio el avion?

Sentados a la mesa, todos podían al fin fijarse en las caras de los demás. El salón lucía bien pese a todos los problemas anteriores, y casi parecía que no había ocurrido nada, pero el olor de la madera requemada traicionaba la apariencia de normalidad.

El señor Sedler llegó cargado con un par de cestas de pan de maíz y una salsera llena de mantequilla agria.

- ¿El avión? ¿Qué avión? Bueno, pronto os sacaremos una cena de verdad, pero por ahora podéis ir hincándole el diente a esto. ¡Vamos, hija, no te quedes hí! ¡Hay cosas que hacer!-, espetó con impaciencia a Jennifer-. Es increíble, ¿verdad? Si la dejas, toma asiento para que se lo den todo hecho.

La crítica provocó un sombrío silencio en la mesa, pero el anciano no pareció darse cuenta mientras pasaba a su lugar en el extremo de lamesa, donde podía dominar la situación.

- Debo pedirles disculpas por todo el desbarajuste y el desorden-, prosiguió con aire desenfadado de antrión satisfecho-, pero creo que no nos conocemos.

Dio un rápido vistazo alrededor, sonriente, hasta clavar su mirada en Michael: en ese momento, el rostro del señor Sedler se tornó lívido y los labios se apretaron en una fina línea de rabia.

- ¿Y usted, señor? ¿Quién es, y por qué cree que puede sentarse a mi mesa con unas gafas de sol? ¿Qué mala educación es ésta?

Tracy, confusa y estupefacta, respondió con incomodidad:

- Señor Sedler, este hombre es el doctor Hanscom, mi... prometido-, dijo, lanzándole una mirada rápida a Micheal: esperaba que la mención de las palabras "doctor" y "prometido" dieran cierto aire de respetabilidad a su intento de disculparse-, y ha sufrido daño en los ojos esta tarde, por lo que necesita protegerse de la luz, el polvo, el vieto...

- Ya, ya-, interrumpió el señor Sedler con desdén manifiesto-, pero eso no explica por qué estoy rodeado de chulos y rameras, todos llenos de tatuajes, clavos y pendientes-, dijo, ponéndose en pie para señalar con dedo acusador toda la piel cubierta por el metal estelar: el brazo de John, las retículas de Nathaly, lo poco que se vislumbraba en los hombros de James.- ¡Di, Jennifer! ¿Por qué has llenado mi casa de gentuza? ¡Échalos a todos! ¡Fuera de aquí!

La ira del dueño de la casa, que había explotado en cuestión de segundos, hacía crecer las venas de su cuello como blandas tuberías serpenteantes, volviendo de un tono granate amoratado su rostro justo antes de que agarrara una vieja silla de madera y la levantara por encima de su cabeza como amenaza.

- ¡Fuera, fuera todos de aquí!

Sin mucho que discutir, ante aquella situación muy común para James, solo se permitió levantarse si hacer ruido alguno, ni presentar queja sobre nada. Puso la silla en su lugar, ignorando totalmente las amenazas del viejo y dijo –Veo que no soy recibido en este hogar, por lo que solo me queda marcharme y entiendo que todos ustedes deberían hacer lo mismo- camino hasta una distancia prudente, volteo y dijo nuevamente –Tengo un vehículo, pero necesito de la ayuda de ustedes para sacarlo de una zanja en la cual he caído al esquivar esas cosas…- se interrumpió para observar mejor la escena, recordando tiempos pasados y continuo –Les puedo dar un aventón si así lo desean…-

Jennifer estaba sentada en silencio en el salón, su cara reflejaba la preocupación que sentía en aquel momento. “¿Que hago? ¿Debería ir al hospital...?... que demonios es esto”. Al descubrir que sus pies estaban cubiertos de aquel metal y con la excusa de buscar algo de ropa a James, había subido corriendo a su habitación para lavarse los pies...lo intento todo pero aquel brillo metálico no se iba. Se coloco un nuevo calzado y bajo al comedor, en ese momento su padre entraba con algo para cenar. Estaba tan preocupada que apenas escucho la puya de su padre y casi sin darse cuenta todo se desmadro y su padre montaba una escena de las suyas contra todos los demás... esta noche no!!... tenia tan poca paciencia. Jennifer se levanto de un salto. 

-Papá, esta gente se ira inmediatamente, pero por favor baja la silla... recuerda lo que dijo el medico … nada de alterarse. Ven tenemos que tomarte la presión. Ramiro se encargara de echar a esta gente- comenzó a mentir para calmarlo, mientras lanzaba miradas a Tracy que estaba al tanto de la enfermedad de su padre.  Se acerco y lo cogió por un brazo... su padre se debatió para intentar soltarse pero en un momento le fallaron las piernas y callo al suelo.... una idea absurda paso por la mente de Jennifer... ella había causado eso. Ella se agacho rápidamente para ayudarle,su padre hablaba con una voz muy débil

-Jenny...Jenny... estoy tan cansado... hemos recorrido muchos kilómetros hoy.- dijo y cerro los ojos quedándose aparentemente dormido.

-Oh dios mio!!!.... papá!!....- Jennifer le tomo la presión con los dedos, parecía un poco mas baja de lo normal.- Ayúdenme a llevarlo a la habitación por favor- dijo mirando suplicante a todos desde el suelo- mi padre... él no quería decir todas esas cosas... está enfermo... tiene demencia senil...- termino de decir un poco avergonzada.

No tienes porque disculparte pobre chica, parece buena pero su padre parece un maldito cabrón, con o sin demencia senil  me acerco hacia el hombre que acababa de ofrecer su vehículo y le pongo una mano en el hombro Si tu auto es mas rapido que la vieja caravana con la que llegamos aqui, podrias llevar a la Srta. Selder al hospital? Nosotros te veremos alli espero que la cafeteria del hospital este abierta porque me muero de hambre.  

Tracy mi amor, creo que tendrás que manejar tu le sonrio todavía no estoy bien de los ojos.cuando veo que esta a punto de darme su replica la corto en seco no digas nada! Siempre te quejas que no te dejo manejar, bueno, ahora es tu oportunidad! de paso veremos que demonios paso aqui en el rancho.

el señor Sedler empieza a mirar mi brazo y lo mira con asco, y empieza a decir cosas, con un tono muy subido, y de repente esta dando voces a todos, no se lo que ha pasado pero tengo algo de miedo, el hombre me asusta con su silla alzada. y en ese momento ya nadie se fija en mi, siento como el frío recorre todo mi cuerpo y el metal me envuelve plenamente, pero nadie me ve, deseo acabar con todo, que se detenga y noto el ritmo periódico del marcapasos del señor Sedler, y respondiendo a mi deseo se para.

me escabullo y todo vuelve a la normalidad, mientras al señor Sedler cae al suelo y Jennifer da voces por su padre que yace en el suelo con sus últimos susurros

El señor Sedler boqueaba en el suelo, incosciente. Jennifer, arrodillada junto a él, veía cómo el color abandonaba la piel tostada de su padre, y acercó la oreja a su pecho, tenmiendo lo peor: el corazón resonaba con un ritmo rápido y desacompasado, como si su marcapasos se hubiera vuelto loco y hubiera sido sustituido por un tamborilero loco...

Los ojos se le llenaron de lágrimas sin poderlo evitar: si no encontraban ayuda pronto, podía morir en cualquier momento.

Tracy se acercó a ella y se arrodilló a su lado.

- Jennifer, si le pone tan mal que estemos aquí podemos irnos ahora mismo, ¿verdad?-, dijo, volviendo la cara al resto de los comensales a su alrededor para buscar apoyo.