Partida Rol por web

Enya agachó su cuerno en señal de respeto hacia las criaturas de los bosques. No quería que pensaran que era un peligro, así que tan solo agachó sus patas y flexionó su cabeza mientras las miraba esperando las respuestas a las preguntas que sus compañeras habían formulado.

La criatura lucha por liberarse de la mano, pero no lo consigue, así que la mano aprovecha y vuelve a apretar a su víctima, que grita de nuevo del dolor.

Los esqueletos atacan al tiempo que Kalehid avanza. Sólo una flecha impacta en la criatura, y Kalehid toca a la bestia. La criatura empieza a gritar más alto que en el caso anterior por el daño que le está causando.

Elnora aprovecha y vuelve a disparar su rayo de energía, que da a la criatura en la cabeza, dejándola medio inconsciente

Una de ellas se adelanta y toma la palabra

Somos elfas del bosque, druidas que cuidan a las criaturas. El bosque nos informó que unos extraños habían entrado. Y teníamos que comprobar si erais enemigos o amigos.

Acompañadnos a nuestra aldea. Habéis dicho que venís a combatir al Señor del Castillo. Creo que allí os podrán contar algo de él

Agradecemos su oferta pero, como probablemente ustedes ya sepan, tenemos otro grupo de compañeros en el bosque. ¿Les llevareis a vuestra aldea como a nosotros? Si no es asi, deberia ir a buscarlos y reagruparnos todos antes de acompañarlas. - dijo Adélaïde con una sonrisa en la boca.

Enya seguía convertida en rinoceronte con su afinado oído alerta. Miraba en todas direcciones y trataba de escuchar si algún peligro había en la zona. Aquellas elfas quizá fueran enviadas del señor y tendrían que estar prevenidos por si eso pudiera ser una trampa.

Sarita bajó de su árbol y se acercó a las elfas con el arco bajado. Saludó con un ligero movimiento de la cabeza y esperó la resolución a las palabras de Adelaide

Morgana espera que respondan a Adélaïde.

Kalalo estaba realmente fascinado con su buena suerte, mira que encontrar ELFAS.  Las analizó con la mirada inquieta y sin poder articular palabra. Requisaba los cuerpos por inercia mientras no quitaba la vista de sus nuevas "compañeras". 

Naturalmente. Otras compañeras han ido a por ellos. Queremos hablar con vosotros e indicaros el camino para llegar al castillo, pues el bosque puede ser mortal para aquellos que no lo conocen.

¿Venís? Seguidnos

Las elfas se dan la vuelta y con pasos sutiles y sencillos comienzan a caminar. La naturaleza parece apartarse a su paso, facilitando vuestro caminar.

Tras lo que os parece un camino largo, llegáis a un lugar lleno de magia. Veis a otros elfos caminando de un lado a otro, todos con sus compañeros animales. La naturaleza allí es impresionante de lo bella que es

Estamos en el corazón del bosque, nuestro hogar. De momento, es el único lugar que no está corrupto por el Señor del Castillo

Etelimas repitió aburrido las palabras arcanas y los movimientos, para volver a lanzar un nuevo rayo... esta vez con más suerte que antes.

El grupo siguió a las elfas hasta su hogar. Por el camino Sarita no pudo sino envidiar los movimientos tan rítmicos y sutiles de las elfas. Parecía que no andaban, sino que flotaban. Casi sin hacer ruido ni dejar rastro alguno.

Pero todo eso pasó cuando entraron en su hogar. No pudo apartar la mirada de todas aquellas maravillas que veía.

Pero de pronto la naturaleza desconfiada de Sarita salió a relucir.... los elfos son muy recelosos de sus cosas y más con gente de otra raza, es raro que nos hayan traído hasta aquí. 

Elnora observó como la criatura gritó de dolor, lo suficiente como para apiadar a la mayoría, pero el dolor que lla había tenido que soportar sin ayuda de nadie la había vuelto insensible, sin embargo le resultaba molesto oir los quejidos, por lo que decidió disparar un último rayo de energía para acabar con su vida.

Morgana estaba totalmente indiferente, la belleza del paisaje le importaba mas bien poco.

- A ver si llegan los demas y vamos al grano -suspira Morgana.

Enya fue rompiendo las ramas que quedaban bajo sus pies y el crujir de las hojas resonaba en cada paso que daba. El rinoceronte era demasiado grande y ruidoso para un lugar tan precioso. Pero cuando llegó allí se tiró al suelo aún en su forma animal.

Se sentía cómoda estando allí, rodeada de lo que parecían ser amigas.

Entonces el rinoceronte habló. ¿Así que este es un lugar que aún no ha sido corrompido, verdad? No tenemos muchas pistas sobre el ser que habita el castillo, ¿qué habéis hecho para lograr evitar su maldad?. Qué podéis decirnos de él. Cualquier cosa será de gran ayuda.

Adélaïde quedo satisfecha con las respuestas y espoleo su caballo siguiendo a las elfas. No os preocupeis, nosotros combatiremos al señor del castillo os libraremos de su maldición. - dijo Adélaïde con rabia al ver lo bonito que era aquel lugar.