Partida Rol por web

Pues ese mismo, iré delante si no os parece mal.- dijo con una sonrisa picarona antes de darse la vuelta y tomar la delantera. Sabía que por lo menos Kalalo no le quitaría los ojos de sus ropajes, que se ajustaba perfectamente a sus sinuosas curvas.

Tomó la delantera y se dispuso a avanzar tomando sus habituales precauciones, moviéndose sin hacer ruidos, buscaba las sombras del linde del camino para ocultarse de ojos indiscretos, mientras se detenía de vez en cuando para buscar trampas o avistar posibles enemigos. 

Kalehid y su ejercito personal emprendieron la marcha tras Sarita a una buena distancia para que los ruidos del pequeño séquito no alertasen a más de esas criaturas.

Kalalo se rasco la cabeza confundido (o quizas por algun piojo). Las mujeres no hay forma de entenderlas, la tal Sarita primero se hace la dura y ahora contonea sus caderas para que el guerrero obviamente las siga.

Se encogio de hombros mientras emprendia la marcha tras esas generosas caderas, silvando una cancion desconocida. 

Miraba un tanto desconfiado como los zombies, esqueleto y "brujos" se quedaban en la retaguardia. 

Elnora, ya con la mano invocada y sintiéndose protegida, lanzó un rayo de energía oscura hacia el enemigo más cercano.

Habiendolo esquivado, suelto mi espada y cojo el arco compuesto electrizante y tiro una de mis flechas electricas esperando poder acertar en esos malditos chuchos.

Etelimas se asomó y lanzó una roca. Luego esperó a escuchar el sonido.

Molesta por haber fallado su golpe hizo que colera diese la vuelta y cargo de nuevo. ¡Encontrareis el fin en la punta de mi lanza! - grito mientras cargaba.

- ¿No sabes hacer nada de luz, muchacho?

La piedra desaparece en la oscuridad y no escucháis ningún sonido.

-No dispongo de conjuros de luz. -dijo Etelimas con seriedad- Creo que deberíamos seguir e ignorar este agujero, no me da una buena sensación...

Lancé un rugido por no poder iluminar aquello que tendríamos que saltar. No me hacía gracia que algo saliera de allí en mitad de mi salto, pero aún así decidí seguir adelante. En un instante me transformé en un pequeño halcón para sobrevolar el lugar con mayor facilidad y de tanto en tanto apoyarme en el hombre de Galimatías.

Etelimas no quería arriesgarse a resbalar y caer al fondo, no era tanto vértigo como amor por su vida. Pronunció unas palabras mientras hacía ciertos gestos... y apareció una gran mano de tierra en el borde del agujero, que lo cruzó y se agarró al otro lado.

Elnora, tras la protección de su mano de tierra, dispara un poderoso rayo a uno de los perros que están atacando a Valanthien, provocándole un gran daño.

Valanthien aprovecha la distracción del animal tras el golpe de Elnora para dar un paso atrás y disparar con su arco. A la bestia le recorre la electricidad por todo el cuerpo, haciendo que se tambalée.

El golpe definitivo para el perro lo da Adélaïde, que le golpea con su lanza y lo lanza lejos, cayendo muerto.

El otro animal se enfurece y ataca a Valanthien de nuevo, pero no consigue apresarlo entre sus fauces

A pesar de los temores por lo que pueda salir del agujero en el momento en el que pasáis por encima, nada ocurre.

Seguís caminando hasta que desenvocáis en una sala. Allí, podéis ver a Morgana agachada, intentando abrir un cofre.

Pero un temblor hace que miréis hacia la pared que tenéis delante